Pieza del mes de noviembre de 2019: Herbario IPN

Como pieza del mes de noviembre hemos seleccionado el Herbario (Tomo III) que pertenece a la colección de implementos escolares de la enseñanza de la biología y las ciencias naturales del Museo Pedagógico Colombiano. Pieza de fabricación manual elaborada el 13 de mayo de 1973, por un grupo de estudiantes de los cursos de tercer grado del Instituto Pedagógico Nacional.

El interés y la difusión en Colombia por las ciencias naturales (saber escolar de aparición más reciente) estuvo marcada por tres acontecimientos: la Real Expedición Botánica liderada por José Celestino Mutis y desarrollada en el Nuevo Reino de Granada entre 1783 y 1808; la Comisión Corográfica organizada por Agustín Codazzi entre 1850 y 1862 cuyo propósito fue hacer la descripción del territorio de la República de la Nueva Granada y elaborar mapas corográficos[1] de cada provincia, y que se convertiría en la base del desarrollo de lo que hoy es Colombia; y finalmente la creación de las primeras cátedras universitarias de historia natural con áreas de estudio como botánica, zoología, anatomía; anexas a las ya existentes de medicina.

La enseñanza de la historia natural, en Colombia predominó hasta mediados del S. XX, sin embargo existieron iniciativas de divulgación de la biología en el país –entendida como los fenómenos que conciernen a los seres vivos y sus procesos vitales– como algunas cátedras de Biología en la Universidad Republicana, en el Externado de Colombia y en la Universidad del Rosario, donde se discutía en torno a las teorías del origen de la vida y la teoría celular, que se reforzaban con la experimentación sobre la naturaleza de los seres vivos.

La historia natural como saber se extendió paulatinamente a finales de S. XIX, en instituciones de educación secundaria como el San Bartolomé y el Instituto de los Hermanos de la Salle, entre otras. Colegios que para inicios del S. XX empezaron a equipar sus instalaciones con ejemplares de plantas y dibujos botánicos, animales disecados, esqueletos, órganos animales y diferentes tipos de minerales conservados en los denominados Museos Escolares.

Sin embargo, las iniciativas para difundir la biología no recibieron acogida en los círculos científicos de las comunidades religiosas que administraban la mayoría de las instituciones educativas del S. XIX, debido al rechazo a las Teorías de la Evolución. Por este motivo, la biología tuvo más auge en los discursos médicos de las primeras décadas del S. XX con debates en torno a la raza y la preocupación por la higiene de la población, discursos que intervinieron directamente en la escuela con lemas divulgados por el Ministerio de Instrucción y Salubridad Públicas como por ejemplo: “higienizar antes que educar[2] y que se desarrollaban alternamente con la enseñanza de la historia natural incorporando algunos elementos de la biología y con los primeros títulos de Licenciatura en Biología expedidos en 1935 por la Universidad Nacional.

La enseñanza de la historia natural en el S. XX y el material para desarrollarla empezó a incluir algunas nociones de biología en secundaria y en las instituciones de formación de maestros como el caso del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas (IPN), que según el pensum de 1936, concentró la enseñanza de las ciencias naturales en tres secciones: biología dividida en cursos de zoología, botánica y anatomía; química orgánica e inorgánica; y física teórica y experimental.

En el caso de la Escuela Anexa del IPN, donde las futuras maestras realizaban sus prácticas pedagógicas, la enseñanza de esta ciencia aún se enfocaba en la historia natural como la disciplina científica que hace énfasis en la conservación de muestras y especímenes provenientes del mundo natural; pero incluyó elementos sobre lo vivo (de la biología) que como se sustenta en el pensum:

 “El valor instructivo de la asignatura no debe buscarse tanto en una descripción minuciosa, sino en las observaciones de los fenómenos de la vida y en la conexión de dichos fenómenos con el organismo de las plantas, del animal, así como los seres inertes de la tierra[3]

Además de las asignaturas de historia natural con elementos teóricos de la biología, el IPN fue dotado de materiales de enseñanza a partir de las donaciones que se realizaron entre 1927 y 1936 por instituciones nacionales e internacionales como “los Ministerios de Educación y de Gobierno; la Academia de Historia; la contraloría General; los señores Ministros de: Alemania, España, Gran Bretaña y Francia[4] y de manera más contundente por la segunda Misión Pedagógica Alemana que además de instrumentos musicales y de gimnasia donó el mobiliario y gran parte de las colecciones del Museo de Historia Natural que tenía sede en el IPN, como por ejemplo el material de enseñanza Espasa-Calpe: serie historia natural aplicada que también exhibimos en el Museo, estuches con esqueletos de diferentes especies animales, órganos de mamíferos conservados en formol, herbarios de plantas del mundo, reproducciones en escayola de partes del cuerpo humano y una colección de animales disecados.

Las colecciones del Museo de Historia Natural fueron enriquecidas por varias décadas con especies nacionales de animales disecados y con herbarios e insectarios hechos por las maestras en formación. Algunos ejemplares conservados del Museo de Historia Natural del IPN y materiales antiguos del laboratorio de física y química fueron donados al Museo Pedagógico Colombiano y como el Herbario que exhibimos ahora hacen parte de nuestra colección de objetos de enseñanza de las ciencias.

Los herbarios son colecciones de plantas secas que se conservan aplastadas entre hojas de papel. Cada planta incluye al menos su nombre científico y su nombre común; y son la herramienta más antigua del naturalista, en la antigüedad los griegos ya creaban herbarios para organizar sus estudios sobre las plantas. Actualmente, también se refieren a la institución que se encarga de conservar una colección de este tipo, colecciones que hacen referencia a la flora de una región, un país o un área geográfica determinada, y que además de ser fuente primaria de información biológica, son herramientas indispensables para el conocimiento del patrimonio natural y vegetal, y se constituyen como tesoros patrimoniales que se deben proteger.

Hacer un herbario es sencillo y puede ser emocionante, especialmente porque su creación implica la búsqueda y recolección de las plantas, y así mismo la exploración de un territorio y su entorno, actividades que permitían a los estudiantes conocer mejor el mundo de las plantas, entender las diferencias que hay entre cada especie y familiarizarse con la diversidad de formas, colores y texturas del mundo vegetal.

Para recolectar las plantas, hay que asegurarse, que no estén protegidas o en peligro de extinción, ya que su recolección puede estar prohibida por la ley. Una vez localizadas, se recogen con delicadeza y sin arrancarlas. A continuación, se colocan en una caja. Luego se procede a secar las plantas proceso que dura entre 10 y 15 días –secarlas adecuadamente permitirá su buena conservación–, posteriormente es necesario prensarlas con elementos que hagan la presión necesaria para que éstas eliminen agua, se conserven sin perder sus características principales y su aspecto sea lo más similar posible al que tenían en la naturaleza. Luego de la espera, se levantan con cuidado los materiales utilizados para el secado, se toma suavemente cada planta seca y se pegan sobre una página del herbario con un poco de pegamento o papel adhesivo; y para finalizar en la etiqueta de la parte inferior de la página anotamos cuidadosamente el nombre de la planta, la fecha de recolección, dónde se encontró, entre otros datos.

Por ejemplo las fichas de nuestro Herbario, contienen datos básicos como el Nombre Vernáculo o común; datos taxonómicos como el Phylum[5], la Clase, el Orden, y la Familia de la planta; datos del territorio explorado y el tiempo en que se hizo el ejercicio como la Localidad y la Fecha; y por último la persona o grupo Colector.

Detalle de la ficha de identificación de la planta de Pepino. Jiménez, S. (2017). Herbario del Instituto Pedagógico Nacional de 1973. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Respecto a sus características, reúne 95 especímenes de diferentes organismos de clima frío, clasificadas en tres grupos: Plantas Ornamentales, Plantas de Cultivo y Maleza, las cuales provienen de tres sitios distintos, pero de características ambientales semejantes como Bogotá, Fontibón y Sibaté; y su estado de conservación es bueno.

En general, los herbarios son elementos que tienen dos objetivos, desde una perspectiva académica promover la documentación, clasificación, identificación e investigación de la flora, los ecosistemas y ambientes naturales, de un territorio determinado y apoyar la educación dentro de áreas diversas como la taxonomía, botánica, anatomía, morfología vegetal, medicinal, entre otras; y desde una perspectiva humana contribuir a generar una mayor conciencia y valoración de los recursos naturales como una fuente de riqueza en nuestro territorio.

Como material de apoyo para la enseñanza de las ciencias naturales y la compresión biológica de nuestro entorno, entendemos la importancia de los herbarios, primero, como documentos para conocer las plantas locales, regionales, nacionales e internacionales; conservar ejemplares de las plantas endémicas (propias y exclusivas de zonas determinadas) y en peligro de extinción; y especialmente educar formal e informalmente a las personas sobre la importancia y la diversidad de las plantas; y segundo, como materiales documentales de la evolución biológica del territorio para la reflexión académica, la labor pedagógica y el contexto educativo, desde una perspectiva de conversación  y protección del medio ambiente y nuestra naturaleza.

Para conocer el Herbario del IPN, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

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Palabras clave: Herbarios; Ciencias Naturales; Biología; Medio Ambiente, Pedagogía; Enseñanza; Plantas Naturales; Museo Pedagógico Colombiano.

 

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Referencias

Udea.edu.co. (2019). Herbario. Fecha de consulta: 14 Nov. 2019. Desde: http://www.udea.edu.co/wps/portal/udea/web/inicio/unidades-academicas/ciencias-exactas-naturales/herbario

Klorane Botanical Foundation. (2019). La elaboración de un herbario. Fecha de consulta: 15 Nov. 2019. Desde: https://www.kloranebotanical.foundation/es/la-elaboracion-de-un-herbario

Herbario. (2019, 27 octubre).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 15 Nov. 2019. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Herbario#Tipos_de_herbarios_y_de_colecciones

Reserva el Edén. (2019). El herbario y su importancia. Fecha de consulta: 18 Nov. 2019. Desde: http://reservaeleden.org/plantasloc/alumnos/manual/07a_el-herbario.html

Bernal Jiménez, R. (1932). La réforme educative en Colombia. Roma: Imprenta Augustinienne.

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum-programa y reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana.

