Pieza del mes de junio de 2019: Reglas de Cálculo

Como pieza del mes de junio hemos seleccionado el juego de Reglas de Cálculo de la colección de implementos escolares del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto empleado en la enseñanza de la aritmética y fabricado en Dinamarca en la década de 1950 por la empresa UTO.

Las reglas de cálculo, fueron un instrumento usado principalmente para la realización de divisiones y multiplicaciones, pero también sirve para efectuar operaciones aritméticas más avanzadas como las logarítmicas, trigonométricas o las raíces cuadradas, y que hizo las veces de calculadora mecánica rápida, útil y portátil, utilizada por generaciones de científicos, administradores, ingenieros, arquitectos y cualquier otra actividad que requiriese cálculo.

Referente a su historia, el primer diseño de esta herramienta data del S. XVII, sin embargo el precedente a las reglas de cálculo, es anterior al S. XVI cuando Galileo Galilei, detalló un sistema empleado en el cálculo de fórmulas de trigonometría, sistema arcaico procedente de los antiguos astrolabios, de instrumentos medievales y de diversas herramientas empleadas en navegación y astronomía como son los planisferios celestes, entre otros.

La discusión respecto a su invención se traduce que algunos historiadores apuntan que su inventor fue el matemático Edmund Wingate a mediados del siglo XVI, mientras que otros la atribuyen al clérigo inglés William Oughtred en 1636.

Como antecedente a su invención, el estudio de logaritmos de John Napier publicado inicialmente en 1614, fue retomado por el astrónomo Edmund Gunter quien lo aplicó a las escalas de cálculo en su Canon Triangulorum dando lugar a las primeras aplicaciones matemáticas de la escala logarítmica que es elemento clave y común de todas las reglas de cálculo; de este modo los logaritmos fueron acogidos y reformulados rápidamente.

Dispuestos en forma de tablas, el principio de funcionamiento de la regla de cálculo radica en el cálculo logarítmico, que transforma las multiplicaciones en sumas y las divisiones en restas.

GUNTER, Edmund (1581-1626). The Works: Containing the description and use of the Sector, Cross-staff, and other Instruments, With a Canon of artificall Sines and Tangents… a new treatise of Fortification, Whereunto is now added the further use of the Quadrant fitted for the daily preactise. By Sam. Foster. [image] Available at: https://www.christies.com/lotfinder/Lot/gunter-edmund-1581-1626-the-works-containing-the-4890341-details.aspx [Accessed 10 June 2019].

Gunter modificó la escala de logaritmos de Napier para realizar cálculos trigonométricos y William Oughtred tomó la escala de Gunter y colocó dos escalas que se deslizaban entre sí. Alineando los valores de las diferentes escalas era posible realizar cálculos aritméticos, dando lugar al primer prototipo de la regla de cálculo, que tiene su origen en los círculos de proporción, inventados también por Oughtred hacia 1625, que eran círculos deslizantes con una graduación logarítmica. La regla de cálculo fue una evolución de este invento en forma rectilínea.

A finales del S. XVII eran utilizadas en diferentes versiones, y con diversas aplicaciones. Entre algunos de los pioneros para los diseños de reglas de cálculo tenemos a Robert Bissaker y a Seth Patridge quienes en 1657 proponen una regleta móvil en su diseño. También en 1675 Sir Isaac Newton empleó tres escalas logarítmicas paralelas, siendo además el primero en sugerir el empleo de un cursor que facilitara las lecturas de los resultados.

Ya en el S. XVIII, las modificaciones de esta herramienta, se trataron de cambios en la forma con el objetivo de mejorar su precisión. De esta forma los ingenieros James Boulton y James Watt modifican los diseños existentes para mejorarlos. En 1815 el físico Peter Roget inventa la escala log-log con las que podía calcular cualquier raíz cuadrada. En 1831, Amédée Mannheim propuso uno de los primeros sistemas de estandarización de escalas, denominado Sistema Manheim, que incluyó una regleta deslizante que permitió una mejora para la realización de ciertos cálculos.

Posteriormente, en el S. XIX se masificó su uso. Por ejemplo, a finales de este siglo numerosas constructoras se propagaron a nivel mundial, por tanto las solicitudes de cálculos desde las oficinas de ingeniería aumentaron progresivamente y se debía atender la demanda creciente; además la Revolución Industrial, también propició un mayor volumen de cálculos esto por el uso de las maquinarias que modernizarían la industria. Estas dinámicas favorecieron que se fundaran diferentes empresas que fabricaban reglas de cálculo, entre estas las más importantes en la época fueron: Faber-Castell (1761) y Dennert & Pape (1863) en Alemania y Keuffel & Esser (1867), Eugene Dietzgen Drafting Company (1885) y Frederick Post Co. (1890) en Estados Unidos.

