90 años del IPN (2017) – Especiales pedagógica radio

Estimados/as visitantes y lectores, en el marco del programa ‘Especiales pedagógica radio’ compartimos emisiones de audio de La Pedagógica Radio.

El programa expone, desde una perspectiva crítica, temas de coyuntura e interés político y cultural, que desde la voz de sus protagonistas permite conocer los hechos que allí se generan. Aborda debates de la memoria y las narrativas sobre el pasado, la paz, derechos humanos, cultura política, historia de las comunidades, prácticas culturales, movimientos sociales, entre otros. El programa se realiza con el apoyo de estudiantes de diferentes Facultades que reciben la formación en procesos de preproducción y producción de radio con enfoque edu/comunicativo.

En esta ocasión, difundimos un pódcast sobre los 90 años del Instituto Pedagógico Nacional, que resalta la memoria histórica e institucional de la Universidad Pedagógica Nacional.

 

Pieza del mes de octubre de 2021: Equipo de Destilación

Como pieza del mes, hemos seleccionado el Equipo de Destilación de la colección de implementos escolares de la enseñanza de las ciencias naturales (específicamente en la rama de la Química) del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto de manufactura industrial, que perteneció al antiguo Laboratorio de Física y Química del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, y que como otros objetos de su misma naturaleza fueron donados por la institución al Museo.

Desde el inicio de los tiempos, el hombre se ha inquietado por lo que pasa a su alrededor, cuestionándose acerca de los fenómenos visibles y aún más por aquellos difíciles de observar o incluso entender con facilidad, interrogándose el ¿Por qué? y el ¿Cómo? de lo que sucede en su entorno. Para poder resolver estas inquietudes, con el paso del tiempo se han ido desarrollando métodos que le permitieran comprender y conocer el mundo que lo rodeaba.

Uno de estos fue el desarrollo de la Química como ciencia, de la cual, muchos libros e historiadores señalan su inicio en el siglo XVII con el debate entre Hermann Conring y Ole Borch sobre cómo se originó la Alquimia en la antigüedad, lo que dio paso a la publicación de una gran cantidad de documentos con información de diferente índole acerca de la historia de la química. Durante las décadas siguientes la escritura de textos sobre la documentación histórica de esta continuó desarrollándose, sin embargo, fue hasta en el siglo XIX, cuando aparecieron las publicaciones más importantes acerca de la historia de la química, en su orden: Contribuciones a la historia de la química, vol. 1 y 2 (1869), Opiniones sobre la tarea de la química y sobre los componentes básicos del cuerpo entre los químicos más importantes desde Geber hasta G. E. Stahl. El descubrimiento de la composición del agua (1875); y Alquimia en tiempos antiguos y modernos: una contribución a la historia cultural, vol. 1 y 2 (1886), escritas y compiladas en varios volúmenes por el químico alemán Hermann Franz Moritz Kopp, quién realizó grandes aportes a esta ciencia y su historia.

Con la publicación de aquellos textos y otros más, en los años subsiguientes se masificó la trasmisión de esta disciplina en las distintas facultades de ciencias existentes en el mundo, junto con el surgimiento de las primeras instituciones dedicadas a la historia de esta ciencia. Así, por ejemplo, en Estados Unidos los trabajos de George Sarton contribuyeron a la consolidación de la química como ciencia (Bertomeu y García, 2008, p.58).

En el caso de Colombia, las ciencias naturales fueron el saber escolar de aparición –y aceptación– más reciente, y en el proceso de su inserción y difusión, hay que tener en cuenta tres acontecimientos que fueron antecedentes de este saber en nuestro territorio: la Real Expedición Botánica (1783–1808) liderada por José Celestino Mutis; la Comisión Corográfica (1850–1862) organizada por Agustín Codazzi; y la creación de las primeras cátedras universitarias de historia natural con áreas de estudio como la botánica, zoología, anatomía; anexas a la medicina.

Debido al rechazo de las Teorías de la Evolución, a lo largo del siglo XIX las iniciativas para difundir la biología no recibieron buena acogida en los círculos científicos de las comunidades religiosas que administraban muchas instituciones educativas, fue hasta finales de este siglo, cuando la historia natural como saber se extendió paulatinamente, en instituciones de educación secundaria como el Mayor de San Bartolomé y el Instituto de los Hermanos de la Salle, colegios que a inicios del siglo XX equiparon sus instalaciones con ejemplares de plantas y dibujos botánicos, animales disecados, esqueletos, órganos animales y diferentes tipos de minerales conservados en los denominados Museos Escolares.

Al respecto, el Museo de Historia Natural del Instituto de los Hermanos de La Salle establecido en 1910, no solo fue destinado para la enseñanza de la historia natural en general, sus colecciones fueron objeto de estudio para los hermanos ‘Lasallistas’ interesados en la ciencia; así, a partir de las experiencias de divulgación científica desarrolladas en este museo, se creó la Sociedad de Ciencias Naturales de La Salle, antecedente de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales.

A inicios del siglo XX, los discursos principales que configuraban el currículo de las escuelas se centraban en el dominio de los cuerpos y por tanto de las mentes, de tal manera, por un lado, estaba la ciencia con el discurso médico de la Junta Central de Higiene; y por el otro, el discurso religioso de la Iglesia católica, refiriéndose estos dos al cuidado de sí, tanto para estudiantes como para maestros. Con el corte religioso que profesaba esa constitución de currículo,

[…] los responsables de la enseñanza de la química en los colegios eran médicos locales o religiosos dedicados a la docencia de esta disciplina. […] las clases las impartía el profesor, quien, ubicado en una plataforma frente al grupo de muchachos sentados en bancos, procedía a leer el texto de química. Cuando terminaba su lectura, lo cerraba y decía: “tienen que aprenderse eso”. […] estaba en manos de los religiosos decidir qué versión de ciencia y de actividad científica se socializaba. (Gallego, et al, citados en Torres y Guerrero, 2018, p.67)

Luego, con la aparición de la idea de desarrollo y modernización estatal, surgió la necesidad de adaptar la educación del país a este nuevo pensamiento, por lo cual, la Escuela dio un viraje de la centralidad religiosa, hacia una más guiada por la ciencia. Así, a mediados del siglo XX,

la Normal Superior se convertiría en la institución por excelencia en el proceso de modernización, pluralización e internacionalización del saber en el país” (Saldarriaga y Sáenz, s.f, p. 87),

ya que después del contacto de los científicos colombianos con los últimos avances e investigaciones, y con la llegada de nuevos intelectuales al país, se procuró incluir en las Normales los últimos progresos del saber. Para este fin, las primeras especialidades con las que contó la Escuela Normal Superior fueron: Ciencias Sociales, Filología e Idiomas, Ciencias Biológicas y Química, Física y Matemáticas. De allí que a finales del siglo XX se transformaran las planeaciones de los pénsums académicos concentrando en ellos nuevos objetivos, y metas para plantearle a la educación, implementando nuevas políticas en torno a las asignaturas que se dictaban, entre las cuales se encontraba la Química.

Un claro ejemplo de lo expuesto anteriormente, lo identificamos, cuando la enseñanza de la historia natural empezó a incluirse en el nivel de secundaria y en las instituciones de formación de maestros como el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas (IPN), que, según el Pénsum de 1936, concentró la enseñanza de las ciencias naturales en tres secciones: Biología; Física teórica y experimental; y Química orgánica e inorgánica. Además, el IPN fue dotado de materiales de enseñanza gracias a las donaciones realizadas entre 1927 y 1936 por diferentes instituciones, pero principalmente por la Segunda Misión Pedagógica Alemana (1924–1935) que donó el mobiliario y gran parte de las colecciones del Museo de Historia Natural que tenía sede en el IPN, como por ejemplo, el Material de Enseñanza Espasa-Calpe: Serie Historia Natural Aplicada, estuches con esqueletos de diferentes especies animales, órganos de mamíferos conservados en formol, herbarios de plantas del mundo, reproducciones en escayola de partes del cuerpo humano y una colección de animales disecados.

Posteriormente, las colecciones de aquel Museo fueron enriquecidas con especies nacionales de animales disecados y con herbarios e insectarios hechos por las maestras en formación. Algunos ejemplares conservados del Museo de Historia Natural del IPN y otros materiales antiguos del Laboratorio de Física y Química como el que estamos reseñando fueron donados al Museo Pedagógico Colombiano y ahora hacen parte de nuestra colección.

Laboratorio de Química del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas. (1932). [Fotografía]. Tomada de: Álbum Fotográfico del Instituto Pedagógico Nacional Para Señoritas, Escuelas Salesianas de Fotograbado, Tipografía y Encuadernación, 1932, Bogotá. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano, Colección IPN.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Con respecto al nivel universitario, en 1801, José Celestino Mutis apostaría por el establecimiento de una Catedra de Química, junto con un laboratorio que debía funcionar de la mano con la Facultad de Medicina del Colegio del Rosario. Sin embargo, no sólo Mutis realizó estudios sobre esta ciencia, otros como Jorge Tadeo Lozano, José María Cabal, Juan del Corral, etc., también tuvieron la oportunidad de estudiar química en países europeos, aportando dichos conocimientos para hacer grandes contribuciones al temprano desarrollo de esta ciencia natural en Colombia.

A partir de este precedente, fue hasta 1929 con la fundación de la Escuela de Farmacia, cuando se iniciaron las actividades académicas regulares relacionadas con la química en el país. Más adelante, en 1938, se creó el Departamento de Química de la Universidad Nacional de Colombia, para la cual se asignó un presupuesto y la contratación de personal administrativo y docente. En los años siguientes se organizaron los estudios de Ingeniería Química y los cursos complementarios de la profesión; asuntos que sucedieron de manera tardía en otras universidades del país. El establecimiento de los estudios de química en Colombia, y el acercamiento a los nuevos saberes de las ciencias, trajo consigo nuevas perspectivas para entender el país y el mundo, a través de la composición, la experimentación y las propiedades de la materia y su transformación, por medio de ramas del saber cómo la Mineralogía, la Orgánica de los elementos, las Sustancias y las Mezclas; estas últimas son de gran importancia para entender la destilación, y poder comprender, cómo se utilizaba nuestra pieza del mes.

Una mezcla es un material que se encuentra conformado por dos o más sustancias unidas en cualquier proporción, pero que no se encuentran combinados en una reacción química, por lo que sus componentes mantienen su identidad y sus propiedades químicas existentes. Entre ellas encontramos las mezclas heterogéneas, en las cuales es posible reconocer sus compuestos, y las homogéneas, en las que el aspecto es uniforme, y sus componentes difíciles de diferenciar.

La separación de las mezclas constituye un procedimiento importante en la química, debido a que permite según el proceso que se elija (Decantación, Filtración, Tamizado, Destilación, etc.) obtener sustancias puras, que luego permitirán la elaboración de nuevos productos o incluso la vuelta al estado puro de estas sustancias como nuevos aportes a la ciencia. Debido a la composición de las sustancias, los métodos de separación y purificación de las mezclas son distintos, y entre estos encontramos la Destilación.

La Destilación es una de las técnicas de laboratorio más usadas de la industria química, petrolera farmacéutica, industria del perfume y la alimentaria, la cual consiste en la separación de dos o más sustancias líquidas que fueron mezcladas de forma homogénea con anterioridad; así, mediante el proceso físico de ebullición se usan los distintos tipos de hervor de los líquidos que constituyen la mezcla, y se compone de dos fases: la evaporación, en la que el líquido se convierte en vapor, y la condensación en la que el vapor se convierte en líquido.

Un alambique o destilador está compuesto de tres partes: una vasija en la que se calienta el material que se va a destilar, una parte fría para condensar el vapor producido y un recipiente para recogerlo” (Valiente,1996, p. 76).

La historia de la destilación se remonta a los alquimistas de las civilizaciones antiguas de Mesopotamia, Grecia, Roma, y Egipto, donde se usó esta técnica como baño de María para el tratamiento de sustancias volátiles y metales, uno de los ejemplos era la destilación del agua de mar, con el fin de usarla como agua para beber; mientras que, en Roma, se utilizó para procesos de destilación del vino. El plato que recogía los vapores se llamaba “ambix”,

posteriormente, ese término se usó para denominar al aparato completo de la destilación, en árabe al-inbīq, de donde procede nuestro alambique” (Valiente, 1996, p. 76).