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

[1] La corografía (del griego, χῶρος (chṓros), que significa un trozo de tierra ocupado por una persona o cosa) es la descripción de un país, de una región o de una provincia. Presta especial atención a las condiciones físicas del terreno y al paisaje, además se tiene en cuenta el estudio de los topónimos. Este tipo de estudios eran muy valorados por sus implicaciones económicas. Los objetos de estudio del corógrafo son, primero, la toponimia, después la situación así como sus límites y extensión. Posteriormente, estudia los rasgos climáticos más destacados, acabando por la comunidad humana que la conforma.

Fuente:  https://es.wikipedia.org/wiki/Corograf%C3%ADa

[2] Bernal Jiménez, R. (1932). La réforme educative en Colombia. Roma: Imprenta Augustinienne.

[3] Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum-programa y reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana.

[4] Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

[5] El Filo (phylum, plural phyla) (también, tronco o tipo de organización) es la categoría taxonómica que agrupa a los organismos relacionados entre sí en el tiempo por vía de descendencia evolutiva, desde sus primeros representantes hasta los actuales.  Es una categoría situada entre el reino y la clase, y usada en los reinos animales (35 filos), fungi (6 filos), protistas y dominio bacterias, y en botánica (reino plantas) (12 filos). Fuentes: https://www.biodic.net/palabra/phylum/#.XdL089VKiM8
https://es.wikipedia.org/wiki/Filo

Pieza del mes de octubre de 2019: Cuaderno Escolar

Como pieza del mes de octubre hemos seleccionado el cuaderno escolar que pertenece a la colección de implementos escolares de la enseñanza de la escritura del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto de manufactura industrial, fabricado de papel en Bogotá en la década de 1940, por la tienda de útiles para escuela y colegios “Herrera Hermanos” y que se usa para tomar notas, y almacenar y organizar información de diferente índole.

Recordemos la escritura como un proceso fundamental en la formación de ciudadanos activos para la sociedad, y que por varios siglos su ejercicio fue restringido, como en el periodo colonial americano cuando únicamente el escribano desarrollaba esta labor; más adelante también otros grupos sociales accederían a este saber cómo por ejemplo los de familias adineradas.

Al descentralizarse lentamente el dominio religioso sobre la educación, existir una mayor presencia del Estado en el S. XVIII y con el surgimiento de la escuela pública, la escritura comienza a constituirse como un saber al alcance de un mayor número de personas. Con la expansión de la escuela y el acceso colectivo a la escritura se empiezan a crear materiales y elementos básicos para materializar el proceso de escritura de los escolares de la época, esto desde la segunda mitad del S. XIX con las pizarras en piedra y los pizarrines (para escribir en esta), y hasta la segunda década del S. XX, cuando hace su aparición el cuaderno escolar, como formato para la escritura.

Considerando que hace más de 5000 años el hombre invento la escritura, los primeros vestigios y huellas de las escrituras dejadas por los primeros individuos y grupos humanos aún los encontramos en soportes como madera y piedra; luego en el año 3000 a.C. se escribiría sobre papiro y otros medios elaborados a partir de materiales vegetales, esto en el Antiguo Egipto. En el periodo grecorromano, junto al papiro, el pergamino elaborado a partir de pieles animales gozaría de gran popularidad hasta la Edad Media.

La tradición histórica considera que el primer proceso de fabricación del papel fue desarrollado en la China, en el S. II a. C., técnica que se expandió por parte de Asia alrededor del 750, y que también llegaría al mundo árabe, siendo ellos quienes lo introducen en España en el S. XI, estableciéndose en el año 1056 la primera fábrica de papel europea. A partir de este momento se difundió el proceso al Mediterráneo europeo, desde donde se propaga por todo el continente.

A partir del S. XV, la aparición de la imprenta generó un aumento del uso del papel, pero fue hasta 1840 que se fabrican diferentes materiales que sustituirían al papel, como el resultante de la pulpa del proceso mecánico de trituración de madera, y en 1850 con el primer proceso químico. Desde entonces el papel se ha convertido en uno de los productos emblemáticos de la cultura humana, elaborándose no solo de trapos viejos o algodón sino también de gran variedad de fibras vegetales.

El cuaderno en el formato que conocemos hoy, fue inventado en 1902 en Australia por J.A. Birchall propietario de la librería, antigua editorial y luego empresa de suministros educativos y papelería Birchalls Ltd., con sede en la isla de Tasmania, que funcionó desde 1844 y hasta el año 2017. Denominado por su inventor como Silver City Writing Tablet (la tableta de escritura de Silver City).

A pesar de no tener una gran aceptación al momento de su invención, fue él mismo quien fabricó el primer bloc de notas o libreta comercial, cuando se le ocurrió unir –de forma ordinaria– varios folios o papeles junto a una cartulina, en lugar de dejarlo como hojas sueltas, para conformar lo que hoy llamamos cuaderno.

Pese a que América Latina los primeros cuadernos aparecieron durante la segunda mitad del siglo XIX, es hasta el periodo comprendido entre 1920 y 1930, cuando comienza la producción de los primeros para las aulas escolares de nuestro país. Periodo que coincidió con el auge de la industria manufacturera en Colombia conformada en sus inicios por empresas cementeras, de producción de textiles y por fábricas productoras de tabaco y de bebidas alcohólicas. Las dos últimas en su momento fueron las industrias que apoyaron económicamente las labores de escuela. Por este motivo –y como dato curioso– éstas industrias tenían derecho a imprimir sobre las portadas de esta serie de primeros cuadernos, publicidad que inducía al consumo de cigarrillos y alcohol, característica que daría mucho de qué hablar si sucediera actualmente, sin embargo recordemos que hoy día una parte de los impuestos pagados por la industria de licores, entre otras se invierten en la educación del país.

Debido a los altos costos de la producción del papel para la fabricación de los cuadernos escolares, los primeros cuadernos utilizados como el que exhibimos en nuestro Museo solo tenían 10 hojas (20 páginas) para tomar apuntes ya que a inicios del S. XX en Colombia, el papel era un recurso muy escaso y de alto valor económico, situación que –a pesar de los problemas de salud e higiene– prolongo el uso de la pizarra de piedra en las escuelas rurales hasta mediados del S. XX.

Además tener un número tan reducido de hojas respecto a los cuadernos que usamos actualmente que tienen desde 50 y hasta 250 hojas, en los cuadernos de la época identificamos la existencia de limitaciones didácticas por el poco espacio para anotar y así mismo el concepto de la “economía de la escritura”, en el que el estudiante de la época debía determinar cuál información registraba y cual no, según sus intereses escolares, procesos de estudio y las formas en que cada uno organizaba la información, esto con el objetivo de facilitar y consolidar los procesos de aprendizaje de ideas y conceptos.

Pese a que la inserción del cuaderno en parte fue apoyada y reforzada como una de las reformas de algunos representantes de la Escuela Nueva para optimizar el funcionamiento de la escuela y transformar la experiencia educativa, la condición ya descrita del espacio limitado llevaron al maestro y al estudiante a realizar sus labores en el marco de una tipología de escuela más moderna pero con la coexistencia de algunas prácticas de la denominada Escuela Tradicional, ya que la relectura y reflexión sobre lo escrito, se basó únicamente sobre los pocos apuntes realizados en estos primeros cuadernos y la transmisión de conocimientos nuevamente, se dio a través del uso efectivo de la memoria y la escritura a partir de lo que se hubiese transcrito.

Sumado al proceso de higienización de la escuela por motivos de salubridad y a las innovaciones metodológicas propias de unos modelos pedagógicos que evolucionaban en esa época, cuando la producción del papel fue masiva en diferentes partes del mundo, su fabricación fue mucho más económica, por lo que su uso se masificó aceleradamente y en poco tiempo el cuaderno único escolar en el contexto latinoamericano pasó a un ser un material indispensable como soporte de la memoria y el aprendizaje, y como herramienta para la circulación y transcripción de información y saberes a través la escritura en las escuelas de todo el mundo. Finalmente, sobre el papel es otra cosa, guarda todo lo que se le confía, y como dice el viejo refrán: «la palabra vuela y lo escrito queda«[1].

Hoy en día como Museo entendemos la importancia de los cuadernos escolares antiguos como una fuente histórica interesante para comprender los procesos personales y autónomos de cada estudiante para la adquisición de conocimientos y su relación con la historia de la infancia, la historia de la educación y el desarrollo de la caligrafía y la cultura escrita, y así mismo como un elemento cultural y documental para la reflexión académica, la labor pedagógica y el contexto educativo.

Para conocer el cuaderno escolar, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

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Palabras clave: Cuadernos Escolares; Escritura; Implementos Escolares; Pedagogía; Enseñanza; Papel; Museo Pedagógico Colombiano.

 

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Referencias

Calameo.com. (2019). Historia del cuaderno escolar. Fecha de consulta: 11 Oct. 2019. Desde: https://es.calameo.com/read/000918535332814c797bd

Papel. (2019, 7 octubre).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 15 Oct. 2019. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Papel

G2 Innovation Australia. (2019). The Silver City Writing Tablet & Other Innovations From Tasmania. Fecha de consulta: 15 Oct. 2019. Desde: https://www.g2innovation.com.au/blog/2018/3/21/the-silver-city-writing-tablet-other-innovations-from-tasmania

Ainos blog. (2019). Historia del Cuaderno: Curiosa y breve historia del inventor del cuaderno. Fecha de consulta: 10 Oct. 2019. Desde: https://www.ainospublicidad.es/blog/historia-del-cuaderno/

Cole, V. (2019). La historia del cuaderno – Viva el Cole. Fecha de consulta: 15 Oct. 2019. Desde https://www.vivaelcole.com/blog/la-historia-del-cuaderno/

Llin, M., & Segal, E. (1). La historia del cuaderno. Magazín Aula Urbana: Una ciudad para tocar, oler y sentir, (26), 18-19. Fecha de consulta: 11 Oct. 2019. Desde: https://revistas.idep.edu.co/index.php/mau/article/view/1149

Rodríguez Tarquino, J. (2017). Voces históricas del Instituto Pedagógico Nacional. Revistas.pedagogica.edu.co. Volumen 5 Nº 43 / julio – diciembre de 2017. Fecha de consulta: Septiembre 9, 2019. Desde: https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/NYN/article/download/8529/6472/  

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

[1] Verba volant, scrīpta mānent, es una cita latina tomada de un discurso de Cayo Tito al senado romano, y significa «las palabras vuelan, lo escrito queda». Se resalta con ella la fugacidad de las palabras, que se las lleva el viento, frente a la permanencia de las cosas escritas. En español se dice: lo escrito, escrito está y a las palabras se las lleva el viento. Fuente:  https://es.wikipedia.org/wiki/Verba_volant_scripta_manent

Pieza del mes de septiembre de 2019: Fotografía de Franzisca Radke

Como pieza del mes de septiembre hemos seleccionado una Fotografía de Franzisca Radke de la década de los cincuenta que pertenece a la colección fotográfica del Museo Pedagógico Colombiano. Ella nació en Aquisgrán (Alemania) en 1892 y falleció en Boppard del Rhin en 1985; y en su formación académica se especializó en alemán y francés, realizó estudios de geografía y se doctoró en filosofía en las universidades de Bonn, Berlín y Marburgo; llega a Colombia en 1926 y es una figura significativa para la historia de la formación docente y la construcción de la memoria pedagógica del país por ser pionera en la configuración y organización del sistema educativo colombiano que impulsó la profesionalización de maestros, profesores y la fundación de la carrera docente a nivel universitario.

