Libro Interactivo Paulo Freire: Maestro de Maestros

Como homenaje a la vida y obra del pedagogo y filósofo brasilero Paulo Reglus Neves Freire y en conmemoración de su natalicio número 100, la Universidad Pedagógica Nacional presenta la serie radioteatral y el libro multimedia titulados Paulo Freire, maestro de maestros.

Una producción realizada por la Pedagógica Radio, la Licenciatura en Artes Escénicas y el Fondo Editorial de la Universidad, con la participación de maestros, estudiantes e invitados especiales que contribuyeron con sus voces y experiencia a dar vida a las historias que hicieron de Paulo Freire un maestro de maestros.

Para visualizar el contenido seguir el siguiente enlace: Paulo Freire: Maestro de Maestros

Exposición temporal: «A Escola Nova… tamén entre nós (1921-2021)»

La exposición temporal «A Escola Nova… tamén entre nós (1921-2021)» («La Escuela Nueva… también entre nosotros (1921-2021)» busca resaltar el valor patrimonial e histórico, de memoria y conocimiento del movimiento pedagógico internacional de la Escuela Nueva, desarrollado por profesionales de la educación, la medicina, la higiene y la psicología durante las primeras cuatro décadas del siglo XX, en particular a través de las iniciativas de la Liga Internacional de Nueva Educación (LIEN).

La exposición es una iniciativa académica del Grupo de Investigación en «Pedagogía Social e Educación Ambiental» (SEPA – interea) de la Universidad de Santiago de Compostela; su inauguración se realizó el pasado 20 de septiembre en las instalaciones del Claustro Alto del Colegio de Fonseca y estará disponible hasta el 27 de octubre.

La muestra expositiva permitirá conocer cómo las orientaciones, propuestas e iniciativas de este movimiento marcaron el desarrollo posterior de educación a escala internacional hasta nuestros días.

Al respecto: «Múltiples expresiones cotidianas de las escuelas en nuestros contextos encuentran valiosos fundamentos y antecedentes en las formulaciones y prácticas educativas renovadoras probadas y examinadas con intensidad en diversos contextos europeos y americanos, en particular a lo largo de las primeras cuatro décadas del siglo XX. Entre ellos se encuentran nombres tan significativos como los de Ferrière, Decroly, María Montessori, Rosa Sensat, Freinet, Dewey, Claparède, Bovet, Piaget… o los de Luzuriaga, Barnés, Galí y María Barbeito.» Tomado de: https://www.usc.gal/gl/servizos/area/cultura/eventos/escola-tamen-1921-2021

La exposición temporal, quiere promover un acercamiento sensible a algunos de los textos, experiencias e imágenes relacionadas con la Escuela Nueva, y su catálogo está disponible en: A Escola Nova… tamén entre nós

Paralelamente se desarrollarán varias actividades: la conferencia «Entre la memoria personal de una niña y la memoria pedagógica de un País: Decroly en España (1907-1970)«, la mesa redonda ‘La renovación de la educación en el horizonte: vida de los educadores y construcción social‘; y la presentación de un nuevo título de la colección «Biblioteca de Pedagogía»: Las nuevas escuelas y sus problemas. Para más información de las actividades académicas puedes consultar el siguiente enlace: http://consellodacultura.gal/mediateca/extras/CCG_ac_2023_folleto-expo-escola-nova.pdf

Pieza del mes de agosto de 2023: Plumas de escritura con plumillas intercambiables

Para esta ocasión el Museo Pedagógico Colombiano, de acuerdo con su compromiso histórico para la conservación, investigación y divulgación de la memoria y la cultura material educativa, como también el estudio sobre los saberes y prácticas escolares, eligió como pieza del mes la colección de plumas estilográficas, que remiten a la caracterización de la historia de la escritura y su importancia en la formación de sujetos.

Sobre la historia de la escritura es importante señalar que en el periodo colonial era restringida, en ese tiempo únicamente el escribano (formado a través de manuales sobre Caligrafía procedentes de España), desarrolló la labor para la redacción de documentos oficiales. Posteriormente, los hijos de familias adineradas comenzaron a instruirse, puesto que, «iban a la escuela y debían aprender a leer y escribir en latín, para poder entrar a las escuelas que formaban sacerdotes y abogados»[1]. En otros casos, las primeras formas de escuela regentadas por comunidades religiosas, permitieron a distintos grupos de niños de diferentes edades, acceder a la lectura y la escritura mediante textos de doctrina cristiana.

En el S. XVIII, la paulatina descentralización de la educación dominada por la Iglesia y una mayor presencia del Estado, propiciaron la aparición de la escuela pública y el maestro que la conducía. Así, la escritura empezó a constituirse como un saber escolar al alcance de un mayor número de personas, apareciendo entonces textos y métodos específicos. Luego, entrada la segunda mitad del S. XIX, con la expansión de la escuela pública y el acceso gradual a la escritura, se inició la difusión y dotación de materiales especializados para este ramo de instrucción como plumas, engobes, tinteros y porta tinteros; elementos básicos pero indispensables para los escolares de la época.

Como precedente a nuestra pieza del mes, en nuestro Museo salvaguardamos un ejemplar de Pluma de ganso, una de las reliquias principales en la historia de la escritura, que tuvo vigencia hasta mediados del S. XIX, dado que, las primeras plumas estilográficas de cartucho y plumilla (plumín) intercambiable se produjeron a partir de la segunda década del siglo XIX, durante ese momento simultáneamente se continuaron manejando las de aves, pero con la aceleración de patentes y la producción en masa de las estilográficas desde 1880, las fabricadas con pluma de aves –que se desgastaban muy rápido– entraron en desuso. Ahora bien, el tipo de pluma que reseñamos marcó una total evolución y transformación para el ejercicio de escribir, en aspectos como la comodidad, resistencia, precisión, calidad y posibilidades en cuanto a textura, grosor, tamaño y fluidez del trazo.

En este sentido la implementación de las plumas de punta metálica y las distintas plumillas, fabricadas en acero inoxidable u oro, propiciaron la popularización de este instrumento para la escritura; además el cuerpo de estas, se comenzó a manufacturar en ebonita (polímero descubierto en 1843, producto de la mezcla de caucho y azufre), asimismo los componentes internos como el plumín hueco y las válvulas también fueron ajustadas y mejoradas.

Para 1827, se conoció la primera patente de una pluma con depósito intercambiable de tinta, otorgada al pedagogo, matemático, ingeniero y filólogo rumano Petrache Poenaru (1799–1875) que, por otra parte, realizó contribuciones a la educación rumana. La patente #3208, del 25 de mayo de 1827, titulada «Endless Porter Count» (pluma portátil que no se acaba, que se alimenta ella misma con tinta) fue conferida en París. Sin embargo, la invención del rumano no tuvo producción continua, y por tanto, la creación oficial de esta clase de plumas se le atribuyó al agente de seguros y empresario estadounidense Lewis Edson Waterman (1837–1901) quién a partir de una mala experiencia con una pluma defectuosa, decidió fabricar un nuevo modelo que corrigiera el goteo y las fugas al escribir.