Debido a la ausencia de otros instrumentos para la medición de las condiciones de las sustancias como: termómetros, disolventes, ácidos, entre otros, el campo de estudio estuvo limitado por mucho tiempo. Sin embargo, con anterioridad se realizaban alcoholes por este método como, por ejemplo, el vino y la cerveza, incluso en un contexto más cercano en la época prehispánica se elaboraron bebidas alcohólicas como el vino de mezcal en el territorio actual de México.

Fue gracias a los antiguos griegos y sus desarrollos de alta calidad en la alfarería, el tratamiento del vidrio y la porcelana, quienes facilitaron la tarea de los alquimistas de la época, pues inventaron hornos en forma de cilindro o cono, dentro de los cuales se ponían varios alambiques, que permitían producir agua de rosas e incluso gasolina, buscando la producción en masa de estos componentes. Un ejemplo de ello es como por medio de la mezcla de flores, frutas o hierbas con agua o alcohol, se lograban destilar los sólidos para la obtención de perfumes líquidos, produciendo así la destilación por la técnica de arrastre de vapor.

Dichos descubrimientos también tuvieron gran auge en Europa, donde se realizaron mejoras a las técnicas de destilado mediante el enfriamiento del tubo de salida del alambique, lo que permitió recuperar sustancias como el alcohol con menor punto de ebullición, los aportes para estos elementos permitieron que la química experimental de la época tuviera grandes avances. Luego, en la Edad Media, la destilación se practicó al interior de los monasterios religiosos y en algunos centros de conocimiento, pero los alcoholes obtenidos se usaban únicamente con finalidades terapéuticas, los primeros destilados de alcohol de uso médico fueron conocidos como “aqua vitae” (solución reconocida en la Alquimia como el elixir de la eterna juventud), que literalmente se traduce como “agua de vida”, y entre el siglo XIV y XV, su uso como remedio se extendió para el consumo eventual en diversas ocasiones y no únicamente para el tratamiento de diferentes malestares, fue a partir de ese momento cuando surgieron los primeros licores de Europa.

En la modernidad, Robert Boyle (pionero de la experimentación en el campo de la química en el siglo XVII) destiló alcohol de madera y vinagre, dando origen a la primera destilación analítica y descubriendo en 1661 el metanol, un tipo de alcohol que se usa mayormente para elaborar combustibles, disolventes y anticongelantes. Con el surgimiento de la Revolución Industrial en el siglo XVIII y las profundas transformaciones que implicó a nivel mundial, se le dieron nuevos usos a este proceso químico como, por ejemplo, la obtención de gas a partir de la destilación seca del carbón lo que le daría un empujón a la Industria del Gas. Ya a mediados del siglo XIX con la refinación del vidrio, los instrumentos de laboratorio lograron una ventaja al sustituir materiales como el metal y la cerámica por uno más resistente y maleable, como consecuencia los alambiques se modificaron también en estructura y material. Desde entonces, la destilación sería una de las técnicas de separación de mezclas más usadas en laboratorios y en la investigación química haciendo grandes aportes a la industria y por supuesto al mundo académico.

Como parte de la enseñanza en la química, se devela la importancia de este tipo de objetos para la didáctica de esta ciencia y para entender las mezclas como parte de la comprensión del mundo que rodea a los estudiantes, y asimismo de la naturaleza y las construcciones realizadas por el ser humano. A su vez, es esencial  conocer el método de separación de estas sustancias, exactamente con la técnica de destilación, que en el contexto de los laboratorios se constituyen como trabajos investigativos de experimentación y descubrimiento, que enlazan la teoría con la práctica, procedimientos que permiten la observación de los resultados, aprendiendo a través del ensayo y error, ya que

la Química requiere de mucha constancia; el trabajo en el laboratorio constituye una herramienta importantísima a la hora de lograr que los estudiantes desarrollen destrezas, habilidades y se adueñen de su propio conocimiento a través de la práctica” (Montero, 2016, p.11).

Se trata entonces de un trabajo colaborativo en el que puede ocurrir el diálogo, la participación activa, discusión de resultados, resolución de problemas, el intercambio de conocimientos, entre otras; en el que el profesor juega un papel muy importante en la guía y enseñanza de la técnica a través de la demostración y acompañamiento a los estudiantes en sus prácticas experimentales, por medio de las cuales, se puede lograr la apropiación, formación y fortalecimiento de los conocimientos específicos de esta área.

Para conocer el Equipo de Destilación del antiguo Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, otros objetos e implementos escolares de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las nuevas instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras clave: Destilación; Química; Mezclas; Sustancias; Laboratorios de Química; Alambique; Pedagogía; Enseñanza; Historia de la Educación; Medicina; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum-programa y reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana.

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

Becerra, Diego & Restrepo, O. (1993, septiembre). Las ciencias en Colombia: 1783 – 1990. Una perspectiva histórico-sociológica. Revista Colombiana de Educación, (26). (s.f). https://doi.org/10.17227/01203916.5296

Bertomeu, J. & García A. (2008). La historia de la química: pequeña guía para navegantes. Parte I: Viejas y nuevas tendencias. Historia de la química, 104 (1). p. 56–63

Díaz, S.  & Mejía, M. (2010). Una etapa en el desarrollo de la química en Colombia, (primera edición). Gente Nueva – Universidad Nacional de Colombia.

Gutiérrez, A. (1992). 50 años de la química en Colombia. Revista colombiana de Química, 21 (1 y 2). p. 1–6

Montero, P., M. E. (2016). Destilación simple y fraccionada como estrategia metodológica para fortalecer el aprendizaje de la separación de los componentes de una mezcla en los estudiantes de primer año de bachillerato del colegio Hernán Gallardo Moscoso de la ciudad de Loja periodo académico 2013-2014. Tesis. Licenciatura en Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de Loja, (Facultad de educación). Ecuador. 282 páginas.

Saldarriaga, O. & Sáenz, J. (2002). La Escuela Activa en Bogotá en la primera mitad del siglo XX: ¿un ideal pastoril para un modo urbano? Historia de la educación en Bogotá Tomo II. Instituto para la investigación educativa y el desarrollo pedagógico IDEP. p. 67–94.

Torres, G., y J.E. Guerrero Romero. (2018). El currículo de ciencias naturales en Colombia durante la segunda mitad del siglo XX: permanencias, transformaciones y rupturas. Actualidades Pedagógicas, (71), 63-87. https://doi.org/10.19052/ap.3885

Valiente, A. (1996). Historia de la destilación. Educación química, 7 (2), 76 – 82.  http://dx.doi.org/10.22201/fq.18708404e.1996.2.66669

 

Pieza del mes de abril de 2021: Escudo antiguo de la ‘Universidad Pedagógica Nacional Femenina’

Como pieza del mes, hemos seleccionado el Escudo de la Universidad Pedagógica Nacional Femenina (hoy Universidad Pedagógica Nacional de Colombia -UPN-) uno de los objetos de la colección de Historia y Memoria Institucional UPN, material que pertenece a la exposición ‘UPN en Imágenes’ y que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano. Objeto que nos remonta a la época de fundación, transformación y consolidación de nuestra Universidad propiamente reconocida como una institución universitaria de Educación Superior –recordemos que hasta 1951, funcionamos como el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas -IPN-, esto antes del desmonte del proyecto liberal de la Escuela Normal Superior, ordenado por el presidente conservador Laureano Gómez a inicios de los años cincuenta–, espacio de tiempo en el que gracias a la gestión de Franzisca Radke, se creó la UPN Femenina en 1955.

Hablar sobre el escudo heráldico[1] de la Universidad Pedagógica Nacional Femenina -UPNF-, es describir el contexto sociopolítico del país y además buena parte de los sucesos que componen la compleja (y algo olvidada o poco reseñada) historia de nuestra Universidad, los cuales dieron nacimiento a lo que hoy conocemos como UPN. Para los años 50, Colombia aún sufría el caos y las consecuencias sociopolíticas del Bogotazo ocurrido el 9 de abril de 1948, acontecimiento que marcó un antes y un después en la historia del país y la vida de sus ciudadanos en el siglo XX, con este ambiente, como lo señala la historiadora Aline Helg, se marcaría el viraje de la política educativa colombiana. Más adelante, los inicios de la coalición política concretada por el Partido Liberal y el Partido Conservador, conocida como el Frente Nacional (1958–1974), también influirían en la definición y vigencia de la UPN.

Precisemos que el planteamiento, construcción, fundación y puesta en marcha del antiguo IPN para Señoritas, igualmente sucedió en un momento de tensiones políticas y bipartidistas; pues en 1927 el país se acercaba al final de la ‘Hegemonía Conservadora (1886–1930)’ esto a nivel gubernamental, por lo que la posterior ‘consolidación’ del IPN (proyecto propiciado por los conservadores) ya en el periodo de gobiernos liberales, estuvo marcada por una serie de reformas que mostraban –no solo a nivel político e ideológico–, que el conflicto bipartidista también se ‘jugaba’ en el campo educativo.

De acuerdo con la idea de nación ‘Conservadora’ el proyecto estatal para la educación colombiana materializado en el IPN, se concibió como el primero que unificó la formación de la actividad de los maestros y la enseñanza bajo un régimen laico y el control directo del gobierno nacional; es decir a pesar de la fuerte influencia de la iglesia –protegida por los poderes del gobierno conservador–, se fundaron (y subsistieron) diferentes institutos de educación laica, desde el nivel de primaria hasta universitario; en sana coexistencia con colegios y universidades religiosos. De esta manera en el IPN, se aplicó un conjunto de conceptos y prácticas introducidos por los miembros de la Segunda Misión Pedagógica Alemana (1924–1935) –que había sido contratada por el gobierno de Pedro Nel Ospina–, en cabeza de la pedagoga alemana Franzisca Radke, como la Escuela Activa que se orientaba en la experiencia y la observación crítica, y que estaba en contra de la educación ‘memorística’; la Psicología Experimental, la Psicología Social relacionada con la orientación profesional y la educación especial; la Higiene escolar; los exámenes escolares, y la experimentación con los métodos activos. El marco político conservador recomendó el cambio del rol de la mujer en la educación, incluyendo su formación académica en los grados de bachillerato, diseño la Ley de Instrucción Pública de la época para reformar la educación normalista y reestructuró la formación de maestros dando las directrices de organización para dos Institutos Pedagógicos uno de varones en Tunja y otro de señoritas en Bogotá.

No obstante, el periodo político de la ‘República Liberal (1930–1946)’ trajo consigo reformas ‘regresivas’ en el panorama educativo nacional e igualmente en aspectos referidos al funcionamiento y estructura pedagógica del IPN se refiere; incluso se dio la expulsión del país de su primera directora, Franzisca Radke, educadora de trascendental importancia tanto para la historia de la formación docente y la construcción de la memoria pedagógica del país por ser pionera en la configuración, modernización y organización del sistema educativo colombiano que impulsó la profesionalización de maestras, profesoras y la fundación de la carrera docente a nivel universitario; y desde luego para toda la historia que comprende la fundación de la Universidad Pedagógica Nacional especialmente entre 1927 y 1962.

En el periodo liberal –principalmente el comprendido entre 1936 y 1946 que tuvo como bandera el proyecto político de Alfonso López Pumarejo conocido como ‘La Revolución en Marcha’–, el proyecto educativo nacional reformó artículos de la Constitución Política de 1886, en particular, los que dejaban la orientación y parte del control  de  la educación  pública  en  manos  de  la iglesia, así se estableció como obligatorio que la función de inspección y vigilancia de la educación la haría el Estado; además se unificó la escuela rural y urbana y se ordenó que en ninguna institución educativa se impediría el ingreso a los hijos no legítimos; en cuanto al campo de la formación de educadores, el Decreto 1917 de 1935 ordenó concentrar en una sola institución de carácter mixto las Facultades de Educación de la Universidad Nacional de Colombia -UNAL-, la de mujeres adscrita al IPN para Señoritas y la de Varones que funcionaba en Tunja, luego la Ley 39 de 1936, cambió el nombre de la unificada Facultad por el de Escuela Normal Superior -ENS-, que quedaría bajo la dirección directa del gobierno nacional.