Para contextualizar, el equipo alemán dirigido por Radke llega por primera vez en el marco de segunda de las tres Misiones Pedagógica Alemanas que se desarrollaron en Colombia, las cuales enmarcaron el horizonte educativo nacional –tengamos en cuenta que indiferente del partido político que lidere cada gobierno, la educación ha sido un camino para alcanzar el desarrollo y la modernización, incluso también ha sido instrumento para el adoctrinamiento–.

La intervención del equipo alemán en Colombia durante la Segunda Misión Pedagógica (1924–1935) contratada por el gobierno conservador de Pedro Nel Ospina (1922–1926) en el marco político de la hegemonía conservadora (1900–1930) se enfocó en el carácter político de las ideas impartidas en la escuela, sugirió el cambio del rol de la mujer en la educación, incluyendo su formación académica en los grados de bachillerato, diseño la Ley de Instrucción Pública de la época para reformar la educación normalista y reestructuró la formación de maestros dando las directrices de organización para los institutos pedagógico de varones y señoritas.

Fruto del trabajo conjunto entre el gobierno y el equipo alemán, el 9 de marzo de 1927, el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas (IPN) abre sus puertas –en el antiguo edificio escolar construido para el Instituto conocido como el palacio de la Avenida Chile, ubicado en Chapinero entre las calles 72 y 73– con el fin de formar mujeres docentes, quienes obtenían el título profesional y oficial de “Institutora”, siendo Franzisca Radke la primera directora del Instituto.

El Instituto, sería el primer proyecto estatal de unificación para la formación de la actividad de los maestros y la enseñanza en el país bajo un régimen laico y el control directo del gobierno nacional. En el IPN se aplicó un conjunto de conceptos y prácticas introducidos por Radke, como la Escuela Activa que estaba en contra de la educación ‘memorística’; la Psicología Experimental, la Psicología Social relacionada con la orientación profesional y la educación especial; la Higiene Escolar; los exámenes escolares, y la experimentación con los métodos activos.

Para 1928, el Instituto, había adquirido un carácter nacional, al contar con alumnas de la mayoría de los departamentos del país, y se convirtió en una institución experimental, cuyas innovaciones reorientaron la legislación pública que definía la formación del magisterio en Colombia.

En 1929, el Instituto empieza su crecimiento como lo determina el Decreto 145 del 28 de enero de 1927, dando cumplimiento a la Ley 25 del 6 de noviembre 1917, que dice en el Artículo 1º:

Habrá en la capital de la república un Instituto Pedagógico Nacional para institutores y otro para institutoras, donde se eduquen en la ciencia pedagógica maestros y maestras de escuela inferior, superior y normal, profesores aptos para la enseñanza didáctica y para la dirección e inspección de la enseñanza pública nacional[1].

De acuerdo con lo enunciado en este artículo, entre 1927 y 1934, se crearon los diferentes programas que cubrieron todos los niveles educativos, de esta manera surgen los siguientes: en 1927 el de Formación de Maestras a nivel inferior y superior, en 1929 la Escuela Anexa Primaria, en 1933 la Escuela Montessori para maestras de Kindergarten desde la cual se puso en servicio el primer Jardín Infantil público del país en 1934, y finalmente la Primera Facultad de Educación para mujeres en 1955 germen para la creación de la Universidad Pedagógica Nacional.

Durante este período, el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas reemplazó a la Escuela Normal Femenina del Estado de Cundinamarca. Radke y su equipo no sólo se encargaron de la organización académica del Instituto, sino que también buscó condiciones más dignas para las estudiantes. En su paso por el IPN introdujo en las instancias estatales e institucionales la idea de que para formar hay que estar bien formado, y asimismo, formando educadores más creativos, participativos e innovadores, éstos podrían tener la capacidad de formar estudiantes civilmente activos y conscientes de sus derechos y deberes como ciudadanos y de su responsabilidad colectiva con el país.

Sin embargo, cuando el partido conservador pierde las elecciones presidenciales, desde 1930 y hasta 1945, los gobiernos liberales especialmente el de Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo efectuaron cambios en torno al proyecto educativo nacional, y le también exigen abandonar el país debido a supuestas afinidades con el Partido Nacional Socialista (Nazi) alemán.

Francisca Radke, regresa a Colombia entre 1952 y 1957, y su segunda estancia coincide nuevamente con gobiernos conservadores. Durante este período analiza los avances de sus aportes e identifica algunos retrocesos en el panorama educativo nacional –ocurridos en los gobiernos liberales–. Sin embargo, impulsó el ascenso de la formación docente al estatus de carrera universitaria, surgiendo de este proceso la Universidad Pedagógica Nacional Femenina en 1955, la cual se transformó en Universidad Pedagógica Nacional de Colombia desde 1962.

La inclusión del concepto de pedagogía en la realidad educativa de Colombia y la aplicación de éste en la disciplina y la profesión docente, fueron quizás uno de sus más importantes aportes a nivel de la formación de las prácticas pedagógicas. Además de los aporte referidos, Franzisca Radke también hizo énfasis en la importancia de las capacidades y compromisos de la mujer con la sociedad como seres políticamente activos, considerándosele a la luz de nuestros tiempos contemporáneos como una precursora de la lucha por los derechos de igualdad de género en Colombia, pues a través de su preocupación por la difusión de los derechos de la mujer y su acceso a la educación, enfatizó con vehemencia y carácter político a favor del empoderamiento civil femenino.

Antes de Franzisca Radke el ejercicio de la enseñanza en Colombia, nunca fue muy riguroso y en el horizonte gubernamental no existía el concepto de ‘formación continuada’ para la organización, dotación y cualificación de los maestros, incluso no se pensaba en la educación como una herramienta útil y potente para la formación del carácter de los estudiantes. Además sus contribuciones proponen al Ministerio de Educación Nacional y otras instituciones relacionadas, que las tareas de enseñanza debían tener un contenido diseñado y adaptado para los contextos económicos, sociales y políticos propios del territorio. En este sentido a la luz de la perspectiva del S. XXI, y teniendo en cuenta los desaciertos históricos del sistema educativo colombiano, la labor de Radke es una excepción y un caso para destacar y analizar nuevamente.

Para conocer la fotografía de Francisca Radke, sus textos, otras piezas de la colección fotográfica, los archivos pertenecientes al fondo documental y los objetos de la historia y la práctica pedagógica que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional.

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Palabras clave: Misión Pedagógica Alemana; Franzisca Radke; Instituto Pedagógico Nacional; Universidad Pedagógica Nacional; Pedagogía; Educación; Mujer; Maestros; Museo Pedagógico Colombiano.

 

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Referencias

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

Rodríguez Tarquino, J. (2017). Voces históricas del Instituto Pedagógico Nacional. Revistas.pedagogica.edu.co. Volumen 5 Nº 43 / julio – diciembre de 2017. Fecha de consulta: Septiembre 9, 2019. Desde: https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/NYN/article/download/8529/6472/  

Fundación Francisca Radke. (2019). Franzisca Radke Fundación Francisca Radke. Fecha de consulta: Septiembre 9, 2019. Desde: https://www.fundacionradke.org/franzisca-radke/

Cogollo, C. (2005). Franzisca Radke. (2005). Franzisca Radke. Fecha de consulta: Septiembre 6, 2019. Desde: https://www.semana.com/especiales/articulo/franzisca-radke/75487-3

Rodríguez R., J. (2019). El papel de las misiones pedagógicas alemanas en la educación colombiana. Noticia – Universidad del Norte. Uninorte.edu.co. Fecha de consulta: Septiembre 6, 2019. Desde: https://www.uninorte.edu.co/web/grupo-prensa/noticia?articleId=14224669&groupId=73923

Aprende.colombiaaprende.edu.co. (2018). Franzisca Radke, pionera de la educación en Colombia. Colombia Aprende. Fecha de consulta: Septiembre 7, 2019. Desde: https://aprende.colombiaaprende.edu.co/es/agenda/noticias/franzisca-radke-pionera-de-la-educaci%C3%B3n-en-colombia

ipn.pedagogica.edu.co. (2019). IPN: Instituto Pedagógico Nacional. Reseña histórica \ Desde 1927 hasta el 2000. Fecha de consulta: Septiembre 7, 2019. Desde: http://ipn.pedagogica.edu.co/vercontenido.php?idp=1&idh=11&idn=279

[1] Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico. Pág. 5

Pieza del mes de agosto de 2019: Libro Nacho

Como pieza del mes de agosto hemos seleccionado la Cartilla Nacho –Libro Inicial de Lectura– de la colección de Manuales Escolares perteneciente al Fondo Documental del Museo Pedagógico Colombiano. También llamado “Nuevo Silabario Nacho”, es una cartilla de fabricación industrial empleada en la enseñanza de la lectura durante la década de los años 70’s en Colombia y teniendo gran cobertura en América Latina.

Para contextualizar, la lectura es un proceso básico e imprescindible en la formación académica y la configuración de carácter de cualquier ciudadano, en este sentido la escuela pública en un principio estuvo orientada por el desarrollo de los fundamentos de la triada “Contar, Leer y Escribir”, que se incluyó en las diferentes ramas de instrucción pública que se institucionalizaron en el siglo XIX en Colombia, no en vano las tres ramas de la educación durante este siglo fueron la lectura y escritura, la aritmética y la religión. Se aseguraba entonces, que si una persona no era capaz de desarrollar las habilidades de la triada, no podía ser un ciudadano organizado, activo y eficiente para cumplir los deberes que una sociedad en constitución y consolidación como la nuestra le exigía.