La existencia de diferentes marcas de reglas de cálculo en el mercado, junto a la evolución del Sistema Manheim y de otros sistemas de escala llevó a la necesidad de estandarizarlas, de esta manera en 1902 Max Rietz unifica los sistemas, y el nacimiento del Sistema Rietz hace que los constructores de reglas se pongan de acuerdo para igualar sus representaciones. Mejora que permitió, que por ejemplo, un ingeniero que aprendiera el Rietz le fuera posible manejar cualquier otro sistema que estuviera impreso en las caras de la regla permitiendo intercambiar y comparar las soluciones. El Sistema Rietz tuvo una gran aceptación hasta que en 1934, Alwin Walter propuso nuevos cambios en lo que se denominó Sistema Darmstadt.

A mediados del siglo XX las reglas de cálculo se encontraban en cualquier actividad que requiriera cálculos, desde la construcción, la electrónica, la meteorología, entre otros campos del conocimiento. Además, su uso para la enseñanza en colegios llevó a que se fabricara masivamente y que su utilidad para la práctica pedagógica en la enseñanza de la aritmética fuera colectiva. De los modelos originales hechos a mano en madera caoba, se pasó a finales del S. XIX a los fabricados con celuloide (y otros plásticos), bambú, magnesio y aluminio. Los nuevos métodos mecánicos de corte e impresión gráfica incrementaron la precisión de las reglas de cálculo y la velocidad de producción.

Entre la segundad mitad del S. XIX y buena parte del S. XX el uso de las reglas de cálculo fue extendido debido a que eran la herramienta de cálculo más utilizada en la ciencia y la ingeniería, esto por la facilidad de manejo, bajo costo y velocidad, hasta que a comienzos de los años setenta su comercialización decayó y su uso disminuyó considerablemente por la aparición y popularización de las calculadoras electrónicas de bolsillo y las primeras computadoras personales que aparte de tener mayor precisión en los cálculos, también combinaban las características de fácil manejo, bajo costo y velocidad. Así el cambio de generacional entre los ingenieros de los años setenta y los ochenta, represento el desuso paulatino de las reglas de cálculo.

Hoy día su uso y exposición está inscrito a museos, pese a que aún se siguen comercializando para los nostálgicos de la historia y como objetos de lujo. En ocasiones su uso se hace en aplicaciones concretas dentro de la enseñanza básica de las matemáticas.

Relativo a la descripción de nuestra pieza del mes, tenemos en primer lugar un cuerpo rectangular, que tiene una ranura en la parte central –sobre este espacio se desliza la regla móvil–. Sobre la parte superior e inferior del cuerpo rectangular de la regla de cálculo, aparecen dos regletas, más angostas y dentro del espacio de la ranura se desliza una regleta de mayor tamaño.

En las caras frontales de las tres regletas están grabadas las diversas escalas. Y sobre la parte trasera de la regleta móvil también están grabadas otras escalas, para cuyo uso hay que insertarla a la inversa. Por último, tiene una pieza móvil y transparente, que abarca la superficie frontal y que no lleva grabada más que una línea de referencia y tres líneas auxiliares más cortas. Esta pieza transparente se le llama cursor y sirve para facilitar la alineación y la lectura de los elementos numéricos que intervienen en las operaciones, para nuestro caso, el cursor actúa como lupa para mejorar el detalle de las lecturas.

Respecto al funcionamiento, lo esencial de la Reglas de Cálculo son las escalas numéricas, unas fijas y otras móviles, mediante las que se realizan las operaciones, lo anterior presupone que las marcas de las escalas están hechas con total precisión sobre las reglas. Característica solo de los ejemplares actuales, especialmente las comercializadas a partir de comienzos del S. XX, cuando empezaron a aplicarse técnicas mecánicas precisas de fabricación, en contraposición las fabricadas con anterioridad no tenía marcas totalmente precisas, ya que las escalas estaban marcadas individualmente o con técnicas deficientes, por lo que muchos cálculos realizados con ellas resultaban bastante imperfectos.

Sobre los tipos de escalas que tiene nuestra Regla de Cálculo, éstas se identifican por un símbolo alfabético grabado en el extremo izquierdo y aunque casi todos los modelos tengan escalas adicionales, los sistemas de escalas que tiene nuestra pieza del mes son:

Sistema Mannheim: A, B, C, D.

Regla de Cálculo UTO, No. 601 U (Denmark). Sistema Mannheim, Escalas A, B, C, D. Archivo Fotográfico Museo Pedagógico Colombiano (2019).

Sistema Rietz: A, B, C, D, K, L, CI, S, T, S&T.

Regla de Cálculo UTO, No. 601 U (Denmark). Sistema Rietz: A, B, C, D, K, L, CI, S, T, S&T. Archivo Fotográfico Museo Pedagógico Colombiano (2019).