De esta forma y por oposición a la postura conservadora del IPN para Señoritas, en la ENS, se reunieron las antiguas facultades femenina y masculina, buscando un carácter ‘más moderno’ y mixto, singularidad que preocupó a los opositores Conservadores, ya que el modelo pedagógico de corte laico y liberal tomaba distancia de la pedagogía católica e iba en contra de la moral. Esto sin detallar que el proyecto educativo Liberal contó con la participación de profesores extranjeros que se habían refugiado en el país, ante los conflictos bélicos europeos de la época, como la Dictadura Franquista y la Segunda Guerra Mundial; cuyos aportes intelectuales, permitieron que ‘peligrosamente’ en el escenario académico nacional, hubiera apertura hacia nuevas corrientes del pensamiento, la ciencia y el conocimiento, que eran prohibidas por los gobiernos conservadores, por ejemplo, ideas de movimientos como el Marxismo, el Psicoanálisis, la Filosofía Fenomenológica y Existencial, entre otras, hicieron aparición progresivamente en las aulas.

Y aunque los defensores de la ENS expresaban que no era cierto que en la institución se atentará contra las creencias y la moral religiosa de los colombianos, y que incluso se había cultivado un clima de tolerancia ideológica entre estudiantes y maestros, condición básica para la ‘libertad de aprendizaje’, concepto sobre el que se construía una universidad investigativa. El país acostumbrado hasta ese entonces a la tradicional confesionalidad en la formación de docentes no estaba preparado para un cambio de actitud y metodología para la formación académica de los docentes. Posteriormente, el horizonte político anterior al ‘Bogotazo’, significó ‘la caída Liberal’ y el regreso del gobierno Conservador al poder desde 1946 con Mariano Ospina Pérez, que, en materia educativa, ordenó en su gobierno la reorganización del Ministerio de Educación Nacional, la creación de los departamentos de educación femenina y educación normalista, la institucionalización de la enseñanza de la historia oficial, pero prioritariamente la reorientación ideológica del proceso de formación del personal docente en Colombia.

Objeto de análisis, por la serie de levantamientos sociales, el alto saldo de víctimas, las pérdidas materiales y demás consecuencias, fue el ‘Bogotazo’, que llegó a poner en riesgo –y entredicho– el orden establecido, suceso al cual los líderes Conservadores le buscaron causas en el ‘Proyecto de Educación Liberal’ que por su naturaleza laica, se le responsabilizó de estar en contra de los  principios  religiosos  y  la  enseñanza  cristiana; y además, a la introducción en la vida académica de nuevas ideas como el Marxismo, se le culpó de originar en los jóvenes normalistas la acción brutal, subversiva y demoledora del 9 de abril; según los sectores políticos del Gobierno, los desmanes ocurridos en Colombia, se cultivaron en la educación que los estudiantes  habían recibido en la ‘República Liberal’, a raíz de las acusaciones, la ENS y la UNAL entraron en huelga y fueron cerradas temporalmente.  Por el impacto que produjeron los sucesos violentos, se inició una etapa de revisión de los reglamentos internos de la Escuela Normal Superior, que condujo a las diferentes decisiones que guiaron a su disolución.

En 1950, con la llegada a la presidencia del líder Conservador Laureano Gómez, se adelantaría una importante reorientación ideológica de la educación, que ‘sepultaría’ los aportes de los gobiernos liberales, devolviéndole la participación a la iglesia y a las autoridades municipales el control de los maestros, separando nuevamente la educación rural y urbana, e intensificando en la enseñanza las actividades religiosas; igualmente hubo cautela en admitir la educación mixta, asunto que luego se solucionaría con la futura división por sexos que se ejecutó en la Escuela Normal.

Reorientar los planes de estudio para la formación docente, conforme a los dogmas de la religión católica y el patriotismo, esto con el objetivo que el personal docente tuviera un rumbo para el ejercicio enseñanza según las virtudes cristianas de caridad, justicia y solidaridad, tuvo un lugar fundamental en el proyecto educativo Conservador, por lo que no sorprendía que la Escuela Normal Superior (criticada con vehemencia e intransigencia por Gómez), fuera prioridad y un actor principal en la ‘contrarreforma’ educativa que los conservadores llevaron a cabo desde los años 50; referente a este proceso, durante 1951 se expidieron diferentes decretos que establecieron el programa de estudios del IPN para Señoritas, y principalmente los diferentes procesos administrativos y cambios de funcionamiento para el desmonte de la ENS, que se dividiría en dos secciones masculina y femenina: la primera, ‘Escuela Normal Superior de  Varones’, funcionaría  en  el  lugar que ocupaba la Escuela Normal de Varones  de Tunja, mientras que la segunda, lo haría haciendo uso de los elementos e instalaciones del Instituto Pedagógico Nacional –planta física que en 1954 requería ser recuperada, ya que se encontraba en estado de completo abandono–el cual se elevó a la categoría de Instituto Pedagógico Nacional Superior, y tuvo las características de la ‘Escuela Normal Superior (Universitaria) Femenina’, que en 1955 se convertiría en la ‘Universidad Pedagógica Nacional Femenina’, en este sentido los cimientos de la UPN fueron una acción para reorientar los procesos y metodologías de formación del personal docente del país, y desde lo ideológico una institución para hacer oposición a los progresos conseguidos por las políticas educativas de la ‘República Liberal’.

Todos los proyectos políticos de construcción de nación con fines de modernizar la nación han tenido como bastión “mesiánico” y bandera a la Educación, de esta forma, para los Conservadores transformar el espíritu de los educadores y proyectar o restaurar la acción de las Escuelas Normales Superiores según los principios cristianos, “era lo que el país necesitaba”, así esto significara en concepto de egresados normalistas ‘aniquilar’ un sistema educativo que como el Liberal propugnó y logró el ejercicio pedagógico en relación con la ciencia y la investigación, sistema que además buscaba coadyuvar en la formación de un nuevo tipo de ciudadano comprometido con la realidad su país y no con la ideología y/o hegemonía de un partido.

Como había sucedido en 1927 para la consolidación del IPN para Señoritas, el gobierno Conservador de mediados del S. XX, nuevamente convocó y contrató un grupo de educadoras alemanas dirigidas por Franzisca Radke, quién regresó al país por segunda vez entre 1952 y 1957 para contribuir con la misión que le había encomendado el gobierno nacional. Durante este período y en aras de terminar ‘su obra inconclusa’, Radke analizó el legado de sus primeros aportes e identificó y coincidió con lo que el gobierno Conservador expresaba al respecto de los retrocesos del panorama educativo nacional; gracias a su presencia, la futura UPN tuvo un proceso de realce institucional, que se reflejó en los recursos que el Estado destinó para el mejoramiento y ampliación de la infraestructura arquitectónica del Instituto y sus Escuelas Anexas, ya que el ‘Proyecto Liberal’ había orientado sus esfuerzos y recursos en la ENS y la UNAL, en detrimento de las instituciones normalistas, como lo era el IPN para Señoritas.

Sobre el funcionamiento de la Escuela Normal Universitaria Femenina, –de acuerdo con la ya comentada postura ideológica– los programas académicos se caracterizaron por contenidos y actividades religiosas, incluso en 1954, por petición de Radke, se instaló un oratorio, puesto que las futuras docentes desempeñarían puestos en los que su “formación religiosa sería la base del trabajo”, por lo tanto, en su concepto la Institución no solo transmitía conocimientos filosófico-religiosos, sino que formaba en el ejercicio de la praxis religiosa. Sin embargo, al mismo tiempo las prácticas docentes adelantadas en las Escuelas Anexas a la Normal adquirieron importancia, dado que la posibilidad de acceder al círculo completo de la formación académica y pedagógica permitía adquirir los conocimientos integrales necesarios para ejercer los ‘quehaceres’ educativos en sus contextos. Referente a los programas, la Normal Universitaria, se conformó por las siguientes facultades: Ciencias Biológicas y Químicas, Ciencias Sociales y Económicas, Filología e Idiomas, Ciencias Físicas y Matemáticas, y Ciencias de la Educación; las cuales se consolidaron, cuando el estatus de la Escuela pasa al de Universidad, integrándose también el Instituto de Educación Física, una serie de Escuelas Anexas (la de la Calle 73 –hoy edificio ‘P’–, El Nogal, Prácticas Docentes del Municipio), y por último el preescolar (‘Kindergarten’).

–Y como no podía ser de otra manera en materia política– a mediados de 1953, el gobierno de Gómez entró en crisis, por lo que el poder lo asumió Gustavo Rojas Pinilla, que con la expedición del Decreto 2655 de 1953, creó la Universidad Pedagógica de Colombia, pero con sede en Tunja; norma que causó una serie de situaciones ‘enredadas’ que afectaron el funcionamiento de la Normal Universitaria Femenina (ahora según el decreto, nombrada ‘Sección Femenina de la Universidad  Pedagógica de Colombia’), hasta desencadenar la creación de la Universidad Pedagógica Nacional Femenina. El decreto entonces dio lugar a circunstancias que llevaron a la perdida en la autonomía de la Institución que conducía Radke, al IPN y a sus instituciones anexas; a pesar de continuar como directora, en ese momento los establecimientos dirigidos por ella pasaron a formar parte de la Universidad Pedagógica de Colombia con sede en Tunja, lo que en efecto por cuestiones administrativas y de distancias geográficas, dificultó procesos como la contratación de los docentes en la nueva Sección Femenina de la UPN, distanciando además el trabajo de los dos directores, el de la sede Tunja Julius Sieber, y a Radke.

Por decisiones legislativas, el proceso de consolidación de estas instituciones de   formación de educadores fue tan confuso, que se ignoró el Decreto 197 de 1955, expedido por Rojas Pinilla, el cual, en su primer artículo, promulgaba:

Artículo 1º Crease la Universidad Pedagógica Nacional Femenina con sede en Bogotá, con personería jurídica, de acuerdo con las normas de la Constitución y las disposiciones del presente Decreto. Queda integrada por las Facultades Universitarias, el Instituto de Bachillerato, el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas y Escuelas Anexas” (Decreto 197 de 1955 Por el cual se da un nuevo estatuto a la Universidad Pedagógica Nacional Femenina, y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial de la República de Colombia, Bogotá, Colombia, Año XCI. N. 28686. ,17 febrero, 1955. Pág. 1. Recuperado de: http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?ruta=Decretos/1044891).

La expedición del Decreto igualmente creó el Consejo Directivo de la UPNF, que en 1956 elaboró los primeros Estatutos de la Universidad, que entre otras cosas determinó la estructura de los Consejos Directivo y Académico, las aptitudes de la Rectora y los Decanos; los procesos de matrícula, asistencia a clase, los exámenes, las prácticas docentes, las sanciones; y eligió a Santa Teresa de Jesús como patrona de la Universidad.

Creada la Universidad Pedagógica Nacional Femenina, su directora, manifestaba:

El hecho es un acontecimiento de importancia trascendental para la institución, ella es la única entidad femenina, exclusivamente educativa del país a la cual se ha confiado la libertad de obtener un fin meramente intelectual por la forma adecuada a su modo especial de pensar. La generosidad del Señor Presidente (Rojas Pinilla), es sin precedentes en la historia de la educación femenina del país” (Archivo universitario UPN, Archivo de Rectoría. Marzo 8 de 1955. Recuperado de: https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/RCE/article/view/5871/4855).

Aunque en esta época el país mantenía su espíritu tradicionalista, la creación de la UPNF, no tuvo precedentes. Tengamos en cuenta que fue la única universidad pública del país con carácter exclusivamente femenino para la formación de personal docente; y aun siendo fruto de los preceptos ideológicos de los Conservadores y de una ‘contrarreforma’ educativa, no se pueden ignorar ni mucho menos minimizar los significativos aportes que alcanzaría en el proceso de institucionalización de la formación del personal docente en el país, pues como lo recomendaba a inicios de los años 50, la ‘Misión Lauchlin Currie’ (primera misión del Banco Mundial a un país en vía de desarrollo) era necesario mejorar las condiciones y la calidad académica en las carreras del Magisterio para llamar la atención y por consiguiente estimular la selección de la profesión docente por parte de los jóvenes, pues una de las principales necesidades era formar –urgentemente– los educadores que nuestro país requería para alcanzar un mejor nivel de desarrollo económico.

