Pieza del mes de marzo de 2024: La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada: cuna de las ciencias en Colombia.

Como pieza del mes, el Museo Pedagógico Colombiano eligió el tomo introductorio de la colección Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada publicada en 1954, mediante un convenio cultural auspiciado por los gobiernos de Colombia y España, en colaboración con los Institutos de Cultura Hispánica de Madrid y de Bogotá. La colección en mención fue un proyecto cultural que nació en 1952 y se renovó en 1982, con el objetivo de publicar la monumental investigación florística e iconográfica dirigida por el sacerdote, botánico, geógrafo, matemático, médico y docente español José Celestino Bruno Mutis y Bosio (1732–1808) que arribó al Virreinato en 1760, e introdujo las teorías del naturalista sueco Carlos Linneo, reconocidas como el primer lenguaje universal para describir y clasificar la naturaleza.

José Celestino Mutis. (ca. 180). [Óleo de Pablo Antonio García del Campo]. Colección Museo Nacional de Colombia. Reg. 546. Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

La edición completa de la obra científica más importante del siglo XVIII desarrollada en el territorio nacional consta de 51 volúmenes, organizados por familias botánicas, y aproximadamente contiene 2.666 láminas de plantas cuya reproducción es fidedigna por los detalles, colorido y extraordinaria belleza. En ese sentido, la Expedición Botánica fue un importante proyecto del periodo colonial americano que documentó el inventario de especies naturales del Virreinato de Nueva Granada; y aportó la búsqueda, recolección y clasificación de aproximadamente 20.000 especies vegetales y 7.000 animales del territorio que actualmente corresponde con nuestro país. Además, en tal empresa científica, se construyó y fundó el Observatorio Astronómico Nacional en 1803 –el más antiguo de América–, y se estableció un selecto grupo de jóvenes científicos criollos, junto con dibujantes y artistas neogranadinos que realizaron un registro biológico, botánico y gráfico de las riquezas naturales del Reino de la Nueva Granada para darlos a conocer con fines de aprovechamiento y beneficio para la sociedad.

Como podemos notar los objetivos perseguidos por la Expedición fueron ambiciosos, no solo elaboró un importante estudio de historia natural de la Nueva Granada, sino también, intentó elaborar la carta geográfica del territorio del Virreinato incluyendo su flora y sus recursos naturales. Tal proyecto de interés científico promovido por el Sabio Mutis, oficialmente emprendió su fructífera marcha el 30 de abril de 1783, y se formalizó como una empresa cultural auspiciada por la Corona española mediante Cédula Real suscrita el 1º de noviembre del mismo año.

De acuerdo con Rivas Goday autor del prólogo de nuestra pieza del mes:

“No fué la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada la mera exploración florística de un territorio, ni menos la recopilación de características sistemáticas de plantas encontradas al azar por exploradores poco o nada vinculados al país que recorren y que luego rinden sus frutos publicitarios en tierras extrañas. Desde que Carlos III la sancionó a través de su Ministro General de Indias, Don José Gálvez, Marqués de la Sonora, aprobando las medidas que tomó el Arzobispo Virrey de Nueva Granada Don Antonio Caballero y Góngora, en 1783, y desde antes, cuando Mutis, en 1760, pisó primera vez en suelo americano, hasta que, por la muerte del sabio, por las convulsiones de la emancipación y por otros varios imponderables de la Historia, se extinguió, fué la Expedición un verdadero Instituto en el sentido moderno, que tomó bajo su responsabilidad el estudio indefinido de los recursos naturales de un área vastísima, la promoción de su aprovechamiento y la educación de una juventud destinada a perpetuar tales intereses. Sobrepasó también la visión integral sobre la naturaleza, predominante, más que ahora, en el siglo XVIII y significó una tendencia que, aun presentada en nuestros días, sería tenida como moderna, porque consistió en la adaptación de los hombres al medio intertropical, promesa de la humanidad” (Goday, 1954).

Espeletia sp. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

El material recopilado durante la labor desarrollada por los exponentes de la Expedición no fue sólo numeroso y valioso en información, sino magnífico como obra iconográfica y artística. Así pues, un año después de iniciada la institución científica, –reconocida como la cuna y referente obligado de las ciencias en Colombia– Mutis en compañía de los pintores neogranadinos Pablo Antonio García, Salvador Rizo y Francisco Javier Matis, coordinaron un proceso de reflexión, experimentación y creación colectiva para la organización del trabajo, los criterios científicos, técnicos y estéticos para la representación, el color y la composición de las láminas producidas. A partir de este proceso, Mutis señaló una nueva técnica denominada ‘invención de los colores’.

De esta manera, aquella empresa ilustrada, promovió la fundación de la primera escuela estatal de arte. En ella numerosos artistas aprendieron y trabajaron en una verdadera academia; experiencia que abrió múltiples posibilidades para el campo, puesto que, la aplicación de nuevas técnicas y el detallado trabajo de retratar la flora, llevó al posterior desarrollo de la miniatura moderna, el dibujo directo de la naturaleza, y de la técnica del paisaje. Por tal motivo, la artista colombiana Beatriz González resaltaba:

La creación de una Expedición Botánica con una Oficina de Pintores anexa introduce una innovación fundamental. Se trata de un cuerpo de pintores vinculados orgánicamente a una empresa científica, que laboran, viven, comen, departen y comparten en su sede, que se desplazan con ella, que se hallan en relación permanente con sus naturalistas y colectores («herbolarios»), que, en fin, integran una familia unida por los lazos del amor a la ciencia y al arte. La formación académica de los pintores quiteños, que comenzaron a llegar en 1787, los predisponía para asimilar todas estas influencias. Su llegada vino a favorecer y a fijar definitivamente muchas de las tendencias mencionadas. La Oficina de Pintores generó sus propios mecanismos de reproducción gracias a la creación en Mariquita, en 1787, de la Escuela de Dibujo, que florecería en Santafé a partir de 1791. Acogió este plantel hasta 32 alumnos simultáneamente y produjo algunos de los mejores pintores que conoció la obra de Mutis (Lino José de Acero, Camilo Quesada, etc.). La creación en la capital a principios del siglo XIX de la Escuela Gratuita de Dibujo permitió que se vincularan a la Expedición vástagos del patriciado criollo, deseoso de procurar a sus hijos una formación en bellas artes” (González, 2017).

Malvastrum. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Tal fue la esplendidez que la obra ilustrada evidenciaba en cada una de las láminas y dibujos de las especies descubiertas, que cuando el científico, geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt (1769–1859) tuvo conocimiento de los esfuerzos realizados por Mutis, recorrió el territorio del Nuevo Reino y fue en búsqueda de tan magna empresa científica. Una vez allí, comparó sus colecciones con las ya recopiladas en la Nueva Granada, y al encontrar todo un equipo organizado, elogió generosamente la voluntad, empeño, mérito y carácter científico del trabajo; destacando su admiración por la calidad de la obra pictórica: “…jamás se ha hecho colección alguna de dibujos más lujosa, y aún podría decirse que ni en más grande escala”.

