Estimados/as visitantes y lectores, compartimos el siguiente artículo que trata la indagación histórica acerca de la práctica pedagógica en Colombia como un trabajo metodológico y conceptual que ha posibilitado el develamiento del maestro como sujeto de saber pedagógico y la postulación de la enseñanza como un objeto y una práctica de saber, con lo cual se supera su mirada instrumentalista. Este artículo de investigación pretende mostrar el contexto a través del cual surge la noción práctica pedagógica, al interior del Grupo Historia de la Práctica Pedagógica (GHPP), no como una experiencia académica acabada, sino como una experiencia de investigación en el campo de la pedagogía en Colombia.
Estimados/as colegas y visitantes, compartimos la celebración del 30 Aniversario del Centro de Investigación MANES, fundado por iniciativa del profesor Federico Gómez Rodríguez de Castro, siguiendo el modelo establecido por el profesor Alain Choppin, creador del proyecto ENMANUELLE en el Institut National de Recherche Pédagogique (INRP) en Francia. En el año 1992 se firmó el convenio de colaboración entre la UNED y el INRP, y ese año constituyó, la fecha oficial de nacimiento de MANES.
Para iniciar la celebración del 30 aniversario, se editó un calendario del año 2022, que ha sido elaborado por la Biblioteca Central de la UNED el cual fue ilustrado con portadas de libros escolares del Fondo MANES que se conservan en dicha Biblioteca. Con este calendario ilustrado se ha querido conmemorar también el 50 aniversario de la fundación de la UNED, que se cumple este mismo año.
Estimados/as colegas y visitantes, compartimos la información sobre la exposición: «Revivir la Escuela», inaugurada por motivo de la celebración del 30 Aniversario del Centro de Investigación MANES, en la cual se incluyen materiales del Fondo Histórico Documental tales como cuadernos escolares, trabajos de alumnos, programaciones de clase, láminas murales, documentos personales de maestros y maestras, etc. La exposición estará abierta al público del 28 de abril al 20 de mayo en la Facultad de Educación de la UNED (c/Juan del Rosal, 14, 28040 – Madrid).
El Fondo Documental de MANES está disponible para su consulta en el Archivo General de la UNED, que desde ahora se encargará de su custodia, catalogación y conservación.
Para consultar información detallada sobre la exposición dar click en el siguiente enlace: Exposición Revivir la Escuela.
Estimados/as colegas, lectores y visitantes, compartimos la información sobre el lanzamiento de la «Campaña de Donación de Objetos y Documentos – Tus recuerdos escolares en el Museo«, la cual se realizará con el objetivo de ampliar la colección de materiales, objetos y fondos documentales, y asimismo consolidar la memoria material del Museo Pedagógico Colombiano, la cual tendrá una duración de tiempo entre el 2 de mayo y el 10 de Junio de 2022.
Se recibirán: Manuales Escolares, Textos, Libros; Implementos antiguos de uso en la Enseñanza y Vida Escolar; Cuadernos; Material Científico; Juguetes; Material Didáctico; Fotografías antiguas; Documentos y Elementos relacionados con la Memoria e Historia del antiguo Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas y la Universidad Pedagógica Nacional, los cuales abarcaran un marco de tiempo a partir del siglo XIX y hasta 1965.
La recepción de los elementos se hará entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m., en las instalaciones del Museo Pedagógico Colombiano, ubicado en Calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) Centro Cultural ‘Paulo Freire’.
Estimados/as colegas y visitantes, compartimos la programación académica y cultural del Año María Montessori UPN – En conmemoración a los 70 años de su fallecimiento.
DOSSIER -Anarquismo internacional: Educación, cultura y luchas sociales-
«Una de las utopías políticas más interesantes y recurrentes, por no decir permanentes, en el mundo moderno, es el anarquismo, que es una filosofía política, social y económica, pero también una teoría y una práctica educativa y una praxis artística. Es un ideal que marca el progreso humano porque se basa en valores como la crítica de todo abuso de poder y manipulación política, la libertad de las personas, y de los colectivos, y el respeto de los derechos humanos.
