Estimados/as colegas y visitantes, entre el 18 y el 29 de julio de 2022, la Sede de Investigación de la Universidad de Antioquia-SIU-, será el lugar en el que se llevará a cabo la Escuela de Verano en Historia de la Pedagogía, organizada por el Grupo de Investigación Interuniversitario Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia -GHPPC-. Serán 10 días de intensa formación histórica, conceptual y metodológica en torno a la tradición que hemos venido configurando desde 1978. La escuela está conformada por un grupo de investigadores, especialistas en historia de la pedagogía, quienes analizarán la escuela, el maestro, el pedagogo, las infancias, la escolarización, la historia de la educación y la pedagogía, entre otros objetos de saber, a partir de las relaciones de saber-poder y subjetivación que han posibilitado su emergencia y existencia.
El objetivo de la Escuela de Verano en Historia de la Pedagogía consiste en introducir a los participantes en el estudio de los discursos, los saberes, las instituciones, los sujetos, los conceptos, los objetos y las estrategias, como caja de herramientas para hacer historia de la pedagogía y posibilitar el tejido de relaciones con otros enfoques históricos, para hacer historia de los saberes.
Como pieza del mes, hemos seleccionado los Resaques de madera de la colección de mobiliario didáctico Montessori del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto donado por la recordada profesora Nelly Mendoza Zárate en el año 2015, el cual fue utilizado entre 1970 y 1980 en la sección de básica primaria del Instituto Pedagógico Nacional. Herramienta que aún tiene vigencia, siendo muy representativo del trabajo realizado por la médica italiana con formación en biología y antropología María Tecla Artemisia Montessori (1870–1952) que, a partir de su trabajo de psicología experimental con niños, denominados en la época “anormales” y de los estudios médicos de esta población, fundamentó un método de enseñanza para todos los infantes, el cual se consolidó como método pedagógico.
A través de la experiencia educativa desarrollada en las ‘Casas dei Bambini’, María Montessori revolucionó los parámetros educativos existentes hasta esa época, situando a los Niños como los auténticos protagonistas de todo el proceso educativo. Los inicios del siglo XX marcaron para siempre a la sociedad, transformando de forma radical la educación infantil, y en esta ‘revolución’ tuvo mucha incidencia el trabajo de Montessori, porque creó una serie de materiales –aún vigentes en muchas escuelas– que favorecerían los procesos de autoaprendizaje; y también porque, les dio un vuelco total a las escuelas, sus actividades y su misión; poner la Escuela al alcance del Niño, significó que ésta se adaptara al mundo infantil. Desde ese momento la infancia se convirtió en el centro del sistema escolar.
Su método de enseñanza se fundamenta en tres principios:
“El ambiente adecuado, el maestro humilde y el material científico” (Montessori, 1950, p. 15).
En ese orden de conceptos, en la metodología ‘Montessoriana’, el Ambiente hace referencia a un espacio ‘pedagógicamente’ adecuado por el adulto para que el niño crezca y se descubra a sí mismo en medio de su mundo, por lo tanto, los maestros deben conocer y respetar las personalidades de cada niño y sus grados de desarrollo. Respecto al material didáctico, estos objetos, sensorialmente atractivos, pueden tener un poder de fascinación, reclamando la actividad del niño para que desarrolle habilidades mediante su manipulación; a partir de la experimentación con dichos objetos, resaltaba la experiencia de las ‘Casas dei Bambini’:
“Al mismo tiempo, hice fabricar un material científico exactamente igual al que yo usaba en una institución de niños con discapacidad mental, el cual por haber sido utilizado para ese objeto nadie pensó que pudiera llegar a ser un material escolar. No hay que imaginar que el “ambiente” de la primera Casa de los niños fuera amable y gracioso como el que presentan en la actualidad estos colegios” (Montessori, 1907, p.1).
El método de la pedagoga italiana, como también estudios posteriores y desarrollos de sus trabajos, describe una serie de diferentes materiales de enseñanza que corresponden a cinco principales áreas de aprendizaje:
Sensorial: trabaja percepciones sensoriales para el desarrollo de los sentidos del tacto, vista, oído, olfato, gusto y el sentido estereognóstico (definido como el sentido por el cual el niño descubre e identifica volúmenes y objetos por medio del tacto).
Matemáticas: busca desarrollar el reconocimiento de números y cantidades. En esta área los objetos tienen diferentes grados de dificultad a las que el niño accede progresivamente a medida que adquiere habilidades.
Lenguaje: desarrolla el lenguaje escrito y verbal mediante tres procesos principales: fonética de las letras, escritura y lectura.