El ejercicio de la lectura ha estado presente en diferentes periodos de la historia de la humanidad, y nos habla de prácticas sociales de los hombres en la sociedad y de contextos políticos, socioculturales y coyunturales específicos del pasado.

En la antigüedad aproximadamente hace 5000 años la lectura se hacía a partir de los primeros jeroglíficos, mientras que hace 3500 años aparecieron los alfabetos fonéticos más antiguos.

Entre el S. II y el IV, la introducción del pergamino permitió la redacción de obras compuestas por varios folios que podían guardarse juntos y leerse consecutivamente. Alrededor del S. X las palabras se escribían una tras otra, sin espacios en blanco ni puntuación (Scriptio continua[1]):

Entre la Edad Media y el Renacimiento, los temas para el material de lectura no eran libres ya que la Iglesia Católica censuró muchos libros y documentos, tanto que esta Institución por medio de licencias determinaba que material se imprimía y cual era de libre circulación o por el contrario se prohibía –por estar en contra de sus ideas–. Esta clase de censura, también se aplicó en otros periodos de la historia a muchos documentos y obras que tuvieran alguna intención didáctica o política.

En territorio europeo, durante el S. XVIII la lectura se convirtió en una actividad de muchas personas, ejemplo de esto, hasta la Primera Guerra Mundial los obreros, leían en voz al alta las denominadas Novelas por entregas[2]. Por tanto, en Europa, la lectura oral, el canto y la salmodia –cantos de salmos– ocuparon un lugar central en la vida cotidiana de los ciudadanos, como también, lo fue para la cultura de masas este tipo de Novelas.

Durante el siglo XIX, la mayor parte de los países occidentales como por ejemplo los de nuestro contexto geográfico procuraron la alfabetización de su población a través de la religión, y el mejor instrumento para este proyecto y el que tuvo mayor efectividad en cuanto a la enseñanza de la lectura en la población fue la Biblia, considerándose que uno de los derechos de los individuos era ser capaz de leer las Sagradas Escrituras; de manera que la Escuela Tradicional en Colombia consideraba que un buen ciudadano debía conocer a Dios para ser un buen cristiano, y saber leer y escribir correctamente.

Actualmente el acceso a materiales de lectura de diferentes temáticas y en distintos idiomas, se ha masificado y las formas de acceder a éstos también, ya que existen diferentes formatos además del físico, teniendo entonces material que podemos leer en línea, libros electrónicos, libros digitales y libros virtuales. Además, la lectura sigue muy vigente como uno de los principales medios por los cuales la sociedad recibe información (incluso sea por medio de una pantalla), condición que se consolidó, a partir de la Revolución Industrial (1760-1840), ya que antes de ésta la gente alfabetizada era un pequeño porcentaje de la población en cualquier nación.

Retomando la historia de nuestra pieza del mes, respecto a su autoría se manejan dos versiones, una fuente señala como autor en 1972 a Jorge Luis Osorio Quijano director de Susaeta, ediciones & cía. Ltda., empresa colombiana que desde “Hace más de Cincuenta años, en todos los países de Latinoamérica y del Caribe, ha desarrollado materiales pedagógicos y didácticos para Docentes de Calidad, siempre inspirados en los más altos estándares, que buscan alcanzar la Excelencia Educativa[3]; mientras que otra fuente indica que el autor o ideólogo de la cartilla es un maestro dominicano de los años 60 llamado Melanio Hernández.

Redactado inicialmente desde el ‘Método de palabras normales’, este libro para alfabetizar se fundamenta según palabras del maestro dominicano Melanio Hernández: “en que para una palabra tiene sentido para un niño, mientras que una sílaba no[4]. De manera que en su interior se escribieron palabras y oraciones que pudieran ser recordadas y comprendidas fácilmente por los maestros y estudiantes de la década de los 70, que es cuando hace aparición la cartilla.

Sobre la estructura de Nacho, las páginas iniciales comienzan con ejercicios manuales basados en el dibujo de líneas, para luego identificar visualmente la forma y el símbolo de cada vocal mediante ejemplos gráficos de diferentes elementos, y finalizar con ejercicios de caligrafía de cada símbolo, desarrollando gradualmente la psicomotricidad y el desarrollo de habilidades, destrezas y la adquisición de hábitos y aptitudes de escritura para alcanzar el nivel de éxito en el aprendizaje del niño; como también la posibilidad de tejer relaciones y asociar cada vocal, cada palabra y cada elemento que ejemplifique las mismas.

En las siguientes páginas presenta diferentes palabras y fonemas relacionados con temas comunes a la vida escolar y familiar, con ilustraciones a todo color para centrar la atención y lograr una mejor visualización y entendimiento de las letras, vocablos o expresiones que están escritas y también para facilitar la asociación de estos conocimientos básicos con los diferentes entornos. Esta parte de la cartilla, se complementa con ejercicios de escritura y lectura, donde se copian, repiten o transcriben frases sencillas, esto para corregir y consolidar la correcta escritura.

La parte final la cartilla, destaca algunos párrafos cortos con los que se espera que el niño practique la lectura básica, y reúne algunos cuentos, fábulas y poesías infantiles; textos elementales sobre identidad nacional con temas como la bandera, el escudo, el día de la independencia; y textos sobre temas cotidianos como el aseo y la escuela, entre otros de diferentes temáticas como festividades, lugares, animales, etc.

De manera que el objetivo principal de Nacho, es iniciar a los niños en el ejercicio de la lectura y la escritura, y fomentar la práctica de éstos procesos de comprensión y transmisión de información o ideas, a través de un conjunto de ejercicios prácticos que se materializan en la cartilla teniendo como apoyo el concepto de ‘alfabetización visual’, el cual se sustenta en el uso de imágenes para la enseñanza de la lectura y escritura, y con el que también se pretende crear consciencia en los niños de que se puede leer no solo lo que está escrito a través de palabras sino también el ambiente, lugar y contexto donde se habita, y de esta manera propiciar procesos de significación completos y procesos de construcción humana para la representación de la realidad.

Destacamos el legado dejado por esta joya de la educación como instrumento de iniciación para la enseñanza de la lectura y la escritura básica en el S. XX, sin embargo consideramos que Nacho debería estar más adaptada en sus contenidos a la realidad colombiana o latinoamericana de hoy día. Pese a que su contenido sigue intacto como en su primera edición, y en parte está “descontextualizado” y no responde a las dinámicas socioculturales contemporáneas ni a muchas de las realidades a las que se enfrentan los infantes, hoy en día muchos maestros, padres y niños de los primeros grados de primaria aún utilizan este libro para enseñar, aprender y afianzar conocimientos.

Para conocer la Cartilla Nacho –Libro Inicial de Lectura–, otros libros, manuales de alfabetización y demás archivos pertenecientes al fondo documental, y los objetos de la historia y la práctica pedagógica, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

También los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

Palabras clave: Lectura; Escritura; Textos Escolares; Pedagogía; Educación; Maestros; Museo Pedagógico Colombiano. 

 

Referencias

Lectura. (2019, 8 agosto). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Agosto 8, 2019. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Lectura

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar.

InformativosTA (2019). Autor dominicano del libro “Nacho” cuenta cómo le surge la idea. [Video] Fecha de consulta: Agosto 8, 2019. Desde: https://www.youtube.com/watch?v=wSSGt-wKo80

Prezi.com. (2019). La figurativización como proceso de lectura y escritura en la cartilla «Nacho». [Online] Fecha de consulta: Agosto 8, 2019. Desde: https://prezi.com/ejpxldcpi5q0/la-figurativizacion-como-proceso-de-lectura-y-escritura-en-la-cartilla-nacho/

EL SABIO DE LAS 4 ESTACIONES. (2019). EL NUEVO NACHO. [Online] Fecha de consulta: Agosto 8, 2019. Desde: https://elsabiodelas4estaciones.wordpress.com/2017/06/08/el-nuevo-nacho/

Ynoa, V. (2019). Conozca El Autor Del “Libro Nacho” Con El Que Aprendiste A Leer, Cuenta Como Surgió Todo. [Online] Blanco Arriba, Tenares. Fecha de consulta: Agosto 8, 2019. Desde: https://blancoarriba.wordpress.com/2015/09/08/conozca-el-autor-del-libro-nacho-con-el-que-aprendiste-a-leer-cuenta-como-surgio-todo/

Chica Salazar, A., Rivera, L. and Bermúdez Montaño, S. (2017). Las representaciones sociales sobre la cartilla “Nacho Lee” en los niños y niñas de primero de primaria de la Institución Educativa Alfonso López Pumarejo. Licenciatura. Universidad Tecnológica de Pereira.

Diario El Tiempo, C. (2005). LAS CARTILLAS QUE ENSEÑAN LAS PRIMERAS LETRAS. [Online] El Tiempo. Fecha de consulta: Agosto 9, 2019. Desde: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1688583

La Silla Llena. (2019). [Online] La cartilla Nacho, ¿o el símbolo del macho? Fecha de consulta: Agosto 9, 2019. Desde: https://lasillavacia.com/silla-llena/red-etnica/historia/la-cartilla-nacho-o-el-simbolo-del-macho-67021

Diario El Colombiano. (2013). Nacho y Coquito no se olvidan. [Online] Fecha de consulta: Agosto 12, 2019 Desde: https://www.elcolombiano.com/historico/nacho_y_coquito_no_se_olvidan-OYEC_268035

[1] Scriptio continua («Escritura continua» en Latín) es un estilo de escritura en el que no se utilizan espacios para separar las palabras, además de escribirse todo en mayúsculas y sin signos de puntuación. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Scriptio_continua

[2] Novela por entrega, designa una forma comercial de presentar la novela, tratándose de una creación fragmentada que se va entregando sucesivamente al lector. Fue una corriente de la literatura narrativa que captó la atención de un amplio sector lector, llegando incluso a capas sociales poco habituadas a la lectura. Fuente: https://prezi.com/a8ewbnbocqw0/novela-por-entrega/

[3] SUSAETA ediciones. Nosotros. Fuente: http://www.susaeta.com.co/nosotros/

[4] InformativosTA [informativosteleantillas]. (2015, septiembre 8). Autor dominicano del libro “Nacho” cuenta cómo le surge la idea. Fuente: https://www.youtube.com/watch?v=wSSGt-wKo80

AVISO IMPORTANTE – 30 de julio al 2 de agosto de 2019

Informamos a nuestros visitantes e investigadores que a partir de mañana 30 de julio y hasta el viernes 02 de agosto de 2019, el  Museo Pedagógico Colombiano cerrará sus puertas temporalmente, esto por motivo de la capacitación en la que nuestro equipo de trabajo participará para el manejo del software Colecciones Colombianas que nos ayudará en el proceso de inventario, registro, catalogación, conservación, documentación e investigación de nuestras colecciones.