Podemos considerar entonces qué, alrededor de la Expedición se instituyó un movimiento artístico y gráfico de orden botánico, qué, a través de atractivas y coloridas ilustraciones historió con detalle y precisión la naturaleza, siendo entonces un referente fundamental para los famosos herbarios desarrollados durante el siglo XX como materiales de apoyo en la enseñanza de las ciencias naturales y la biología para las secciones de secundaria de distintos colegios.

Humboldt y Bonpland, deseosos de conocer a los miembros de la Expedición y sus trabajos, estuvieron en Bogotá en 1801. Colocados todos estos sabios a igual altura en talento y amor a la ciencia, bien pronto la amistad enlazó sus corazones en nombre del común amor. Mutis les abrió las puertas de la Expedición y les mostró sus herbarios, sus colecciones zoológicas y mineralógicas, sus instrumentos, manuscritos y dibujos. Según dichos sabios, jamás se ha hecho colección alguna de dibujos más lujosa, y aún podría decirse que ni en más grande escalar; ni jamás se ha consagrado, en parte alguna de Europa, a un solo ramo de historia natural, una biblioteca tan bella y tan rica como la biblioteca botánica de esta Expedición. […](Vezga, 1880).

Abate Antonio José de Cavanilles. (1801). [Óleo de Salvador Rizo]. Colección Museo Nacional de Colombia. Reg. 549. Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Precisamente, el taller pictórico de la Expedición Botánica, contó con más de 60 miembros, entre oficiales, alumnos y aprendices. Por tanto, herencia de ella se establecen vínculos directos entre la historia de la formación y educación en bellas artes, y la labor de los expedicionarios, desde finales de siglo XVIII.

De conformidad con las memorias de Florentino Vezga (1833–1890), la Sociedad de Naturalistas Neogranadinos (1859–1861), alentada por el espíritu y legado de la Expedición, continuó la labor iniciada en el siglo XVIII por Mutis y sus colegas; conocida como la primera sociedad de carácter científico que se creó en la República, recogió y estudió la flora y fauna de la geografía de Colombia en su tiempo, y surgió como consecuencia del ambiente de investigación y el florecimiento cultural, que implantó la Comisión Corográfica (1850-1859). Célebre empresa científica que, durante el siglo XIX, documentó sistemáticamente la cartografía, los rasgos físicos del paisaje y el componente humano del país. Mediante ella se conocieron las diferencias, semejanzas y posibilidades de un territorio desconocido hasta ese momento; gracias a este ‘proyecto nacional’, fue posible dejar de imaginar una nación para realmente caracterizar el paisaje y construir conocimiento respecto al territorio, sus habitantes, su fisionomía, costumbres e indumentaria.

En correspondencia con la Expedición, la Comisión también tuvo efectos estéticos y significado para la historia del arte colombiano, ya que, a través de láminas y acuarelas se retrataron las regiones y las gentes de la República de la Nueva Granada. La técnica pictórica conjugó la mirada del viajero y la habilidad del pintor, siendo un autorretrato colectivo y perpetuo de los colombianos que con su esfuerzo construyeron la nación; en su conjunto las acuarelas conforman una parte fundamental de la memoria del territorio nacional de mediados de siglo XIX.

Retomando los logros de la vasta ‘obra expedicionaria’, además de su impacto científico, que a todas luces iluminó a la Nueva Granada hacia la razón y la ciencia de la Ilustración, la Expedición no solo se enfocó en la rama de la botánica. También, se orientó a otras ciencias: medicina, farmacéutica, astronomía, zoología, geografía, matemática, agricultura, ganadería, minería e industria; asimismo, se destacan sus aportes con relación al campo del arte; y, se considera su vínculo con las luchas de la Independencia.

En ese aspecto, se destaca el capital humano y cultural de los participantes de la Expedición Botánica. En consecuencia, sobresalen varios personajes fundamentales para la historia política nacional colombiana de finales del siglo XVIII y las primeras dos décadas del siglo XIX: Francisco José de Caldas (encargado de la división de astronomía y geografía), Francisco Antonio Zea (encargado de la subdirección), Jorge Tadeo Lozano (encargado de la división de zoología), Sinforoso Mutis (encargado de la división de botánica) y Pedro Fermín de Vargas (comisionado para la recolección de plantas y acopió de datos científicos), considerados por la historia oficial colombiana como próceres del movimiento independentista. Pugna que incluso retrasó y terminó por afectar el funcionamiento y las labores investigativas del proyecto científico.

Algunos de los criollos ilustrados mencionados terminarían de perfeccionar sus conocimientos en las ciencias en el interior de la Expedición, e igualmente, lideraron la revuelta del 20 de julio de 1810, y aunque, entre sus propósitos Mutis no proyectaba formar líderes políticos, ellos mismos forjaron aquellas aspiraciones bajo la sombra de su biblioteca y de los ideales de la ilustración. Incluso, en el Observatorio Astronómico Nacional –lugar de funcionamiento de la magna empresa científica–, se realizaron varias reuniones en las que se planeó la disputa que estallaría aquel 20 de julio, aprovechando la concentración de pobladores de todas las clases sociales, con motivo del día habitual de mercado en la Plaza Mayor de Santa Fe.

Barnadesia spinosa. Dibujo de Manuel José Xironza. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Para finalizar, como datos estadísticos relevantes de los esfuerzos de la Expedición Botánica y el equipo dirigido por Mutis, según la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico de Madrid:

La documentación acopiada por José Celestino Mutis se compone de unos 20.000 pliegos de herbario y muestras de frutos y semillas […] y de más de 7.600 dibujos botánicos, apuntes científicos y archivos de historia natural que fueron enviados a España en 1816”, que son conservados en la Biblioteca y el Archivo del Jardín Botánico de la capital española.

Para conocer y consultar el ejemplar Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, otros documentos en relación con la historia de enseñanza de las ciencias naturales y la biología; textos, manuales escolares y de alfabetización y demás archivos pertenecientes a los fondos documentales; y también los objetos e implementos escolares de la historia, memoria y la práctica educativa y pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

 

Palabras clave: Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada; José Celestino Mutis; Salvador Rizo; Arte; Pintura; Biología; Ciencias Naturales; Bellas Artes; Independencia de Colombia; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Vezga, F. (1880). La Expedición Botánica de Mutis. Recuperado de: https://www.cervantesvirtual.com/obra/la-expedicion-botanica-de-mutis-1165757/

González, B. (2017). Los Pintores de la Expedición Botánica. Credencial Historia No. 74. Recuperado de: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-74/los-pintores-de-la-expedicion-botanica

Diaz, S. (2017). La Real Expedición Botánica. Credencial Historia No. 240. Recuperado de: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-240/la-real-expedicion-botanica