Hasta mayo de 1957, Franzisca Radke, ejerció con ‘normalidad’ la dirección de la UPNF, pero el proceso de consolidación institucional de la Universidad tuvo otro contratiempo con la caída de Rojas Pinilla; junto a esta ‘nueva realidad’ política, el regreso de Radke, la enfrentó a un país muy diferente al que había conocido en los años 30 (antes de expulsión) puesto que el pensamiento, la cultura sociopolítica y el tejido social de los colombianos había sido permeado por las ideas que circularon en la ‘República Liberal’, además algunos cambios en el funcionamiento del IPN (impuestos en su ausencia), rompían el tradicionalismo y la ardua disciplina que ella había implantado, situación de choque con las formas con que ella concebía la formación docente; y aun cuando sus valores morales y religiosos, y su visión vertical de la disciplina habían dejado huella en las disposiciones funcionales de la UPNF, las estudiantes de la época, el ambiente social y la instauración del Frente Nacional, terminarían por consolidar un nuevo actor social ‘beligerante’, el Primer Movimiento Estudiantil Femenino, que exigía cambios importantes, entre estos la renuncia a sus cargos de un grupo de docentes alemanes y de la misma Radke –que incluso fue desprestigiada por Laureano Gómez–; así con apoyo algunos profesores de la Universidad y el respaldo de estudiantes de otras universidades, el Movimiento Femenino presentó al Ministro de Educación, un pliego de peticiones, donde a la ya solicitada –y efectuada– salida de la directora, se sumaban reformas para la reorganización de los programas académicos, estímulo a la investigación científica, mayor participación y buen trato a profesores y estudiantes, mejoramiento salarial de los docentes, presupuesto para la dotación de una biblioteca y algunos laboratorios.

Ya iniciado el Frente Nacional en 1958, las políticas educativas en los planes nacionales se enfocaron en lograr una mayor cobertura educativa en el país –aunque la falta de equidad de recursos y la poca comprensión y diferencias entre los contextos de los sectores rural y urbano, pusieron en evidencia que la proyección de dichas disposiciones era escasa–; y realmente estas políticas tuvieron más el objetivo de legitimar el régimen de coalición bipartidista, que de apostarle a la unificación de la nación mediante una propuesta de educación contundente desde la Escuela; a pesar de ello, el nivel de gobernabilidad alcanzado en la UPNF se reflejó en los cambios en su funcionamiento, y cuando se masificó al convertirse oficialmente en una institución mixta, sin embargo, la tradición conservadora aún seguía pesando en su estructura.

Posteriormente, en 1962, el gobierno Liberal de Alberto Lleras Camargo, promulgó el Decreto 2188 de 1962:

Por el cual se la cambia la denominación a la Universidad Pedagógica Femenina de Bogotá, y se dictan otras disposiciones” (Decreto 2188 de 1962. Diario Oficial de la República de Colombia, Bogotá, Colombia, 30889, sábado 1º de septiembre de 1962. Recuperado de: https://www.mineducacion.gov.co/1759/articles-103694_archivo_pdf.pdf)

el cual determinó que en adelante se llamaría Universidad Pedagógica Nacional de Colombia; institución que hasta 1968, se reorganizó y definió como un establecimiento público de carácter docente, con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio independiente, adscrito al Ministerio de Educación Nacional.

Pese a las complejidades y contrariedades que enmarcan la historia de nuestra Universidad como un “híbrido institucional” que reunió las herencias del IPN para señoritas, la ENS con su propuesta de educación liberal y humanística, el aporte de las delegaciones de pedagogos alemanes basado en la Escuela Activa, junto con una visión vertical de disciplina, conservadora y católica; la UPN fue el origen del primer capital académico del magisterio, ganando a través de sus egresados una presencia permanente en el discurso pedagógico y educativo, y en el seno de la Escuela y la sociedad, siendo en la actualidad la institución universitaria con mayor trayectoria en formación e investigación en educación y pedagogía en el país.

Retomando nuestra pieza del mes, el Escudo de la UPNF, es un objeto que según el lenguaje heráldico (entendido como un recurso estratégico para el diseño de identidades institucionales) pertenece a la tipología de identidades visuales corporativas, y según su iconografía podemos aproximarnos a las siguientes características formales y de diseño: La forma del escudo principal tiene influencia de varios lugares, al respecto, tiene relación con el escudo francés antiguo (o escudo gótico), ya que tiene un arco de punta inferior en ojiva, y una parte redondeada en los lados; en tanto que en la zona superior observamos en sus extremos dos rectángulos que sobresalen del escudo en altura, y en medio de estos, un área semicircular tipo escotadura (que es la muesca curva que se ubica entre los rectángulos), que conforman una mixtura que proviene del escudo italiano y del escudo polaco respectivamente, por lo tanto, esta parte de nuestro escudo es de ‘heráldica compuesta’; mientras que la del escudo central de menor tamaño, es de influencia totalmente ibérica, en razón de que es redondeado en la base con la forma de un arco de medio punto invertido.

Sus colores, son: el azul (que junto con el blanco) es uno de los colores académicos que actualmente definen la UPN, pero si lo analizamos en su contexto ideológico, históricamente ha representado al partido Conservador; y el dorado, asociado a la riqueza, la abundancia, el poder, los grandes ideales, el orgullo, el mérito, la sabiduría y los conocimientos, que se ajusta tanto a las pretensiones políticas del partido ‘azul’ e igualmente a los fines educativos que perseguía la Institución en sí misma.

Su geometría tiene forma simétrica[2], y podemos identificar dos figuras, que en la heráldica se conocen como ‘Piezas honorables del escudo’, estás son: la del contorno externo llamada ‘Bordura’ o bordadura, que es la franja donde se inscribió el nombre de la ‘Universidad Pedagógica Nacional Femenina’; y la del centro, llamada ‘Escusón’ o sobrescudo, que es un escudo adicional de menor tamaño que se encuentra en la mitad del área principal (con la particularidad que tiene una forma distinta al principal); dentro de este Escusón, observamos los siguientes detalles: en el centro una forma circular que contiene cinco estrellas (cada una de 5 puntas); por lo regular el círculo simboliza la unidad, la perfección, el cielo en relación con la tierra, y se usa como representación de la perfección de Dios en la tierra (aspecto que podría tener lógica según la ideología política Conservadora); y las cinco estrellas, en forma de ‘pentagrama’, “encarnan” al ser humano en relación con los cuatro elementos de la naturaleza, concepción que probablemente puede relacionarse con las ciencias y el dominio de estas, correspondiendo así, con las cinco facultades que conformaron la UPNF: (Ciencias Biológicas y Químicas, Ciencias Sociales y Económicas, Filología e Idiomas, Ciencias Físicas y Matemáticas, y Ciencias de la Educación); mientras que en el exterior del Escusón, apreciamos cuatro pequeñas flores de lis (símbolo frecuentemente utilizado en muchos escudos) que habitualmente se relacionan con el poder, la soberanía, el honor y la lealtad, y también con la pureza de cuerpo y alma; incluso su forma, con tres pétalos unidos, evoca a la religión cristiana, con la Santísima Trinidad, por lo tanto está muy ligado a la iglesia. Religión, Estado y Educación, entidades fuertemente ligadas a todo lo que significó el proyecto educativo Conservador.

Por último, sobre el Escusón, ubicamos dos cintas ondeantes, sobre las cuales (según las iconografías de otros escudos) generalmente, se escriben lemas, frases o palabras que expresan un pensamiento, una aspiración nacional o un ideal institucional, que sirven de guía a la conducta de alguien (sin embargo, en nuestro escudo no distinguimos que se haya escrito algún lema); recordemos que el lema actual de la UPN es: “Educadora de educadores”.

Institucionalmente símbolos como los escudos, las banderas, sellos, himnos, lemas, entre otros, han sido parte de la iconografía y generalmente un recurso visual contundente para definir la identidad de muchas ‘corporaciones’ de diferente índole en toda la historia de la humanidad; desde proyectos nacionales que conformarían diversas repúblicas y países, como también para espacios de la vida escolar, escuelas, colegios y universidades, por lo tanto, la mayoría de los espacios escolares han tenido una imagen característica para identificarse y por supuesto diferenciarse, unos de otros; esto con el objetivo de generar dinámicas de apropiación y autorreconocimiento entre las propias comunidades de estudiantes, egresados, docentes, entre otros relacionados, con sus instituciones, ya que el diseño y uso de este tipo de insignias y el cambio en los mismos –recordemos que actualmente en la UPN, usamos un escudo distinto al que estamos reseñando–, responde a diferentes cambios funcionales de las instituciones educativas, a la ampliación de las áreas del conocimiento que se imparten (reflejado en la creación de nuevas facultades y carreras), y la evolución de los contextos en que se hayan instaurado las instituciones.

Al respecto, Marco Aurelio Cárdenas (docente y diseñador gráfico de la UNAL) precisaba el siguiente concepto sobre la creación e institucionalización de los símbolos de esta entidad educativa –el cual compartimos y extendemos para la UPN–:

La institución siempre ha creado y de manera constante los medios gráficos propicios para su evolución institucional gráfica, diseñando y empatando con sus necesidades de modernización, de renovación, cambiando de manera gradual a partir de los cambios en sus estructuras ya sean tecnológicas, de ideas o de espacio y comunicacionales” (Cárdenas, Marco Aurelio (2001). Universidad Nacional de Colombia, iconografía Imagen Institucional, 1867-2001, Introducción, Secretaría de Sede, Bogotá, julio de 2001. Recuperado de: http://identidad.unal.edu.co/guia-de-identidad-visual/a-referentes-y-lineamientos/a4-resena-historica/).

Para conocer el Escudo antiguo de la Universidad Pedagógica Nacional Femenina, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes a los fondos documentales que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las nuevas instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos; y en caso de que así lo requieran contactarnos para programar sus visitas virtuales guiadas en el siguiente enlace: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/visita-virtual/.

 

Palabras clave: Escudo; Símbolo; Universidad Pedagógica Nacional Femenina; Memoria Institucional; Franzisca Radke; UPN; Educación; Colombia; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Heráldica. (2021, 02 de marzo).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Marzo 27 de 2021. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Heráldica

Escudo (heráldica). (2021, 17 de febrero).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Marzo 27 de 2021. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Escudo_(heráldica)

Piezas honorables del escudo. (2019, 17 de diciembre).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Marzo 31 de 2021. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Piezas_honorables_del_escudo

Significados. (2017). Significado de Flor de lis. Fecha de consulta: Abril 05 de 2020. Desde: https://www.significados.com/flor-de-lis/

Universidad Pedagógica Nacional (Colombia). (2021, 10 de marzo).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Marzo 26 de 2021. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Universidad_Pedagógica_Nacional_(Colombia)#cite_note-4

Unal.edu.co. (2021) Reseña histórica – Identidad: Universidad Nacional de Colombia. Fecha de consulta: Marzo 28 de 2021. Desde: http://identidad.unal.edu.co/guia-de-identidad-visual/a-referentes-y-lineamientos/a4-resena-historica/

Magisterio. (2019). Franzisca Radke, tras las huellas de la educación en Colombia. Fecha de consulta: Marzo 28 de 2021. Desde: https://www.magisterio.com.co/articulo/franzisca-radke-tras-las-huellas-de-la-educacion-en-colombia

Decreto 197 de 1955 Por el cual se da un nuevo estatuto a la Universidad Pedagógica Nacional Femenina, y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial de la República de Colombia, Bogotá, Colombia, Año XCI. N. 28686. ,17 febrero, 1955. Fecha de consulta: Marzo 30 de 2021. Desde: http://www.suin-juriscol.gov.co/viewDocument.asp?ruta=Decretos/1044891

Jiménez Becerra, A. / Figueroa, H., (2002). Historia de la Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá́, D.C., Universidad Pedagógica Nacional. CIUP.

Garzón Barreto, J. C. (1998). El proceso de consolidación de la Universidad Pedagógica Nacional Femenina en el marco de la contra-reforma educativa de los años 50. Revista Colombiana de Educación, (No. 36 – 37). Desde: https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/RCE/article/view/5871/4855

Pedagógica.edu.co. (2021). Universidad Pedagógica Nacional · Colombia – Historia de la UPN. Fecha de consulta: Marzo 30 de 2021. Desde: http://www.pedagogica.edu.co/home/vercontenido/21

Aprende.colombiaaprende.edu.co. (2018). 63 años de fundación de la Universidad Pedagógica Nacional | Colombia Aprende. Fecha de consulta: Marzo 28 de 2021. Desde: https://aprende.colombiaaprende.edu.co/es/agenda/noticias/63-años-de-fundación-de-la-universidad-pedagógica-nacional

 

[1] La heráldica es la ciencia del blasón. Según la RAE, blasón se define como el «arte de explicar y describir los escudos de armas de cada linaje, ciudad o persona». Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Heráldica

[2] Simetría, se denomina a la correspondencia exacta que se verifica en la forma, el tamaño y la posición de las partes de un objeto considerado como un todo. Fuente: https://www.significados.com/simetria/#:~:text=Como%20simetría%20se%20denomina%20la,del%20griego%20συμμετρία%20(symmetría).