Ofrecemos disculpas por los inconvenientes que esto pueda ocasionar. REGRESAMOS el lunes 5 de agosto!

Pieza del mes de julio de 2019: Pluma de Ganso para Escritura

Como pieza del mes de julio hemos seleccionado la Pluma de ganso de la colección de implementos escolares del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto de fabricación artesanal empleado en la enseñanza de la escritura durante la década de los años 20 en Colombia.

Para contextualizar, la escritura es un proceso básico e imprescindible en la formación académica de cualquier ciudadano que desee ser activo en la sociedad. Es importante señalar que por varios siglos la escritura estuvo restringida a gran parte de la sociedad, como en el periodo colonial americano cuando solamente el escriba o escribano que se formaba por medio de manuales sobre Caligrafía o Arte de Escribir procedentes de España, desarrollaba esta labor especialmente para la redacción de documentos oficiales.

Aparte del escribano otros grupos sociales de nuestro territorio empezaron a tener acceso a la escritura como los pertenecientes a familias pudientes quienes “iban a la escuela y debían aprender a leer y escribir en latín, para poder entrar a las escuelas que formaban sacerdotes y abogados y leer los textos escritos en ese idioma[1] como los Colegios Mayores del Rosario y San Bartolomé. En otros casos, las ‘escuelas’ regentadas por comunidades religiosas, estaban conformadas por grupos de niños de diferentes edades, quienes accedían a la práctica de la lectura acercándose a los textos de la doctrina cristiana.

Con la paulatina descentralización de la educación dominada por la Iglesia Católica y una mayor presencia del Estado en el S. XVIII, el surgimiento de la escuela pública y el maestro que la dirigía, la escritura comienza a constituirse como un saber escolar al alcance de un mayor número de personas, apareciendo entonces textos específicos de apoyo cómo el Arte de escribir de D. Estevan Ximenez (1796), las Muestras de escritura para las escuelas primarias de la Nueva Granada (1859), El método en la enseñanza de la caligrafía de Cristina Sagest (1879), entre otros.

Entrada la segunda mitad del S. XIX con la expansión de la escuela pública y el acceso colectivo a la escritura se empiezan a difundir materiales especializados para este ramo de instrucción como plumas, engobes, tinteros y porta tinteros; elementos básicos de los escolares de esa época.

Retomando nuestra pieza del mes, fue elaborada artesanalmente a partir de la pluma de un ganso, y en otros casos se hicieron con las de otros tipos de aves de gran tamaño. Esta clase de plumas se usaban para escribir con tinta antes de la invención de la pluma, la pluma estilográfica, y finalmente herramientas más avanzadas como el bolígrafo, instrumentos que transformaron la escritura, la posibilidad de transmitir e intercambiar gran cantidad de información y de comunicarnos a través del tiempo facilitando el desarrollo de trabajos manuscritos desde el S. VI hasta la actualidad.

Sobre su historia, la pluma de ganso fue la herramienta de escritura y caligrafía por excelencia por cerca de mil años, desde la alta Edad Media (S. VI) –cuando el teólogo español San Isidoro de Sevilla menciona por primera vez en sus escritos la pluma de cálamo[2]. A partir de aquí se usaría de manera indispensable en la caligrafía medieval como método de difusión de obras historiográficas, pero especialmente de la Biblia, de documentos religiosos y en general del cristianismo– y hasta el S. XVII.

Considerando que hace más de 5000 años el hombre invento la escritura y que más de 3000 años aparecieron los primeros alfabetos, como antecedente a la pluma de cálamo, las primeras plumas comenzaron a usarse en el año 3000 a.C. por la antigua civilización Egipcia para la elaboración de papiros y otros manuscritos. Desde esos tiempos y hasta ahora la escritura ha evolucionado lentamente y continúa haciéndolo.

El desarrollo de esta tecnología requería del plumaje perdido de aves vivas en tiempo de primavera, el cual era endurecido o curado por cocción en agua o disecación y se debían cortar en el ángulo preciso con un filo determinado.  Especialmente se preferían las últimas cinco plumas del ala izquierda, ya que se doblaban hacia afuera cuando eran utilizadas por escribanos derechos.

En un comienzo las plumas más comunes y de uso frecuente para trazos grandes fueron de ganso, las de mayor calidad y también costo era las de cisne, mientras que para hacer líneas finas se utilizaron plumas de otras aves como cuervos, águilas, lechuzas, halcones y pavos; sin embargo los trazos de esta herramienta de escritura al inicio fueron gruesos y toscos, luego las técnicas de cortado y la forma de elección de las plumas optimizaron el ejercicio de la escritura. Para el S. XVIII el ancho de las plumas había disminuido y su longitud había aumentado, característica que permitió trazos más finos.   

Respecto al proceso por el cual la punta de la pluma lograba ser apta para la escritura, esta se debía afilar con un cuchillo especial –cortaplumas–; no obstante el tiempo de preparación de la pluma era tedioso.

  

Inspirulina.com. (2019). ¿Te gustaría escribir con una pluma de ganso? – Inspirulina.com. Vistas de la punta de la pluma y detalle del ángulo de corte. [Image] Available at: https://www.inspirulina.com/te-gustaria-escribir-con-una-pluma-de-ganso.html  [Accessed 9 Jul. 2019]
 

 

 

 

 

 

 

 

 

Además al escribir y consignar información sobre el papiro[3]que luego fue sustituido por el pergamino la tinta de color negro que se usaba para poder escribir y que era almacenada en el cálamo (tallo hueco), tenía el inconveniente que tardaba mucho en secar y los manuscritos realizados había que ponerlos en estufas u hornos para que pudieran secarse tan pronto como fuera posible. Y aunque las plumas de aves eran herramientas prácticas, naturales y de escaso costo, tenían poca resistencia y desgaste rápido, por lo que al cabo de unas cuantas sesiones –sólo una semana– tenían que ser reemplazadas.

Didcticadelpatrimonicultural.blogspot.com. (2019). ¡COMO ENSEÑAR LA EDAD MEDIA CON UNA PLUMA DE GANSO!. Partes de una pluma y detalle del ángulo de la punta lista para la escritura [Image] Available at: https://didcticadelpatrimonicultural.blogspot.com/2015/10/como-ensenar-la-edad-media-con-una.html [Accessed 9 Jul. 2019].

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin embargo, luego de mil años de esplendor las plumas de aves comenzaron un declive luego de la invención de la pluma de metal, patentadas primero en Estados Unidos en 1810, y posteriormente producidas en masa desde 1860.

En relación, con la tinta que se utilizaba para escribir con este tipo de plumas, ya sabemos que la primera vez que se reseña su uso, fue en la Edad Medía y durante este periodo histórico se utilizaban dos tipos de tinta negra: la tinta de carbón (una suspensión de carbón, agua y goma) y la tinta ferrogálica[4] (obtenida de la corteza de roble). La tinta de carbón se utilizaba ya en el 2500 a.C. mientras que la ferrogálica se empezó a usar a partir del S. III siendo probablemente la tinta que usaba San Isidoro de Sevilla en el S. VI.

Debido a la facilidad en la técnica de preparación, la calidad de permanencia de la información y resistencia al agua, la tinta ferrogálica se convirtió en la elegida por los escribas europeos, incluso su popularidad se extendió por todo el mundo durante el período de la colonización. No fue hasta la invención de las tintas producidas químicamente, en la segunda mitad del siglo XX, que esta tinta cayó en desuso.

Como instrumento de la historia de la escritura, esta clase de pluma –de antecedente medieval– y en general los demás instrumentos que se han desarrollado para el ejercicio y la evolución de la escritura han sido más que una herramienta para esta labor. Teniendo en cuenta cada contexto histórico, fueron un soporte para la memoria; y aún son la forma de plasmar textos y dejar testimonio de las vivencias, huellas y experiencias para la reflexión y el quehacer de las futuras generaciones como la nuestra.

Para conocer la Pluma de ganso para escritura, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

También los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras clave: Escritura; Gramática; Implementos Escolares; Pedagogía; Ciudadanos; Enseñanza; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

[1] Lozano, J; Gutiérrez, R; & Romero, F. (2010). Caligrafía expresiva, arte y diseño. Universidad Tecnológica de Pereira.

[2] “El cálamo (del latín: calamum, griego: kalamos κάλαμος) es una caña hueca, cortada oblicuamente en su extremo, que se utilizaba para escribir en la antigüedad. Se obtenía del tallo de una planta o de una pluma de ave; de hecho, se denomina también cálamo a la parte inferior hueca de la pluma que está insertada en la piel de un ave.” Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A1lamo_(escritura)

[3] “Papiro (del latín papyrus, y este del griego πάπυρος) es el nombre que recibe el soporte de escritura elaborado a partir de Cyperus papyrus, una hierba palustre acuática. Fue profusamente empleado para la fabricación de diversos objetos de uso cotidiano, y su principal utilización fue la elaboración del soporte de los manuscritos de la antigüedad denominado papiro, precedente del papel moderno.” Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Papiro

[4] “La tinta ferrogálica, también conocida como tinta de corteza de roble es un pigmento púrpura-negro o marrón-negro, elaborado a partir de sales de hierro y ácidos tánicos de origen vegetal. Fue la tinta estándar y de la escritura en Europa, desde el siglo V hasta XIX, y se mantuvo en uso hasta bien entrado el siglo XX.” Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Tinta_ferrog%C3%A1lica 

Pluma de ave (escritura). (2019, 10 de mayo). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Julio 5, 2019. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Pluma_de_ave_(escritura)#cite_note-3

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar.