De tal interés, Waterman mejoró los modelos inicialmente creados por el rumano, especialmente el sistema de llenado a través de una ranura lateral, que ahora funcionaba por acción capilar, mediante el cual, la tinta fluía hacia la plumilla de forma continua y segura para el escribiente –más adelante, famosas empresas como Conklin, Sheaffer y Parker, desarrollaron otros mecanismos de alimentación de la tinta, para corregir inconvenientes con el flujo y los derrames–. Así, en 1883 Lewis fundó en Nueva York la empresa Waterman Pen Company (segundo fabricante mundial de plumas estilográficas, vigente en la actualidad y comercializadora también de bolígrafos, portaminas y cartuchos de repuesto), luego en 1884, patentó su nueva pluma estilográfica y desde ese momento comenzó a hacerse popular. En general alrededor de 1920, para el mundo occidental aquel modelo de pluma era el principal dispositivo para escribir, y fue así hasta la comercialización masiva del bolígrafo después de la Segunda Guerra Mundial; a pesar de ello, actualmente las plumas estilográficas, representan un símbolo de elegancia y decoro.

Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el propósito de los fabricantes existentes, consistió en desarrollar una mejor versión de este tipo de plumas, posicionarla como el producto principal para la comunicación escrita y hacer el artefacto más accesible (en los primeros años tenían un costo de fabricación alto), debido a que solamente los miembros de familias prestantes y las personas vinculadas a la iglesia podían hacer uso de este clase de herramientas y acceder a ese nivel de instrucción. Como ya se precisó, la conformación de la República después de 1819, introdujo un interés estatal que tuvo el objetivo de masificar la escuela (mediada por la iglesia) apostándole a la creación de escuelas de primeras letras y la consolidación de un ‘sistema educativo’ para la formación de los estudiantes en los rudimentos de la aritmética, la lectura y la escritura, y así, hacer de ellos ciudadanos útiles ante la sociedad; que adicionalmente fueran educados con base en principios morales y religiosos, derivados del acercamiento a las lecturas bíblicas, a fin de replicar las enseñanzas en las generaciones más jóvenes.

Entonces, el aparato civilizador de los habitantes en nuestro actual territorio, se materializó de acuerdo con la fundación de las primeras escuelas a partir de 1822, en consecuencia, hubo un especial cuidado, respecto a la metodología de enseñanza con la que se debía impartir la fundamentación escolar de la época, a fin de cuentas, su objetivo principal era la formación ciudadanos que legitimarían la estructura social, política y económica de la naciente República.

De tal manera, el uso de esta clase de plumas, poco a poco se dirigió a las escuelas establecidas en ese momento, sin distinción de la metodología pedagógica (Lancasteriana o Pestalozziana) a la que estuviera en función; asimismo su empleo se extendió en espacios como los monasterios, con el ánimo de promover la escritura en los jóvenes y las personas del común. Junto con la pizarra de piedra –otro vestigio material de la historia de la escritura en la escuela, también exhibida en el Museo–, la pluma como soporte de la memoria testimonial e instrumento para la enseñanza y práctica de la caligrafía, hizo parte de los primeros elementos de uso masivo dentro de la experiencia escolar. Sin embargo, la filigrana y el detalle en la caligrafía, el nivel de escritura y la correcta ortografía, se consideraron aspectos del reflejo estético del ciudadano culto, bajo tal premisa, se definieron formas de separación social, marcando diferencias entre los segmentos de población culta y los considerados pobres, por tener apenas una escritura básica.

El conjunto de plumas estilográficas con plumilla intercambiable hace parte de la colección de implementos y saberes escolares del Museo Pedagógico Colombiano, y sus características principales son las siguientes: los portaplumas fabricados en madera o en plástico, tienen forma anatómica para facilitar el agarre correcto, cada uno cuenta con una longitud de 17,5 cm, y en el extremo de mayor sección se encuentra una pequeña corona metálica interna para el montaje de las plumillas metálicas. Mientras que, estas últimas miden 3 cm de largo, se insertan en la corona mediante un sistema de inserción de tubo con doblez curvo, tienen un pequeño orificio de respiración que permite la fluidez de la tinta; y una hendidura estrecha por donde esta última pasa a la punta, dándole una longitud aproximada de 20 cm.

Con relación al tiempo de fabricación y uso, establecemos que fue posterior a 1940, esto de acuerdo con algunos detalles identificados sobre el cuerpo de los portaplumas y de las plumillas. Al respecto, en los primeros se observa la inscripción ‘KICO’ (Kalusin Importing Company S. A.), empresa fundada en Barranquilla hacia finales de 1920, dedicada a la fabricación de productos en plástico, reconocida, además, como una de las primeras industrias que comercializó juguetes plásticos en Colombia. Recordemos que:

«En el país, comienza la producción de juguetes en serie y de forma más masiva en materiales como la hojalata, el hierro fundido, el celuloide y plástico a mediados de la década de 1940. Una de las principales razones del auge de esta producción local, era la imposibilidad de acceder fácilmente a las importaciones a causa de la Segunda Guerra Mundial». (Cuervo, 2017).

Mientras que, en las plumillas, se reconoce la contramarca: «GOBIERNO DE COLOMBIA – MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL». Referente a la historia del Ministerio, en primera instancia este despacho de gobierno se instituyó en 1886 bajo el nombre de Ministerio de Instrucción Pública; posteriormente en 1923 cambió su nombre a Ministerio de Instrucción y Salubridad Públicas y, desde 1928 se le identifica como Ministerio de Educación Nacional. Es decir, las plumillas de nuestra colección fueron fabricadas expresamente por encargo del Ministerio de Educación de nuestro país, y probablemente se distribuyeron en las escuelas públicas auspiciadas por el Ministerio.

Copete, H. (2023). Plumillas metálicas intercambiables, obsérvese el detalle sobre el cuerpo de inserción de las plumillas con la inscripción: «GOBIERNO DE COLOMBIA MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL». [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.


Para conocer, la colección de Plumas estilográficas y plumillas, otros implementos de la escritura; diferentes objetos de la cultura material de la educación y la pedagogía; la colección de juegos y juguetes de distintos periodos históricos; otros objetos e implementos escolares de la historia, la memoria escolar, y la práctica pedagógica; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales de Facebook: https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, Instagram: https://www.instagram.com/museopedagogicoupn/?hl=es, y a explorar nuestra página web: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras clave: Escritura; Caligrafía; Pluma Estilográfica; Plumilla; Implementos Escolares; Saber Escolar; Formación de Ciudadanos; Instrucción Pública; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

[1] Lozano, J; Gutiérrez, R; & Romero, F. (2010). Caligrafía expresiva, arte y diseño. Universidad Tecnológica de Pereira.