En todo los países que ha pasado por las revoluciones industriales y tecnológicas ha habido muestras de teoría y praxis anarquistas. En este sentido el anarquismo, a pesar de verse condicionado por las grandes áreas culturales del mundo, constituye una visión del mundo caracterizada por continuos “naturalizaciones” de ideas y de prácticas de un lugar a otro. La fortuna mundial de las ideas de Ferrer i Guàrdia y la Escuela Moderna sería un buen ejemplo de ello.
Por ser una realidad viva, el anarquismo también es una ideología o forma de pensar en permanente evolución. La experiencia histórica enseña mucho y la capacidad de autocrítica ayuda a ello.
En todos los terrenos antes mencionados- político, social y económico, educativo, cultural y artístico- el anarquismo actual se sirve de la experiencia histórica para lograr sus objetivos emancipadores, que hoy en día pasan por la crítica del imperialismo neocolonial, contra el racismo, contra la sociedad patriarcal, la defensa de la autodeterminación de los pueblos oprimidos, entre otros.
¿De qué formas esta «utopía» ha incidido en la educación, la cultura y las luchas sociales en todo el mundo de la primera revolución industrial y hasta el siglo XXI?
Es un tema a debatir y al que invitamos investigadoras (es) interesadas (os)«.
Organizadores: Pere Solà Gussinyer (Universidad Autónoma de Barcelona), Doris Accioly e Silva (Universidad de São Paulo), Luciana Eliza dos Santos (Universidad de São Paulo).
Estimados/as colegas y visitantes, el Museo Pedagógico Colombiano tiene el gusto de invitarlos a participar en el panel: ¿para qué sirve un Museo Pedagógico, hoy?, que se trasmitirá de forma virtual desde el canal de YouTube del Museo Pedagógico Colombiano.
Organizadores:
Museo Pedagógico Colombiano
Red Latinoamérica de Estudios en Historia de la Cultura Material Escolar/Rede Latino-Americana de Estudos em História da Cultura Material Escolar
Panelistas:
Alejandro Álvarez Gallego Museo Pedagógico Colombiano Universidad Pedagógica Nacional
Carmen Sanchidrián Blanco Universidad de Málaga Museo Andaluz de la Educación
Moderador:
Alexander Aldana Bautista Licenciatura Ciencias sociales Universidad Pedagógica Nacional
Hora Colombia: 9:00 a.m. / Hora España: 4:00 p.m. / Hora Argentina: 11:00 a.m. / Hora Chile: 10:00 a.m. / Hora Brasil: 11:00 a.m. / Hora Paraguay: 10:00 a.m.
Estimados/as visitantes y lectores, compartimos el libro «Prensa pedagógica y patrimonio histórico educativo: contribuciones desde la Europa Mediterránea e Iberoamericana«, el libro es una iniciativa del grupo de investigación de la Universidad de Salamanca: «HelmanticaPaideia. Memoria y proyecto de la educación», que desarrolla una línea específica dedicada al estudio histórico de la prensa pedagógica.
«La prensa pedagógica (publicaciones periódicas de perfil educativo específico) representa un capítulo especial y representativo, muy señalado, con profunda y reconocida identidad, que adoptando el formato general de una publicación periódica se proyecta en la información y análisis de contenido educativo y pedagógico. La historia de la educación se ve enriquecida con la aportación de estos trabajos originales sobre la prensa pedagógica que se publicó en su día en distintos países de la Europa mediterránea (Portugal, Italia, España), pero también de otros de América Latina, principalmente Brasil. Los modelos de organización del sistema educativo y de sus pautas de investigación para la historia de la educación guardan muchos elementos comunes, aunque conservando identidad y matices, y ello nos lleva a proponer conclusiones de interés compartido» Tomado de la Introducción del libro.