Inspirulina.com. (2019). ¿Te gustaría escribir con una pluma de ganso? – Inspirulina.com. Fecha de consulta: Julio 8, 2019. Desde: https://www.inspirulina.com/te-gustaria-escribir-con-una-pluma-de-ganso.html

Didcticadelpatrimonicultural.blogspot.com. (2019). ¡COMO ENSEÑAR LA EDAD MEDIA CON UNA PLUMA DE GANSO!. Fecha de consulta: Julio 8, 2019. Desde: https://didcticadelpatrimonicultural.blogspot.com/2015/10/como-ensenar-la-edad-media-con-una.html

Inspirulina.com. (2019). Esa maravilla que es la escritura – Inspirulina.com. Fecha de consulta: Julio 8, 2019. Desde: https://www.inspirulina.com/esa-maravilla-que-es-la-escritura.html

Supermileto.blogspot.com. (2019). La historia de la pluma de escritura. Fecha de consulta: Julio 8, 2019. Desde: http://supermileto.blogspot.com/2016/12/la-historia-de-la-pluma-de-escritura.html

Epocamedieval.top. (2019). Pluma Medieval. Fecha de consulta: Julio 10, 2019. Desde: https://www.epocamedieval.top/pluma-medieval/

Plumayboligrafo.blogspot.com. (2019). SOCIEDAD. Fecha de consulta: Julio 10, 2019. Desde: http://plumayboligrafo.blogspot.com/2014/04/sociedad.html

Estudiantes.elpais.com. (2019). La pluma y el bolígrafo. Fecha de consulta: Julio 10, 2019. Desde: https://estudiantes.elpais.com/EPE2014/periodico-digital/ver/equipo/1498/articulo/la-pluma-y-el-boligrafo

Tinta ferrogálica. (2019, 22 de febrero). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Julio 10, 2019. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Tinta_ferrog%C3%A1lica#Historia

 

Pieza del mes de junio de 2019: Reglas de Cálculo

Como pieza del mes de junio hemos seleccionado el juego de Reglas de Cálculo de la colección de implementos escolares del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto empleado en la enseñanza de la aritmética y fabricado en Dinamarca en la década de 1950 por la empresa UTO.

Las reglas de cálculo, fueron un instrumento usado principalmente para la realización de divisiones y multiplicaciones, pero también sirve para efectuar operaciones aritméticas más avanzadas como las logarítmicas, trigonométricas o las raíces cuadradas, y que hizo las veces de calculadora mecánica rápida, útil y portátil, utilizada por generaciones de científicos, administradores, ingenieros, arquitectos y cualquier otra actividad que requiriese cálculo.

Referente a su historia, el primer diseño de esta herramienta data del S. XVII, sin embargo el precedente a las reglas de cálculo, es anterior al S. XVI cuando Galileo Galilei, detalló un sistema empleado en el cálculo de fórmulas de trigonometría, sistema arcaico procedente de los antiguos astrolabios, de instrumentos medievales y de diversas herramientas empleadas en navegación y astronomía como son los planisferios celestes, entre otros.

La discusión respecto a su invención se traduce que algunos historiadores apuntan que su inventor fue el matemático Edmund Wingate a mediados del siglo XVI, mientras que otros la atribuyen al clérigo inglés William Oughtred en 1636.

Como antecedente a su invención, el estudio de logaritmos de John Napier publicado inicialmente en 1614, fue retomado por el astrónomo Edmund Gunter quien lo aplicó a las escalas de cálculo en su Canon Triangulorum dando lugar a las primeras aplicaciones matemáticas de la escala logarítmica que es elemento clave y común de todas las reglas de cálculo; de este modo los logaritmos fueron acogidos y reformulados rápidamente.

Dispuestos en forma de tablas, el principio de funcionamiento de la regla de cálculo radica en el cálculo logarítmico, que transforma las multiplicaciones en sumas y las divisiones en restas.

GUNTER, Edmund (1581-1626). The Works: Containing the description and use of the Sector, Cross-staff, and other Instruments, With a Canon of artificall Sines and Tangents… a new treatise of Fortification, Whereunto is now added the further use of the Quadrant fitted for the daily preactise. By Sam. Foster. [image] Available at: https://www.christies.com/lotfinder/Lot/gunter-edmund-1581-1626-the-works-containing-the-4890341-details.aspx [Accessed 10 June 2019].

Gunter modificó la escala de logaritmos de Napier para realizar cálculos trigonométricos y William Oughtred tomó la escala de Gunter y colocó dos escalas que se deslizaban entre sí. Alineando los valores de las diferentes escalas era posible realizar cálculos aritméticos, dando lugar al primer prototipo de la regla de cálculo, que tiene su origen en los círculos de proporción, inventados también por Oughtred hacia 1625, que eran círculos deslizantes con una graduación logarítmica. La regla de cálculo fue una evolución de este invento en forma rectilínea.

A finales del S. XVII eran utilizadas en diferentes versiones, y con diversas aplicaciones. Entre algunos de los pioneros para los diseños de reglas de cálculo tenemos a Robert Bissaker y a Seth Patridge quienes en 1657 proponen una regleta móvil en su diseño. También en 1675 Sir Isaac Newton empleó tres escalas logarítmicas paralelas, siendo además el primero en sugerir el empleo de un cursor que facilitara las lecturas de los resultados.

Ya en el S. XVIII, las modificaciones de esta herramienta, se trataron de cambios en la forma con el objetivo de mejorar su precisión. De esta forma los ingenieros James Boulton y James Watt modifican los diseños existentes para mejorarlos. En 1815 el físico Peter Roget inventa la escala log-log con las que podía calcular cualquier raíz cuadrada. En 1831, Amédée Mannheim propuso uno de los primeros sistemas de estandarización de escalas, denominado Sistema Manheim, que incluyó una regleta deslizante que permitió una mejora para la realización de ciertos cálculos.

Posteriormente, en el S. XIX se masificó su uso. Por ejemplo, a finales de este siglo numerosas constructoras se propagaron a nivel mundial, por tanto las solicitudes de cálculos desde las oficinas de ingeniería aumentaron progresivamente y se debía atender la demanda creciente; además la Revolución Industrial, también propició un mayor volumen de cálculos esto por el uso de las maquinarias que modernizarían la industria. Estas dinámicas favorecieron que se fundaran diferentes empresas que fabricaban reglas de cálculo, entre estas las más importantes en la época fueron: Faber-Castell (1761) y Dennert & Pape (1863) en Alemania y Keuffel & Esser (1867), Eugene Dietzgen Drafting Company (1885) y Frederick Post Co. (1890) en Estados Unidos.

La existencia de diferentes marcas de reglas de cálculo en el mercado, junto a la evolución del Sistema Manheim y de otros sistemas de escala llevó a la necesidad de estandarizarlas, de esta manera en 1902 Max Rietz unifica los sistemas, y el nacimiento del Sistema Rietz hace que los constructores de reglas se pongan de acuerdo para igualar sus representaciones. Mejora que permitió, que por ejemplo, un ingeniero que aprendiera el Rietz le fuera posible manejar cualquier otro sistema que estuviera impreso en las caras de la regla permitiendo intercambiar y comparar las soluciones. El Sistema Rietz tuvo una gran aceptación hasta que en 1934, Alwin Walter propuso nuevos cambios en lo que se denominó Sistema Darmstadt.

A mediados del siglo XX las reglas de cálculo se encontraban en cualquier actividad que requiriera cálculos, desde la construcción, la electrónica, la meteorología, entre otros campos del conocimiento. Además, su uso para la enseñanza en colegios llevó a que se fabricara masivamente y que su utilidad para la práctica pedagógica en la enseñanza de la aritmética fuera colectiva. De los modelos originales hechos a mano en madera caoba, se pasó a finales del S. XIX a los fabricados con celuloide (y otros plásticos), bambú, magnesio y aluminio. Los nuevos métodos mecánicos de corte e impresión gráfica incrementaron la precisión de las reglas de cálculo y la velocidad de producción.

Entre la segundad mitad del S. XIX y buena parte del S. XX el uso de las reglas de cálculo fue extendido debido a que eran la herramienta de cálculo más utilizada en la ciencia y la ingeniería, esto por la facilidad de manejo, bajo costo y velocidad, hasta que a comienzos de los años setenta su comercialización decayó y su uso disminuyó considerablemente por la aparición y popularización de las calculadoras electrónicas de bolsillo y las primeras computadoras personales que aparte de tener mayor precisión en los cálculos, también combinaban las características de fácil manejo, bajo costo y velocidad. Así el cambio de generacional entre los ingenieros de los años setenta y los ochenta, represento el desuso paulatino de las reglas de cálculo.

Hoy día su uso y exposición está inscrito a museos, pese a que aún se siguen comercializando para los nostálgicos de la historia y como objetos de lujo. En ocasiones su uso se hace en aplicaciones concretas dentro de la enseñanza básica de las matemáticas.

Relativo a la descripción de nuestra pieza del mes, tenemos en primer lugar un cuerpo rectangular, que tiene una ranura en la parte central –sobre este espacio se desliza la regla móvil–. Sobre la parte superior e inferior del cuerpo rectangular de la regla de cálculo, aparecen dos regletas, más angostas y dentro del espacio de la ranura se desliza una regleta de mayor tamaño.

En las caras frontales de las tres regletas están grabadas las diversas escalas. Y sobre la parte trasera de la regleta móvil también están grabadas otras escalas, para cuyo uso hay que insertarla a la inversa. Por último, tiene una pieza móvil y transparente, que abarca la superficie frontal y que no lleva grabada más que una línea de referencia y tres líneas auxiliares más cortas. Esta pieza transparente se le llama cursor y sirve para facilitar la alineación y la lectura de los elementos numéricos que intervienen en las operaciones, para nuestro caso, el cursor actúa como lupa para mejorar el detalle de las lecturas.

Respecto al funcionamiento, lo esencial de la Reglas de Cálculo son las escalas numéricas, unas fijas y otras móviles, mediante las que se realizan las operaciones, lo anterior presupone que las marcas de las escalas están hechas con total precisión sobre las reglas. Característica solo de los ejemplares actuales, especialmente las comercializadas a partir de comienzos del S. XX, cuando empezaron a aplicarse técnicas mecánicas precisas de fabricación, en contraposición las fabricadas con anterioridad no tenía marcas totalmente precisas, ya que las escalas estaban marcadas individualmente o con técnicas deficientes, por lo que muchos cálculos realizados con ellas resultaban bastante imperfectos.

Sobre los tipos de escalas que tiene nuestra Regla de Cálculo, éstas se identifican por un símbolo alfabético grabado en el extremo izquierdo y aunque casi todos los modelos tengan escalas adicionales, los sistemas de escalas que tiene nuestra pieza del mes son:

Sistema Mannheim: A, B, C, D.

Regla de Cálculo UTO, No. 601 U (Denmark). Sistema Mannheim, Escalas A, B, C, D. Archivo Fotográfico Museo Pedagógico Colombiano (2019).