La regla de cálculo tuvo un lugar relevante como vanguardia de las matemáticas relativamente breve; ya que se rápidamente se convirtió en un instrumento de uso cotidiano de profesores y profesionales. Pasó poco tiempo y las reglas de cálculo fueron adaptadas para el uso de agrimensores, carpinteros, navegantes, ingeniería militar y otras, además la aparición de diferentes manuales de instrucciones en distintos idiomas facilitó rápidamente su uso a nivel mundial. Por ejemplo, compartimos el manual de instrucciones de la regla de cálculo Faber-Castell No. 2/82 – 62/82 (que se comercializó en la década de los 60’s): https://museo.inf.uva.es/Imagenes/Varios/FB2_82/fa282.pdf

Para conocer el conjunto de reglas de cálculo, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

También los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

Palabras clave: Aritmética; Cálculo; Implementos Escolares; Pedagogía; Escalas de logaritmos; Enseñanza; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Regla de cálculo. (2019, 5 de abril). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Junio 7, 2019 desde https://es.wikipedia.org/wiki/Regla_de_c%C3%A1lculo

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar.

Tomé, C. (2019). El primer instrumento logarítmico: La regla de cálculo. Cuaderno de Cultura Científica. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: https://culturacientifica.com/2015/06/02/el-primer-instrumento-logaritmico-la-regla-de-calculo/

Ibáñez, J. (2019). Museo Informático de la Escuela de Ingeniería Informática UVa – Regla de cálculo. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: https://museo.inf.uva.es/?0=Regla%20de%20c%C3%A1lculo

Sliderulemuseum.com. (2019). Nordic Slide Rules from Denmark and Sweden. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: https://www.sliderulemuseum.com/Nordic.htm

Uciencia.uma.es. (2019). Reglas de cálculo. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: http://www.uciencia.uma.es/Coleccion-cientifico-tecnica/Informatica/Galeria/Reglas-de-calculo2

Sistemas utilizados en las Reglas de Calculo. (2019). Reglasdecalculo.com. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: https://www.reglasdecalculo.com/sistemas.html

Manuales de Instrucciones (Instruction Manuals) Reglas de Calculo (Slide Rules). Reglasdecalculo.com. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde:  https://www.reglasdecalculo.com/manuales.html

Pieza del mes de mayo de 2019: Globo Terráqueo

Como pieza del mes de mayo hemos seleccionado el Globo Terráqueo de la colección de implementos escolares del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto empleado en la enseñanza de la geografía y fabricado en Inglaterra a mediados de 1950 por la empresa Chad Valley Toy Company, compañía con sede en Birmingham, fundada en 1897 por los hermanos Joseph y Alfred Johnson y que funcionó hasta 1978.

En sus inicios, Chad Valley comenzó con la venta de artículos de papelería y posteriormente produjo juegos y juguetes de cartón (rompecabezas) cuya gama se fue incrementando gradualmente. Antes de la Primera Guerra Mundial (1914–1918) fabricaron en masa osos de peluche ampliando así su gama de juguetes blandos (muñecos, muñecas, etc.) y aprovecharon la coyuntura de la Primera Guerra para expandirse y aumentar su catálogo de productos y fabricar otro tipo de juguetes, ya que durante la Primera Guerra éstos no pudieron ser importados.

En 1938, la compañía recibió el ‘Royal Warrant’ que es una Autorización Real como proveedor de la Casa Real Británica, orden otorgada por la Corona que los reconoció como: Fabricantes de juguetes para su majestad La Reina ‘Toymakers to Her Majesty The Queen‘. Inscripción que se modificó cuando la princesa Isabel accedió al trono en 1952: Fabricantes de juguetes para su majestad La Reina Isabel la Reina Madre ‘Toymakers to Her Majesty Queen Elizabeth The Queen Mother’.

Detalle del ‘Royal Warrant’ del Globo Terráqueo. Schreutelkamp, R. (2014). Globo Terráqueo. Chad Valley Co. Made In England.  [image] Available at: https://assets.catawiki.nl/assets/2016/2/8/0/9/2/092453ea-ce70-11e5-80b0-633993187cbc.jpg / https://auction.catawiki.com/kavels/4535225-the-chad-valley-co-ltd-metal-globe [Accessed 9 May 2019].

A diferencia de la Primera Guerra Mundial en la que no suspendieron la fabricación de juguetes, durante la Segunda Guerra Mundial (1939–1945) centran sus tareas en la producción de bienes para la Guerra, por tanto, sus instalaciones fueron utilizadas para fabricar cajas de instrumentos de madera, cajas para cañones antiaéreos, camas de hospital y otros elementos necesarios para los esfuerzos de guerra. Finalizada la Guerra la compañía reanudó la producción de juguetes fabricando por primera vez juguetes de hojalata, nueva gama que fue muy exitosa.

Chad Valley Toy Company fue una de las principales empresas de fabricación de juguetes en cartón, felpa, madera, hojalata, y de otros materiales en el Reino Unido durante la mayor parte del siglo XX; comprando entre 1919 y 1967, instalaciones y otras empresas minoristas también dedicadas a la producción de juguetes, expandiendo tanto sus actividades que, en 1960 operaban en siete fábricas y empleaban a más de 1.000 personas. Sin embargo, en la siguiente década cerraron varias fábricas e hicieron recortes de personal, hasta que en 1978 la compañía y todas sus marcas registradas fueron adquiridas por Palitoy.