MUSEO NACIONAL. (2009). Mutis al natural, Ciencia y arte en el Nuevo Reino de Granada. Las imágenes botánicas: piezas de estudio. Recuperado de: https://www.museonacional.gov.co/sitio/mutis/iconografia.html

rjb.csic.es. (2015). La colección ‘Flora de la Real Expedición Botánica’ ya se puede consultar en la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico, CSIC. Recuperado de: https://rjb.csic.es/la-coleccion-flora-de-la-real-expedicion-botanica-ya-se-puede-consultar-en-la-biblioteca-digital-del-real-jardin-botanico-csic/

MEN. (2010). Ciencia y la Expedición Botánica en la Independencia. Colección Bicentenario. Recuperado de: https://redaprende.colombiaaprende.edu.co/recursos/colecciones/HSDM4BFPF7E/FLJOJ3WXN21/33136

Cárdenas, B. (2010). Expedición Botánica e ilustración científica. EXPEDITĬO, (3). Recuperado de: https://revistas.utadeo.edu.co/index.php/EXP/article/view/707

Pieza del mes de febrero de 2024: Guías para el Maestro, aportes de la Tercera Misión Pedagógica Alemana en Colombia

Como pieza del mes, haremos reconocimiento a los aportes de la Tercera Misión Pedagógica Alemana en Colombia, a partir de las Guías para el Maestro diseñadas para los diferentes grados de la educación primaria, Misión desarrollada durante las décadas de 1960 y 1970, donde un grupo de expertos alemanes asesoró al Gobierno Nacional en la implementación de reformas educativas con el propósito de dar cumplimiento a los Decretos 1710 y 1955 de 1963 mediante los cuales se adoptaron disposiciones y estrategias para el mejoramiento del sistema educativo en el nivel de básica primaria; y se organizó la educación normalista. En ese sentido, el 1710 fijó cinco grados de escolaridad para todas las escuelas, modificando el plan de estudios vigente desde 1950; mientras que, por medio del 1955, se acentuó la profesionalización de la Escuela Normal a través del estudio de las ciencias y las técnicas pedagógicas y psicológicas.

En el periodo de tiempo referenciado, el profesor Walter Kaessmann (Asesor del Ministerio de Educación Nacional –MEN– y posteriormente director de la Misión), adelantó un diagnóstico del estado de la educación primaria cuyos resultados fueron el marco de referencia para las propuestas y acciones de la Misión, puesto que, los análisis reflejaban la baja asimilación de conocimientos por parte de los estudiantes, altos índices de deserción y repitencia escolar, escasez de recursos técnicos, y carencia de los materiales mínimos de enseñanza en las escuelas.

Parte de la raíz de los problemas se centraba en la falta de preparación académica del magisterio. En consecuencia, de este panorama en 1965 inició la intervención de los expertos de la República Federal de Alemania para el “desarrollo de la enseñanza primaria en la República de Colombia, mediante medidas de reforma en los sectores del perfeccionamiento del profesorado, de la organización práctica de la enseñanza y de los medios de enseñanza” (De Ferro, 1982). El convenio se ejecutó por medio de la elaboración de guías para el desarrollo de nuevos planes de estudio; la elaboración de material didáctico para apoyar al maestro en su práctica de enseñanza; y la capacitación permanente en el uso de las guías y los materiales didácticos elaborados.

Es decir, la Misión llevó a cabo una transformación sustancial de la educación primaria acompañando los diferentes procesos de capacitación de los maestros colombianos y de una fuerte inversión para el desarrollo de soportes didácticos que facilitaron la acción del docente en el aula, en este sentido, se proporcionó al maestro de instrumentos didácticos y se diseñaron lineamientos metodológicos para orientar y guiar su labor.

Con ese propósito, los asesores alemanes junto con el Ministerio de Educación Nacional, iniciaron en 1969 la publicación de las primeras “Guías para el Maestro de 1o. a 3er. grado”, una colección de tres volúmenes denominados: “Parcelación, Desarrollo y Anexo”, el primero daba una visión secuencial y sintética de los temas correspondientes a la enseñanza global y a la enseñanza sistemática por áreas, a tratar semanalmente; el segundo presentaba las actividades para desarrollar los temas de la enseñanza global, de acuerdo con la parcelación; mientras que, los anexos ampliaban los contenidos, presentaban las indicaciones metodológicas, e incluían indicaciones didácticas para todas las áreas de estudio. Para los cursos 4o. y 5o. grado cada guía desarrollaba un área o asignatura en particular. El objetivo de las Guías fue dotar al maestro “de un instrumento que le permitiera desarrollar el programa del curso indicándole la metodología para su enseñanza y sugiriéndole actividades prácticas complementarias, con el fin de alcanzar la deseada mejora cualitativa del proceso enseñanza-aprendizaje” (De Ferro, 1982).

De acuerdo con Martínez Boom: “Las Guías introducen el mecanismo de la planificación de la enseñanza como la solución más adecuada para obviar la deficiente preparación del magisterio, planeando la enseñanza, es decir, parcelando los contenidos de acuerdo con unos temas generales, definiendo objetivos generales y específicos, determinando el conjunto de actividades y recursos necesarios para el desarrollo de los temas y el logro de los objetivos y por último, evaluando permanentemente, no solo se buscaba garantizar la uniformidad de los contenidos en todas las escuela del país (propósito primordial del Decreto 1710 del 63), sino que, y como punto fundamental, se ponía en funcionamiento un modelo uniforme para el desarrollo de tales contenidos” (Martínez, A., Noguera, C., Castro, J., 1982).

Con este modelo, apostar por la planificación de la enseñanza tendría importantes repercusiones para la labor del maestro en nuestro país. De tal manera, las prácticas escolares no se podrían pensar por fuera de los métodos de la planificación, que se constituyó como eje articulador. A partir de ese momento la definición de los planes y programas de estudio para la práctica del maestro la realizarían expertos; así, se introdujo la parcelación que estableció procedimientos uniformes para tecnificar el quehacer del maestro y los procedimientos de enseñanza. A través de dicha tecnificación, las guías se convirtieron en el manual del maestro, en ellas encontraría los elementos necesarios para la práctica pedagógica, de esta forma, se enlazó el saber del maestro a la guía.

Para tener en cuenta, con el esquema temas-objetivos-contenidos-actividades-recursos-evaluación se parceló la enseñanza y de acuerdo con las guías, sus objetivos, “deben estar encaminados a obtener en el alumno cambios de conducta, desarrollo de habilidades y destrezas, y adquisición de conocimientos” (MEN-MPA, 1975); en este sentido, las actividades de aprendizaje realizadas por el maestro estaban orientadas al logro de los objetivos operacionales propuestos, quién para alcanzarlos, también se apoyaría en los recursos y materiales didácticos; finalmente, con la evaluación se comprobaría el logro de los objetivos, ya que, “ofrece una manera de apreciación sistemática del rendimiento de los alumnos, teniendo en cuenta el conocimiento, la habilidad y la comprensión, con el mínimo de subjetividad y el máximo de seguridad” (MEN-MPA, 1975). Por último, nociones de las prácticas administrativas y productivas (objetividad, confiabilidad, efectividad y eficacia) se aplicaron en los discursos educativos. De este modo, las guías de la Misión pedagógica alemana, transformaron la educación y la enseñanza en las escuelas primarias, apropiando y adecuando un conjunto de prácticas novedosas que se articularon a las ‘viejas prácticas’.