Sistema Rietz: A, B, C, D, K, L, CI, S, T, S&T.

Regla de Cálculo UTO, No. 601 U (Denmark). Sistema Rietz: A, B, C, D, K, L, CI, S, T, S&T. Archivo Fotográfico Museo Pedagógico Colombiano (2019).

La regla de cálculo tuvo un lugar relevante como vanguardia de las matemáticas relativamente breve; ya que se rápidamente se convirtió en un instrumento de uso cotidiano de profesores y profesionales. Pasó poco tiempo y las reglas de cálculo fueron adaptadas para el uso de agrimensores, carpinteros, navegantes, ingeniería militar y otras, además la aparición de diferentes manuales de instrucciones en distintos idiomas facilitó rápidamente su uso a nivel mundial. Por ejemplo, compartimos el manual de instrucciones de la regla de cálculo Faber-Castell No. 2/82 – 62/82 (que se comercializó en la década de los 60’s): https://museo.inf.uva.es/Imagenes/Varios/FB2_82/fa282.pdf

Para conocer el conjunto de reglas de cálculo, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

También los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

Palabras clave: Aritmética; Cálculo; Implementos Escolares; Pedagogía; Escalas de logaritmos; Enseñanza; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Regla de cálculo. (2019, 5 de abril). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Junio 7, 2019 desde https://es.wikipedia.org/wiki/Regla_de_c%C3%A1lculo

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar.

Tomé, C. (2019). El primer instrumento logarítmico: La regla de cálculo. Cuaderno de Cultura Científica. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: https://culturacientifica.com/2015/06/02/el-primer-instrumento-logaritmico-la-regla-de-calculo/

Ibáñez, J. (2019). Museo Informático de la Escuela de Ingeniería Informática UVa – Regla de cálculo. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: https://museo.inf.uva.es/?0=Regla%20de%20c%C3%A1lculo

Sliderulemuseum.com. (2019). Nordic Slide Rules from Denmark and Sweden. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: https://www.sliderulemuseum.com/Nordic.htm

Uciencia.uma.es. (2019). Reglas de cálculo. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: http://www.uciencia.uma.es/Coleccion-cientifico-tecnica/Informatica/Galeria/Reglas-de-calculo2

Sistemas utilizados en las Reglas de Calculo. (2019). Reglasdecalculo.com. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde: https://www.reglasdecalculo.com/sistemas.html

Manuales de Instrucciones (Instruction Manuals) Reglas de Calculo (Slide Rules). Reglasdecalculo.com. Fecha de consulta: Junio 10, 2019. Desde:  https://www.reglasdecalculo.com/manuales.html

Pieza del mes de mayo de 2019: Globo Terráqueo

Como pieza del mes de mayo hemos seleccionado el Globo Terráqueo de la colección de implementos escolares del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto empleado en la enseñanza de la geografía y fabricado en Inglaterra a mediados de 1950 por la empresa Chad Valley Toy Company, compañía con sede en Birmingham, fundada en 1897 por los hermanos Joseph y Alfred Johnson y que funcionó hasta 1978.

En sus inicios, Chad Valley comenzó con la venta de artículos de papelería y posteriormente produjo juegos y juguetes de cartón (rompecabezas) cuya gama se fue incrementando gradualmente. Antes de la Primera Guerra Mundial (1914–1918) fabricaron en masa osos de peluche ampliando así su gama de juguetes blandos (muñecos, muñecas, etc.) y aprovecharon la coyuntura de la Primera Guerra para expandirse y aumentar su catálogo de productos y fabricar otro tipo de juguetes, ya que durante la Primera Guerra éstos no pudieron ser importados.

En 1938, la compañía recibió el ‘Royal Warrant’ que es una Autorización Real como proveedor de la Casa Real Británica, orden otorgada por la Corona que los reconoció como: Fabricantes de juguetes para su majestad La Reina ‘Toymakers to Her Majesty The Queen‘. Inscripción que se modificó cuando la princesa Isabel accedió al trono en 1952: Fabricantes de juguetes para su majestad La Reina Isabel la Reina Madre ‘Toymakers to Her Majesty Queen Elizabeth The Queen Mother’.

Detalle del ‘Royal Warrant’ del Globo Terráqueo. Schreutelkamp, R. (2014). Globo Terráqueo. Chad Valley Co. Made In England.  [image] Available at: https://assets.catawiki.nl/assets/2016/2/8/0/9/2/092453ea-ce70-11e5-80b0-633993187cbc.jpg / https://auction.catawiki.com/kavels/4535225-the-chad-valley-co-ltd-metal-globe [Accessed 9 May 2019].

A diferencia de la Primera Guerra Mundial en la que no suspendieron la fabricación de juguetes, durante la Segunda Guerra Mundial (1939–1945) centran sus tareas en la producción de bienes para la Guerra, por tanto, sus instalaciones fueron utilizadas para fabricar cajas de instrumentos de madera, cajas para cañones antiaéreos, camas de hospital y otros elementos necesarios para los esfuerzos de guerra. Finalizada la Guerra la compañía reanudó la producción de juguetes fabricando por primera vez juguetes de hojalata, nueva gama que fue muy exitosa.

Chad Valley Toy Company fue una de las principales empresas de fabricación de juguetes en cartón, felpa, madera, hojalata, y de otros materiales en el Reino Unido durante la mayor parte del siglo XX; comprando entre 1919 y 1967, instalaciones y otras empresas minoristas también dedicadas a la producción de juguetes, expandiendo tanto sus actividades que, en 1960 operaban en siete fábricas y empleaban a más de 1.000 personas. Sin embargo, en la siguiente década cerraron varias fábricas e hicieron recortes de personal, hasta que en 1978 la compañía y todas sus marcas registradas fueron adquiridas por Palitoy.

Los globos terráqueos, son modelos tridimensionales que representan la superficie de la Tierra sobre una esfera a escala. Referente a su historia, tengamos en cuenta que la esfericidad de la Tierra ya había sido establecida por astrónomos de la Antigua Grecia en el siglo III a.C., por lo que probablemente el globo más antiguo apareció en este periodo y quizá fue el que construyó en Cilicia, Crates de Malos sin embargo no hay vestigios de este, como tampoco de los fabricados en la Antigüedad y en la Edad Media.

Los primeros globos terráqueos solo representaban las tierras emergidas del Viejo Mundo, y reflejaban el grado de conocimiento que se tenía al momento de su construcción. El globo más antiguo que se conserva en el Museo Nacional de Alemania fue construido por el navegante alemán, creador de mapas y comerciante Martin Behaim en Núremberg entre 1941 y 1493 el cual no incluía las tierras emergidas del Nuevo Mundo. Y el primero que sí representó el continente americano fue el realizado por Martin Waldseemüller en 1507.

En siglos posteriores los globos se construyeron como raros objetos destinados a la aristocracia o al clero; por ejemplo, el cartógrafo veneciano Vincenzo Coronelli (1650–1718) considerado el primer fabricante de globos, construyó dos enormes de cuatro metros de diámetro para Luis XIV. En el siglo XVI, Núremberg se convirtió en el centro del mundo de fabricación globos terráqueos, y luego en el siglo XVII, ciudades como Ámsterdam, Venecia, París y Roma tuvieron periodos de producción importantes, y a mediados del siglo XVIII Londres también entró en la industria. A inicios del siglo XIX, se fabricaron en miniatura como objetos de viaje y de bolsillo, convirtiéndose en símbolos de estatus para los caballeros y en juguetes educativos para los niños de familias adineradas. Durante el siglo XX se fabricaron globos terráqueos en Australia, E.E.U.U. y distintos países europeos, popularizándose su fabricación en los años treinta del pasado siglo.

El Globo Terráqueo fabricado por Chad Valley Toy Co., que hace parte de nuestra colección, muestra la distribución geográfica del mundo en un momento histórico y geopolítico interesante –correspondiente a los tiempos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, y también cuando Alemania no estaba dividida en República Federal y República Democrática y así mismo cuando las Coreas no estaban divididas en Norte y Sur– que nos permite reflexionar acerca de los diferentes acontecimientos que la humanidad había vivido antes o durante la fabricación de este Globo, hechos que determinaron la historia de lo que hasta en ese momento éramos como sociedad, por este motivo los diferentes globos terráqueos que se han fabricado desde el más antiguo que se conserva y hasta los que se fabrican actualmente que incluyen avances tecnológicos e interactivos, dan muestra de las percepciones físicas que se tienen del planeta desde diferentes culturas, los cambios en la distribución política de los territorios y las consecuencias geopolíticas de los diferentes conflictos que la humanidad ha sobrevivido, entre otros aspectos relevantes.

Relativo a las características materiales, este Globo de la serie 10174 está formado primero por, dos hemisferios de hojalata prensados y unidos en la línea del Ecuador (Latitud 0º) sobre los cuales están impresos la distribución terrestre y marítima, los paralelos y meridianos y otros datos relevantes del planeta; segundo, por un brazo curvo de metal en forma de arco (marcado con grados que se utilizan para medir las latitudes norte y sur) que está unido al Eje terrestre en sus dos extremos (que representan los polos) Eje que marca la inclinación de 23,5° de la Tierra con respecto al plano horizontal (en la parte inferior del brazo curvo encontramos la inscripción del sello Real de la Corona Británica) y finalmente este brazo se ensambla a una base circular de hojalata de color negro.

En relación a su importancia dentro de las aulas de clase, el aporte de la Segunda Misión Pedagógica Alemana (1927–1935) al Instituto Pedagógico Nacional junto con los Ministerios de Educación y de Gobierno; la Academia de Historia; la contraloría General; los ministros de España, Gran Bretaña y Francia, fue fundamental para la constitución y consolidación de la práctica pedagógica para el caso el de la enseñanza geográfica de los maestros en formación, ya que entre 1926 y 1936 donaron carteles de mapas del mundo, brújulas, visores estereoscópicos para proyectar las láminas con paisajes del mundo  y globos terráqueos.

De esta manera, la concepción de la enseñanza geográfica en Colombia entre 1920 y 1930, fue posible gracias a la presencia de láminas de mapamundis, globos terráqueos y especialmente mapas políticos del país, pues éstos fueron los dispositivos para aprender la idea de patria, territorio, geología, cartografía, geografía humana y económica, entre otras.