Los globos terráqueos, son modelos tridimensionales que representan la superficie de la Tierra sobre una esfera a escala. Referente a su historia, tengamos en cuenta que la esfericidad de la Tierra ya había sido establecida por astrónomos de la Antigua Grecia en el siglo III a.C., por lo que probablemente el globo más antiguo apareció en este periodo y quizá fue el que construyó en Cilicia, Crates de Malos sin embargo no hay vestigios de este, como tampoco de los fabricados en la Antigüedad y en la Edad Media.

Los primeros globos terráqueos solo representaban las tierras emergidas del Viejo Mundo, y reflejaban el grado de conocimiento que se tenía al momento de su construcción. El globo más antiguo que se conserva en el Museo Nacional de Alemania fue construido por el navegante alemán, creador de mapas y comerciante Martin Behaim en Núremberg entre 1941 y 1493 el cual no incluía las tierras emergidas del Nuevo Mundo. Y el primero que sí representó el continente americano fue el realizado por Martin Waldseemüller en 1507.

En siglos posteriores los globos se construyeron como raros objetos destinados a la aristocracia o al clero; por ejemplo, el cartógrafo veneciano Vincenzo Coronelli (1650–1718) considerado el primer fabricante de globos, construyó dos enormes de cuatro metros de diámetro para Luis XIV. En el siglo XVI, Núremberg se convirtió en el centro del mundo de fabricación globos terráqueos, y luego en el siglo XVII, ciudades como Ámsterdam, Venecia, París y Roma tuvieron periodos de producción importantes, y a mediados del siglo XVIII Londres también entró en la industria. A inicios del siglo XIX, se fabricaron en miniatura como objetos de viaje y de bolsillo, convirtiéndose en símbolos de estatus para los caballeros y en juguetes educativos para los niños de familias adineradas. Durante el siglo XX se fabricaron globos terráqueos en Australia, E.E.U.U. y distintos países europeos, popularizándose su fabricación en los años treinta del pasado siglo.

El Globo Terráqueo fabricado por Chad Valley Toy Co., que hace parte de nuestra colección, muestra la distribución geográfica del mundo en un momento histórico y geopolítico interesante –correspondiente a los tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y también cuando Alemania no estaba dividida en República Federal y República Democrática y así mismo cuando las Coreas no estaban divididas en Norte y Sur– que nos permite reflexionar acerca de los diferentes acontecimientos que la humanidad había vivido antes o durante la fabricación de este Globo, hechos que determinaron la historia de lo que hasta en ese momento éramos como sociedad, por este motivo los diferentes globos terráqueos que se han fabricado desde el más antiguo que se conserva y hasta los que se fabrican actualmente que incluyen avances tecnológicos e interactivos, dan muestra de las percepciones físicas que se tienen del planeta desde diferentes culturas, los cambios en la distribución política de los territorios y las consecuencias geopolíticas de los diferentes conflictos que la humanidad ha sobrevivido, entre otros aspectos relevantes.

Relativo a las características materiales, este Globo de la serie 10174 está formado primero por, dos hemisferios de hojalata prensados y unidos en la línea del Ecuador (Latitud 0º) sobre los cuales están impresos la distribución terrestre y marítima, los paralelos y meridianos y otros datos relevantes del planeta; segundo, por un brazo curvo de metal en forma de arco (marcado con grados que se utilizan para medir las latitudes norte y sur) que está unido al Eje terrestre en sus dos extremos (que representan los polos) Eje que marca la inclinación de 23,5° de la Tierra con respecto al plano horizontal (en la parte inferior del brazo curvo encontramos la inscripción del sello Real de la Corona Británica) y finalmente este brazo se ensambla a una base circular de hojalata de color negro.

En relación a su importancia dentro de las aulas de clase, el aporte de la Segunda Misión Pedagógica Alemana (1927–1935) al Instituto Pedagógico Nacional junto con los Ministerios de Educación y de Gobierno; la Academia de Historia; la contraloría General; los ministros de España, Gran Bretaña y Francia, fue fundamental para la constitución y consolidación de la práctica pedagógica para el caso el de la enseñanza geográfica de los maestros en formación, ya que entre 1926 y 1936 donaron carteles de mapas del mundo, brújulas, visores estereoscópicos para proyectar las láminas con paisajes del mundo  y globos terráqueos.

De esta manera, la concepción de la enseñanza geográfica en Colombia entre 1920 y 1930, fue posible gracias a la presencia de láminas de mapamundis, globos terráqueos y especialmente mapas políticos del país, pues éstos fueron los dispositivos para aprender la idea de patria, territorio, geología, cartografía, geografía humana y económica, entre otras.