Al respecto, para comprender el aporte de aquellos textos desarrollados por el Grupo de Programación e Inspección Nacional de la Enseñanza Elemental con la Asesoría de la Misión Alemana, en la introducción de la “Guía para el Maestro, primer grado de Enseñanza Primaria – Parcelación” editada en 1975, se enunciaba que: “Esta guía tiene por objeto mejorar la calidad de la enseñanza, ofreciendo a los maestros un recurso didáctico que les ayude a desarrollar en forma más funcional el programa del primer grado de enseñanza” (MEN-MPA, 1975). Igualmente, en la Guía de segundo grado, se manifestaba que, “Un buen maestro es el que orienta toda su labor atenido a una “Guía de Trabajo” bien concebida y adaptada […] La GUÍA muestra el camino de todas las materias en forma correlacionada, adecuada al grado respectivo” (MEN-MPA, 1970).

En conclusión, con la propuesta metodológica de las Guías y la planificación de la enseñanza, los expertos alemanes buscaban consolidar un modelo para estructurar y transformar la práctica de enseñanza del maestro. Acción que instauró la primera forma de dirección y control sistemático para la enseñanza de los maestros colombianos; por otra parte, fue claro el enfoque didáctico que tuvo la Misión, que, además, le concedió al maestro cierto papel significativo en el proceso, pues los materiales en sí mismos no tenían ningún sentido y que, para mejorar la enseñanza era fundamental “la compresión que el maestro tuviera del material y su uso efectivo en el aula de clases” (De Ferro, 1982). Entonces, la reforma y mejora cualitativa de la enseñanza primaria no hubiera sido posible sin la habilidad del maestro para utilizar el material didáctico, y por supuesto, sin la compresión y apropiación de las guías reseñadas.

A propósito de los alcances de las Guías, se destacan algunos apartados sobre las proyeccionnes que se tenían con ellas:

El Ministerio de Educación no ha vacilado en continuar ofreciendo a los maestros, recios soldados del progreso, estas GUÍAS como la mejor ayuda en su ponderosa tarea de formar, educar o instruir a las jóvenes generaciones que son la patria misma en flor de humanidad esperanzada” (MEN-MPA, 1970).

Ahora más que nunca, el éxito de este manual depende de la constante labor del maestro encargado de aplicarlo. El Gobierno Nacional confía en el buen suceso de esta tarea como en un valioso medio para la redistribución de las fuentes del conocimiento y, por ende, de las oportunidades de progreso en los órdenes social y económico” (MEN-MPA, 1972).

Como datos estadísticos relevantes de los esfuerzos conjuntos del MEN y de la Misión, un apartado especial para destacar fue la producción de materiales didácticos producidos entre 1970-1978. Según análisis elaborados por sus miembros, “lo más urgente y aquello en que se podía realizar una labor más eficaz en beneficio de la educación primaria, era la producción de materiales que ayudaran al maestro y al alumno en el mejoramiento del acto de enseñanza-aprendizaje” (De Ferro, 1982). Así pues, además de la edición de más de 280.000 ejemplares de las guías, se publicaron más de cuatro millones de cartillas para el área de matemáticas, cerca de dos millones y medio de cartillas de lectura, más de 150.000 textos para música, cerca de 78.000 textos para manualidades, alrededor de 175.000 para educación física, y 10.000 sobre geografía. Se distribuyeron más de 15.000 ficheros e innumerable cantidad de sellos, juegos didácticos, aparatos de gimnasia, mapas, instrumentos musicales, discos, láminas de biología, frisos de historia, globos terráqueos, etc., como también más de dieciséis millones de cuadernos y más de veintiún millones de lápices.

Para conocer y consultar la colección de Guías para el Maestro, otros documentos en relación con las misiones pedagógicas alemanas; textos, manuales escolares y de alfabetización y demás archivos pertenecientes a los fondos documentales; y también los objetos e implementos escolares de la historia, memoria y la práctica educativa y pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

 

Palabras clave: Guías para el Maestro; Planificación de la Enseñanza; Parcelación; Ministerio de Educación Nacional; Educación Primaria; Enseñanza; Tercera Misión Pedagógica Alemana; Maestros; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Martínez, A., Noguera, C. y Castro, J. (1988). Reformas de la enseñanza en Colombia: 1960–1980. Del énfasis didáctico al énfasis curricular. Educación y Cultura, (15), 12–21.

Páez Vanegas, L. (2016). El libro de texto escolar y la tercera misión pedagógica alemana. Aportes a los procesos de enseñanza desde el diseño editorial en Colombia. Tesis presentada como requisito para optar al título de Magister en Educación, Universidad Nacional de Colombia.

Cárdenas, A. P. (2011). Las contradicciones de los sistemas de gestión de calidad: entre la estandarización y la innovación pedagógica. Capítulo 5: Componente pedagógico. Bogotá: Universidad Santo Tomás. 

Rojas de Ferro, M. C. (1982). Análisis de una Experiencia: La Misión Pedagógica Alemana. Investigación, Universidad Pedagógica Nacional, Centro de Investigaciones, Bogotá.

MEN-MPA. (1970). Guía para el maestro, segundo grado de enseñanza primaria, Parcelación, 1a. Edición, Bogotá.

MEN-MPA. (1972). Guía para el maestro, tercer grado de enseñanza primaria, Parcelación, 1a. Edición, Bogotá.

MEN-MPA. (1975). Guía para el maestro, primer grado de enseñanza primaria, Anexo, 5ta. Edición, Bogotá.

Ramírez, D. (1978). La Misión Pedagógica Alemana ante el Ministerio de Educación de Colombia. Bogotá.

Exposición virtual: «Mujeres y educación: artefactos y sensibilidades»

La Exposición Virtual, es fruto de un proyecto patrimonial coordinado por el Museo Pedagógico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, en colaboración con el Museo Pedagógico de la Universidad de Huelva y con el Museo Andaluz de la Educación de Alhaurín de la Torre (Málaga). Ha sido comisariada por el profesor Pablo Álvarez Domínguez y por las profesoras Mª José Rebollo Espinosa y Mª Celi Chaves Vasconcelos. Se trata de un proyecto de transferencia del conocimiento en el ámbito de la museología de la educación, concebido con la pretensión de poner a disposición de la comunidad universitaria y de la ciudadanía una serie de discursos museográficos y hermenéuticos, ligados a nuevas narrativas y sensibilidades, pensadas como alternativas a las que, desde un punto de vista androcéntrico, han ido configurando la historia de la educación más tradicional.  