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

Huineman, M. (2017). Pluma Hispana. Blogspot.com. Fecha de consulta:  agosto 8, 2023. Desde: https://plumahispana.blogspot.com/2017/04/

Supermileto.blogspot.com. (2019). La historia de la pluma de escritura. Fecha de consulta: agosto 8, 2023. Desde: http://supermileto.blogspot.com/2016/12/la-historia-de-la-pluma-de-escritura.html

Cuervo Calle, J. (2017). Historia del juguete en Medellín 1910–1940. El juguete como mediador en la transformación de los conceptos de infancia (Doctoral dissertation, Universidad EAFIT). Recuperado de: https://repository.eafit.edu.co/bitstream/handle/10784/11740/CuervoCalle_Juliana_2017.pdf?sequence=2

Historiaescritura.com. (s. f.) Historia de la Pluma Estilográfica. Fecha de consulta:  agosto 4, 2023. Desde: https://historiaescritura.com/instrumentos/pluma-estilografica

iguanasell.es. (2022). La pluma estilográfica de principio a fin. Fecha de consulta:  agosto 4, 2023. Desde: https://www.iguanasell.es/blogs/news/invencion-pluma

 

Pieza audiovisual del mes de julio de 2023: Exposición temporal «Homenaje in memoriam al profesor Carlos Eduardo Vasco Uribe»

En el marco de actividades académicas en homenaje a Carlos Eduardo Vasco Uribe. El Museo Pedagógico Colombiano tiene el gusto de presentarles la segunda pieza del mes en formato audiovisual, dedicada a la exposición temporal inaugurada en memoria del profesor Vasco el pasado 15 de mayo de 2023.

https://www.youtube.com/watch?v=a69pVcTgGek&ab_channel=MuseoPedag%C3%B3gicoColombiano

Para conocer la exposición temporal: «Carlos Eduardo Vasco in memoriam: “Pensar seriamente es difícil; pensar seria y críticamente es muy difícil; pensar seria, crítica y autocríticamente es casi imposible”. Celebrando su vida y obra desde el Museo Pedagógico Colombiano», abierta hasta el 30 de agosto, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Concepto Audiovisual: Anders Bayona – Estudiante de la Licenciatura en Artes Escénicas.
Revisión:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Palabras clave: Carlos Eduardo Vasco Uribe; Currículo; Teoría General de Sistemas; Teoría General de Procesos; Reforma Curricular en Colombia; Historia de la Educación en Colombia en el Siglo XX; Enseñanza de las Matemáticas; Museo Pedagógico Colombiano.

Pieza del mes de junio de 2023: Pupitre modelo Lancasteriano siglo XIX

El Museo Pedagógico Colombiano ha seleccionado como pieza del mes el Pupitre de modelo Lancasteriano de mediados del siglo XIX, con el ánimo de presentar el objeto más antiguo de nuestra colección, y al mismo tiempo, reseñar uno de los vestigios materiales más importantes de la educación formal en el marco del primer intento de sistema escolar para la instrucción pública en la incipiente República de Colombia en 1822. Y así, continuar nuestro compromiso con la divulgación de la cultura material producto de diferentes procesos educativos, que remiten a la caracterización de la historia de la educación y la pedagogía, y su importancia en la formación de sujetos.

La educación como hecho social, ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de la sociedad, en consecuencia, se han creado e implementado diversos modelos para definirla como disciplina. La Escuela Lancasteriana, fue uno de tantos intentos de organización escolar, permeada por un momento histórico y cultural clave de la historia moderna de la sociedad: la Revolución Industrial, dicho proceso de transformación económica, social y tecnológica, nacido en el Reino Unido, impulsó un sistema que maximizó los recursos y brindó posibilidades de enseñanza a un mayor número de personas; así, el pupitre lancasteriano, se consideró una verdadera innovación del mobiliario escolar, gracias a su capacidad para organizar una buena cantidad de estudiantes, y, a muy bajo costo hacer masivo el acceso a las primeras formas de instrucción pública en las escuelas.

Como Método de Enseñanza Mutua o ‘Monitoral’, también se denominó a este sistema educativo propuesto por Joseph Lancaster en 1798. Entre sus características de funcionamiento, destacamos que, únicamente requería de un maestro para dictar clase a la mayor cantidad de estudiantes posibles (originalmente el método proponía entre 500 y 1000 niños); y los más aventajados en conocimientos, por su mérito eran nombrados como monitores, se ubicaban en uno de los extremos del pupitre, y, tenían como función, además, de controlar el orden y apoyar en la vigilancia, ayudar al perfeccionamiento y repetir entre sus compañeros (de menor nivel) la información brindada por el maestro. De esta manera, las denominadas escuelas de enseñanza mutua fomentaron la colaboración entre los estudiantes.

Modelo del mobiliario utilizado en las Escuelas Lancasterianas. (s.f.). [Ilustración]. Fuente: https://www.researchgate.net/figure/Figura-3-Asiento-del-monitor-y-de-los-alumnos-de-la-escuela-lancasteriana-Fuente_fig2_320233278


Este tipo de pupitre estaba compuesto por una estructura alargada construida en madera, en la que los alumnos se sentaban uno junto al otro, dispuestos en largas filas horizontales que podían medir entre 2,5 y 5 metros de largo. Sin embargo, el ejemplar que exhibimos es un recorte del modelo de época que incluye un compartimento frontal, utilizado comúnmente para almacenar libros y útiles escolares.

Al respecto:  “Otro modelo de pupitre similar al de la iglesia era empleado en las escuelas de enseñanza mutua o lancasterianas del territorio de Colombia en los años cuarenta del siglo XIX), estos escritorios eran comunes para toda la fila y medían aproximadamente de 2,5 metros y estaban ubicados a un metro de distancia unos de otros. Cada alumno tenía entonces cerca de 30 cm de escritorio a su disposición. Los asientos eran banquitos con un tope superior de 20 x 15 centímetros”. (Aldana, 1921).

El diseño del pupitre modelo lancasteriano, se convirtió en el mobiliario insigne del proyecto pedagógico que respondió a las necesidades de escolarización de la Gran Colombia. En este sentido, el método llegó en un momento histórico particular: la constitución de la nación colombiana como República después de los procesos de Independencia, por lo tanto, a partir de 1820, Fray Sebastián Mora introdujo los progresos de dicho método, implantado en España entre 1816 y 1818. Así, por órdenes de Francisco de Paula Santander se fundaron tres escuelas, dispuestas en Bogotá, Caracas y Quito. Desde 1810 el mismo Lancaster mantendría comunicación con Simón Bolívar por medio de cartas, contándole en 1826 acerca de sus progresos pedagógicos y diversas situaciones, que lo comprometían como lo refería él mismo, a representar una figura paternal para algunos jóvenes iniciados en el método y la formación de maestros.

La ley 8 del 2 de agosto de 1821 establece en Colombia la instrucción pública obligatoria para los niños entre 6 y 12 años de edad, y otros decretos que pretenden la uniformidad de métodos, y de contenidos, agregando el conocimiento de los derechos y deberes del hombre en sociedad y formación de maestros para la difusión del método lancasteriano” (Gutiérrez, 2014, p. 129).

A pesar de la gran acogida de las escuelas de enseñanza mutua, estas no lograron revocar los métodos de enseñanza previamente existentes y tampoco llegó a la totalidad de provincias del país, puesto que, la naciente República no contó con todos los recursos necesarios para implementar el método, y no había suficientes maestros que asumieran el cargo. No obstante, sobresale el trabajo de un importante pedagogo colombiano del siglo XIX, que buscó apropiar el método lancasteriano al contexto de aquel tiempo, su nombre fue José María Triana, quién en 1845, tradujo el Manual de Enseñanza Mutua para Escuelas de Primeras Letras, en el cual describió las generalidades del método, las reglas para ponerlo en práctica, y cómo se debía impartir la instrucción en gramática, escritura, aritmética, dibujo ‘linear’ y doctrina cristiana.