Antes de comenzar, te invitamos a escuchar nuestro Pódcast sobre el Catecismo Republicano para Instrucción Popular, realizado por estudiantes de Práctica del Museo Pedagógico Colombiano del programa en Pedagogía 2021-2 de la Universidad Pedagógica Nacional:
Como pieza del mes, hemos elegido el “Catecismo Republicano para instrucción popular” redactado por Cerbeleón Pinzón en 1865, que hace parte de la colección de Manuales de Disciplinas Escolares en la sección de catecismos religiosos, políticos y laicos que pertenecen al Fondo Documental Bibliográfico del Museo Pedagógico Colombiano, el cual fue destinado especialmente para las escuelas de los cuerpos de la guardia colombiana, creadas por el Decreto del 1.º de septiembre de 1864, promulgado por el entonces presidente de los Estados Unidos de Colombia (1863–1886), Manuel Murillo Toro.
Para esta oportunidad, es importante precisar que cuando hablamos de catecismos, nos referimos a textos que contienen la exposición breve de alguna doctrina, ciencia o arte, temáticas que se formulaban con base en el método catequístico, que fue utilizado como una técnica de instrucción popular, sencilla y práctica, en otros términos un instrumento didáctico, educativo y pedagógico, para transmitir enseñanza a los alumnos y fijar en su memoria diferentes conceptos concretos, que consistía en la organización de temas, capítulos y fragmentos en forma de preguntas, con sus respectivas respuestas. En particular culturalmente estamos más familiarizados y reconocemos en los catecismos, una herramienta básica para el adoctrinamiento en el cristianismo, puesto que en un inicio su énfasis era religioso. De este modo, los primeros catecismos aparecen por primera vez en el siglo VIII en forma de ‘’compendios históricos’’ que incluían la concepción cristiana de la creación del mundo y la explicación de las oraciones más populares como el padre nuestro y el credo.
Posteriormente, entre 1750 y 1850 al plantearse nuevas necesidades dentro de la sociedad en la búsqueda de aspiraciones de igualdad y fraternidad en todos los pueblos del mundo, se utilizó el método catequístico para enseñar nuevas doctrinas políticas a los sectores populares y alcanzar los propósitos ya enunciados, siendo este el contexto en el que nuestro Catecismo toma relevancia, pues el tipo de obra que representa nuestra pieza del mes se interesó en manifestar las bases de la Independencia y las nuevas formas de gobierno, y en general sus páginas presentaban un método orientado a la formación política y constitucional de los militares de la época, que se enfocó en la divulgación y enseñanza de los ideales, planteamientos y las bases ideológicas –tan necesarias– para la formación y consolidación colectiva de la nación colombiana, República que estaba naciendo en nuestro territorio después de los movimientos y guerras de independencia.
Por lo tanto, ya expuestas las diferencias principales entre los tipos de catecismos más importantes que han hecho parte activa de nuestra memoria e historia, podemos afirmar que en los contenidos del Catecismo Republicano se ubica de manera clara una concepción política, que, en función de su método de escritura, educaba la consciencia en los aspectos más importantes del conocimiento de la patria, procurando difundir en mayor medida ideas sobre libertad, democracia, y justicia social con el fin de promocionar y formar la ciudadanía colombiana a través del método más usado por las religiones cristianas y dentro de sí, para la construcción política del pueblo con el objetivo de alcanzar los planteamientos de la modernidad.
Así, los objetivos principales de este Catecismo que se circunscribió a la pedagogía constitucional del gobierno del liberalismo radical (1863–1885), fueron popularizar ‘sin exageración’: los principios fundamentales y el rumbo de la organización política conforme con la adopción del republicanismo, las condiciones favorables del país, y los hechos más notables de la historia patria hasta la época. De esta manera, el autor daba inicio con una reseña histórica acerca del descubrimiento y la colonización de América, y sobre la fundación del Estado en el tiempo del régimen colonial; progresivamente y de forma cronológica, presentaba diferentes momentos políticos del país, los cuales daban una breve idea de la organización política a los ciudadanos que se constituirían con la lectura del texto. Asimismo, se discutía el papel de los derechos individuales entendiendo que estos nacen en las necesidades de los habitantes, exigiendo su reivindicación y garantía en aras del cumplimiento constitucional del estado para con los mismos.