Para conocer el Globo Terráqueo, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

También los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

Palabras clave: Geografía; Historia; Implementos Escolares; Misión Pedagógica Alemana; Pedagogía; Enseñanza; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Globo terráqueo. (2019, 7 de abril). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Mayo 7, 2019 desde https://es.wikipedia.org/wiki/Globo_terr%C3%A1queo

Chad Valley (Toy Brand). (2018, 30 de diciembre). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Mayo 6, 2019 desde https://en.wikipedia.org/wiki/Chad_Valley_(toy_brand)#cite_note-Woolworths-1

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano.

HISTORIA – Globoterráquea. (2017, 16 de noviembre). Recuperado de: http://www.globoterraquea.com/historia/

World Globe (Chad Valley) – The Brighton Toy and Model Index. Recuperado de: https://www.brightontoymuseum.co.uk/index/World_Globe_(Chad_Valley)

Birmingham Manufactures: Chad Valley. (2017, 02 de noviembre). Recuperado de: https://www.birminghammuseums.org.uk/blog/posts/birmingham-manufactures-chad-valley

Toys for Toffs – The early history of Chad Valley. (2017). Recuperado de: http://www.woolworthsmuseum.co.uk/Toys-EarlyCV.html

The History of Chad Valley. Epton, Simon. (2019). Recuperado de: http://www.toypriceguide.co.uk/the-history-of-chad-valley/

Chad Valley Co – Graces Guide. British Industrial History. (2019). Recuperado de: https://www.gracesguide.co.uk/Chad_Valley_Co

Pieza del mes de febrero de 2019: Olinguito Disecado

Como pieza del mes de febrero se ha se ha seleccionado el ejemplar disecado del Olinguito (Bassaricyon neblina) de la colección enseñanza de las ciencias del Museo Pedagógico Colombiano. Esta especie fue identificada en 2013 por el Instituto Smithsonian de Washington quien señalo que “es la primera especie de mamífero carnívoro descubierta en América en 35 años” (BBC News, 2013, s.p).

El Olinguito es un mamífero carnívoro de pelaje esponjoso, cabeza redonda, con patas y cola corta; hace parte de la familia prociónidos (Procyonidae) al igual que los mapaches y coatíes, pertenece al género de los Bassaricyon y está clasificado en la especie neblina como alusión a la montaña andina donde habita. Los investigadores han asegurado que se desconocían las características de esta especie debido a que los pobladores de la montaña andina, donde es originario, lo asociaban al Olingo común que tiene similares características físicas; sin embargo, la especie descubierta es más pequeña, con cabeza redonda y es un ejemplar que hasta el momento solo se ha encontrado en la cordillera de los Andes específicamente entre Ecuador y Colombia.  

Olinguito disecado. Década de los años 30. Foto: Sergio Jiménez
Olinguito disecado. Década de los años 30. Foto: Sergio Jiménez

Pese a su reciente descubrimiento como especie diferenciada de su pariente el olingo, el Olinguito que aquí se referencia perteneció al Museo de biología del Instituto Pedagógico Nacional-IPN, proyecto que empezó a consolidarse gracias a los aportes de la segunda misión pedagógica en Colombia quien en la década de los años treinta donó el mobiliario y gran parte de las colecciones de este Museo como la serie de historia natural aplicada producido por Espasa-Calpe, estuches con cráneos de diferentes mamíferos, órganos de mamíferos conservados en formol, herbarios de plantas del mundo, reproducciones en escayola de diferentes partes del cuerpo humano y una colección de especies de animales disecados. Las colecciones del Museo se enriquecieron con ejemplares cazados por maestras y estudiantes en las múltiples expediciones que se realizaron por el territorio colombiano y por donaciones de particulares como la del “señor don Misael Plazas [quien] donó la piel de un güío enorme para el Museo de Biología” (Radke, 1936, p.44).

Museo de biología IPN. Década de los años 30.
Museo de biología IPN. Década de los años 30.

El Museo del IPN hizo parte de una tradición de museos escolares centrados en la historia natural (botánica, zoología, anatomía) que se extendió paulatinamente en Colombia a finales de siglo XIX, pese a que durante ese mismo periodo en Europa se estaban difundiendo análisis sobre los fenómenos que atañen a lo vivo con la biología. En el caso colombiano, instituciones de educación secundaria como el colegio San Bartolomé y el Instituto de los Hermanos de la Salle, entre otros, en la primera década de siglo XX comenzaron a equipar sus museos de historia Natural con ejemplares de plantas y dibujos de las mismas, además de una gran variedad de animales disecados e instrumentos científicos.

Respecto al IPN, fundado en 1927, la enseñanza de las ciencias naturales en sus inicios se concentró en tres secciones: biología dividida según el pensum de 1936 en tres cursos zoología, botánica y anatomía; química orgánica e inorgánica; y física teórica y experimental. En el caso de Escuela primaria Anexa IPN, donde las futuras maestras realizan sus prácticas pedagógicas, la enseñanza de la ciencia aún estaba enfocada en la historia natural como estudio de los reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral; pero además retomó elementos sobre lo vivo (de la biología) que como se sustenta en el pensum:

El valor instructivo de la asignatura no debe buscarse tanto en una descripción minuciosa, sino en las observaciones de los fenómenos de la vida y en la conexión de dichos fenómenos con el organismo de las plantas, del animal, así como los seres inertes de la tierra (Ministerio de Educación Nacional, 1932, p.134).