“En 1845 la Dirección General de Instrucción Pública le confiaba la redacción de manuales para los métodos de enseñanza primaria; y al mismo tiempo el Gobernador de la provincia de Bogotá, don Pastor Ospina, lo encargaba de fundar la Escuela Normal y de dar clases en ella por tres meses […] Al año siguiente (1846), el mismo gobernador Ospina le concedía privilegio para publicar y vender una obra de su propiedad con el título de Lecciones de Gramática Castellana arregladas al método de enseñanza mutua, aprobadas por la Dirección General de instrucción pública y mandadas enseñar en las escuelas de la nueva granada (719 á 720)” (Orjuela, 1910, 5).

Si bien, los pupitres del modelo lancasteriano evolucionaron y sufrieron algunas modificaciones en el curso del tiempo, su legado e incluso su uso persisten en la actualidad. Además, el método para el que se empleó, sentó bases importantes para el diseño de nuevos modelos educativos, y aún representa un hito significativo en la historia de la educación y la pedagogía desarrollada durante el siglo XIX y parte del siglo XX; influyendo sobre el sistema educativo, y la forma en que comprendemos la educación, la didáctica y la enseñanza, siendo estas dos últimas, parte fundamental de la práctica del saber pedagógico que le da sentido al maestro.

Para conocer, el Pupitre modelo Lancasteriano, la colección de otras tipologías de mobiliario escolar; otros objetos de la cultura material de la educación y la pedagogía; la colección de juegos y juguetes de diferentes periodos históricos; otros objetos e implementos escolares de la historia, memoria escolar, y la práctica pedagógica; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales de Facebook: https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, Instagram: https://www.instagram.com/museopedagogicoupn/?hl=es, y a explorar nuestra página web: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras Clave: Método de Enseñanza Mutua; Joseph Lancaster; Escuela Lancasteriana, Sistema Escolar Colombiano, Instrucción Pública; Mobiliario Escolar; Pupitre; Monitores, República.

 

Autoría: Yeimy Jimena Bejarano Baquero – Estudiante del Programa en Pedagogía.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

García Sánchez, B. Y. (2006). Proyecto pedagógico de la Gran Colombia: una ruptura frente a los ideales republicanos. Revista Científica, (9), 69–113. https://revistas.udistrital.edu.co/index.php/revcie/article/view/353/533 

Orjuela, L. (1910). José María Triana prócer de la independencia. Pedagogo el más antiguo de la República. Bogotá. Imprenta Nacional.

Aldana, L. (1921). Algo sobre higiene escolar. Bogotá: Imprenta de San Bernardo.

Granda, O. (2016). Mora Berbeo y la enseñanza mutua en la Gran Colombia. Revista Historia De La Educación Colombiana, 19(19), 81–105. https://revistas.udenar.edu.co/index.php/rhec/article/view/4130/5673

 

Pieza del mes de mayo de 2023: Spelling and Counting Board

Durante este mes, contribuyendo con el firme compromiso del Museo Pedagógico Colombiano, por la conservación material e historiográfica de objetos creados con un fin educativo, se dedicará especial atención al Spelling and Counting Board que traducido al español significa Tablero de ortografía y conteo; por tanto, se reseñará este artefacto, de acuerdo con su estructura, componentes materiales, funcionamiento, uso, y por supuesto, su historia internacional y nacional.

Copete, H. (2023). Superficie frontal del Spelling and Counting Board. [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.
 

El Spelling and Counting Board, es un tablero de madera geométricamente atractivo, con forma de circunferencia, sobre el que se encuentran ejemplos de ilustraciones y algunas palabras que se pueden conformar, ya que, su función es la construcción de vocablos por medio del desplazamiento de pequeños cuadrados móviles marcados cada uno por las letras del abecedario. Los términos constituidos se ubican al interior del tablero en medio de dos líneas paralelas; pero no es su única función, en su reverso los cuadrados insertos están marcados con los números del 0 al 9 y los signos de suma, resta, multiplicación, división e igual, con el fin de realizar operaciones aritméticas básicas.

Copete, H. (2023). Superficie posterior del Spelling and Counting Board. [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.

Acorde con su descripción, era un dispositivo poco convencional para practicar la ortografía y desarrollar operaciones matemáticas, y aunque no requería la utilización de lápiz y papel, es una herramienta con la que no era posible organizar palabras extensas o con muchas vocales (debido a que no tenía suficientes letras), y tampoco efectuar cálculos matemáticos avanzados, por lo tanto, se trata de objeto utilizado para los niveles iniciales de enseñanza de las letras y los números.

La fabricación de este tipo de tableros circulares inició alrededor de los años 1940 en los Estados Unidos, y su uso tuvo vigencia hasta 1960, y con frecuencia se trabajaba con este dentro del aula escolar. La enseñanza de la lectura vigente a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX en nuestro país, dirigió su estrategia mediante dos vías: el método fonético de lectoescritura, y el del significado. Con el primero se hacía reconocimiento del sonido producido por las letras y sus distintas combinaciones; y a partir del segundo se enseñaban palabras completas, es decir, más que prestar atención al sonido, este se enfocó en cómo se ve y que representa una expresión escrita en el mundo tangible. Para el caso de nuestra pieza del mes, es fundamental la función que desempeñó en el contexto escolar y su aporte educativo en dos vías: la del método fonético para la enseñanza progresiva de la lectura y la escritura conforme a las respectivas normas ortográficas; y, la matemática que apuntó a la práctica de las cuatro operaciones aritméticas, la comprensión tanto de la forma y cantidades de los diez dígitos (números del 0 al 9) y símbolos de cada operación, como también su significado en dicho proceso.

En el caso colombiano no es exacto el momento en que dicho artefacto llegó e inició a hacer parte de la enseñanza a nivel básico. Sin embargo el fabricante del ejemplar que exhibimos, fue la empresa colombiana PRODEMA LTDA. con sede en Bogotá, encargada también de su distribución a nivel nacional. A pesar que el Museo resguarda el material junto con la caja original que lleva el nombre de este dispositivo y algunas ilustraciones, no hay información precisa sobre la trayectoria comercial de la empresa. Sin embargo, es clave reconocer cuál era su función y definir en qué momento de la historia de la educación colombiana se introdujo.

Copete, H. (2023). Caja de cartón del Spelling and Counting Board (obsérvese el detalle sobre el nombre y marca del fabricante). [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.