El Catecismo Republicano, en principio nació para el uso en las escuelas de la guardia militar colombiana con el objetivo de inspirar el ardor guerrero del soldado de Esparta, es decir el amor a la bandera de la nación desde sentimientos de dignidad, honor y respeto al poder civil; sin embargo, luego se extendió su uso para todas las escuelas públicas y privadas, y en general para la instrucción popular. Además, se redactó para poner al alcance del pueblo, los aspectos concernientes a las ventajas del Sistema Republicano bajo el que todos los seres humanos habían nacido; así, se contextualizaba (de forma conveniente para el mismo objeto que perseguía la obra) el país, según su ubicación geográfica, la diversidad de los elementos humanos y la riqueza de los recursos naturales del territorio; y de acuerdo con el autor:
“al alto destino que le reserva la Providencia en el mundo” (Pinzón, 1864, p. 5).
Para finalizar el Catecismo, su autor concluía con un capítulo sobre el patriotismo en donde exponía la importancia del establecimiento de las instituciones públicas que eran parte de la Patria y, que, sin estas y sin un gobierno regular no podía concebirse como tal, ya que la carencia de este tipo de instituciones eran el claro reflejo de las condiciones de sometimiento, dominio y opresión, por parte de las clases altas hacia los habitantes en general, en este sentido, las instituciones públicas en su quehacer y compromiso, debían garantizar la dignidad y los derechos del hombre ciudadano, quien a partir de la constitución de la República, se consideraba como la figura y elemento principal de la patria.
Entre otros aspectos, en los contenidos y capítulos del Catecismo, se encuentran temas tales como la división del territorio, de la república y de su población, es decir los departamentos, provincias, estructuras y, la organización política del estado en senadores y representantes. Igualmente debemos destacar que el instrumento de enseñanza que reemplazó a la religión, y que articuló las temáticas del Catecismo en cuestión, fue su centralidad en la historia y desde la historia patria, como nueva fuente de veracidad para aprender y conformar las nuevas consciencias en materia de política, libertad, dignidad y reconocimiento del sistema republicano.
En consecuencia, el Catecismo buscaba promover los principios de la Constitución de 1863, y defender entre otras cosas: al Federalismo como sistema político que pretendía la paz y el orden del territorio; la conformación de la República como ámbito para ejercer libertades políticas y cumplir responsabilidades cívicas; y la paz pública como la única vía segura para, la conservación y correcto funcionamiento de las instituciones, el progreso nacional y la civilización desde la consciencia. Por consiguiente, el texto, creado como un catecismo cívico para la formación del buen ciudadano, deseaba sembrar entre las juventudes colombianas los valores propios de una sociedad republicana y patriótica donde las relaciones civiles de las personas fueran reguladas, inculcando sobre la importancia de cumplir las leyes y acatar la Constitución, exaltando la paz como el camino para el mejoramiento general de la sociedad.
Nacido en el municipio de Vélez, departamento de Santander, Cerbeleón Pinzón (1813–1870) el autor de nuestra pieza del mes fue un destacado abogado, docente de Derecho Constitucional, catedrático de Economía Política, Ciencia Constitucional y Derecho Público, que también desempeñó algunos cargos en la Administración Pública, y en el Poder Ejecutivo Nacional, entre estos en el Ministerio de Gobierno, en el de Guerra, y como canciller en el Ministerio de Relaciones Exteriores en tres períodos: 1854, 1864 y 1866.
Diversos escritos y descripciones de la época lo señalan como un “Hombre de ideas amplias y razonamientos sólidos”, que ganó el reconocimiento y simpatía de la población, por su actitud conciliadora, su transparencia, integridad, caballerosidad y un temperamento modesto, calmo y moderado, entre otras facultades morales. Destacando muy joven por su destreza como orador, lo que incuestionablemente le capacitó para levantar su voz en los espacios públicos dentro de una sociedad en la que ‘la palabra dicha’ se consideraba una habilidad para la vida pública en cualquiera de sus campos, y una aptitud indispensable para hacer parte activa de los círculos letrados y académicos.