Olinguito exhibido. Detalle de la fotografía del Museo de biología IPN. Década de los años 30
Olinguito exhibido. Detalle de la fotografía del Museo de biología IPN. Década de los años 30

Además de las asignaturas de historia natural con elementos teóricos de la biología, el IPN fue dotado de materiales de enseñanza a partir de una serie de las donaciones que se realizaron al Instituto entre 1927 y 1936 por parte de instituciones nacionales e internacionales. Las colecciones del Museo de biología (denominado así por Radke, 1936) fueron enriquecidas, como se mencionó, por varias décadas con especies nacionales de animales disecados y con elaboraciones de las maestras en formación de herbarios e insectarios. Algunos de los ejemplares que se pudieron conservar del Museo de biología del IPN y material antiguo del laboratorio de física y química fueron donados por esta institución al Museo Pedagógico Colombiano-MPC lugar donde podrá conocer de cerca al Olinguito disecado y otros ejemplares que pertenecieron al Museo de biología IPN que ahora hacen parte de la colección enseñanza de la ciencia del MPC.

 

Referencias

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum-programa y reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana.

Thomas, S. (15 agosto 2013). Conozca al Olinguito, una nueva especie de mamífero. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/08/130814_ciencia_nuevo_mamifero_colombia_ecuador_olinguito_tsb

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935.Bogotá: editorial el gráfico

Pieza del mes de diciembre de 2018: Ábaco de Madera

Como pieza del mes de diciembre se ha seleccionado el ábaco de madera, instrumento utilizado en la enseñanza de la matemática en el siglo XIX y primera mitad del siglo XX.

La enseñanza de los rudimentos de aritmética fue uno de los elementos más importantes de la escuela pública en lo que actualmente es el territorio de Colombia dada su utilidad práctica, como se evidencia en el trabajo de Don Agustín Joseph Torres, primer maestro en el territorio de Colombia en escribir y publicar un texto didáctico: la Cartilla Lacónica de las quatro reglas de aritmética práctica que se fijó como propósito en 1797 que “la puerilidad tenga algunos principios de instrucción en beneficio del bien público” (Torres, 1797, p. 1), esto en relación con la escasa instrucción de la gran mayoría de la población en esta materia y las necesidades de vida cotidiana de la Santafé colonial con su naciente actividad mercantil en el que la aritmética tenía una función primordial en la resolución de problemas domésticos y comerciales.

Como lo señala Parra (2017), la escuela pública que en principio estuvo orientada por el desarrollo de los rudimentos de la triada “contar, leer y escribir” gradualmente dio paso a diferentes asignaturas o ramos de instrucción pública que se institucionalizan en el siglo XIX según los tres niveles de enseñanza de la época: elemental, medio y superior[1]. En el caso de la matemática aparecen, además de la aritmética, saberes como geometría, dibujo lineal y en el nivel superior elementos de algebra y teneduría de libros (inscripción de valores existentes en soportes). Sin embargo, la aritmética continuó siendo el énfasis en los tres niveles escolares con algunas variantes en su contenido.

Los utensilios para la enseñanza de la aritmética elemental en la escuela fueron variados y rudimentarios atendiendo a la antigua necesidad humana de representar con objetos reales cantidades para su cálculo, por lo que se ha hecho uso de piedras, semillas, ramas de los árboles e incluso los dedos de las manos, entre otros objetos para facilitar su aprendizaje. Con la expansión de la escuela y con ella la enseñanza de las matemáticas y sus distintos usos, se empezaron a utilizar diversos objetos con intencionalidades específicas.

Uno de los implementos más difundidos en la escuela fue el ábaco (marco de madera con barras paralelas por las que se desplazan esferas de colores) empleado para enseñar operaciones aritméticas simples e identificar valor posicional (unidades, decenas, centena). Este instrumento fue empleado por comerciantes, según se tiene registro, desde la antigua China, aunque se encuentran versiones de su presencia en otras culturas como la griega y egipcia.

El ábaco europeo, de donde procede el modelo actual, se basa en el modelo de las mesas de ábaco chinas que posteriormente se simplificaron con los bastidores de madera. El uso del ábaco se empezó a sustituir a partir del siglo XV para darle prioridad al cálculo de cifras, como puede apreciarse en el grabado de la enciclopedia Margarita Philosophica de Gregor Reisch (MVHE, 2010) donde se enfrentan en una competencia matemática Pitágoras (con expresión victoriosa) usando el ábaco (derecha) y Boecio empleando la numeración india (izquierda); sobre ellos una alegoría de la Aritmética como una mujer sosteniendo dos libros.