Principalmente, la tradición anglosajona dedicada a la formulación del Currículum (Currículo), estableció las bases para la comprensión y posterior creación de “herramientas” eficaces para el aprendizaje, puesto que su propósito principal fue la organización de objetivos y su respectiva evaluación, brindando de manera exacta y eficaz particulares resultados. Bajo este modo de comprensión, la educación tiene efectos concretos y visibles en determinados periodos de tiempo, al respecto: saber leer, contar y escribir en niveles o edades específicas; lo anterior sugiere, la correlación con el movimiento ‘escolanovistaen el país, que abrió paso al reconocimiento de la psicología como principal disciplina dedicada a la investigación, experimentación e interpretación del fenómeno educativo, que comprendería también modelos como el conductismo y el constructivismo; y asimismo, la orientación de la relación alumno-maestro centrando su atención sobre el estudiante. 

Concretamente, la conexión entre la Escuela Activa y el Currículo, con la creación y empleo de este objeto se comprende por la preocupación constante -según la propuesta de la pedagogía activa- en mantener la atención del niño, su interés y estímulo motriz mediante la manipulación de materiales diseñados al alcance de sus fuerzas físicas y tamaño, aspectos primordiales que condujeron a la creación de materiales didácticos que apoyaban el control del ambiente, y guiaban la experiencia sensorial y la educación del niño/alumno. Por otra parte, en el caso colombiano, la reforma curricular asesorada por la Tercera Misión Pedagógica Alemana (1965-1978) brindó ciertas características importantes, al respecto destacan Martínez Boom y otros:

“[…] los objetivos constituyen el eje de la planificación de la enseñanza y de la práctica del maestro; las actividades que realice este, denominadas “actividades de aprendizaje”, deben estar orientadas al “logro de los objetivos propuestos” y en ello colaboraràn los recursos y materiales didácticos […]” (Boom Et Al, 2003, 66-67).

De manera que, llevar a la práctica educativa y escolar un material didáctico como el Tablero de ortografía y conteo en Colombia, no es mera casualidad, al contrario, proviene de una comprensión analítica y sistemática de la educación; de tal relación es posible aseverar que esta pieza de nuestra colección para el mes de mayo en el Museo, es resultado de la llegada de la Tercera Misión Pedagógica Alemana. Es decir, a lo largo de los años 60 y 80, este artefacto circuló por las aulas escolares como un elemento de naturaleza didáctica, con el fin de alcanzar resultados de aprendizaje, adquirir conocimientos y cumplir objetivos.

Para conocer el Spelling and Counting Board, otros objetos e implementos escolares de la historia, la memoria y la práctica educativa y pedagógica, la colección de juegos y juguetes; y los archivos, textos y manuales pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales de Facebook: https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, Instagram: https://www.instagram.com/museopedagogicoupn/?hl=es, y a explorar nuestra página web: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras Clave: Tablero de ortografía y conteo; Material didáctico; Lectura; Escritura; Aritmética; Prodema Ltda.; Infancia; Escuela Activa; Currículo; Tercera Misión Pedagógica Alemana; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Autoría: Yeimy Jimena Bejarano Baquero – Estudiante del Programa en Pedagogía.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Boom et al. (2003). Currículo y Modernización. Cuatro décadas de educación en Colombia. Bogotá: Cooperativa editorial Magisterio.

Spelling and Counting Board. (s. f.). MUSEUM OF TEACHING AND LEARNING. https://www.motal.org/spelling-and-counting-board.html

Exposición temporal: «Homenaje in memoriam al profesor Carlos Eduardo Vasco Uribe»

Estimados/as visitantes el Museo Pedagógico Colombiano, la Universidad Pedagógica Nacional -UPN- y la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, tienen el gusto de invitarlos a visitar la exposición temporal: «Carlos Eduardo Vasco in memoriam: “Pensar seriamente es difícil; pensar seria y críticamente es muy difícil; pensar seria, crítica y autocríticamente es casi imposible”. Celebrando su vida y obra desde el Museo Pedagógico Colombiano».

La exposición se desarrollará entre el 16 de mayo y el 30 de agosto de 2023, en las instalaciones del Museo Pedagógico Colombiano, ubicado en el Centro Cultural Paulo Freire (UPN sede Calle 72 # 11-86).

Para agendar visitas y mediaciones, por favor seguir el siguiente enlace: Cronograma Visitas – Exposición temporal Carlos Eduardo Vasco in memoriam

Lanzamiento de la revista Pedagogía y Saberes No. 58: «María Montessori. La mujer que revolucionó la educación a comienzos del siglo XX»

La Universidad Pedagógica Nacional invita a toda la comunidad al lanzamiento de la revista Pedagogía y Saberes No. 58: «María Montessori. La mujer que revolucionó la educación a comienzos del siglo XX«. Este se realizará en el marco del sexto ciclo de conferencias 2023-1 alrededor del campo de estudio: Educación Superior, Comunicación y Mediación por TIC. 

La cita es el martes 2 de mayo a las 10:00 a.m.

En el siguiente enlace se podrá acceder al lanzamiento: Lanzamiento revista Pedagogía y Saberes No. 58, María Montessori

Pieza del mes de Marzo de 2023: Caja de cráneos dentados de pequeños mamíferos

Este mes el Museo hará reconocimiento a la enseñanza de la disciplina científica de la biología, que, en el contexto del aula escolar, retomó algunos pasos del Método Científico de investigación. Para este caso tendremos como referente la Caja de cráneos dentados de pequeños mamíferos, que pertenece a la colección de implementos escolares de la enseñanza de la biología y las ciencias naturales del Museo Pedagógico Colombiano.

La Caja se compone por una estructura rectangular de madera protegida con un panel frontal de vidrio que permite observar al detalle los cráneos de 6 distintos animales, los cuales están divididos según el tipo de dentadura de cada mamífero e incluye las etiquetas de cada uno escritas en alemán. En esta encontramos: un mono, un conejo, una zarigüeya, un erizo, un zorro y un ciervo. Se reconoce mediante dichos ejemplares, su edad, los hábitos e incluso la manera en la que murieron, siendo las colecciones sistemáticas de este tipo de cajas un recurso suma importancia para la historia de la investigación científica, que contribuyen a la resolución de numerosos problemas de carácter taxonómico, biogeográfico, ecológico, anatómico, evolutivo y genético, determinados s en parte gracias al estudio de ejemplares como estos y otros de índole similar que están depositados en diferentes colecciones científicas de otros museos y laboratorios.

En este orden de ideas, el proceso de limpieza aplicado para la calavera[1] de un mamífero dependerá del tamaño, edad, condición del ejemplar y por supuesto, las distintas técnicas que se han desarrollado a lo largo del tiempo, siendo la Taxidermia[2] el primer paso del proceso. Así, los métodos de limpieza para la eliminación total de la carne de un animal muerto, comprenden: ebullición, maceración con bacterias, el uso de químicos y varios artrópodos.

Podemos reconocer como vínculo científico relacionado con nuestra pieza, las numerosas experiencias de disección de animales desarrolladas en la escuela en años anteriores, prácticas lógicamente impulsadas desde el Método Científico ya referido, y con las cuales se buscaba observar para entender la anatomía y el funcionamiento de los diferentes sistemas y órganos de los seres vivos. La palabra disección en latín «dissectio onis«, refiere a la separación organizada de partes y órganos en un animal o humano para su respectivo estudio.