Fruto de estas mismas cualidades cívicas, políticas y morales, y a la reputación que fue ganando como profesor y abogado, en 1863 el presidente Manuel Murillo Toro le encargó escribir el Catecismo Republicano, puesto que se le reconocía como un ciudadano con la formación suficiente para:
«[…] vulgarizar (difundir) lo más posible los principios de las ciencias morales y políticas, a fin de formar un pueblo republicano» (Cardona, 2015, p. 38).
Un ‘Hombre Republicano’ que dispuso sus estudios, conocimientos, aptitudes, ideas, visión de la patria y atributos morales para la redacción de diversos textos, que sirvieran a la Colombia de la época mediante la formación de:
«[…] un pueblo que tuviese conciencia clara del derecho y del deber, y se hubiera familiarizado con ideas verdaderamente científicas» (Cardona, 2015, p. 38).
Gracias a esta obra, Pinzón es considerado uno de los principales publicistas y difusores de los principios republicanos y cívicos en Colombia en el siglo XIX, y como el Catecismo se destinó a los organismos de la guardia colombiana –un grupo de la población considerado menos hábil para la lectura y la escritura–, este se caracterizó por un lenguaje sencillo y claro, estrategia que facilitó su apropiación, pues sus contenidos circularon a través de la lectura individual, la lectura colectiva y la memorización de cada uno de los principios ‘adoctrinadores’ que conformaban sus páginas.
En efecto, se trataba de un texto básico, con nombres y fechas que reverenciaban los sucesos más memorables representativos de la grandeza y la historia de la patria, y desde la ‘iluminación’ de un sentimiento nacionalista inculcaba en sus lectores el arraigo y amor absoluto por el territorio en el que vivían, el deseo ferviente de defender su libertad y soberanía; y teniendo en cuenta que se destinó para los miembros de la guardia militar colombiana, el Catecismo, inspiraba la idea que el sacrificio de la vida era un tributo que merecía la defensa de la República.
Ahora bien, intentaremos situarnos desde la primera infancia en perspectiva de lo que cita el Catecismo, ya que, en este, se contempla al niño de acuerdo con una ‘educación’ en la que se le debería imprimir el espíritu de honor, de vergüenza y rectitud, pues así, el infante entendería que era capaz de ser digno y alcanzar a otras clases eliminando el señalamiento de deshonra, incapacidad e ignorancia, porque como lo exponía su autor:
’el rigor mas le exaspera que le corrije’’ (Pinzón, 1864. p. 8).
Por otra parte, en referencia a la labor del profesor (‘director’ en el lenguaje del texto), él debía distinguir a los alumnos que más sobresalían para esmerarse con ellos, obsequiando libros y proponiéndolos a los demás como espíritu al esmero. Además, dentro del espacio escolar y cuando hubiera distractores también estaba en el deber componer el semblante alzando la voz sin usar palabras denigrantes hacia los niños, evitando acciones que vulneraran sus derechos, en caso de que eso sucediera se debía corregir la situación manifestando a la luz de Pinzón:
‘’que este es un abuso indigno de la buena educación’’ (Pinzón, 1864. P. 9).
Otra de las responsabilidades en la labor docente, era la de recibir y despedir al infante desde la empatía con un semblante y expresiones de amor y cariño, de esta forma, el niño entendería que no es un individuo más o un sujeto inexistente y se sentiría como otro hijo más en su escuela. Para finalizar, concerniente al aseo y al orden en el contexto escolar, el Catecismo, en relación con el niño exponía que:
“En el local de la escuela todo debe respirar aseo i buen órden, porque es una parte principal de la educación de los niños el enseñarles la propiedad en todas las cosas, para formales el buen gusto i acostumbrarles a la decencia. Dios es órden: i el hombre en sociedad debe imitarle en lo moral i en lo físico: i así el director de una escuela enseñará a sus niños, no solo aquellas máximas que se dirigen a las buenas acciones, sino también aquellas que tienen por objeto el aseo, la limpieza, la proporción i el buen gusto” (Pinzón, 1864. P. 9).