Pieza del mes de febrero de 2020: Brújula C. Stockert & Sohn

Como pieza del mes, hemos seleccionado la Brújula que pertenece a la colección de implementos escolares del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto empleado en la enseñanza de la geografía y fabricado a mediados de la década de 1930, por la compañía alemana C. Stockert & Sohn Kompassfabrik.

Stockert, es el apellido de una familia alemana que desde finales del S. XVIII y por más de 200 años, se dedicó a la fabricación de brújulas, y como muchas otras empresas de esta nacionalidad, la piedra angular de su éxito y la prolongación de su oficio, ha sido la transmisión de conocimientos de generación en generación y la tradición familiar para la producción de los productos de la marca, incluso hasta el día de hoy, se fabrican y exportan a todo el mundo brújulas de todo tipo; sin embargo los modelos antiguos fabricados en el S. XVIII se exhiben en el Museo Nacional Germano y el Museo Británico.

Die-kompassmacher.de (2020). Eingangsschild C. Stockert & Sohn in Fürth (Emblema de entrada de C. Stockert & Sohn en Fürth). [Fotografía]. Recuperada de: http://www.die-kompassmacher.de/dl/DieKompassmacher_Band1.pdf
Sobre la compañía, la base para la producción de la familia fue puesta por Christoph Lorenz Ernst (1746–1811) a fines del S. XVIII, y pese a que hay registros que datan de la fundación de una empresa predecesora en 1794; oficialmente, el fundador de C. Stockert & Sohn, según registro comercial fue Carl Stockert en 1850, contando en sus inicios con más de 30 trabajadores y ubicada en el casco antiguo de Fürth.

Desde el S. XVIII muchos fabricantes de brújulas provienen de esta familia, y a finales del S. XIX, existieron dos compañías independientes que pertenecieron a dos miembros de la familia: K. S. Stockert, fundada por Karl Sebastian Stockert en 1850, que fabricó brújulas entre los S. XIX y XX, empresa que en 1946 cambio de nombre a Paul Stockert OHG (PASTO) y que hasta 1972 fabricó brújulas. Y C. Stockert & Sohn, fabricante de brújulas alemán más antiguo y sobre la que podemos agregar, que en 1911, figuraba en la categoría de «Compass Manufacturing & Nickel Plating» (Fabricación de brújulas y niquelado) en las libretas de direcciones alemanas; y en 1976, agregaría a la producción lupas, lentes de lectura y microscopios de varilla, cuando adquieren la compañía Matthäus Walther.

Las brújulas son instrumentos que utilizan como medio de funcionamiento el magnetismo terrestre y permiten determinar la orientación con respecto a la superficie del planeta, a través de una aguja imantada que indica la dirección del Norte magnético[1] (distinto del Norte geográfico[2]) apuntando hacia el polo norte y polo sur, que es ligeramente diferente en cada zona del planeta, y a su vez es improductivo en los dos polos debido a la convergencia de las líneas de fuerza del campo magnético terrestre.

Presumiblemente su origen se encuentra en el descubrimiento de un artefacto de magnetita de similar funcionamiento, que ha generado teorías sobre que «los Olmecas podrían haber descubierto y usado una ‘brújula’ de magnetita desde antes del año 1000 a. C.[3]». Sin embargo, pese a que todavía se discute si hubo un descubrimiento paralelo y posterior en Europa, tradicionalmente la historia acepta que fueron los antiguos chinos quienes la inventan aproximadamente en el S. IX, al observar que un pequeño objeto de hierro imantado, si tiene libertad de movimiento, se coloca en la dirección Norte-Sur, siguiendo las líneas del campo magnético terrestre, mecanismo que se utilizó para lograr la orientación en nuestro planeta y determinar las direcciones en mar abierto.

Por las diferencias culturales entre China y Europa, el invento original estaba montado sobre unos coches de dos ruedas provistos de brújulas llamados “carrozas magnéticas[4]”, con una pequeña figura humana que señalaba la dirección Sur. El hallazgo pasó a la India, y luego al mundo musulmán, llegando finalmente a Europa, continente que sacó mucho más provecho que sus creadores, sirviéndose de éste y otros inventos para la navegación; situación que también sucedió con otros inventos chinos como la pólvora, la tinta, el papel o la imprenta.

En Europa, se le realizaron mejoras para facilitar su uso, por ejemplo, reducir su tamaño y montar la aguja sobre una pequeña punta, que le permitía girar en todas direcciones, e incorporar la famosa “Rosa de los vientos[5]” con las 32 direcciones o rumbos posibles. Inicialmente, se creyó que obraba por brujería de allí su nombre más común (que es un diminutivo de bruja); desde fines de la Edad Media y hasta mediados del S. XIX se creyó que la aguja imantada apuntaba hacia el Polo Norte y se creía que esto ocurría porque —se suponía— existía allí una gigantesca montaña de hierro o de magnetita en medio de una isla a la que se llamó Rupes Nigra[6]. Finalmente, la brújula es oficial y popularmente conocida desde el Renacimiento.

Expediciones como el Descubrimiento de América y otras largas navegaciones no hubieran sido posibles sin este instrumento, sin embargo Colón notó los problemas que planteaba su utilización; por lo que las mejoras, se concentraron en aumentar su “sensibilidad” a los más pequeños cambios de rumbo del navío y su “estabilidad” para que no se viera influida por los movimientos del navío. Además Colón, observó que la aguja se desviaba un tanto, situación que supuso un serio inconveniente, pues en grandes distancias oceánicas, una desviación de pocos grados puede llevar a un punto muy lejano del trazado.

Hoy sabemos que el campo magnético terrestre no coincide exactamente con las coordenadas geográficas, gracias al descubrimiento del cartógrafo español Alonso de Santa Cruz al realizar el primer mapa terrestre con las desviaciones magnéticas, elaborado a base de continuas y detalladas observaciones, y gracias al cual los navegantes podían corregir su rumbo, pues el campo magnético terrestre no es homogéneo.

Las brújulas modernas utilizan una aguja o disco magnetizados dentro de una cápsula llena con algún líquido que hace que la aguja se detenga en vez de oscilar repetidamente alrededor del Norte magnético. Algunas brújulas incluyen transportador y escalas, para tomar medidas exactas de rumbos y distancias directamente de mapas; como también, marcas luminosas para usarla en condiciones de poca luz y mecanismos ópticos de acercamiento y observación para medir objetos lejanos con precisión.

Desde mediados del S. XX la brújula convencional empezó a ser reemplazada por sistemas de navegación más avanzados y completos, como la brújula giroscópica y los Sistemas de Posicionamiento Global (GPS). Sin embargo, su uso aún es muy popular en actividades que requieren alta movilidad o que impiden el acceso a energía eléctrica. En cualquier caso, queda manifiesto el decisivo papel que en la historia de la Humanidad ha jugado este tan aparentemente sencillo artefacto.

La clase de brújula que exhibimos, tiene unas características interesantes de acuerdo a su periodo de fabricación, y los logotipos de la marca e inscripciones que hay en ella, especialmente porque su fabricación está directamente relacionada a un joven ejército que la utilizaría –no exactamente el mismo modelo que exhibimos en el Museo, pero si una variación– para efectuar mediciones en campo, localizar coordenadas y trazar estrategias de batalla; particularidades que nos hablan de un periodo estructural de la Historia de la Humanidad, como lo fue la Segunda Guerra Mundial (1939–1945).

Old MarchIng Compass de Stockert and Son en Núremberg, Vintage 1930, Field Compass (2019). Vista posterior, logo de la manufactura del fabricante «S» / Logo D.R.P. [Fotografía]. Recuperada de: https://www.etsy.com/es/listing/726458134/old-marching-compass-de-stockert-and-son?show_sold_out_detail=1&frs=1
Por ejemplo, el logo es una letra «S» con forma de hexágono alargado, inscrito en la parte posterior de la brújula, por medio de la cual sabemos que pertenece a C. Stockert & Sohn, y no a otros fabricantes de la familia. Sobre la inscripción D.R.P., que está ubicada bajo el logo, significa: “Deutsches Reichs Patent”, es decir «Patente del Reich Alemán», y allí aparece la relación de nuestra pieza del mes con las “Hitlerjugend” o Juventudes Hitlerianas.

Establecidas en 1926 por el Partido Nacional Socialista Obrero Alemán (NSDAP) y eran el ejército juvenil de la Alemania nazi, que buscaba conformar las futuras generaciones del Reich compuestas por ciudadanos y soldados que sirvieran fielmente al proyecto nazi, a través de la creación de un sistema de adiestramiento para los jóvenes, con el fin de proporcionarles un entrenamiento físico y militar, y el desarrollo de su entendimiento y obediencia a esta ideología, de acuerdo a los principios del nacionalismo, la educación académica y científica, la camaradería, la vida al aire libre, y la formación de líderes y hombres de bien, quienes más adelante serían los pilares en los que se sustentó el nazismo.

Alemania – Touristen Kompass / Marschkompass 2.WK D.R.P. für die Hitlerjugend und Werhmacht (2019). Niño de la Juventudes Hitlerianas con brújula. [Fotografía]. Recuperada de: https://www.catawiki.es/l/28200409-alemania-touristen-kompass-marschkompass-2-wk-d-r-p-fur-die-hitlerjugend-und-werhmacht
Alemania – Touristen Kompass / Marschkompass 2.WK D.R.P. für die Hitlerjugend und Werhmacht (2019). Vista posterior brújula, logo Touristen-Kompass. [Fotografía]. Recuperada de: https://www.etsy.com/es/listing/726458134/old-marching-compass-de-stockert-and-son?show_sold_out_detail=1&frs=1
Otra diferencia de nuestra brújula es la inscripción: “Touristen-Kompass” o “Brújula de Turistas”; mientras que en las que usaron las Juventudes Hitlerianas, decía: “Marsch-Kompass”, es decir “Brújula de Marcha”, que fue la brújula oficial de estas organizaciones juveniles y también de la Wehrmacht[7].

En relación a la importancia de este objeto dentro de las aulas de clase, el aporte de la Segunda Misión Pedagógica Alemana (1927–1935) al Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas junto con los Ministerios de Educación y de Gobierno; la Academia de Historia; la contraloría General; los ministros de España, Gran Bretaña y Francia, fue fundamental para la constitución y consolidación de la práctica pedagógica, para este caso el de la enseñanza geográfica de los maestros en formación, ya que entre 1926 y 1936 donaron carteles de mapas del mundo, visores estereoscópicos, globos terráqueos y brújulas. Y aunque es complejo establecer el uso exacto de éstas últimas dentro de la metodología pedagógica del IPN para Señoritas, solo podemos inferirlo en las secciones y materias donde la enseñanza práctica de la geografía fue protagónica, como por ejemplo la Sección de Física y por supuesto las asignaturas de Geografía, exigidas en el marco de las materias del Curso de Información Pedagógica, esto de acuerdo con el pensum del Instituto. Sin embargo podemos reflexionar sobre el uso de los objetos como fuente histórica para dialogar sobre diferentes sucesos y como estos se insertan en el contexto de los museos.