Según un artículo científico:

Entre las ventajas del uso de disecciones animales se encuentran la amplia
disponibilidad de muestras, el escaso coste y la no necesidad de disponer de estructuras
arquitectónicas específicamente dedicadas al almacenamiento y conservación de las piezas. Además, las piezas frescas son más parecidas a la realidad que las sometidas a métodos de conservación.
” (Brígido et al, 2021, 257).

Y aunque, el artículo refiere a la formación en medicina, no difiere de los objetivos que la formación en ciencias tiene en cualquier grado o especialidad, el acercamiento a la anatomía por medios propios, posibles de ver y documentar.

Con relación al uso específico de estos materiales en la historia de la institución que sirvió como precedente de la Universidad Pedagógica Nacional, hallamos un referente para el Cuarto y Quinto Año de formación y Enseñanza Objetiva, en las instalaciones de la Escuela Anexa del Instituto Pedagógico Nacional (IPN) para Señoritas, que incluyó el desarrollo de prácticas en las asignaturas de Botánica y Zoología, con el objetivo de que las futuras maestras se formarán profesionalmente en la enseñanza de las ciencias naturales, enfocadas especialmente en el estudio de los reinos de la naturaleza animal y vegetal. Tal como se sustentaba en el pensum:

Se tratará […] en Zoología de los animales domésticos y en general de los animales más importantes del país, y de algunos representantes de animales extranjeros. El valor instructivo de la asignatura no debe buscarse tanto en una descripción minuciosa, sino en las observaciones de los fenómenos de la vida y en la conexión de dichos fenómenos con el organismo de las plantas, del animal, así como los seres inertes de la tierra” (Ministerio de Educación Nacional, 1932, p. 104).

Pese a no tener registro exacto sobre los cursos académicos que hicieron uso directo del material reseñado, dichos recursos de enseñanza fueron parte de las colecciones del antiguo Museo de Biología del IPN para Señoritas creado en la década de los años treinta a partir de diferentes procesos de dotación material de útiles y recursos para la enseñanza, con los que se llenaron el Museo y los laboratorios de Química y Física.

Así, la Caja de Cráneos, perteneció a la diversa cantidad de materiales didácticos acopiados para la enseñanza de las ciencias en el antiguo Instituto Pedagógico conocemos que nuestra pieza del mes, fue traída directamente desde Alemania en el marco de las actividades de la Segunda Misión Pedagógica Alemana contratada el 24 de septiembre de 1926, y liderada por Franzisca Radke, por la cual se dotó al Instituto de los recursos físicos, didácticos y humanos necesarios para cumplir con su objetivo. Además del acercamiento a estos materiales, los aportes de aquella Misión Alemana propiciaron la transformación de la educación colombiana y, en el escenario político en que se desarrolló –gobierno liberal de Enrique Olaya Herrera (1930)–, se prestó especial atención a la educación y al progreso de la misma.

Museo de Biología del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas. (1932). [Fotografía]. Tomada de: Álbum Fotográfico del Instituto Pedagógico Nacional Para Señoritas, Escuelas Salesianas de Fotograbado, Tipografía y Encuadernación, 1932, Bogotá. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano, Colección IPN.

Para ese entonces, la enseñanza de la biología, estuvo atravesada de acuerdo con los conceptos y prácticas desarrolladas por la Misión, teniendo implicaciones en las temáticas, en la forma de problematizar la ciencia, y asimismo el método para abordar las lecciones en esta disciplina. Así, la propia asignatura se encargó de conceptualizar la forma para ser enseñada, ya que, los métodos basados en descripciones teóricas minuciosas fueron opacados ante la necesidad de observación y experimentación como proceso fundamental para entender aquellos sucesos de la naturaleza y la vida, y nuestro vinculo como parte de aquel extraordinario entramado ecológico, y es justamente esa conexión con las ciencias naturales la que sustentó el uso de dichos materiales didácticos, configurando tanto su pensum, como su posterior importancia para las colecciones de museos, que preservan y reivindican la historia natural; y en el contexto escolar, la forma como algunas nociones de las disciplinas científicas, permearon algunos de los saberes impartidos, especialmente a nivel de secundaria y en las instituciones de formación de maestros.

Curiosamente, muchos materiales de esta índole fueron objeto de censura ante el rechazo de las distintas teorías de evolución en el transcurso del siglo XIX, generando oposición a la difusión de la biología, debido a que, los círculos científicos de las comunidades religiosas que  regentaban las instituciones educativas de la época, dirigieron su preocupación sobre la higiene y la raza de la población, motivo por el cual, la biología tuvo más auge a partir de los discursos médicos de las primeras décadas del S. XX, discursos que intervinieron directamente en la escuela con lemas divulgados por el Ministerio de Instrucción y Salubridad Pública, por ejemplo: “higienizar antes que educar[3].

Por los motivos descritos, además de la importancia educativa y de exhibición, colecciones de esta naturaleza, constituyen un patrimonio no renovable y una fuente inagotable de información, insustituible para el conocimiento detallado de la fauna. Es así, como la didáctica aplicada para la zoología mediante recursos como nuestra pieza del mes, tiene entre otros fines de estudio, exponer las condiciones que permiten reconocer y diferenciar esta clase de especies animales, que gracias a sus cráneos dentados pueden ser objeto de comparación entre las condiciones climáticas, migraciones periódicas, tipos de alimentación, entre otras particularidades propias de su categoría.

Para conocer la Caja de cráneos dentados de pequeños mamíferos, otros elementos de la colección de la enseñanza de las ciencias naturales; los objetos e implementos escolares de la historia, memoria escolar, y la práctica educativa y pedagógica; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las nuevas instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales de Facebook: https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/, Instagram: https://www.instagram.com/museopedagogicoupn/?hl=es, y a explorar nuestra página web: http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras Clave: Zoología; Biología; Cajas de Cráneos; Pequeños Mamíferos; Museo de Biología; Segunda Misión Pedagógica Alemana; Pedagogía; Enseñanza de las Ciencias Naturales; Historia de la Educación; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Autoría: Yeimy Jimena Bejarano Baquero – Estudiante del Programa en Pedagogía.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Diaz, Mónica & Flores, David & Barquez, Rubén. (1988). Instrucciones para la preparación y conservación de mamíferos.

Didaktik der Biologie. (s. f.). Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg. https://www.biodidaktik.phil.fau.de/materialien-wp/zoologie-2/zoologie/

Colombiano, M. P. (2018, 3 septiembre). Pieza del mes de septiembre de 2018: Material de Enseñanza Espasa-Calpe: Serie Historia Natural Aplicada – Copyright MUSEO PEDAGÓGICO COLOMBIANO – All rights Reserved. http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/2018/09/03/pieza-del-mes-de-septiembre-material-de-ensenanza-espasa-calpe-serie-historia-natural-aplicada/

Colombiano, M. P. (2019, 18 noviembre). Museo de Biología IPN 1930 – Copyright MUSEO PEDAGÓGICO COLOMBIANO – All rights Reserved. http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/tag/museo-de-biologia-ipn-1930/

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Escuela Tipográfica Salesiana – Bogotá.