La muestra ha sido pensada como una oportunidad para la difusión y promoción de bienes patrimoniales de carácter histórico educativo a través de un ejercicio de divulgación del patrimonio educacional desde una perspectiva de género. La propuesta permite la visibilización y puesta en valor del género femenino como ingrediente esencial a la hora de reconstruir, estudiar, analizar e interpretar la historicidad patrimonial del hecho educativo de una forma más vivencial y sentida. Esta iniciativa de extensión cultural surge con la pretensión de presentar y dar a conocer a la comunidad una colección de objetos museístico pedagógicos, escritos y materiales educativos referenciados como artefactos, que de una u otra forma fueron utilizados por las mujeres en la historia. La exposición se propone dar a conocer distintos instrumentales, fuentes documentales y sensibilidades en perspectiva femenina, que contribuyen a revelar todo aquello que tiene que ver con la vida cotidiana, las identidades y los procesos educativos vividos por niñas y mujeres. 

Alrededor de 100 piezas pertenecientes al patrimonio educativo expuesto en los tres museos pedagógicos andaluces mencionados, se han elegido y pensado para dialogar con ellas desde un posicionamiento crítico emocional, así como para ser relacionadas con la educación femenina y la cotidianeidad de niñas y mujeres en perspectiva histórica y patrimonial. Cada uno de los objetos elegidos va acompañado de una serie de reseñas producidas por un nutrido grupo de personas, vinculadas de alguna manera al ámbito docente -universitario o museístico-, y cuyos textos se encargan de subrayar su concepción objetual y lo que cada pieza representaba/inspiraba específicamente para la vida, la educación y la cotidianeidad femenina. La exposición nos permite reflexionar sobre la importancia de rescatar a través de la memoria y el patrimonio pedagógico, la historia de la educación de las mujeres, que durante tanto tiempo ha permanecido silenciada e incluso borrada.

Para conocer la exposición seguir el siguiente enlace: Mujeres y educación: artefactos y sensibilidades

 

Libro Interactivo Paulo Freire: Maestro de Maestros

Como homenaje a la vida y obra del pedagogo y filósofo brasilero Paulo Reglus Neves Freire y en conmemoración de su natalicio número 100, la Universidad Pedagógica Nacional presenta la serie radioteatral y el libro multimedia titulados Paulo Freire, maestro de maestros.

Una producción realizada por la Pedagógica Radio, la Licenciatura en Artes Escénicas y el Fondo Editorial de la Universidad, con la participación de maestros, estudiantes e invitados especiales que contribuyeron con sus voces y experiencia a dar vida a las historias que hicieron de Paulo Freire un maestro de maestros.

Para visualizar el contenido seguir el siguiente enlace: Paulo Freire: Maestro de Maestros

Pieza audiovisual del mes de diciembre de 2023: Exposición temporal «Año de la Educación para las personas sordas»

En el marco de actividades académicas por el Año Institucional Charles Michel de L’Épée – Educación para las personas sordas. El Museo Pedagógico Colombiano tiene el gusto de presentarles la tercera pieza del mes en formato audiovisual, dedicada a la exposición temporal: «’Nada de nosotros sin nosotros’¹. Reconstruyendo la historia de la educación para las personas sordas en Colombia», inaugurada el pasado 15 de noviembre de 2023.

[1] Lema de la Organización de las Naciones Unidas - ONU en el día internacional de los sordos 26 de septiembre 2001.

Para conocer la exposición temporal, que estará abierta hasta el 29 de marzo de 2024, convocamos a la comunidad sorda y oyente de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes y egresados sordos, investigadores de la Educación Especial, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales de Facebook: https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, Instagram: https://www.instagram.com/museopedagogicoupn/?hl=es, y a explorar nuestra página web: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Concepto Audiovisual: Yeimy Jimena Bejarano Baquero – Profesional en Pedagogía.
Revisión:  Museo Pedagógico Colombiano.
Interpretación: Luisa Fernanda Parada Pabón.

 

Palabras clave: Historia de la Educación para las Personas Sordas; Lengua de Señas Colombiana;  Proyecto Manos y Pensamiento; Inclusión de Estudiantes Sordos a la Vida Universitaria; Formación de Maestros Sordos; Charles Michel de L’Épée; Colegio Nuestra Señora de la Sabiduría; Insor; Sordebog; Fenascol; Licenciatura en Educación Especial; William Stokoe; Thomas Gallaudet; Museo Pedagógico Colombiano.

Exposición temporal: «A Escola Nova… tamén entre nós (1921-2021)»

La exposición temporal «A Escola Nova… tamén entre nós (1921-2021)» («La Escuela Nueva… también entre nosotros (1921-2021)» busca resaltar el valor patrimonial e histórico, de memoria y conocimiento del movimiento pedagógico internacional de la Escuela Nueva, desarrollado por profesionales de la educación, la medicina, la higiene y la psicología durante las primeras cuatro décadas del siglo XX, en particular a través de las iniciativas de la Liga Internacional de Nueva Educación (LIEN).

La exposición es una iniciativa académica del Grupo de Investigación en «Pedagogía Social e Educación Ambiental» (SEPA – interea) de la Universidad de Santiago de Compostela; su inauguración se realizó el pasado 20 de septiembre en las instalaciones del Claustro Alto del Colegio de Fonseca y estará disponible hasta el 27 de octubre.

La muestra expositiva permitirá conocer cómo las orientaciones, propuestas e iniciativas de este movimiento marcaron el desarrollo posterior de educación a escala internacional hasta nuestros días.

Al respecto: «Múltiples expresiones cotidianas de las escuelas en nuestros contextos encuentran valiosos fundamentos y antecedentes en las formulaciones y prácticas educativas renovadoras probadas y examinadas con intensidad en diversos contextos europeos y americanos, en particular a lo largo de las primeras cuatro décadas del siglo XX. Entre ellos se encuentran nombres tan significativos como los de Ferrière, Decroly, María Montessori, Rosa Sensat, Freinet, Dewey, Claparède, Bovet, Piaget… o los de Luzuriaga, Barnés, Galí y María Barbeito.» Tomado de: https://www.usc.gal/gl/servizos/area/cultura/eventos/escola-tamen-1921-2021

La exposición temporal, quiere promover un acercamiento sensible a algunos de los textos, experiencias e imágenes relacionadas con la Escuela Nueva, y su catálogo está disponible en: A Escola Nova… tamén entre nós

Paralelamente se desarrollarán varias actividades: la conferencia «Entre la memoria personal de una niña y la memoria pedagógica de un País: Decroly en España (1907-1970)«, la mesa redonda ‘La renovación de la educación en el horizonte: vida de los educadores y construcción social‘; y la presentación de un nuevo título de la colección «Biblioteca de Pedagogía»: Las nuevas escuelas y sus problemas. Para más información de las actividades académicas puedes consultar el siguiente enlace: http://consellodacultura.gal/mediateca/extras/CCG_ac_2023_folleto-expo-escola-nova.pdf

Pieza del mes de agosto de 2023: Plumas de escritura con plumillas intercambiables

Para esta ocasión el Museo Pedagógico Colombiano, de acuerdo con su compromiso histórico para la conservación, investigación y divulgación de la memoria y la cultura material educativa, como también el estudio sobre los saberes y prácticas escolares, eligió como pieza del mes la colección de plumas estilográficas, que remiten a la caracterización de la historia de la escritura y su importancia en la formación de sujetos.