Para conocer la Brújula, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

También los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras clave: Brújula; Geografía; Pedagogía; Enseñanza; Implementos Escolares; Magnetismo; Juventudes Hitlerianas; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Información compartida en Editorial Magisterio, conozca la Colección Pedagogía e historia

 

Referencias

Brújula. (2020, 30 enero).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 10 Feb. 2020. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Br%C3%BAjula

Juventudes Hitlerianas. (2020, 22 enero).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 17 Feb. 2020. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Juventudes_Hitlerianas

Donzey, J. and Donzey, J. (2020). Compass Museum – Manufacturers Profiles. Compassmuseum.com. Fecha de consulta: 12 Feb. 2020. Desde: https://compassmuseum.com/diverstext/profiles.htm#C_STOCKERT

Liebau, C. (2020). Die Kompassmacher – Hersteller. Die-kompassmacher.de. Fecha de consulta: 13 Feb. 2020. Desde: http://www.die-kompassmacher.de/hersteller.php?page=Stockert

Original-militaria.com. (2020). HJ/ Brújula Completa con DRP – Original Militaria. Fecha de consulta: 14 Feb. 2020. Desde: https://original-militaria.com/producto/hj-brujula-completa-con-drp/

Stockert-sohn.de. (2020). Stockert und Sohn. Fecha de consulta: 13 Feb. 2020. Desde: http://www.stockert-sohn.de/

Catawiki.es. (2020). Alemania – Touristen Kompass / Marschkompass 2.WK D.R.P. für die Hitlerjugend und Werhmacht – Catawiki. Fecha de consulta: 11 Feb. 2020. Desde: https://www.catawiki.es/l/28200409-alemania-touristen-kompass-marschkompass-2-wk-d-r-p-fur-die-hitlerjugend-und-werhmacht

AristaSur. (2020). Norte magnético, norte geográfico y norte Lambert | AristaSur. Fecha de consulta: 11 Feb. 2020. Desde: https://www.aristasur.com/contenido/norte-magnetico-norte-geografico-y-norte-lambert

Fuerthwiki.de. (2020). C. Stockert & Sohn – FürthWiki. Fecha de consulta: 19 Feb. 2020. Desde: https://www.fuerthwiki.de/wiki/index.php/C._Stockert_%26_Sohn

[1] El Norte magnético, es el que nos indica la brújula. La aguja magnética móvil se alineará con las líneas de fuerza del campo magnético de la Tierra, indicándonos dónde se encuentra el Norte magnético. La ubicación de este punto no está en un lugar estable, sino que cambia diariamente y de manera predecible unos cientos de metros (en el último siglo se ha desplazado 1100 kms). Fuente: https://www.aristasur.com/contenido/norte-magnetico-norte-geografico-y-norte-lambert

[2] El Norte geográfico, también se le conoce como Norte verdadero y es el que usa la Tierra como eje de giro imaginario para su movimiento de rotación. Por tanto, no coincide con el Norte magnético. Fuente: https://www.aristasur.com/contenido/norte-magnetico-norte-geografico-y-norte-lambert

[3] Carlson, John B. (Lodestone Compass): «Chinese or Olmec Primacy? Multidisciplinary Analysis of an Olmec Hematite Artifact from San Lorenzo, Veracruz, Mexico.» Science, New Series, Vol. 189, No. 4205 (Sep. 5, 1975), pp. 753-760 (753).

[4] Obras históricas, habían mencionado coches provistos de brújulas que los emperadores empleaban en sus expediciones a través de su imperio. Llamadas carrozas magnéticas, éstas eran coches de dos ruedas, y delante del asiento se encontraba una pequeña estatua móvil alrededor de un pivote y con un brazo extendido en que había una pequeña barrita imantada, gracias a la cual el brazo indicaba siempre la dirección del Sur. Fuente: http://www.mjcv.es/susanaoubina/Inventos_Inventores/enlaces/chinos.html

[5] La rosa de los vientos, es un instrumento marino usado en las cartas de navegación que se utiliza para representar la circunferencia del horizonte mediante el uso de 32 rombos unidos por sus extremos. Frecuentemente también se puede ver una flor de lis, que se utiliza para representar el Norte. Es común ver también un esquema que simboliza el posible rumbo y magnitud de los vientos. Este esquema suele aparecer representado en los compases magnéticos o las brújulas y ayudan a la orientación. Fuente: https://geografia.laguia2000.com/general/rosa-de-los-vientos

[6] Rupes Nigra, es una isla fantástica, constituida de roca negra imantada, que se creía estaba ubicada en el polo Norte. La existencia de dicha isla pretendía explicar por qué las brújulas señalaban siempre al Norte magnético desde cualquier punto. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Rupes_Nigra

[7] El Heer (Wehrmacht, ejército, en alemán) eran las fuerzas terrestres de la Wehrmacht, las Fuerzas Armadas alemanas desde 1935 a 1945. La Wehrmacht también incluía a la Kriegsmarine (Marina de guerra) y la Luftwaffe (Arma Aérea). Durante la Segunda Guerra Mundial, un total de unos 15 millones de soldados sirvieron en el Heer, de los cuales murieron unos 4 millones. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Heer_(Wehrmacht)

Pieza del mes de diciembre de 2019: Armonio Schiedmayer

Como pieza del mes, hemos seleccionado el Armonio que pertenece a la colección material de objetos históricos de enseñanza del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, que exhibimos en la sala “IPN Patrimonio Pedagógico” del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto elaborado en la década de 1920, por la compañía alemana Schiedmayer Pianofortefabrik.

celesta-schiedmayer (2019). Schiedmayer Pianofortefabrik (formerly J. & P. Schiedmayer), Neckarstrasse 12, Stuttgart. [Imagen]. Recuperada de: https://www.celesta-schiedmayer.de/wp-content/uploads/2016/04/JP-Pianofortefabrik-Stuttgart-Neckarstrasse-12.jpg
Schiedmayer, es el apellido de una familia alemana que desde 1735 y que por casi 300 años ininterrumpidos han fabricado instrumentos de teclado, siendo un evento raro en la historia que los miembros de la misma familia en diferentes generaciones se hayan dedicado al mismo oficio.

La historia comienza con Balthasar Schiedmayer (1711-1781), que en 1735 había construido su primer clavicordio y sería el patriarca de esta dinastía de fabricación de pianos. Sus hijos: Johann Christoph Georg Schiedmayer (1740-1820), Adam Achatius Schiedmayer (1745-1817) y Johann David Schiedmayer (1753-1805), además de ser pianistas, también aprenderían el arte de fabricarlos y heredarían una amplia base de conocimientos y habilidades, además de la casa y el taller. El más famoso de ellos fue Johann David, que aprendió los conceptos de la fabricación de piano de su padre, y su fama se extendió después de establecer en 1781 su propio taller en Nuremberg.  

En la siguiente generación Johann Lorenz Schiedmayer (1786-1860) hijo de Johann David también aprendió el oficio y dirige el taller de Nuremberg, luego conoce al pianista Carl Friedrich Dieudonné y se trasladan a Stuttgart. Así, nace en 1809 la firma Dieudonné & Schiedmayer, donde las técnicas de producción se mejoran continuamente, introduciendo el mecanismo inglés de percusión. Pronto su empresa se hizo conocida más allá de la región, y una demanda cada vez mayor requirió la ampliación de las instalaciones. Cuando Dieudonné muere, Johann Lorenz se convirtió en el único propietario, emprendiendo esta tarea con éxito, como lo evidencia la larga lista de clientes y envíos a nivel mundial; virtuosos y compositores de piano, como Friedrich Silcher, Clara Schumann y Franz Liszt, estaban estrechamente asociados con la firma Schiedmayer.

En 1845, los hijos mayores de Johann Lorenz, Adolf y Hermann se convirtieron en socios de su padre, y se establece la firma Schiedmayer & Söhne, Pianofortefabrik; mientras que los hijos menores Julius y Paul, son enviados a París, para estudiar la fabricación de armonios. En 1853, regresan a Stuttgart y su padre les construye un taller y fundan la firma J. & P. Schiedmayer, primera fábrica de armonios en Alemania, que pronto comenzó a construir pianos y celestas, y algunos instrumentos musicales mecánicos; más tarde en 1875 la firma cambiaría su nombre a Schiedmayer Pianofortefabrik, marca del armonio que exhibimos en el Museo.

pianohistory.info (2019). Schiedmayer. Nombres y logos de la firma Schiedmayer. [Imagen]. Recuperada de: http://www.pianohistory.info/numbers_files/image078.jpg
 

Se acordó entonces, que Schiedmayer & Söhne exclusivamente fabricaría pianos, mientras que J. & P. Schiedmayer construiría armonios. Cuando, Johann Lorenz, muere en 1860, y en contra de sus deseos, los hijos menores comenzaron a fabricar pianos, mientras que los mayores comenzaron a construir armonios. Así los parientes se convirtieron en competidores.

Copete, H. (2019). Schiedmayer Harmonium Schiedmayer Pianofortefabrik Stuttgart.  [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.
Desde ese momento y hasta 1992, Schiedmayer, ha tenido diferentes propietarios y variaciones de nombre. En ese orden de ideas, en 1874 Erwin Müller-Schiedmayer –nieto de Johann Lorenz–, hijo de Louise Schiedmayer y Karl Müller, estableció la empresa Müller-Schiedmayer en 1874.

El auge económico de finales del S. XIX y las exportaciones mundiales ayudaron a la obtención de premios, medallones y diplomas honoríficos para la firma, éxito que no hubiera sido posible sin el legado de Johann Lorenz a sus hijos, una planta que paso de ser un simple taller a una importante empresa industrial.

En 1909 se celebró el centenario de la firma. Pero cuando estalla la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la firma sufriría pérdidas, escasez de materiales y trabajadores, y cierre de fronteras. Al finalizar esta Guerra, la generación Schiedmayer de la época, logra revivir la empresa hasta cierto punto. Pero nuevamente con la Segunda Guerra Mundial (1939-1944), los Schiedmayers atravesaron las mismas dificultades, e infortunadamente en 1944, la planta fue alcanzada por bombas y la obra de vida de la familia es destruida. Terminada la Segunda Guerra, la posibilidad de reconstrucción parecía remota.

Hasta los años 60, Gustav Schiedmayer (1883-1957) –bisnieto de Johann Lorenz– y su hijo Georg Schiedmayer (1931-1992) inician la reconstrucción. Y en 1969, Georg propietario de Schiedmayer & Söhne, asume el control de Schiedmayer Pianofortefabrik, y la producción de los instrumentos se transfirió a la planta de Altbach. Ya en 1980 la fabricación de pianos se cerró por completo, y la firma se renombró Schiedmayer & Sons, GmbH & Co. KG., dedicándose únicamente en la fabricación de Celestas[1] y Glockenspiels[2].

En 1992, Elianne Schiedmayer –viuda de Georg–, pianista y pedagoga musical, hereda y asume dirección de la firma y también de Schiedmayer Pianofortefabrik –liquidada en 2008–. Y en 1995 funda Schiedmayer Celestabau GmbH, que desde 2003 opera como Schiedmayer Celesta GmbH, empresa que se especializó en la producción de celestas (según la construcción y especificaciones originales de Victor Mustel, su inventor en 1886) y teclados Glockenspiel con resonadores de madera.

Los instrumentos Schiedmayer son producidos desde 2000 en la sede central de Wendlingen, y su éxito mundial se debe a la alta calidad artesanal de su fabricación, que deriva no solo de la habilidad y experticia de sus trabajadores, sino también de la combinación, preparación y uso exclusivo de los mejores materiales junto con más de 120 años de experiencia.

Sobre los armonios, son instrumentos de viento con teclado, muy comunes en la música devocional y en los coros de iglesia. El nuestro, en la parte superior cuenta con un sistema de registros accionados por diez tiradores (perillas) que se halan y con los cuales se consigue producir sonidos diferentes; debajo de éstos, está el teclado de 5 octavas (61 teclas), que controla el paso del aire por unas lengüetas metálicas que producen sonido. También, cuenta con un registro que se acciona con las rodillas y permite el paso de aire por todas las lengüetas, de este modo se llegan a simular dos y hasta tres teclados distintos. Y en la parte inferior tiene dos pedales, que accionan los fuelles que dejan entrar el aire que hacen que el armonio tenga sonido.

Sobre su importancia en el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, fue traído por la Segunda Misión Pedagógica Alemana –contratada por el gobierno conservador en 1924– para las clases de Gimnasia y de Música, en este sentido la Educación Física y la Enseñanza Musical han sido ejes fundamentales en la apuesta formativa del IPN, aportando desde su fundación –y durante más de 90 años de historia– metodologías de enseñanza e innovación en las áreas de desarrollo físico y cultural.