Rodríguez, Y. Ortega, C. Valencia, P. Huerta, E. Montano, I. Brígido. (2021). Disección animal y digitalización, alternativa para la enseñanza de anatomía cuando la disección de cadáveres no es posible, Educación Médica. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1575181321000486

[1] Conjunto de los huesos de la cabeza mientras permanecen unidos, pero despojados de la carne y de la piel.

[2] Técnica de disecar animales para facilitar su exposición.

[3] Bernal Jiménez, R. (1932). La réforme educative en Colombia. Roma: Imprenta Augustinienne.

Pieza del mes de Febrero de 2023: Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas

Como pieza del mes, haremos reconocimiento a la historia de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), a partir de la revisión del Reglamento del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas -IPN para Señoritas- (publicado originalmente en 1932 por el Ministerio de Educación Nacional), Instituto antecesor de la ‘educadora de educadores’ que conocemos hoy. El Art. 1º. de la Ley 25 de 1917, promulgó que el instituto estaría

“[…] destinado a la educación en ciencia pedagógica de maestras de escuela inferior, superior y normal” (Ministerio de Educación Nacional, 1932, pág. 123),

considerado entonces como el seminario del magisterio femenino. De acuerdo con el Reglamento, el instituto comprendía cinco cursos para las estudiantes interesadas en ser maestras, una Escuela Anexa con seis cursos, asignaturas complementarias y un espacio dedicado a formar profesoras para Kindergarten.

Como lo enuncia el Reglamento, para ingresar al Instituto había dos posibilidades: la primera, por examen de admisión, el cuál facultaba el ingreso al primero, segundo o tercer curso, e incluía modalidad escrita y oral, mientras que, para segundo y tercer curso se incorporan materias concernientes al pensum del instituto; y, la segunda opción por medio de becas. Según el Art. 4º de la Ley 25, se financiaban por la nación, se otorgaban por concurso, y las postulantes debían presentar los siguientes documentos: solicitud de bautismo, dos certificados de salud, un texto donde se presentará la necesidad de la familia y la correspondiente firma del alcalde, si por alguna razón durante el proceso de formación se incumplía las responsabilidades establecidas, se retiraba la beca y era obligación pagar el tiempo de formación hasta el momento de cancelación de la beca.

Posteriormente, el segundo capítulo del Reglamento, describe los cinco cursos y su distribución, compuestos por veintisiete materias.

Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Capítulo II, Distribución de Materias, Art. 4. p. 124. [Imagen]. Fuente: Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Escuela Tipográfica Salesiana.

Cada curso expedía cuatro veces al año, un informe certificando la buena conducta, el proseguir religioso, las fallas y asimismo algunas observaciones. Las calificaciones se entregaban dos veces al año; y, respecto al punto enunciado para el retiro de una beca, se destacan: recibir en dos oportunidades mala calificación en conducta; sacar tres regulares en un año; obtener 2 (mal) como calificación en dos materias; y apenas lograr como nota 1 (muy mal) en una materia. Si se presentaba alguna de estas situaciones, en primera instancia el caso lo recibía la Junta consultiva, y luego el Consejo directivo tomaba la decisión. Sin embargo, era posible repetir un curso, pero únicamente cuando la alumna presentaba enfermedad por más de dos meses.

Un aspecto relevante, sobre el instituto, fue su condición de internado, y operó bajo un estricto horario:

Alrededor de las 6:30 a.m. las señoritas debían despertar y hasta las 8:00 a.m., el tiempo se utilizaba para bañarse, orar, desayunar y jugar en el patio, para comenzar el primer bloque de clases que finalizaba a las 12:25 p.m. Enseguida contaban con 45 minutos para almorzar, un breve momento de recreo y un espacio más amplio, para tomar el aire en las áreas externas o manualidades (según las condiciones climáticas) que culminaba a las 3:00 p.m.

En seguida comenzaba una segunda franja de estudio, y a las 4:40 p.m., tenían 20 minutos para tomar onces. Inmediatamente terminado este periodo de alimentación, las siguientes dos horas, se dividían así: de 5:00 p.m. a 5:45 p.m. actividades de recreo o lectura en la biblioteca -según los intereses de cada alumna-, y entre 6:00 p.m. y 6:45 p.m., iniciaba la tercera y última jornada académica de clases o estudio.

Después de 15 minutos de aseo a fin de prepararse para consumir la cena, esta se servía a las 7:00 p.m.; luego de 8:00 p.m. a 8:25 p.m. hacían la oración de la noche en la capilla, nuevamente  había un tiempo corto para  recreo o lectura y al final del día a las 8:45 p.m. debían acostarse, dando las inspectoras el último toque a las 9:00 p.m.; es preciso comentar que era totalmente prohibido hablar en los dormitorios, aunque sí, era permitido durante las comidas.

Como nos referimos a un espacio de formación educativa, lógicamente, se presentaban exámenes de fin de año, aunque solo destinados para las alumnas de tercer y quinto curso, los cuales eran similares a los de admisión, y se aplicaban con el objeto de comprobar las capacidades y aptitudes para el ingreso a los cursos de práctica, una vez revisados y aprobados, la Junta del jurado expedía el diploma de calificación o de grado, y se llevaba a cabo una sesión solemne; sin embargo la evaluación no terminaba ahí, se precisa que una vez ejercida por dos años la práctica, era necesario examinarla. Por otra parte, el Decreto 1575 de 1929, indicaba que, las alumnas de otras instituciones, también podían presentar dicho examen y recibir la titulación correspondiente.

El Instituto definía  en su reglamento las funciones y deberes de cada cargo, y las más relevantes en relación con el contexto pedagógico conforme a su misión, eran las siguientes: Consejo Directivo, integrado por la Directora, la Subdirectora y tres vocales[1] (de los cuales, dos debían ser maestros de la institución), cuidaban el cuerpo docente, presentaban aspirantes a nuevos profesores, proponían modificaciones de los programas académicos, decidían la expulsión de alumnas, la cancelación de becas, y proyectaban el presupuesto de funcionamiento; la Junta Consultiva, conformada por la Directora y los Maestros, para tomar    decisiones de corte disciplinar y conductual, y solicitar en primera instancia la cancelación de becas; y la Junta del Internado, compuesta por la Directora, las directoras de grupo y las inspectoras, cuyos deberes, eran ayudar con la vigilancia, el orden y el seguimiento del reglamento.

[1] Un vocal es una persona que pertenece a un consejo o a la dirección de un organismo. Cuenta con voz y voto, es decir, tiene capacidad de decisión en las deliberaciones que se lleven a cabo en el mismo. Fuente: https://economipedia.com/definiciones/vocal.html

En ese orden de ideas, la Directora tanto del IPN para Señoritas como de la Escuela Anexa debía elaborar el horario, examinar los diarios de las maestras, asistir a algunas clases y excursiones, observar los métodos seguidos por los profesores y realizar las correcciones pertinentes, escoger los temas más adecuados para los exámenes, dar permisos y licencias, presidir las juntas, manejar los cursos complementarios, estudiar los progresos de la disciplina pedagógica para ponerlos al servicio de los métodos del establecimiento, educar a las alumnas en el cumplimiento de sus deberes, controlar la correspondencia, mantener relación y comunicación con el Ministerio de Educación -MEN- con el propósito de dar a conocer las disposiciones del ramo a los miembros del Instituto, entre otras obligaciones.