Para conocer el Globo Terráqueo, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

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Palabras clave: Geografía; Historia; Implementos Escolares; Misión Pedagógica Alemana; Pedagogía; Enseñanza; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Globo terráqueo. (2019, 7 de abril). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Mayo 7, 2019 desde https://es.wikipedia.org/wiki/Globo_terr%C3%A1queo

Chad Valley (Toy Brand). (2018, 30 de diciembre). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: Mayo 6, 2019 desde https://en.wikipedia.org/wiki/Chad_Valley_(toy_brand)#cite_note-Woolworths-1

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano.

HISTORIA – Globoterráquea. (2017, 16 de noviembre). Recuperado de: http://www.globoterraquea.com/historia/

World Globe (Chad Valley) – The Brighton Toy and Model Index. Recuperado de: https://www.brightontoymuseum.co.uk/index/World_Globe_(Chad_Valley)

Birmingham Manufactures: Chad Valley. (2017, 02 de noviembre). Recuperado de: https://www.birminghammuseums.org.uk/blog/posts/birmingham-manufactures-chad-valley

Toys for Toffs – The early history of Chad Valley. (2017). Recuperado de: http://www.woolworthsmuseum.co.uk/Toys-EarlyCV.html

The History of Chad Valley. Epton, Simon. (2019). Recuperado de: http://www.toypriceguide.co.uk/the-history-of-chad-valley/

Chad Valley Co – Graces Guide. British Industrial History. (2019). Recuperado de: https://www.gracesguide.co.uk/Chad_Valley_Co

Pieza del mes de abril de 2019: Proyector de Filminas

Como pieza del mes de abril hemos seleccionado el Proyector de Filminas de la colección de objetos audiovisuales del Museo Pedagógico Colombiano (MPC). Objeto ‘fabricado’ por la empresa Brumberger Co. INC, en la década de los cincuenta.

La empresa estadounidense Brumberger Camera Incorporated, con sede en Brooklyn, Nueva York, se fundó en 1904 y hasta la década de 1960 fue una empresa minorista, distribuidora e importadora de equipos fotográficos, equipos de proyección y suministros fotográficos de la época, como películas, carretes, cámaras oscuras, equipos de almacenamiento y archivo (tipo diapositivas) y otros productos asociados como visores. Aunque los equipos en su gran mayoría eran importados desde Europa y Japón, la empresa, también volvió a etiquetar algunos de estos equipos para venderlos bajo su marca.

Sobre el Proyector que hace parte de nuestra colección y sus características materiales, tenemos cuatro elementos principales: Una bombilla de luz intensa (enfriada con ventilador), un reflector, un aparato para colocar y cambiar las placas de plástico que sostienen a las filminas y dos clases de lentes, unos que dirigen la luz hacia la diapositiva y otros de enfoque para mejorar la nitidez de la imagen. Respecto a las filminas, éstas eran un recurso multimedia de imagen fija creado para presentar y comunicar información, que venía guardada en un rollo de 35 mm de película fotográfica, con un contenido promedio de treinta a cincuenta imágenes, dispuestas en orden secuencial, por lo que se convertía en una ayuda para el maestro, quien iba mostrando las imágenes de la filmina, a medida que avanzaba en la explicación. Las filminas ofrecían una alternativa fácil y económica, ya que requerían poco espacio de almacenamiento, se rebobinaban rápidamente para el siguiente uso y tenían gran resistencia a la rotura.

Sobre el funcionamiento técnico de nuestra pieza, primero, era necesario tener cierto grado de oscuridad en el salón de clase. Ya con las condiciones lumínicas adecuadas para llevar a cabo el desarrollo de cualquier asignatura, el rollo de filminas se colocaba sobre el soporte que cambia cada imagen , y éste se insertaba horizontalmente en la abertura frontal del proyector, luego la luz de la bombilla pasaba a través de las filminas y los lentes, y la imagen resultante, entonces se agrandaba y proyectaba, tratándose entonces, de un dispositivo óptico-mecánico que servía para ver imágenes grabadas en diapositivas de formato pequeño, y  proyectarlas sobre una superficie lisa, como una pared.

Como dispositivo de proyección de imágenes y contenido escolar, fue de uso común por profesores y alumnos para el dictado de clases, conferencias y exposiciones, desde la década de los 50 y hasta mediados de la del 90 en colegios y universidades de Colombia, y también para realizar presentaciones y proyecciones audiovisuales.

Nuestro Proyector de Filminas da cuenta de las varias tecnologías y recursos educativos que facilitaron la práctica pedagógica del maestro, y también, de la evolución de las dinámicas de los procesos de enseñanza y aprendizaje en las aulas a través de herramientas modernas en su época, ya que los proyectores de este tipo, en ocasiones substituyeron el uso de la pizarra o tablero y permitió avanzar rápidamente en clase, pues se ahorraba el tiempo «perdido» en escribir en el pizarrón; además la proyección ampliada de diapositivas en colores constituyó uno de los apoyos técnicos más útiles y prácticos en la historia de la didáctica pedagógica, tanto en Colombia, como en otros países donde proyectores similares fueron utilizados.

Para conocer el Proyector de Filminas, otros objetos de la historia, la práctica y la memoria pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

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Palabras clave: Proyección de Imágenes; Enseñanza; Audiovisual; Filminas; Enseñanza; Museo Pedagógico Colombiano. 

Pieza del mes de febrero de 2019: Olinguito Disecado

Como pieza del mes de febrero se ha se ha seleccionado el ejemplar disecado del Olinguito (Bassaricyon neblina) de la colección enseñanza de las ciencias del Museo Pedagógico Colombiano. Esta especie fue identificada en 2013 por el Instituto Smithsonian de Washington quien señalo que “es la primera especie de mamífero carnívoro descubierta en América en 35 años” (BBC News, 2013, s.p).

El Olinguito es un mamífero carnívoro de pelaje esponjoso, cabeza redonda, con patas y cola corta; hace parte de la familia prociónidos (Procyonidae) al igual que los mapaches y coatíes, pertenece al género de los Bassaricyon y está clasificado en la especie neblina como alusión a la montaña andina donde habita. Los investigadores han asegurado que se desconocían las características de esta especie debido a que los pobladores de la montaña andina, donde es originario, lo asociaban al Olingo común que tiene similares características físicas; sin embargo, la especie descubierta es más pequeña, con cabeza redonda y es un ejemplar que hasta el momento solo se ha encontrado en la cordillera de los Andes específicamente entre Ecuador y Colombia.  

Olinguito disecado. Década de los años 30. Foto: Sergio Jiménez
Olinguito disecado. Década de los años 30. Foto: Sergio Jiménez

Pese a su reciente descubrimiento como especie diferenciada de su pariente el olingo, el Olinguito que aquí se referencia perteneció al Museo de biología del Instituto Pedagógico Nacional-IPN, proyecto que empezó a consolidarse gracias a los aportes de la segunda misión pedagógica en Colombia quien en la década de los años treinta donó el mobiliario y gran parte de las colecciones de este Museo como la serie de historia natural aplicada producido por Espasa-Calpe, estuches con cráneos de diferentes mamíferos, órganos de mamíferos conservados en formol, herbarios de plantas del mundo, reproducciones en escayola de diferentes partes del cuerpo humano y una colección de especies de animales disecados. Las colecciones del Museo se enriquecieron con ejemplares cazados por maestras y estudiantes en las múltiples expediciones que se realizaron por el territorio colombiano y por donaciones de particulares como la del “señor don Misael Plazas [quien] donó la piel de un güío enorme para el Museo de Biología” (Radke, 1936, p.44).

Museo de biología IPN. Década de los años 30.
Museo de biología IPN. Década de los años 30.

El Museo del IPN hizo parte de una tradición de museos escolares centrados en la historia natural (botánica, zoología, anatomía) que se extendió paulatinamente en Colombia a finales de siglo XIX, pese a que durante ese mismo periodo en Europa se estaban difundiendo análisis sobre los fenómenos que atañen a lo vivo con la biología. En el caso colombiano, instituciones de educación secundaria como el colegio San Bartolomé y el Instituto de los Hermanos de la Salle, entre otros, en la primera década de siglo XX comenzaron a equipar sus museos de historia Natural con ejemplares de plantas y dibujos de las mismas, además de una gran variedad de animales disecados e instrumentos científicos.

Respecto al IPN, fundado en 1927, la enseñanza de las ciencias naturales en sus inicios se concentró en tres secciones: biología dividida según el pensum de 1936 en tres cursos zoología, botánica y anatomía; química orgánica e inorgánica; y física teórica y experimental. En el caso de Escuela primaria Anexa IPN, donde las futuras maestras realizan sus prácticas pedagógicas, la enseñanza de la ciencia aún estaba enfocada en la historia natural como estudio de los reinos de la naturaleza: animal, vegetal y mineral; pero además retomó elementos sobre lo vivo (de la biología) que como se sustenta en el pensum:

El valor instructivo de la asignatura no debe buscarse tanto en una descripción minuciosa, sino en las observaciones de los fenómenos de la vida y en la conexión de dichos fenómenos con el organismo de las plantas, del animal, así como los seres inertes de la tierra (Ministerio de Educación Nacional, 1932, p.134).

Olinguito exhibido. Detalle de la fotografía del Museo de biología IPN. Década de los años 30
Olinguito exhibido. Detalle de la fotografía del Museo de biología IPN. Década de los años 30

Además de las asignaturas de historia natural con elementos teóricos de la biología, el IPN fue dotado de materiales de enseñanza a partir de una serie de las donaciones que se realizaron al Instituto entre 1927 y 1936 por parte de instituciones nacionales e internacionales. Las colecciones del Museo de biología (denominado así por Radke, 1936) fueron enriquecidas, como se mencionó, por varias décadas con especies nacionales de animales disecados y con elaboraciones de las maestras en formación de herbarios e insectarios. Algunos de los ejemplares que se pudieron conservar del Museo de biología del IPN y material antiguo del laboratorio de física y química fueron donados por esta institución al Museo Pedagógico Colombiano-MPC lugar donde podrá conocer de cerca al Olinguito disecado y otros ejemplares que pertenecieron al Museo de biología IPN que ahora hacen parte de la colección enseñanza de la ciencia del MPC.

 

Referencias

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum-programa y reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para señoritas. Bogotá: Escuela Tipográfica Salesiana.

Thomas, S. (15 agosto 2013). Conozca al Olinguito, una nueva especie de mamífero. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/08/130814_ciencia_nuevo_mamifero_colombia_ecuador_olinguito_tsb

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas desde 1927 hasta 1935.Bogotá: editorial el gráfico