Respecto al método pregunta/respuesta –ya mencionado anteriormente– usado para esta clase de textos, al momento de presentar la historia del descubrimiento y colonización de América, destacaba el papel de Cristóbal Colón, planteando preguntas y sus respectivas respuestas, por ejemplo:
“P. ¿A quién pertenece la gloria del descubrimiento de la América? R. El descubrimiento de la América estaba en el orden de los tiempos, tendiendo eficazmente a preparar ese acontecimiento el uso de la brújula, los adelantos hechos por los portugueses en la navegacion, i el deseo que se despertó de encontrar un paso por mar a las Indias occidentales, cuyas riquezas conocía i ambicionaba Europa. Cristóval Colon, natural de Jénova i navegante célebre, formado en la escuela de los portugueses, se empeñó en buscar el paso tan deseado hacia la India, navegando al poniente, e inesperadamente encontró la América, la que no tuvo por un nuevo continente, habiendo sostenido siempre que era una porción de las vastas rejiones del Asia, comprendidas entonces bajo el nombre general de India. En virtud de esto se le dio a las rejiones descubiertas el nombre de Indias, i a los habitantes el de indios. Sinembargo, sea como fuere, la gloria del descubrimiento de la América pertenece a Colon, por la intrepidez i la constancia heróicas con que se empeñó en llevar a cabo el proyecto que al fin dió por resultado el hallazgo de este nuevo continente” (Pinzón, 1864. p. 13).
‘’P. ¿Cuál de los gobernantes en tiempo de la colonia merece un recuerdo especial? R. El virei, mariscal de campo, don Sebastian de Eslaba, por el valor i pericia con que en 1741 hizo la defensa de Cartajena, atacada por los ingleses, i el virei don José de Espeleta, que fundó el periodismo, inició la educación primaria i se dedicó hacer caminos’’ (Pinzón, 1864. p. 14).
También enunciaba un capítulo sobre el contexto histórico de la denominada ‘Antigua República de Colombia’, donde el autor, recordaba cuando fue creada la misma y las regiones que conformó dicho territorio; y reconocía a los primeros ciudadanos que fueron presidentes en aquel momento: el General Simón Bolívar, militar y político venezolano al que se le atribuye ser fundador de la Gran Colombia; y después el distinguido orador y escritor público Joaquín Mosquera, quien perteneció a diversas corporaciones científicas y literarias, siendo un entusiasta de la instrucción popular. También nombraba a los vicepresidentes del mismo periodo: Francisco Antonio Zea, científico y diplomático influyente en la Independencia; Antonio Nariño, precursor del pensamiento de ideas, que destacó por realizar la primera traducción y publicación de los Derechos del Hombre, que precedió al movimiento de Independencia; Francisco de Paula Santander, militar y político colombiano, célebre por su participación en el proceso de independencia luchando junto a Bolívar; y, por último, Domingo Caicedo y Sanz, militar y político colombiano, también reconocido por participar en la guerra de independencia.
Como ya lo hemos mencionado, la obra se inspiró en el reconocimiento de la Patria, por lo que es necesario plantear, que se entendía como patria en el contexto de mediados del siglo XIX, según los siguientes referentes: el “Compendio de la Historia de la Nueva Granada” escrito por José Antonio Plaza en 1850, el “Catecismo Republicano” del ya referenciado Cerbeleón Pinzón de 1865; y los libros: “Historia de Colombia contada a los Niños” escrito por José Joaquín Borda en 1870; y el “Compendio de la Historia Patria” escrito por José María Quijano Otero en 1883. En este orden de ideas, la Patria se reconocía como un pueblo libre y soberano distinto de otros, en el cual había que luchar no solo desde una concepción militarizada, sino asumiendo como habitantes los deberes que la existencia en sí ya requería para dar el compromiso de un ‘’todo’’ por la nación. En este sentido ubicamos la noción de patria, desde una perspectiva histórica, como:
“el resultado de la conciencia histórica colectiva que se entiende como única, distinta y en pie de defensa permanente contra los agresores (externos) que pueden mancillar su pasado y poner en riesgo su porvenir” (Cardona, 2015, p. 27).