Sobre la historia de la escritura es importante señalar que en el periodo colonial era restringida, en ese tiempo únicamente el escribano (formado a través de manuales sobre Caligrafía procedentes de España), desarrolló la labor para la redacción de documentos oficiales. Posteriormente, los hijos de familias adineradas comenzaron a instruirse, puesto que, «iban a la escuela y debían aprender a leer y escribir en latín, para poder entrar a las escuelas que formaban sacerdotes y abogados»[1]. En otros casos, las primeras formas de escuela regentadas por comunidades religiosas, permitieron a distintos grupos de niños de diferentes edades, acceder a la lectura y la escritura mediante textos de doctrina cristiana.

En el S. XVIII, la paulatina descentralización de la educación dominada por la Iglesia y una mayor presencia del Estado, propiciaron la aparición de la escuela pública y el maestro que la conducía. Así, la escritura empezó a constituirse como un saber escolar al alcance de un mayor número de personas, apareciendo entonces textos y métodos específicos. Luego, entrada la segunda mitad del S. XIX, con la expansión de la escuela pública y el acceso gradual a la escritura, se inició la difusión y dotación de materiales especializados para este ramo de instrucción como plumas, engobes, tinteros y porta tinteros; elementos básicos pero indispensables para los escolares de la época.

Como precedente a nuestra pieza del mes, en nuestro Museo salvaguardamos un ejemplar de Pluma de ganso, una de las reliquias principales en la historia de la escritura, que tuvo vigencia hasta mediados del S. XIX, dado que, las primeras plumas estilográficas de cartucho y plumilla (plumín) intercambiable se produjeron a partir de la segunda década del siglo XIX, durante ese momento simultáneamente se continuaron manejando las de aves, pero con la aceleración de patentes y la producción en masa de las estilográficas desde 1880, las fabricadas con pluma de aves –que se desgastaban muy rápido– entraron en desuso. Ahora bien, el tipo de pluma que reseñamos marcó una total evolución y transformación para el ejercicio de escribir, en aspectos como la comodidad, resistencia, precisión, calidad y posibilidades en cuanto a textura, grosor, tamaño y fluidez del trazo.

En este sentido la implementación de las plumas de punta metálica y las distintas plumillas, fabricadas en acero inoxidable u oro, propiciaron la popularización de este instrumento para la escritura; además el cuerpo de estas, se comenzó a manufacturar en ebonita (polímero descubierto en 1843, producto de la mezcla de caucho y azufre), asimismo los componentes internos como el plumín hueco y las válvulas también fueron ajustadas y mejoradas.

Para 1827, se conoció la primera patente de una pluma con depósito intercambiable de tinta, otorgada al pedagogo, matemático, ingeniero y filólogo rumano Petrache Poenaru (1799–1875) que, por otra parte, realizó contribuciones a la educación rumana. La patente #3208, del 25 de mayo de 1827, titulada «Endless Porter Count» (pluma portátil que no se acaba, que se alimenta ella misma con tinta) fue conferida en París. Sin embargo, la invención del rumano no tuvo producción continua, y por tanto, la creación oficial de esta clase de plumas se le atribuyó al agente de seguros y empresario estadounidense Lewis Edson Waterman (1837–1901) quién a partir de una mala experiencia con una pluma defectuosa, decidió fabricar un nuevo modelo que corrigiera el goteo y las fugas al escribir.

De tal interés, Waterman mejoró los modelos inicialmente creados por el rumano, especialmente el sistema de llenado a través de una ranura lateral, que ahora funcionaba por acción capilar, mediante el cual, la tinta fluía hacia la plumilla de forma continua y segura para el escribiente –más adelante, famosas empresas como Conklin, Sheaffer y Parker, desarrollaron otros mecanismos de alimentación de la tinta, para corregir inconvenientes con el flujo y los derrames–. Así, en 1883 Lewis fundó en Nueva York la empresa Waterman Pen Company (segundo fabricante mundial de plumas estilográficas, vigente en la actualidad y comercializadora también de bolígrafos, portaminas y cartuchos de repuesto), luego en 1884, patentó su nueva pluma estilográfica y desde ese momento comenzó a hacerse popular. En general alrededor de 1920, para el mundo occidental aquel modelo de pluma era el principal dispositivo para escribir, y fue así hasta la comercialización masiva del bolígrafo después de la Segunda Guerra Mundial; a pesar de ello, actualmente las plumas estilográficas, representan un símbolo de elegancia y decoro.

Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el propósito de los fabricantes existentes, consistió en desarrollar una mejor versión de este tipo de plumas, posicionarla como el producto principal para la comunicación escrita y hacer el artefacto más accesible (en los primeros años tenían un costo de fabricación alto), debido a que solamente los miembros de familias prestantes y las personas vinculadas a la iglesia podían hacer uso de este clase de herramientas y acceder a ese nivel de instrucción. Como ya se precisó, la conformación de la República después de 1819, introdujo un interés estatal que tuvo el objetivo de masificar la escuela (mediada por la iglesia) apostándole a la creación de escuelas de primeras letras y la consolidación de un ‘sistema educativo’ para la formación de los estudiantes en los rudimentos de la aritmética, la lectura y la escritura, y así, hacer de ellos ciudadanos útiles ante la sociedad; que adicionalmente fueran educados con base en principios morales y religiosos, derivados del acercamiento a las lecturas bíblicas, a fin de replicar las enseñanzas en las generaciones más jóvenes.

Entonces, el aparato civilizador de los habitantes en nuestro actual territorio, se materializó de acuerdo con la fundación de las primeras escuelas a partir de 1822, en consecuencia, hubo un especial cuidado, respecto a la metodología de enseñanza con la que se debía impartir la fundamentación escolar de la época, a fin de cuentas, su objetivo principal era la formación ciudadanos que legitimarían la estructura social, política y económica de la naciente República.

De tal manera, el uso de esta clase de plumas, poco a poco se dirigió a las escuelas establecidas en ese momento, sin distinción de la metodología pedagógica (Lancasteriana o Pestalozziana) a la que estuviera en función; asimismo su empleo se extendió en espacios como los monasterios, con el ánimo de promover la escritura en los jóvenes y las personas del común. Junto con la pizarra de piedra –otro vestigio material de la historia de la escritura en la escuela, también exhibida en el Museo–, la pluma como soporte de la memoria testimonial e instrumento para la enseñanza y práctica de la caligrafía, hizo parte de los primeros elementos de uso masivo dentro de la experiencia escolar. Sin embargo, la filigrana y el detalle en la caligrafía, el nivel de escritura y la correcta ortografía, se consideraron aspectos del reflejo estético del ciudadano culto, bajo tal premisa, se definieron formas de separación social, marcando diferencias entre los segmentos de población culta y los considerados pobres, por tener apenas una escritura básica.