La subdirectora vigilaba el cumplimiento del Reglamento, la disciplina general, el buen orden y el aseo, explicaba al conjunto de alumnas los objetivos de las reglas y normas, recibía el pago de pensiones y matrículas, y demás relacionados; en efecto, era quién reemplazaba a la directora y en algunos casos ejercía como catedrático, en este cargo existía una relación más estrecha con las estudiantes.

Los Catedráticos, eran nombrados por el MEN, dictaban clase, estudiaban y aplicaban los métodos más modernos acordes con su ramo, llevaban control en sus diarios de clase, vigilaban exámenes, calificaban y corregían trabajos de su asignatura, castigaban, hacían informes, asistían a juntas e informaban sobre la conducta de las alumnas. A las Directoras de Grupo, se les asignaba uno de los cinco cursos, vivían en el internado, vigilaban y mantenían el inventario de los elementos de salones de clase y dormitorios, planificaban una excursión para su grupo una vez al mes, y por demás cumplían los mismos deberes de los Catedráticos. Las Inspectoras con funciones fuera de la enseñanza, vigilaban las áreas externas y los baños de la institución, respondían por la conducta de cada estudiante, ayudaban al mantenimiento de la urbanidad y el trato respetuoso entre todas las alumnas en los recreos, cuidaban la higiene personal y la vestimenta, y también el orden de los cuartos.

Todas las alumnas eran internas y para acceder al Instituto Pedagógico, además de someterse al examen de admisión, su edad definía el rumbo de sus aspiraciones, así: debían tener mínimo 14 y máximo 17 años para ingresar al primer curso, el segundo admitía jóvenes con mínimo 15 y máximo 18 años, y para el tercer curso el rango iba entre los 16 y los 19 años. Igualmente, profesar la fe católica y tener buen proceder moral, no adolecer de enfermedades contagiosas, ni tener defectos físicos que pudieran hacer difícil el ejercicio docente (por ejemplo, tener la dentadura completamente arreglada), y bajo ninguna circunstancia ingresarían aspirantes expulsadas de otros colegios.

De acuerdo con el Art. 102 del Reglamento, al ingresar, debían llevar una vestimenta específica, no podían llevar joyas, y debían tener la dentadura arreglada, además, se prohibían las novelas de cualquier género, los vestidos cortos, y la comunicación por vía telefónica. Las visitas, se desarrollaban los domingos, y únicamente salían en caso de padecimiento médico, o en caso extremo si algún familiar enfermaba o fallecía.

Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Capítulo XVIII, De las Becas, Art. 102. p. 158-159. [Imagen]. Fuente: Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Escuela Tipográfica Salesiana.

Según las disposiciones del Art. 2 de la Ley 25 de 1917, el IPN para señoritas tendría una Escuela Anexa, constituida en un edificio contiguo (actual Edifico ‘P’ de la UPN), y entre sus propósitos misionales, se estipulaba: ejercitar la práctica pedagógica para las alumnas maestras matriculadas en el Instituto de cuarto y quinto curso, impartir instrucción moderna y completa, profundizar en la vocación de las alumnas con intereses en el magisterio, y dar bases sólidas para ingresar posteriormente al Instituto Pedagógico o alguna Escuela Normal.

Así, la Anexa ofrecía seis cursos de formación para alumnas -externas y semi internas-, que luego de dos años permitían a cada alumna practicar la enseñanza de todas las materias.

Reglamento de la Escuela Anexa. Capítulo II, De la Distribución de Materias, Art. 6. p. 179. [Imagen]. Fuente: Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Escuela Tipográfica Salesiana.

Respecto a la Forma de Enseñanza a la alumna maestra se le designaba un tema específico a dictar con 48 horas de anticipación, cuya preparación se entregaba 24 horas antes, actividad que era corregida y calificada por la respectiva profesora; la directora revisaba los avances de las estudiantes y cada quince días las maestras brindaban una clase modelo. Para su ingreso debían estar en un rango de edad de 7 a 14 años, ser católicas y presentar certificado de bautismo; y al igual que en el Instituto, las alumnas no podían tener el cabello suelto y largo, y también vestirían unos uniformes particulares.

 

 

 

 

 

Reglamento de la Escuela Anexa. Capítulo VII, De las Alumnas, Art. 36. p. 187. [Imagen]. Fuente: Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Escuela Tipográfica Salesiana.

 

 

Por otra parte, no se permitía tener más de 30 alumnas por grupo, y pese a la gratuidad de la enseñanza, la matrícula tenía un valor de $5, hay que mencionar que solo era posible ingresar pagando la pensión, no había becas, y, además, la formación en la Escuela Anexa no obligaba al Instituto incorporarlas al mismo, para tal aspiración, las alumnas maestras cumplirían las mismas condiciones y el proceso de las demás candidatas.

Para finalizar, es llamativo describir, los castigos, faltas y el sistema de corrección para las alumnas, donde, además, se expresaba según el Art. 124 que: “los castigos forman parte de la educación” (Ministerio de Educación Nacional, 1932, pág. 123), y estos, se aplicarían de acuerdo con la gravedad de la mala conducta cometida, contemplando en última instancia la expulsión.

Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Capítulo XXII, De los Castigos. p. 167-168. [Imagen]. Fuente: Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Escuela Tipográfica Salesiana.

 

 

Como documento normativo de la institución precedente de la UPN, nuestra pieza del mes, permite reconocer el valor histórico, pedagógico e incluso correctivo inscrito en cada uno de sus artículos, los cuales, facilitan hacer una clara distinción de la estructura organizativa de nuestra Universidad, y como documento que refleja, las apuestas por el reconocimiento de la educación magisterial y su misma historia. Además, el Reglamento, hace parte del Pensum y Programa del IPN antiguo, y nos interpela sobre la formación de maestros: ¿Cómo está pensado el método de instrucción o enseñanza? ¿Hay acaso un cambio en el propósito final de la formación del educador?; incluso el tema de género se hace central al contrastar el pasado y presente de la UPN. Así, damos a conocer parte de la reglamentación en que se complementaron las labores de formación para las maestras de la época. Un documento clave para la reconstrucción y preservación de las memorias que entretejen la historia de la educación en Colombia y principalmente el papel fundamental que, en esta, tiene la Universidad Pedagógica Nacional y su precedente anterior, el IPN para Señoritas.

Para conocer y consultar el Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas, otros documentos relacionados a historia y memoria de la Universidad Pedagógica Nacional, textos, manuales escolares y de alfabetización y demás archivos pertenecientes a los fondos documentales; y también los objetos e implementos escolares de la historia, memoria y la práctica educativa y pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

 

Palabras clave: Reglamento; Alumnas; Ministerio de Educación Nacional; Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas; Escuela Anexa; Segunda Misión Pedagógica Alemana; Maestras; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Autoría: Yeimy Jimena Bejarano Baquero – Estudiante del Programa en Pedagogía.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Radke, F. (1936). Historia del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, desde 1927 hasta 1935. Bogotá: Editorial El Gráfico.

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Escuela Tipográfica Salesiana – Bogotá.