Álbum Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas. (1932). Salón de Música. [Imagen]. Fuente: Fondo del Instituto Pedagógico Nacional (f-ipn001, caja 1), Museo Pedagógico Colombiano.
Como lo demuestran los hitos fundantes del Instituto, se apostó por una pedagogía práctica: aprender haciendo, aprender trabajando, aprender viajando. Más allá de las disciplinas, lo que importaba era la vivencia de experiencias que edificara la mente, y cultivara el espíritu y el cuerpo. Así lo reseñaba Radke:

Considerando la necesidad de interrumpir la monotonía del internado se han cultivado con especial cuidado aquellas diversiones que despiertan el mayor interés de las alumnas. Hemos observado que son las preferidas por ellas las ocupaciones siguientes:

1. El deporte y la gimnasia; 2. Las excursiones; 3. Las distracciones de orden artístico e intelectual”. [3]

De esta manera, además de la impronta en Educación Física al promover la formación armónica de los sujetos; el IPN también le dio importancia especial a la Música, considerándola esencial en la educación integral de sus alumnas. Al punto que, desde sus inicios en 1927 y de forma más contundente desde la segunda década de creado, comenzó la formación con instrumentos de cuerda, instrumentos de percusión, entre otros donados por la Segunda Misión Alemana. Así, la apuesta formativa por la música se consolidó mediante la creación de diferentes grupos musicales, uno de los primeros fue el grupo de cámara:

Para contribuir de su parte a la educación musical de las alumnas y de sus padres –gremio bastante numeroso–el Instituto resolvió en 1933 la iniciación de sus propios conciertos. Por muchas razones la forma más conveniente fue la música de cámara. Los más famosos artistas nacionales se pusieron inmediatamente a la disposición de la dirección”.[4]

La calidad en la interpretación de obras clásicas de Haydn, Mozart, Beethoven, Schumann, entre otros, de las agrupaciones musicales creadas en el IPN como coros, ensamble de cuerdas y vientos, les permitió tener presentaciones en auditorios reconocidos como el Teatro Jorge Eliecer Gaitán y el Teatro Colón, en una época en que dichos escenarios estaban destinados para músicos profesionales.

Para conocer el Armonio Schiedmayer, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

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Palabras clave: Armonio; Schiedmayer; Música; Pedagogía; Enseñanza; Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas; Segunda Misión Pedagógica Alemana; Museo Pedagógico Colombiano.

 

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Referencias

Musiki.org.ar. (2019). Armonio – musiki. Fecha de consulta: 27 Nov. 2019. Desde: http://musiki.org.ar/Armonio 

Armonio. (2019, 12 octubre).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 29 Nov. 2019. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Armonio

Schiedmayer. (2019, 3 julio).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 28 Nov. 2019. Desde: https://en.wikipedia.org/wiki/Schiedmayer

Schiedmayer Celesta GmbH. (2019). Schiedmayer Celesta GmbH – Company History since 1735 | Schiedmayer Celesta GmbH. Fecha de consulta: 25 Nov. 2019. Desde: https://www.celesta-schiedmayer.de/en/company/company-history/

Pianohistory.info. (2019). Serial Numbers For Schiedmayer Pianos. Fecha de consulta: 26 Nov. 2019. Desde: http://www.pianohistory.info/numbers.html

Álvarez Gallego, A. (2018). IPN: Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación. A propósito de la ley que declara al Instituto Pedagógico Nacional patrimonio histórico cultural de la nación: La escuela como acontecimiento de la cultura. Bogotá: Universidad Pedagógica Nacional.

Álbum Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas [álbum fotográfico]. (1932). Fondo del Instituto Pedagógico Nacional (f-ipn001, caja 1), Museo Pedagógico Colombiano. Escuelas Salesianas de fotograbado, tipografía y encuadernación. Bogotá, Colombia.

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

[1] La celesta es un instrumento musical de percusión, es un armonio, con la apariencia de un pequeño piano vertical. Su nombre proviene del francés: céleste (celestial). Fuente:  https://es.wikipedia.org/wiki/Celesta

[2] El glockenspiel es un instrumento de percusión idiófono, que consiste en un juego de láminas metálicas afinadas, y es percutido con baquetas de madera, de metal o de plástico. Físicamente, es similar a otros instrumentos de percusión de láminas, como el xilófono, la marimba y el vibráfono.

Fuente:  https://es.wikipedia.org/wiki/Glockenspiel

[3] Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico. P. 34.

[4] Ibídem. P. 40.

Pieza del mes de noviembre de 2019: Herbario IPN

Como pieza del mes de noviembre hemos seleccionado el Herbario (Tomo III) que pertenece a la colección de implementos escolares de la enseñanza de la biología y las ciencias naturales del Museo Pedagógico Colombiano. Pieza de fabricación manual elaborada el 13 de mayo de 1973, por un grupo de estudiantes de los cursos de tercer grado del Instituto Pedagógico Nacional.

El interés y la difusión en Colombia por las ciencias naturales (saber escolar de aparición más reciente) estuvo marcada por tres acontecimientos: la Real Expedición Botánica liderada por José Celestino Mutis y desarrollada en el Nuevo Reino de Granada entre 1783 y 1808; la Comisión Corográfica organizada por Agustín Codazzi entre 1850 y 1862 cuyo propósito fue hacer la descripción del territorio de la República de la Nueva Granada y elaborar mapas corográficos[1] de cada provincia, y que se convertiría en la base del desarrollo de lo que hoy es Colombia; y finalmente la creación de las primeras cátedras universitarias de historia natural con áreas de estudio como botánica, zoología, anatomía; anexas a las ya existentes de medicina.

La enseñanza de la historia natural, en Colombia predominó hasta mediados del S. XX, sin embargo existieron iniciativas de divulgación de la biología en el país –entendida como los fenómenos que conciernen a los seres vivos y sus procesos vitales– como algunas cátedras de Biología en la Universidad Republicana, en el Externado de Colombia y en la Universidad del Rosario, donde se discutía en torno a las teorías del origen de la vida y la teoría celular, que se reforzaban con la experimentación sobre la naturaleza de los seres vivos.

La historia natural como saber se extendió paulatinamente a finales de S. XIX, en instituciones de educación secundaria como el San Bartolomé y el Instituto de los Hermanos de la Salle, entre otras. Colegios que para inicios del S. XX empezaron a equipar sus instalaciones con ejemplares de plantas y dibujos botánicos, animales disecados, esqueletos, órganos animales y diferentes tipos de minerales conservados en los denominados Museos Escolares.

Sin embargo, las iniciativas para difundir la biología no recibieron acogida en los círculos científicos de las comunidades religiosas que administraban la mayoría de las instituciones educativas del S. XIX, debido al rechazo a las Teorías de la Evolución. Por este motivo, la biología tuvo más auge en los discursos médicos de las primeras décadas del S. XX con debates en torno a la raza y la preocupación por la higiene de la población, discursos que intervinieron directamente en la escuela con lemas divulgados por el Ministerio de Instrucción y Salubridad Públicas como por ejemplo: “higienizar antes que educar[2] y que se desarrollaban alternamente con la enseñanza de la historia natural incorporando algunos elementos de la biología y con los primeros títulos de Licenciatura en Biología expedidos en 1935 por la Universidad Nacional.

La enseñanza de la historia natural en el S. XX y el material para desarrollarla empezó a incluir algunas nociones de biología en secundaria y en las instituciones de formación de maestros como el caso del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas (IPN), que según el pensum de 1936, concentró la enseñanza de las ciencias naturales en tres secciones: biología dividida en cursos de zoología, botánica y anatomía; química orgánica e inorgánica; y física teórica y experimental.

En el caso de la Escuela Anexa del IPN, donde las futuras maestras realizaban sus prácticas pedagógicas, la enseñanza de esta ciencia aún se enfocaba en la historia natural como la disciplina científica que hace énfasis en la conservación de muestras y especímenes provenientes del mundo natural; pero incluyó elementos sobre lo vivo (de la biología) que como se sustenta en el pensum:

 “El valor instructivo de la asignatura no debe buscarse tanto en una descripción minuciosa, sino en las observaciones de los fenómenos de la vida y en la conexión de dichos fenómenos con el organismo de las plantas, del animal, así como los seres inertes de la tierra[3]

Además de las asignaturas de historia natural con elementos teóricos de la biología, el IPN fue dotado de materiales de enseñanza a partir de las donaciones que se realizaron entre 1927 y 1936 por instituciones nacionales e internacionales como “los Ministerios de Educación y de Gobierno; la Academia de Historia; la contraloría General; los señores Ministros de: Alemania, España, Gran Bretaña y Francia[4] y de manera más contundente por la segunda Misión Pedagógica Alemana que además de instrumentos musicales y de gimnasia donó el mobiliario y gran parte de las colecciones del Museo de Historia Natural que tenía sede en el IPN, como por ejemplo el material de enseñanza Espasa-Calpe: serie historia natural aplicada que también exhibimos en el Museo, estuches con esqueletos de diferentes especies animales, órganos de mamíferos conservados en formol, herbarios de plantas del mundo, reproducciones en escayola de partes del cuerpo humano y una colección de animales disecados.

Las colecciones del Museo de Historia Natural fueron enriquecidas por varias décadas con especies nacionales de animales disecados y con herbarios e insectarios hechos por las maestras en formación. Algunos ejemplares conservados del Museo de Historia Natural del IPN y materiales antiguos del laboratorio de física y química fueron donados al Museo Pedagógico Colombiano y como el Herbario que exhibimos ahora hacen parte de nuestra colección de objetos de enseñanza de las ciencias.

Los herbarios son colecciones de plantas secas que se conservan aplastadas entre hojas de papel. Cada planta incluye al menos su nombre científico y su nombre común; y son la herramienta más antigua del naturalista, en la antigüedad los griegos ya creaban herbarios para organizar sus estudios sobre las plantas. Actualmente, también se refieren a la institución que se encarga de conservar una colección de este tipo, colecciones que hacen referencia a la flora de una región, un país o un área geográfica determinada, y que además de ser fuente primaria de información biológica, son herramientas indispensables para el conocimiento del patrimonio natural y vegetal, y se constituyen como tesoros patrimoniales que se deben proteger.

Hacer un herbario es sencillo y puede ser emocionante, especialmente porque su creación implica la búsqueda y recolección de las plantas, y así mismo la exploración de un territorio y su entorno, actividades que permitían a los estudiantes conocer mejor el mundo de las plantas, entender las diferencias que hay entre cada especie y familiarizarse con la diversidad de formas, colores y texturas del mundo vegetal.

Para recolectar las plantas, hay que asegurarse, que no estén protegidas o en peligro de extinción, ya que su recolección puede estar prohibida por la ley. Una vez localizadas, se recogen con delicadeza y sin arrancarlas. A continuación, se colocan en una caja. Luego se procede a secar las plantas proceso que dura entre 10 y 15 días –secarlas adecuadamente permitirá su buena conservación–, posteriormente es necesario prensarlas con elementos que hagan la presión necesaria para que éstas eliminen agua, se conserven sin perder sus características principales y su aspecto sea lo más similar posible al que tenían en la naturaleza. Luego de la espera, se levantan con cuidado los materiales utilizados para el secado, se toma suavemente cada planta seca y se pegan sobre una página del herbario con un poco de pegamento o papel adhesivo; y para finalizar en la etiqueta de la parte inferior de la página anotamos cuidadosamente el nombre de la planta, la fecha de recolección, dónde se encontró, entre otros datos.

Por ejemplo las fichas de nuestro Herbario, contienen datos básicos como el Nombre Vernáculo o común; datos taxonómicos como el Phylum[5], la Clase, el Orden, y la Familia de la planta; datos del territorio explorado y el tiempo en que se hizo el ejercicio como la Localidad y la Fecha; y por último la persona o grupo Colector.

Detalle de la ficha de identificación de la planta de Pepino. Jiménez, S. (2017). Herbario del Instituto Pedagógico Nacional de 1973. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Respecto a sus características, reúne 95 especímenes de diferentes organismos de clima frío, clasificadas en tres grupos: Plantas Ornamentales, Plantas de Cultivo y Maleza, las cuales provienen de tres sitios distintos, pero de características ambientales semejantes como Bogotá, Fontibón y Sibaté; y su estado de conservación es bueno.

En general, los herbarios son elementos que tienen dos objetivos, desde una perspectiva académica promover la documentación, clasificación, identificación e investigación de la flora, los ecosistemas y ambientes naturales, de un territorio determinado y apoyar la educación dentro de áreas diversas como la taxonomía, botánica, anatomía, morfología vegetal, medicinal, entre otras; y desde una perspectiva humana contribuir a generar una mayor conciencia y valoración de los recursos naturales como una fuente de riqueza en nuestro territorio.