Cultura: comprende las áreas de geografía, ciencia, arte, música, zoología, botánica, idiomas y educación cósmica (que además de impartir conocimiento, pretende guiar las experiencias que vivirán los niños, para que continúen con el proceso de autoconstrucción y llegue a formarse como seres humanos nuevos capaces de contribuir a la creación de un mundo mejor (contribuir a la sociedad). Busca darles, una visión del todo para que desde un enfoque holístico puedan descubrir el Universo como una gran red en la que todos los elementos están interconectados y donde todos los seres de la creación forman parte de este proceso).
Vida práctica: Se divide en cuatro unidades: cuidado de la persona, cuidado del ambiente (casa), desarrollo de las relaciones sociales y conocimiento, y el control del propio cuerpo.
Áreas que, aportan al desarrollo de diferentes habilidades como: la discriminación visual[1], motricidad, lectura, matemática y vida cotidiana (higiene y cuidad de sí mismos).
A diferencia de los ejemplares originales que fueron construidos en metal, la reproducción de Resaques Montessori, que exhibimos en el Museo están fabricados en madera; y, corresponden a los materiales del módulo de aprendizaje del lenguaje. Se trata entonces de unas plantillas con las que el niño se inicia en la preescritura y empieza a desarrollar el pensamiento lógico.
Nuestro ejemplar, se compone de una caja que tiene las siguientes dimensiones: 15 cm de alto, 45.5 cm de largo y 31 cm de ancho; la caja cuenta con cuatro compartimentos y cada uno de ellos, contiene seis marcos cuadrados donde encajan respectivamente los diferentes resaques de madera de color azul –que se pueden extraer fácilmente–, los cuales tienen las formas de las siguientes figuras geométricas: cuadrado, triángulo, círculo, rectángulo, óvalo, elipse, trapezoide, pentágono, triángulo curvilíneo, cuadrifolio (trébol de 4 hojas), entre otras.
Manipulando el pomo[2] de cada resaque, esta herramienta didáctica específicamente permite trabajar y practicar la posición de agarre de pinza de la mano que se realiza con los dedos pulgar–índice–corazón (esto para el aprendizaje de la forma correcta de sujetar los instrumentos para la escritura, es decir lápices, bolígrafos, entre otros) y fortalecer la musculatura (practicando la fluidez del movimiento de la mano y la presión correcta del lápiz sobre el papel), aspectos básicos para la escritura correcta. Además, la interacción con los resaques inicia al niño en el reconocimiento de las figuras geométricas y sus respectivos nombres.
Después de que el niño ha trabajado con esta herramienta, se busca que con la guía del maestro pueda nombrar las figuras geométricas que aparecen en las tarjetas de cartón que funcionan como complemento de los resaques.
Otras orientaciones para el uso de este material son que los niños pueden dibujar la forma tanto de la figura que se inserta como del marco de inserción sobre un papel y así, ayudar a mejorar la coordinación ojo–mano, y a estabilizar los trazos manteniendo la punta del lápiz en el borde de cada pieza.
Sobre el aspecto geométrico de esta herramienta, Montessori destacaba:
“Al levantar la pieza de hierro queda la figura dibujada en dos colores. De aquí nace por primera vez el concepto abstracto de la figura geométrica pues el niño ve que de dos placas tan distintas resulta un dibujo único, esto es, una línea que determina una figura.” (Montessori, 1950).
Resaltamos la importancia y vigencia (a pesar de tener más de un siglo de tradición y aplicación) del trabajo realizado por María Montessori como también de los diferentes materiales que se diseñaron y crearon a partir de sus postulados, no solo por revolucionar el enfoque de la Escuela, sino también por visibilizar y revalorar la importancia de la infancia y de su proceso de aprendizaje a nivel mundial. Así mismo recordamos que en 1933 con la construcción de la ‘casita Montessori’ –hoy “Casa de la Vida”–, y el año siguiente con la puesta en marcha del grado de Kindergarten (Jardín Infantil) su legado hizo parte activa de los fundamentos, prácticas, ambientes y espacios de la Universidad Pedagógica Nacional, otrora Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas.
Para conocer los Resaques de madera, la colección de materiales didácticos Montessori, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes a los fondos documentales que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional.
Palabras clave: Resaques de Madera; María Montessori; Material Didáctico; Lenguaje; Figuras Geométricas; Infancia; Maestros; Educación; Museo Pedagógico Colombiano.