El conjunto de plumas estilográficas con plumilla intercambiable hace parte de la colección de implementos y saberes escolares del Museo Pedagógico Colombiano, y sus características principales son las siguientes: los portaplumas fabricados en madera o en plástico, tienen forma anatómica para facilitar el agarre correcto, cada uno cuenta con una longitud de 17,5 cm, y en el extremo de mayor sección se encuentra una pequeña corona metálica interna para el montaje de las plumillas metálicas. Mientras que, estas últimas miden 3 cm de largo, se insertan en la corona mediante un sistema de inserción de tubo con doblez curvo, tienen un pequeño orificio de respiración que permite la fluidez de la tinta; y una hendidura estrecha por donde esta última pasa a la punta, dándole una longitud aproximada de 20 cm.

Con relación al tiempo de fabricación y uso, establecemos que fue posterior a 1940, esto de acuerdo con algunos detalles identificados sobre el cuerpo de los portaplumas y de las plumillas. Al respecto, en los primeros se observa la inscripción ‘KICO’ (Kalusin Importing Company S. A.), empresa fundada en Barranquilla hacia finales de 1920, dedicada a la fabricación de productos en plástico, reconocida, además, como una de las primeras industrias que comercializó juguetes plásticos en Colombia. Recordemos que:

«En el país, comienza la producción de juguetes en serie y de forma más masiva en materiales como la hojalata, el hierro fundido, el celuloide y plástico a mediados de la década de 1940. Una de las principales razones del auge de esta producción local, era la imposibilidad de acceder fácilmente a las importaciones a causa de la Segunda Guerra Mundial». (Cuervo, 2017).

Mientras que, en las plumillas, se reconoce la contramarca: «GOBIERNO DE COLOMBIA – MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL». Referente a la historia del Ministerio, en primera instancia este despacho de gobierno se instituyó en 1886 bajo el nombre de Ministerio de Instrucción Pública; posteriormente en 1923 cambió su nombre a Ministerio de Instrucción y Salubridad Públicas y, desde 1928 se le identifica como Ministerio de Educación Nacional. Es decir, las plumillas de nuestra colección fueron fabricadas expresamente por encargo del Ministerio de Educación de nuestro país, y probablemente se distribuyeron en las escuelas públicas auspiciadas por el Ministerio.

Copete, H. (2023). Plumillas metálicas intercambiables, obsérvese el detalle sobre el cuerpo de inserción de las plumillas con la inscripción: «GOBIERNO DE COLOMBIA MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL». [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.


Para conocer, la colección de Plumas estilográficas y plumillas, otros implementos de la escritura; diferentes objetos de la cultura material de la educación y la pedagogía; la colección de juegos y juguetes de distintos periodos históricos; otros objetos e implementos escolares de la historia, la memoria escolar, y la práctica pedagógica; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales de Facebook: https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, Instagram: https://www.instagram.com/museopedagogicoupn/?hl=es, y a explorar nuestra página web: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras clave: Escritura; Caligrafía; Pluma Estilográfica; Plumilla; Implementos Escolares; Saber Escolar; Formación de Ciudadanos; Instrucción Pública; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

[1] Lozano, J; Gutiérrez, R; & Romero, F. (2010). Caligrafía expresiva, arte y diseño. Universidad Tecnológica de Pereira.

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

Huineman, M. (2017). Pluma Hispana. Blogspot.com. Fecha de consulta:  agosto 8, 2023. Desde: https://plumahispana.blogspot.com/2017/04/

Supermileto.blogspot.com. (2019). La historia de la pluma de escritura. Fecha de consulta: agosto 8, 2023. Desde: http://supermileto.blogspot.com/2016/12/la-historia-de-la-pluma-de-escritura.html

Cuervo Calle, J. (2017). Historia del juguete en Medellín 1910–1940. El juguete como mediador en la transformación de los conceptos de infancia (Doctoral dissertation, Universidad EAFIT). Recuperado de: https://repository.eafit.edu.co/bitstream/handle/10784/11740/CuervoCalle_Juliana_2017.pdf?sequence=2

Historiaescritura.com. (s. f.) Historia de la Pluma Estilográfica. Fecha de consulta:  agosto 4, 2023. Desde: https://historiaescritura.com/instrumentos/pluma-estilografica

iguanasell.es. (2022). La pluma estilográfica de principio a fin. Fecha de consulta:  agosto 4, 2023. Desde: https://www.iguanasell.es/blogs/news/invencion-pluma

 

Pieza audiovisual del mes de julio de 2023: Exposición temporal «Homenaje in memoriam al profesor Carlos Eduardo Vasco Uribe»

En el marco de actividades académicas en homenaje a Carlos Eduardo Vasco Uribe. El Museo Pedagógico Colombiano tiene el gusto de presentarles la segunda pieza del mes en formato audiovisual, dedicada a la exposición temporal inaugurada en memoria del profesor Vasco el pasado 15 de mayo de 2023.

https://www.youtube.com/watch?v=a69pVcTgGek&ab_channel=MuseoPedag%C3%B3gicoColombiano

Para conocer la exposición temporal: «Carlos Eduardo Vasco in memoriam: “Pensar seriamente es difícil; pensar seria y críticamente es muy difícil; pensar seria, crítica y autocríticamente es casi imposible”. Celebrando su vida y obra desde el Museo Pedagógico Colombiano», abierta hasta el 30 de agosto, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales de Facebook: https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, Instagram: https://www.instagram.com/museopedagogicoupn/?hl=es, y a explorar nuestra página web: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Concepto Audiovisual: Anders Bayona – Estudiante de la Licenciatura en Artes Escénicas.
Revisión:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Palabras clave: Carlos Eduardo Vasco Uribe; Currículo; Teoría General de Sistemas; Teoría General de Procesos; Reforma Curricular en Colombia; Historia de la Educación en Colombia en el Siglo XX; Enseñanza de las Matemáticas; Museo Pedagógico Colombiano.

Pieza del mes de junio de 2023: Pupitre modelo Lancasteriano siglo XIX

El Museo Pedagógico Colombiano ha seleccionado como pieza del mes el Pupitre de modelo Lancasteriano de mediados del siglo XIX, con el ánimo de presentar el objeto más antiguo de nuestra colección, y al mismo tiempo, reseñar uno de los vestigios materiales más importantes de la educación formal en el marco del primer intento de sistema escolar para la instrucción pública en la incipiente República de Colombia en 1822. Y así, continuar nuestro compromiso con la divulgación de la cultura material producto de diferentes procesos educativos, que remiten a la caracterización de la historia de la educación y la pedagogía, y su importancia en la formación de sujetos.

La educación como hecho social, ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de la sociedad, en consecuencia, se han creado e implementado diversos modelos para definirla como disciplina. La Escuela Lancasteriana, fue uno de tantos intentos de organización escolar, permeada por un momento histórico y cultural clave de la historia moderna de la sociedad: la Revolución Industrial, dicho proceso de transformación económica, social y tecnológica, nacido en el Reino Unido, impulsó un sistema que maximizó los recursos y brindó posibilidades de enseñanza a un mayor número de personas; así, el pupitre lancasteriano, se consideró una verdadera innovación del mobiliario escolar, gracias a su capacidad para organizar una buena cantidad de estudiantes, y, a muy bajo costo hacer masivo el acceso a las primeras formas de instrucción pública en las escuelas.