Como material de apoyo para la enseñanza de las ciencias naturales y la compresión biológica de nuestro entorno, entendemos la importancia de los herbarios, primero, como documentos para conocer las plantas locales, regionales, nacionales e internacionales; conservar ejemplares de las plantas endémicas (propias y exclusivas de zonas determinadas) y en peligro de extinción; y especialmente educar formal e informalmente a las personas sobre la importancia y la diversidad de las plantas; y segundo, como materiales documentales de la evolución biológica del territorio para la reflexión académica, la labor pedagógica y el contexto educativo, desde una perspectiva de conversación  y protección del medio ambiente y nuestra naturaleza.

Para conocer el Herbario del IPN, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

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Palabras clave: Herbarios; Ciencias Naturales; Biología; Medio Ambiente, Pedagogía; Enseñanza; Plantas Naturales; Museo Pedagógico Colombiano.

 

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Referencias

Udea.edu.co. (2019). Herbario. Fecha de consulta: 14 Nov. 2019. Desde: http://www.udea.edu.co/wps/portal/udea/web/inicio/unidades-academicas/ciencias-exactas-naturales/herbario

Klorane Botanical Foundation. (2019). La elaboración de un herbario. Fecha de consulta: 15 Nov. 2019. Desde: https://www.kloranebotanical.foundation/es/la-elaboracion-de-un-herbario

Herbario. (2019, 27 octubre).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 15 Nov. 2019. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Herbario#Tipos_de_herbarios_y_de_colecciones

Reserva el Edén. (2019). El herbario y su importancia. Fecha de consulta: 18 Nov. 2019. Desde: http://reservaeleden.org/plantasloc/alumnos/manual/07a_el-herbario.html

Bernal Jiménez, R. (1932). La réforme educative en Colombia. Roma: Imprenta Augustinienne.

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum-programa y reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana.

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

[1] La corografía (del griego, χῶρος (chṓros), que significa un trozo de tierra ocupado por una persona o cosa) es la descripción de un país, de una región o de una provincia. Presta especial atención a las condiciones físicas del terreno y al paisaje, además se tiene en cuenta el estudio de los topónimos. Este tipo de estudios eran muy valorados por sus implicaciones económicas. Los objetos de estudio del corógrafo son, primero, la toponimia, después la situación así como sus límites y extensión. Posteriormente, estudia los rasgos climáticos más destacados, acabando por la comunidad humana que la conforma.

Fuente:  https://es.wikipedia.org/wiki/Corograf%C3%ADa

[2] Bernal Jiménez, R. (1932). La réforme educative en Colombia. Roma: Imprenta Augustinienne.

[3] Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum-programa y reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana.

[4] Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

[5] El Filo (phylum, plural phyla) (también, tronco o tipo de organización) es la categoría taxonómica que agrupa a los organismos relacionados entre sí en el tiempo por vía de descendencia evolutiva, desde sus primeros representantes hasta los actuales.  Es una categoría situada entre el reino y la clase, y usada en los reinos animales (35 filos), fungi (6 filos), protistas y dominio bacterias, y en botánica (reino plantas) (12 filos). Fuentes: https://www.biodic.net/palabra/phylum/#.XdL089VKiM8
https://es.wikipedia.org/wiki/Filo

Pieza del mes de septiembre de 2019: Fotografía de Franzisca Radke

Como pieza del mes de septiembre hemos seleccionado una Fotografía de Franzisca Radke de la década de los cincuenta que pertenece a la colección fotográfica del Museo Pedagógico Colombiano. Ella nació en Aquisgrán (Alemania) en 1892 y falleció en Boppard del Rhin en 1985; y en su formación académica se especializó en alemán y francés, realizó estudios de geografía y se doctoró en filosofía en las universidades de Bonn, Berlín y Marburgo; llega a Colombia en 1926 y es una figura significativa para la historia de la formación docente y la construcción de la memoria pedagógica del país por ser pionera en la configuración y organización del sistema educativo colombiano que impulsó la profesionalización de maestros, profesores y la fundación de la carrera docente a nivel universitario.

Para contextualizar, el equipo alemán dirigido por Radke llega por primera vez en el marco de segunda de las tres Misiones Pedagógica Alemanas que se desarrollaron en Colombia, las cuales enmarcaron el horizonte educativo nacional –tengamos en cuenta que indiferente del partido político que lidere cada gobierno, la educación ha sido un camino para alcanzar el desarrollo y la modernización, incluso también ha sido instrumento para el adoctrinamiento–.

La intervención del equipo alemán en Colombia durante la Segunda Misión Pedagógica (1924–1935) contratada por el gobierno conservador de Pedro Nel Ospina (1922–1926) en el marco político de la hegemonía conservadora (1900–1930) se enfocó en el carácter político de las ideas impartidas en la escuela, sugirió el cambio del rol de la mujer en la educación, incluyendo su formación académica en los grados de bachillerato, diseño la Ley de Instrucción Pública de la época para reformar la educación normalista y reestructuró la formación de maestros dando las directrices de organización para los institutos pedagógico de varones y señoritas.

Fruto del trabajo conjunto entre el gobierno y el equipo alemán, el 9 de marzo de 1927, el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas (IPN) abre sus puertas –en el antiguo edificio escolar construido para el Instituto conocido como el palacio de la Avenida Chile, ubicado en Chapinero entre las calles 72 y 73– con el fin de formar mujeres docentes, quienes obtenían el título profesional y oficial de “Institutora”, siendo Franzisca Radke la primera directora del Instituto.

El Instituto, sería el primer proyecto estatal de unificación para la formación de la actividad de los maestros y la enseñanza en el país bajo un régimen laico y el control directo del gobierno nacional. En el IPN se aplicó un conjunto de conceptos y prácticas introducidos por Radke, como la Escuela Activa que estaba en contra de la educación ‘memorística’; la Psicología Experimental, la Psicología Social relacionada con la orientación profesional y la educación especial; la Higiene Escolar; los exámenes escolares, y la experimentación con los métodos activos.

Para 1928, el Instituto, había adquirido un carácter nacional, al contar con alumnas de la mayoría de los departamentos del país, y se convirtió en una institución experimental, cuyas innovaciones reorientaron la legislación pública que definía la formación del magisterio en Colombia.

En 1929, el Instituto empieza su crecimiento como lo determina el Decreto 145 del 28 de enero de 1927, dando cumplimiento a la Ley 25 del 6 de noviembre 1917, que dice en el Artículo 1º:

Habrá en la capital de la república un Instituto Pedagógico Nacional para institutores y otro para institutoras, donde se eduquen en la ciencia pedagógica maestros y maestras de escuela inferior, superior y normal, profesores aptos para la enseñanza didáctica y para la dirección e inspección de la enseñanza pública nacional[1].

De acuerdo con lo enunciado en este artículo, entre 1927 y 1934, se crearon los diferentes programas que cubrieron todos los niveles educativos, de esta manera surgen los siguientes: en 1927 el de Formación de Maestras a nivel inferior y superior, en 1929 la Escuela Anexa Primaria, en 1933 la Escuela Montessori para maestras de Kindergarten desde la cual se puso en servicio el primer Jardín Infantil público del país en 1934, y finalmente la Primera Facultad de Educación para mujeres en 1955 germen para la creación de la Universidad Pedagógica Nacional.

Durante este período, el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas reemplazó a la Escuela Normal Femenina del Estado de Cundinamarca. Radke y su equipo no sólo se encargaron de la organización académica del Instituto, sino que también buscó condiciones más dignas para las estudiantes. En su paso por el IPN introdujo en las instancias estatales e institucionales la idea de que para formar hay que estar bien formado, y asimismo, formando educadores más creativos, participativos e innovadores, éstos podrían tener la capacidad de formar estudiantes civilmente activos y conscientes de sus derechos y deberes como ciudadanos y de su responsabilidad colectiva con el país.

Sin embargo, cuando el partido conservador pierde las elecciones presidenciales, desde 1930 y hasta 1945, los gobiernos liberales especialmente el de Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo efectuaron cambios en torno al proyecto educativo nacional, y le también exigen abandonar el país debido a supuestas afinidades con el Partido Nacional Socialista (Nazi) alemán.

Francisca Radke, regresa a Colombia entre 1952 y 1957, y su segunda estancia coincide nuevamente con gobiernos conservadores. Durante este período analiza los avances de sus aportes e identifica algunos retrocesos en el panorama educativo nacional –ocurridos en los gobiernos liberales–. Sin embargo, impulsó el ascenso de la formación docente al estatus de carrera universitaria, surgiendo de este proceso la Universidad Pedagógica Nacional Femenina en 1955, la cual se transformó en Universidad Pedagógica Nacional de Colombia desde 1962.

La inclusión del concepto de pedagogía en la realidad educativa de Colombia y la aplicación de éste en la disciplina y la profesión docente, fueron quizás uno de sus más importantes aportes a nivel de la formación de las prácticas pedagógicas. Además de los aporte referidos, Franzisca Radke también hizo énfasis en la importancia de las capacidades y compromisos de la mujer con la sociedad como seres políticamente activos, considerándosele a la luz de nuestros tiempos contemporáneos como una precursora de la lucha por los derechos de igualdad de género en Colombia, pues a través de su preocupación por la difusión de los derechos de la mujer y su acceso a la educación, enfatizó con vehemencia y carácter político a favor del empoderamiento civil femenino.

Antes de Franzisca Radke el ejercicio de la enseñanza en Colombia, nunca fue muy riguroso y en el horizonte gubernamental no existía el concepto de ‘formación continuada’ para la organización, dotación y cualificación de los maestros, incluso no se pensaba en la educación como una herramienta útil y potente para la formación del carácter de los estudiantes. Además sus contribuciones proponen al Ministerio de Educación Nacional y otras instituciones relacionadas, que las tareas de enseñanza debían tener un contenido diseñado y adaptado para los contextos económicos, sociales y políticos propios del territorio. En este sentido a la luz de la perspectiva del S. XXI, y teniendo en cuenta los desaciertos históricos del sistema educativo colombiano, la labor de Radke es una excepción y un caso para destacar y analizar nuevamente.

Para conocer la fotografía de Francisca Radke, sus textos, otras piezas de la colección fotográfica, los archivos pertenecientes al fondo documental y los objetos de la historia y la práctica pedagógica que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional.

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Palabras clave: Misión Pedagógica Alemana; Franzisca Radke; Instituto Pedagógico Nacional; Universidad Pedagógica Nacional; Pedagogía; Educación; Mujer; Maestros; Museo Pedagógico Colombiano.

 

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Referencias

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

Rodríguez Tarquino, J. (2017). Voces históricas del Instituto Pedagógico Nacional. Revistas.pedagogica.edu.co. Volumen 5 Nº 43 / julio – diciembre de 2017. Fecha de consulta: Septiembre 9, 2019. Desde: https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/NYN/article/download/8529/6472/  

Fundación Francisca Radke. (2019). Franzisca Radke Fundación Francisca Radke. Fecha de consulta: Septiembre 9, 2019. Desde: https://www.fundacionradke.org/franzisca-radke/

Cogollo, C. (2005). Franzisca Radke. (2005). Franzisca Radke. Fecha de consulta: Septiembre 6, 2019. Desde: https://www.semana.com/especiales/articulo/franzisca-radke/75487-3

Rodríguez R., J. (2019). El papel de las misiones pedagógicas alemanas en la educación colombiana. Noticia – Universidad del Norte. Uninorte.edu.co. Fecha de consulta: Septiembre 6, 2019. Desde: https://www.uninorte.edu.co/web/grupo-prensa/noticia?articleId=14224669&groupId=73923

Aprende.colombiaaprende.edu.co. (2018). Franzisca Radke, pionera de la educación en Colombia. Colombia Aprende. Fecha de consulta: Septiembre 7, 2019. Desde: https://aprende.colombiaaprende.edu.co/es/agenda/noticias/franzisca-radke-pionera-de-la-educaci%C3%B3n-en-colombia

ipn.pedagogica.edu.co. (2019). IPN: Instituto Pedagógico Nacional. Reseña histórica \ Desde 1927 hasta el 2000. Fecha de consulta: Septiembre 7, 2019. Desde: http://ipn.pedagogica.edu.co/vercontenido.php?idp=1&idh=11&idn=279

[1] Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico. Pág. 5