[1]La discriminación visual es la habilidad visual que ayuda al niño a reconocer las semejanzas y las diferencias de formas, colores y posición de objetos, personas y materiales impresos, y a advertir las coincidencias entre ellos. Esta habilidad le permite prestar atención a los detalles y apreciar las diferencias leves existentes entre objetos e imágenes que son similares. Fuente: https://webdelmaestro.com/discriminacion-visual-concepto-y-actividades/
Para el mes de mayo, mes en que conmemoramos al maestro en nuestro país, escogimos esta “lacónica” cartilla de 22 páginas, publicada en 1797, porque se trata del primer texto de carácter didáctico publicado por un maestro en el territorio de lo que es hoy Colombia. La cartilla, como lo mencionan los investigadores Martínez, Castro y Noguera (1999, p. 109), “constituye un acontecimiento discursivo sin precedentes para aquel momento, en el que el acto de escribir estaba restringido a una preclara élite, y la circulación de impresos, celosamente controlada por el poder civil y eclesiástico”[1]. Su autor, don Agustín Joseph de Torres, encarnó el ideal del maestro como intelectual en la medida en que, a pesar de sus precarias condiciones laborales, a pesar de sus “urgencias lloradas” (como él mismo llamaba a su injusta situación que lo mantuvo a lo largo de su vida laboral como una especie de mendigo de un salario), consiguió escribir una cartilla, obtener el permiso para publicarla por parte de las autoridades virreinales y eclesiásticas y, además, financiarla de su propio peculio.
Don Agustín Joseph de Torres, nombrado maestro desde diciembre 13 de 1775, fue el cuarto maestro de la escuela de San Carlos de Santafé, primera escuela pública de la ciudad y de todo el Virreinato. Dicha escuela fue el lugar donde, por más de cuatro décadas, don Agustín procuró, como él decía, “la más perfecta educación en costumbres, letras e instrucción de la Religión”. Así aparece de su pulso y letra en uno de los expedientes del Archivo Nacional Histórico de Madrid[2], el registro de su voz, como una entre otras de muchos otros maestros que en el Virreinato de la Nueva Granada escribieron, antes que cartillas o materiales escolares, sendos expedientes con los que reclamaban el justo pago de su salario o el aumento del mismo para no perecer ahogados en sus “urgencias lloradas”.
El trabajo de don Agustín Joseph con su cartilla representa el saber de la aritmética práctica, saber derivado de las necesidades de vida cotidiana de la Santafé colonial con su naciente actividad mercantil en el que la aritmética tenía una función primordial en la resolución de problemas domésticos y comerciales. Como lo señala el propio maestro Torres, la cartilla tenía como propósito que “la puerilidad tenga algunos principios de instrucción en beneficio del bien público” (Torres, 1797, p. 1) dada la escasa instrucción de la gran mayoría de la población en esta materia.
Se conmemora la publicación de esta cartilla lacónica en el marco de la celebración del día del maestro como una tentativa de recuperar la propia historia de los avatares y vicisitudes del magisterio nacional y en contraposición al carácter meramente religioso que tiene en Colombia el día 15 de mayo (la canonización de San Juan Bautista, fundador de la comunidad de Hermanos de las Escuelas Cristianas). De esta forma, pretendemos llamar la atención sobre un maestro público como Don Agustín Joseph de Torres que no es sólo un caso entre otros. Si bien su rostro y muchos datos de su vida nos resultan desconocidos, consiguió lo que bien puede considerarse un acontecimiento de orden pedagógico: escribir y publicar un texto para la enseñanza, una Cartilla Lacónica de las Quatro Reglas de Aritmética Práctica.
Esta Cartilla es pieza fundamental de una exposición organizada por el IDEP y el Museo Pedagógico en 2005 Paradojas del Maestro que tiene una versión virtual en las exposiciones de esta página. La cartilla digitalizada se cuenta digitalizada en la sección de manuales escolares.
Referencias bibliográficas
Martínez, A; Castro, O; Noguera, E. (1999). ). Maestro, escuela y vida cotidiana en Santafé colonial. Bogotá: Sociedad Colombina de Pedagogía- SOCOLPE.
Torres A. (1797). Cartilla Lacónica de las quatro reglas de Aritmética práctica. Santafé: imprenta patriótica.
Notas
[1] La alusión de la cartilla Lacónica de las quatro reglas de Aritmética práctica como hecho singular de un maestro público de finales de siglo XVIII se encuentra descrito en el libro Maestro, escuela y vida cotidiana en Santafé colonial (1999) de los autores Alberto Martínez Boom, Jorge Orlando Castro y Carlos Ernesto Noguera. Texto producido en el marco del proyecto de investigación Historia de la práctica pedagógica durante la Colonia, financiado por la Universidad Pedagógica Nacional y Colciencias.
[2]Archivo Histórico Nacional de Madrid, Sección Jesuitas, Legajo 92, documento 17.