Tomado de: https://ciencia-arte.blogspot.com/2011/05
Tomado de: https://ciencia-arte.blogspot.com/2011/05

Si bien el cálculo de cifras predominó sobre el uso de los instrumentos, el ábaco se introdujo en la escuela como instrumento para la enseñanza intuitiva de las matemáticas según seguidores del método Pestalozzi como el español Mariano Vallejo (1779-1846) que recomienda en una de sus obras “empezar el estudio de la numeración auxiliándose de un tablero contador con filas móviles” (MVHE, 2010, p.4). En Colombia el ábaco es utilizado hasta nuestros días en la educación infantil para la enseñanza de las matemáticas.  

Los visitantes al Museo Pedagógico pueden observar en la colección objetos de enseñanza, además del ábaco (el cual no tiene una fecha exacta de elaboración dado su origen artesanal) otros implementos de enseñanza de la matemática como estuche de compases, reglas básicas y de cálculo, provienen de donaciones particulares e institucionales procedentes de diferentes nacionalidades y épocas.

Referencias

Museo Virtual de la historia de la Educación. Los ábacos escolares (1820-1860). Recuperado de:  https://www.um.es/muvhe/imagenes_categorias/3431_phpTqYDK8.pdf

Parra, G. (2017). Matemáticas como saber escolar en Colombia (1845–1906): gobierno, razón y utilidad. Pedagogía y Saberes, (47), 95.106. Recuperado de:  https://doi.org/10.17227/01212494.47pys95.106

 

 

 

 

 

 

Pieza del mes de noviembre de 2018: Pizarra de Piedra

Como pieza del mes de noviembre se ha seleccionado la pizarra de piedra del estudiante modelo de la década de los años veinte. Instrumento utilizado en la enseñanza  de la escritura en el siglo XIX y primera mitad del siglo XX.

La escritura es un proceso básico e imprescindible en la formación académica de cualquier ciudadano pese a los índices de analfabetismo que aún persisten en pleno siglo XXI. Al respecto es importante señalar que por varios siglos la escritura estuvo altamente restringida a gran parte de la sociedad, como en el periodo colonial donde incluso tuvo presencia un funcionario específico para desarrollar esta labor conocido como escriba o escribano, que se formaba a través de manuales sobre caligrafía o arte de escribir procedentes de España, personaje que tenía como función la redacción de documentos oficiales.

Aparte del escribano otros grupos empezaron a tener acceso a la escritura como los pertenecientes a familias pudientes quienes “iban a la escuela y debían aprender a leer y escribir en latín, para poder entrar a las escuelas que formaban sacerdotes y abogados y leer los textos escritos en ese idioma” (Lozano, 2010, p. 38), como los Colegios Mayores del Rosario y San Bartolomé. En el caso de las denominadas escuelas pías regentadas por comunidades religiosas, que no constituían escuelas en estricto sentido, se conformaban de agrupaciones de niños de diferentes edades algunas de los cuales accedían a la práctica de los rudimentos de lectura con el fin de que pudieran acercarse a los textos de la doctrina cristiana.

Con la paulatina descentralización de la educación dominada por la iglesia católica y una mayor presencia del Estado en el siglo XVIII, el surgimiento de la escuela pública y el maestro público que la regentaba, la escritura se empieza constituir como un saber escolar al alcance de un mayor número de personas como consta en los planes de estudio que menciona Lozano (2010) en los que se hacía alusión a textos específicos como el Arte de escribir. D Estevan Ximenez (1796), las Muestras de escritura para las escuelas primarias de la Nueva Granada (1859), El método en la enseñanza de la caligrafía de Cristina Sagest (1879), entre otros. También se mencionaba material para la enseñanza de la escritura como muestras de escritura, y en algunos casos elementos rudimentarios como trozos de carbón y hojas de papel cosido.

Entrada la segunda mitad del siglo XIX con la expansión de la escuela pública y con esta el acceso a la escritura se empiezan a difundir materiales especializados para este ramo de instrucción como plumas, engobes, tinteros y porta tintero; elementos básicos de los escolares de la época. Otros implementos de escritura empleados en la escuela fueron las pizarras en piedra y los pizarrines para escribir en esta. La pizarra de piedra que recibe su nombre por el material con la que se elaboraba, según registros fue utiliza en las escuelas de enseñanza mutua del siglo XIX replicando el modelo de escuelas europeas como se evidencia en un grabado de una escuela mutua de Francia.

Tomado de: Asanzi, A. (2006) La diffusione delle scuole di mutuo insegnamento nello Stato Pontificio (1819-1830).  Pisa: Editoriali e Poligrafici.