Como Método de Enseñanza Mutua o ‘Monitoral’, también se denominó a este sistema educativo propuesto por Joseph Lancaster en 1798. Entre sus características de funcionamiento, destacamos que, únicamente requería de un maestro para dictar clase a la mayor cantidad de estudiantes posibles (originalmente el método proponía entre 500 y 1000 niños); y los más aventajados en conocimientos, por su mérito eran nombrados como monitores, se ubicaban en uno de los extremos del pupitre, y, tenían como función, además, de controlar el orden y apoyar en la vigilancia, ayudar al perfeccionamiento y repetir entre sus compañeros (de menor nivel) la información brindada por el maestro. De esta manera, las denominadas escuelas de enseñanza mutua fomentaron la colaboración entre los estudiantes.

Modelo del mobiliario utilizado en las Escuelas Lancasterianas. (s.f.). [Ilustración]. Fuente: https://www.researchgate.net/figure/Figura-3-Asiento-del-monitor-y-de-los-alumnos-de-la-escuela-lancasteriana-Fuente_fig2_320233278


Este tipo de pupitre estaba compuesto por una estructura alargada construida en madera, en la que los alumnos se sentaban uno junto al otro, dispuestos en largas filas horizontales que podían medir entre 2,5 y 5 metros de largo. Sin embargo, el ejemplar que exhibimos es un recorte del modelo de época que incluye un compartimento frontal, utilizado comúnmente para almacenar libros y útiles escolares.

Al respecto:  “Otro modelo de pupitre similar al de la iglesia era empleado en las escuelas de enseñanza mutua o lancasterianas del territorio de Colombia en los años cuarenta del siglo XIX), estos escritorios eran comunes para toda la fila y medían aproximadamente de 2,5 metros y estaban ubicados a un metro de distancia unos de otros. Cada alumno tenía entonces cerca de 30 cm de escritorio a su disposición. Los asientos eran banquitos con un tope superior de 20 x 15 centímetros”. (Aldana, 1921).

El diseño del pupitre modelo lancasteriano, se convirtió en el mobiliario insigne del proyecto pedagógico que respondió a las necesidades de escolarización de la Gran Colombia. En este sentido, el método llegó en un momento histórico particular: la constitución de la nación colombiana como República después de los procesos de Independencia, por lo tanto, a partir de 1820, Fray Sebastián Mora introdujo los progresos de dicho método, implantado en España entre 1816 y 1818. Así, por órdenes de Francisco de Paula Santander se fundaron tres escuelas, dispuestas en Bogotá, Caracas y Quito. Desde 1810 el mismo Lancaster mantendría comunicación con Simón Bolívar por medio de cartas, contándole en 1826 acerca de sus progresos pedagógicos y diversas situaciones, que lo comprometían como lo refería él mismo, a representar una figura paternal para algunos jóvenes iniciados en el método y la formación de maestros.

La ley 8 del 2 de agosto de 1821 establece en Colombia la instrucción pública obligatoria para los niños entre 6 y 12 años de edad, y otros decretos que pretenden la uniformidad de métodos, y de contenidos, agregando el conocimiento de los derechos y deberes del hombre en sociedad y formación de maestros para la difusión del método lancasteriano” (Gutiérrez, 2014, p. 129).

A pesar de la gran acogida de las escuelas de enseñanza mutua, estas no lograron revocar los métodos de enseñanza previamente existentes y tampoco llegó a la totalidad de provincias del país, puesto que, la naciente República no contó con todos los recursos necesarios para implementar el método, y no había suficientes maestros que asumieran el cargo. No obstante, sobresale el trabajo de un importante pedagogo colombiano del siglo XIX, que buscó apropiar el método lancasteriano al contexto de aquel tiempo, su nombre fue José María Triana, quién en 1845, tradujo el Manual de Enseñanza Mutua para Escuelas de Primeras Letras, en el cual describió las generalidades del método, las reglas para ponerlo en práctica, y cómo se debía impartir la instrucción en gramática, escritura, aritmética, dibujo ‘linear’ y doctrina cristiana.

“En 1845 la Dirección General de Instrucción Pública le confiaba la redacción de manuales para los métodos de enseñanza primaria; y al mismo tiempo el Gobernador de la provincia de Bogotá, don Pastor Ospina, lo encargaba de fundar la Escuela Normal y de dar clases en ella por tres meses […] Al año siguiente (1846), el mismo gobernador Ospina le concedía privilegio para publicar y vender una obra de su propiedad con el título de Lecciones de Gramática Castellana arregladas al método de enseñanza mutua, aprobadas por la Dirección General de instrucción pública y mandadas enseñar en las escuelas de la nueva granada (719 á 720)” (Orjuela, 1910, 5).

Si bien, los pupitres del modelo lancasteriano evolucionaron y sufrieron algunas modificaciones en el curso del tiempo, su legado e incluso su uso persisten en la actualidad. Además, el método para el que se empleó, sentó bases importantes para el diseño de nuevos modelos educativos, y aún representa un hito significativo en la historia de la educación y la pedagogía desarrollada durante el siglo XIX y parte del siglo XX; influyendo sobre el sistema educativo, y la forma en que comprendemos la educación, la didáctica y la enseñanza, siendo estas dos últimas, parte fundamental de la práctica del saber pedagógico que le da sentido al maestro.

Para conocer, el Pupitre modelo Lancasteriano, la colección de otras tipologías de mobiliario escolar; otros objetos de la cultura material de la educación y la pedagogía; la colección de juegos y juguetes de diferentes periodos históricos; otros objetos e implementos escolares de la historia, memoria escolar, y la práctica pedagógica; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales de Facebook: https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, Instagram: https://www.instagram.com/museopedagogicoupn/?hl=es, y a explorar nuestra página web: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras Clave: Método de Enseñanza Mutua; Joseph Lancaster; Escuela Lancasteriana, Sistema Escolar Colombiano, Instrucción Pública; Mobiliario Escolar; Pupitre; Monitores, República.

 

Autoría: Yeimy Jimena Bejarano Baquero – Estudiante del Programa en Pedagogía.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

García Sánchez, B. Y. (2006). Proyecto pedagógico de la Gran Colombia: una ruptura frente a los ideales republicanos. Revista Científica, (9), 69–113. https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/revcie/article/view/353/533 

Orjuela, L. (1910). José María Triana prócer de la independencia. Pedagogo el más antiguo de la República. Bogotá. Imprenta Nacional.

Aldana, L. (1921). Algo sobre higiene escolar. Bogotá: Imprenta de San Bernardo.

Granda, O. (2016). Mora Berbeo y la enseñanza mutua en la Gran Colombia. Revista Historia De La Educación Colombiana, 19(19), 81–105. https://revistas.udenar.edu.co/index.php/rhec/article/view/4130/5673