“La historia patria no es un discurso en abstracto, ni una desviación del saber histórico; es una manera particular de narrar el pasado del país concordante con el ideal de convertir a cada ciudadano en defensor de los valores y principios políticos que sustentan la república”. (Cardona, 2015, p. 30).
Por este motivo, la historia patria, se diferencia de la historia nacional, ya que esta última, se encamina al análisis y reflexión consciente de la realidad que nos apremia, ofreciendo una visión crítica de los hechos que tienen por objetivo narrar procesos históricos desde una función formativa en términos de reconocimiento y respeto por las diferencias culturales y políticas. En contraposición, la historia patria se presenta como un saber ‘estipulado y acordado’ que se repite sin variación, constituyendo un enfoque del ‘conocimiento propio’ en el que poco lugar tienen las voces disidentes, ‘los otros’ y las culturas en disputa. Y en vista de que las tensiones político-ideológicas para la definición del ‘modelo más apropiado de país’, tenían en vilo la institucionalidad y las propias dinámicas sociales durante el siglo XIX, los sucesos y personajes en función del ‘deber ser’ de los términos de la historia patria, se presentaban y estudiaban, en forma que no generaran divisiones, sino que se convirtieran colectivamente en puntos de encuentro e identificación cívica y moral para los ciudadanos del territorio.
Así, en el marco de la construcción de la República de Colombia y la formación de ciudadanía en el devenir de la instrucción pública durante el siglo XIX, resaltamos el legado histórico del Catecismo Republicano para la Instrucción Popular, y reconocemos en esta obra, una de las iniciativas políticas en favor de la libertad y la dignidad del pueblo colombiano, a la luz de los mecanismos utilizados para instruir desde la escuela y educar a los habitantes en general.
Para conocer y consultar el Catecismo Republicano, otros catecismos, textos, manuales escolares y de alfabetización y demás archivos pertenecientes al fondo documental; y también los objetos e implementos escolares de la historia y la práctica pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.
Palabras clave: Catecismo Republicano; Cerbeleón Pinzón; Catecismos Políticos; República; Proyecto de Nación; Formación de Ciudadanía; Historia Patria; Instrucción Política del Pueblo; Método Pregunta y Respuesta; Museo Pedagógico Colombiano.
Sotés Elizalde, M. (2009). Catecismos políticos e instrucción política y moral de los ciudadanos (siglos XVIII y XIX) en Francia y España. Educación XXI: Revista de la Facultad de Educación, 12, pp. 201-218. Recuperado de: https://revistas.uned.es/index.php/educacionXX1/article/view/293/249
Estimados/as visitantes y lectores, compartimos el libro «Múltiplos objetos e escritas na História da Educação. Nas pesquisas do GREPHES e do GEPHED – Vol.2» (Múltiples objetos y escritos en la Historia de la Educación. Las investigaciones del GREPHES y el GEPHED – Vol. 2), que consiste en una colección de textos resultado del trabajo realizado en el marco del Programa de Posgrado en Educación de la Universidad Federal de Sergipe, específicamente por el Grupo de Estudios e Investigaciones sobre Historia de la Educación Superior (GREPHES), y el Grupo de Investigación en Historia de la Educación: Memorias, sujetos, saberes y prácticas educativas (GEPHED).
Este volumen cuenta con textos relacionados a temáticas como: trayectorias, producciones y proyectos de intelectuales; patrimonio educativo y archivos; procesos y prácticas educativas; e historia y memoria de las instituciones educativas y de formación profesional.