 El uso de la pizarra de piedra del estudiante fue criticado en Latinoamérica iniciando el siglo XX debido las reformas de higiene y limitaciones didácticas pues “la escritura sobre la pizarra es tan efímera como la oralidad. Una vez que es completado su espacio hay que proceder a borrarlo por lo que no es posible realizar relecturas o reflexiones sobre lo escrito” (Linares, 2007, p.25), esto explica el uso efectivo de la memoria en este tipo de escuela denominada tradicional. Pese a las críticas al uso la pizarra de piedra, esta fue utilizada hasta mediados del siglo XX en Colombia sobre todo en las escuelas rurales, debido a los altos costos de la producción del papel de los cuadernos escolares, situación que incluso condujo a la elaboración de pizarras acrílicas.

Tomado de: http://www.idep.edu.co/wp_centrovirtual/?page_id=837

Los visitantes al Museo Pedagógico pueden observar en la colección enseñanza de la escritura las pizarras y pizarrines además de otros objetos de escritura provenientes de diferente nacionalidad (España, Francia y Colombia) como plumas antiguas, plumas estilográficas, engobes, tintas, porta tintero, pizarra acrílica, cuaderno escolar, sellos de letras entre otros objetos que dan cuenta de los cambios de la escritura como saber escolar.

 

 

Pieza del mes de septiembre de 2018: Material de Enseñanza Espasa-Calpe: Serie Historia Natural Aplicada

 

Como pieza del mes de septiembre se ha seleccionado el material para la enseñanza de la historia natural producido por la editorial y productora de material didáctico Espasa-Calpe de nacionalidad española. 

Historia Natural aplicada: producción del tabaco. Espasa-Escalpe. Madrid
Historia natural aplicada: aceites. Espasa- Calpe. Madrid
Historia Natural aplicada: Alcornoque y la encina. Espasa-Escalpe. Madrid
Historia Natural aplicada: Minerales de construcción. Espasa-Escalpe. Madrid

Espasa fue una editorial española fundada en 1860 por José Espasa Anguera, que en 1925 se une con la editorial Calpe, fundada en 1918 por Nicolás María de Urgoiti. La empresa surgida de la fusión, denominada Espasa-Calpe con sede en Madrid, constituyó en su momento una de las empresas editoriales más importantes de la época publicando textos de literatura, filosofía derecho, entre otros temas. También produjeron publicaciones utilizadas en el ámbito escolar como libros de textos escolares, la reconocida enciclopedia Diccionario Espasa-Calpe y una serie catálogos de material didáctico (geografía, historia natural y matemáticas). La editorial empezó a producir en la década de los años 30 objetos para enseñanza de diferentes saberes escolares (conoció actualmente como material didáctico) como parte de un contrato con las escuelas españolas para el suministro de papelería y material de enseñanza.

Los ejemplares del material de enseñanza de la historia natural hacen parte de la colección objetos de enseñanza serie ciencias naturales del Museo Pedagógico Colombiano, gran parte de esta colección fue entregada por el Instituto Pedagógico Nacional recientemente. El material de enseñanza Espasa Calpe hizo parte de una serie de las donaciones que se realizaron al Instituto entre 1927 y 1936 por parte de instituciones nacionales e internacionales como “los Ministerios de Educación y de Gobierno; la Academia de Historia; la contraloría General; los señores Ministros de: Alemania, España, Gran Bretaña y Francia” (Radke, 1936, p. 46).

Este material fue empleado en las clases de ciencias naturales del Instituto en la década de los años 30, siendo en las décadas siguientes objetos de exhibición del laboratorio poco utilizados como apoyo didáctico de las clases. La enseñanza de las ciencias naturales en los inicios del IPN como institución formadora de Institutoras se concentró en tres secciones: biología dividida según el pensum de 1936 en tres cursos zoología, botánica y anatomía; química orgánica e inorgánica; y física teórica y experimental.

En el caso de Escuela primaria Anexa IPN, donde las futuras maestras realizan sus prácticas pedagógicas, la enseñanza de la ciencia aún estaban enfocada en la historia natural como estudio de los reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral que como se sustenta en el pensum:

“El valor instructivo de la asignatura no debe buscarse tanto en una descripción minuciosa, sino en las observaciones de los fenómenos de la vida y en la conexión de dichos fenómenos con el organismo de las plantas, del animal, así como los seres inertes de la tierra” (Ministerio de Educación Nacional, 1932, p.134).

No se ha encontrado registro con el que se pueda establecer exactamente que grados académicos (cursos) hacían uso del material, pero se presume que dicho material hacia parte de una de las colecciones del Museo de ciencias del IPN creado en la década de los años treinta a partir de diferentes donaciones, entre ellas de la segunda misión alemana, espacio en el que participaban los diferentes niveles escolares: Kindergarten, escuelas primarias anexas e institutoras.

Museo de ciencias. Instituto Pedagógico Nacional. 1930

Los invitamos a conocer   la colección completa del material de enseñanza de las ciencias se encuentra exhibido en las instalaciones del  Museo Pedagógico Colombiano UPN.  

Referencias

Catálogo Material de enseñanza 1934. recuperado de: http://www.um.es/muvhe/ficha-catalogo/espasa-calpe-1934-10464/

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935.Bogotá: editorial el gráfico.

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum-programa y reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana.