Exposición temporal: «La Revolución Copernicana de la enseñanza de la Educación Física y el Deporte: Pierre Parlebas»

Estimados/as visitantes en el marco de actividades institucionales por al Año Pierre Parlebas. El Museo Pedagógico Colombiano, el Museo Itinerante e Interactivo de la Educación Física y la Facultad de Educación Física, tienen el gusto de invitarlos a visitar la exposición temporal: «La Revolución Copernicana de la enseñanza de la Educación Física y el Deporte: Pierre Parlebas».

La exposición destaca la vida, obra y legado pedagógico/científico en relación con la enseñanza de la educación física y el deporte del profesor francés Pierre Parlebas; junto con hitos históricos del deporte a nivel nacional e internacional; y piezas emblemáticas del Museo Itinerante e Interactivo de la Educación Física de la UPN. Y se desarrollará entre el 18 de septiembre y el 31 de octubre de 2024, en las instalaciones del Museo Pedagógico Colombiano, ubicado en el Centro Cultural Paulo Freire (UPN sede Calle 72 # 11-86).

Para agendar visitas y mediaciones para grupos, por favor, escanear el siguiente código QR o seguir el siguiente enlace: Cronograma Visitas – Exposición temporal Año Pierre Parlebas

Pieza del mes de septiembre de 2024: Vida, obra y aportes al pensamiento pedagógico colombiano del siglo XX: Martín Restrepo Mejía.

El presente mes el Museo Pedagógico Colombiano destacará como pieza del mes la memoria con relación a la vida, obra pedagógica y legado conceptual del maestro y pedagogo Martín Restrepo Mejía, quien nació el 2 de noviembre de 1861 en Medellín en el seno de una familia antioqueña y al parecer falleció en Cali a mediados de los años treinta del siglo XX cuando tenía un poco más de 70 años. Desde muy joven migró junto con su familia de un lugar a otro sin rumbo fijo. Particularidades de su origen social incidirían en que se refugiara profundamente en la religiosidad, por tal motivo al tiempo que desarrolló su trabajo académico, lograría el reconocimiento de misiones religiosas de la iglesia católica cercanas con el sector político conservador del país, especialmente, quienes lideraron el periodo de la Regeneración entre 1878–1898.

Eventualidades de la vida lo llevaron a ocupar un cargo como profesor de párvulos en el año de 1876, pero en el mismo año se agudizó la disputa político-militar por la formación espiritual de la población colombiana denominada la “guerra de escuelas”, un conflicto entre liberales y conservadores que tuvo como detonante la separación de la escuela con la iglesia, condición que los conservadores no aceptarían ya que, creían profundamente que la enseñanza debía estar guiada por los principios de la doctrina cristiana.

De acuerdo con Oviedo: “El radicalismo liberal sustituyó en 1872 la educación religiosa, heredada de España, por la pedagogía pestalozziana. El conservatismo reaccionó para restablecer la espiritualidad del alma y la educación escolástica regentada por la Iglesia. Las ideas políticas sobre la mente humana fueron un lema de batalla y la educación su escenario bélico.”

Restrepo se caracterizó por una profunda dedicación e interés con los procesos y la práctica pedagógica, la didáctica y la maestranza escolar; ser maestro y reflexionar por el proceso de formación de educadores, fueron sus compromisos de vida. Por este motivo en 1878 se dirigió al municipio de Buga para fundar una pequeña escuela para posteriormente trasladarse a Cali y en 1885 comenzó a dirigir el Colegio de Jesús junto con su hermano Luis.

Considerado uno de los pioneros de la pedagogía en Colombia, Martín Restrepo Mejía elaboró varios manuales para aplicar en la escuela, guiado por el método propuesto por E. Pestalozzi (1746–1827) quién entendió al niño relacionado directa y libremente con su entorno, según las pautas del educador suizo, la educación del niño está ligada a la experiencia y debía ser concebido: “bajo un sano sistema pedagógico en el que la cruz de la civilización moderna debía sopesarse con la eficacia de la pedagogía cristiana”.

Restrepo Mejía, M.; Restrepo Mejía, L. (1905). Elementos de Pedagogía. [Imagen]. Notas para la configuración histórica de la pedagogía de párvulos en Colombia: aportes desde Martín Restrepo Mejía, 1888-1930.

Así, la pedagogía propuesta por Restrepo Mejía se fundamentó en la doctrina religiosa, pues, la consideraba un verdadero sistema de educación, y una escuela moderna no podía desconocer el conjunto de principios y leyes de los lineamientos cristianos, ya que, en términos prácticos, la religión era la base fundamental para construir sujetos con capacidades y desarrollar continuamente la especie, el individuo y sus aptitudes.

En 1888 en el marco de los resultados de un concurso para los maestros del país propuesto por el Ministerio de Instrucción Pública, Restrepo y su hermano fueron ganadores por el libro titulado: “Elementos de pedagogía”. A finales del siglo XIX se considerada su obra cumbre y se consolidó como el manual principal para la formación de maestros en las escuelas normalistas y anexas del país.

Posteriormente, entre 1892 y 1898 fue maestro de filosofía en la Universidad del Cauca; también fue Inspector General de Instrucción Pública del departamento del Cauca; y, por último, se le designó como rector de la Universidad del Cauca, alternando sus actividades directivas con la enseñanza, al desempeñarse como profesor de castellano en la Escuela Normal de Institutoras de Popayán, esta experiencia llevó a Restrepo a pensar la manera de enseñar lengua castellana y la forma e instruir a los nuevos educadores. Además, aplicó directamente algunos manuales y escritos que había redactado; durante esta etapa, en 1893, ajustó y publicó la segunda edición de Elementos de Pedagogía, texto presentado para la formación de maestros en las escuelas normales.

Restrepo Mejía, M. (1894). Gramática de la lengua española. [Imagen]. https://www.rae.es/archivo-digital/gramatica-de-la-lengua-castellana-1#page/7/mode/2up

Posteriormente, en 1894 publicó “Gramática de la lengua española”, donde abordó los fundamentos de nuestra lengua, obra que se enfocó en la instrucción de los jóvenes estudiantes de colegios y los métodos adecuados para la aplicación práctica de la gramática castellana.

En 1907, se trasladó a Bogotá para dar conocer tres obras que había escrito producto de su reflexión y práctica pedagógica de años anteriores, ellos fueron: “Aritmética para las escuelas”, “Geografía Universal” e “Historia sagrada y eclesiástica en sus relaciones con la historia universal”.

El primero, se basó en iniciativas de carácter intuitivo, inductivo y deductivo, para hacer sencillo el aprendizaje y transmitir los conocimientos matemáticos al estudiante. En el segundo texto, recopiló datos descriptivos sobre geografía que todo niño debía conocer de memoria, la obra se dividió en tres secciones: la primera contenía, nociones fundamentales de geografía; la segunda, tenía noticias de diferentes países del mundo, que permitían ampliar la información de la primera sección; y en la última, el maestro encontraba datos numéricos y estadísticos. En el último texto, dio a conocer diferentes acontecimientos religiosos en relación con la historia de la humanidad, desde el nacimiento de Cristo y hasta inicios del siglo XX en Colombia.

Restrepo Mejía, M. (1914). Pedagogía doméstica. [Imagen]. Notas para la configuración histórica de la pedagogía de párvulos en Colombia: aportes desde Martín Restrepo Mejía, 1888-1930.

En 1912 fundó en Bogotá una Escuela que llevaba su nombre; y en 1922 migró a la ciudad de Tunja para dirigir el Colegio de Boyacá. Sobre este periodo se destaca la obra “Pedagogía doméstica” de 1914, que se ubicaba en el discurso higienista de la época, puesto que, pretendía incidir en la formación y condición moral de obreros, campesinos y pobladores humildes.

A nivel intelectual se destaca su admisión a la Academia Colombiana de la Lengua en 1915, un año después representó al país ante la Unión Intelectual Latinoamericana, miembro de la junta organizadora del Primer Congreso Pedagógico Nacional (1917), allí participó en calidad de representante del profesorado de su colegio privado y como lector y evaluador de los trabajos que se presentaron para las secciones de enseñanza primaria y profesional. También, fue Editor y director durante 1914 y 1915 del periódico semanal infantil La Niñez.” Martínez Velasco, M. A. (2021).

Restrepo Mejía, M. (1909). Geografía de las Escuelas. [Imagen]. Fuente Colección Bibliográfica Museo Pedagógico Colombiano.

Una de las obras de Restrepo Mejía con que cuenta la colección bibliográfica del Museo Pedagógico Colombiano, es la segunda edición del texto “Geografía de las escuelas” publicado en 1909, esta contiene en la primera parte lecciones de geografía astronómica que describen el sistema solar; el movimiento del planeta Tierra sus movimientos y relaciones con los demás cuerpos celestes; la luna, entre otras. Posteriormente, abarca diferentes lecciones de geografía física, que describen los aspectos físicos de la superficie del planeta; los continentes, su topografía e hidrología; el clima y la temperatura; los reinos de la naturaleza, entre otros temas. Luego, incluye lecciones de geografía descriptiva, donde caracteriza los seres humanos, los pueblos, las comunidades; también describe distintos fenómenos sociales, religiosos, lingüísticos, etc. Y, por último, a través de un relato detallado del territorio nacional, aborda diferentes accidentes geográficos de Colombia, como su localización, su división natural, su orografía, sus numerosos cuerpos acuáticos; su diversidad etnográfica; varias nociones históricas en relación con la exploración, descubrimiento y fundación de las ciudades colombianas desde la época de la colonización; para finalizar con una breve descripción de la división política del país a inicios del siglo XX.

La obra teórica de Martín Restrepo Mejía se considera una de las primeros cimientos para la constitución del Campo intelectual de la pedagogía en Colombia, que también se relaciona con una serie de acontecimientos a tener en cuenta: el Decreto Orgánico de Instrucción Pública de 1870 (también conocida como la Reforma educativa liberal del siglo XIX, que posteriormente contrató la primera misión pedagógica alemana); el Plan Zerda de 1893 (en el contexto de La Regeneración), la primera Ley Orgánica de Educación conocida como la Ley 39 de 1903; la realización del Primer Congreso Pedagógico Nacional de 1917; la fundación de la Escuela Normal Superior de Colombia, los Institutos Pedagógicos Nacionales femenino y masculino de Bogotá y Tunja; y la consolidación de las Facultades de Educación a mediados del siglo XX.

Para concluir, de acuerdo con Jiménez Becerra: “Al abordar en retrospectiva la vida y obra de Martín Restrepo Mejía, debemos reconocer que, a pesar de su adscripción al partido conservador y su relación con la Iglesia Católica, fue un maestro e intelectual de la educación que modernizó el pensamiento pedagógico colombiano desde finales del siglo XIX y, por lo menos, hasta 1920. Su incidencia en la pedagogía colombiana es insoslayable ya sea en lo que respecta a la manera como asume la reflexión científica de la educación, ya sea por su concepción de infancia y de maestro, ya sea por su incidencia en las Escuelas Normales en las que se formaron los maestros de la época en mención.

Para consultar algunos textos publicados por Martín Restrepo Mejía, otros manuales escolares en relación con el campo intelectual de la educación y la pedagogía; diferentes objetos e implementos escolares de la historia, memoria escolar, y la práctica educativa y pedagógica; la colección de juegos y juguetes; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano. Convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Palabras Clave: Martín Restrepo Mejía; Campo Intelectual de la Pedagogía; Escuelas Normales; Formación de Maestros en Colombia; Instrucción Pública; Lengua Castellana; Aritmética; Geografía; Pestalozzi; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Autoría: Erika Liliana Guerra Forero – Estudiante de la Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Bibliografía:

Jiménez Becerra, A. (2017). Pensamiento pedagógico colombiano: Martín Restrepo Mejía. Una mirada a sus conceptos de pedagogía, infancia, maestro y escuela. Revista Historia de la Educación Latinoamericana, Vol. 19 No. 29. http://www.scielo.org.co/pdf/rhel/v19n29/0122-7238-rhel-19-29-00245.pdf

Méndez, M. (2016). Martín Restrepo Mejía pensador del regeneracionismo en Colombia. (Tesis inédita de maestría en educación). Universidad Pedagógica Nacional, Bogotá. https://repository.pedagogica.edu.co/handle/20.500.12209/1065

Martínez Velasco, M. A. (2021). Notas para la configuración histórica de la pedagogía de párvulos en Colombia: aportes desde Martín Restrepo Mejía, 1888-1930. Espacio, Tiempo y Educación, 8(1), pp. 9-30. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7963938

Oviedo, L. G., (2014). La guerra de las escuelas y la psicología: Colombia 1876. Universitas Psychologica, 13(5), 2003–2013. https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/revPsycho/article/view/7142

Pieza del mes de agosto de 2024: Religión, educación de la fe e instrucción escolar en la doctrina cristiana: El Catecismo del padre Gaspar Astete.

Para esta ocasión el Museo Pedagógico Colombiano, de acuerdo con su compromiso histórico con la conservación e investigación de la memoria escolar, la difusión de la cultura material educativa, y el estudio sobre los textos y manuales utilizados en la escuela, eligió como pieza del mes el Catecismo de la Doctrina Cristiana escrito por el sacerdote jesuita, teólogo y catequista español Gaspar Astete (1537–1601), quién una vez ordenado en 1571 en la Compañía de Jesús, además, de dedicarse a orientar en la oración y los misterios de la fe, se desempeñó como profesor de Filosofía, Humanidades, Arte y Teología en distintas ciudades europeas.

Histórica y colectivamente su apellido se asocia más con el modelo de instrucción para la catequesis de muchos fieles donde la Iglesia Católica tuvo gran influencia entre el siglo XVII y buena parte del siglo XX. Sin embargo, el padre Astete, publicó otras obras: El modo de rezar el Rosario, Salmos y oraciones (1593); Del gobierno de la familia (1597); Del estado de religión (1603); y Gobierno de la familia y estado de viudas y doncellas (1603).

La edición más antigua de este Catecismo data de 1599, contiene la doctrina cristiana predominante desde finales del siglo XVI y se tituló: «Doctrina cristiana y documentos de crianza»; por su amplia difusión, cuenta con más de 1000 ediciones, y se tradujo a todas las lenguas europeas. También conocido como el Catecismo del padre Astete fue redactado mediante el sistema pregunta–respuesta y contiene la exposición concisa de lo que un ‘buen cristiano’ debe saber y cumplir para llegar a la salvación de su alma, dejar huella a través de la evangelización de otros, y según su autor lograr la redención de la humanidad.

Astete, G. (1787). Catecismo de la Doctrina Christiana. [Imagen]. https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.do?id=7375

El impacto de la obra que reseñamos sirvió para la renovación de la iglesia católica a través de la expansión de los postulados la Contrarreforma y, asimismo para los procesos masivos de evangelización del ‘Nuevo Mundo’ americano. En este sentido, la organización del Catecismo y la brevedad del lenguaje para su lectura y compresión permitió un desarrollo, y memorización sencilla de los temas; y sin duda, la difusión y propagación de la fe católica.

Desde su publicación, solo a partir de 1788 el texto original incluyó nuevos contenidos y tuvo las primeras modificaciones. Por ejemplo, para estimular la memorización y el entendimiento entre adultos y niños, la estructura gramatical de las respuestas iniciaba repitiendo el enunciado de cada pregunta; y las preguntas fueron reorganizadas según su importancia. Por otra parte, se adaptaron algunos contenidos a las enseñanzas vigentes por la Iglesia Católica; y durante el siglo XIX la obra fue traducida a otros idiomas. Al respecto, las dos ediciones que resguarda el Museo se revisaron y reformaron por la Conferencia Episcopal de 1936 y 1956 respectivamente.

Astete, G. (1787). Declaración de la Doctrina Christiana por preguntas y respuestas (sistema antiguo). [Imagen]. https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.do?id=7375

El Catecismo de Astete como herramienta para la instrucción de la Doctrina Cristiana, iniciaba con un apartado denominado: ‘Verdades Preliminares’, que introducía al devoto con relación al nombre de Cristo y la insignia del cristiano: la santa Cruz, es decir, explicaba las razones por las que, un cristiano debe rendirse ante la Cruz, y el uso de la persignación como costumbre para distintas situaciones. Este apartado, también incluía, temas relacionados con el fin de la creación del hombre; el propósito de amar, servir, orar y creer en Dios; y la importancia de practicar la Doctrina Cristiana.

Luego, la primera parte desglosa y describe cada una de las frases del Credo, explicando así, los artículos de la fe, su origen apostólico, la vida de Jesucristo, la labor de la Iglesia Católica, y los motivos por los cuales se deben creer las verdades que Dios ha revelado en las Sagradas Escrituras.

El Catecismo, incluye otras oraciones principales de la fe católica como el Padre Nuestro; el Ave María y la Salve Regina, haciendo énfasis en por qué se deben honrar a los ángeles y a los santos. En esta parte, se profundiza en la necesidad de orar, las peticiones que se hacen por medio de ellas, el fundamento de cada una, y la forma de realizarlas. Posteriormente, se explican los diez Mandamientos de la Ley de Dios, referidos como las «obligaciones que tenemos para con Dios, para con el prójimo y para con nosotros mismos», con su cumplimiento conseguimos la salvación eterna y el perdón de los pecados; igualmente, se enumeran los cinco Mandamientos de la Santa Madre Iglesia, entre ellos oír Misa todos los domingos, y practicar la confesión de los pecados.

Astete, G. (1959). Sistema de preguntas y respuestas en la oración del Padre Nuestro en el Catecismo de la Doctrina Cristiana. [Imagen]. Fuente Colección Bibliográfica Museo Pedagógico Colombiano.

La cuarta parte detalla los dones de la gracia; la práctica de la fe, la esperanza y la caridad; las virtudes morales; los dones y frutos que proceden del Espíritu Santo; las bienaventuranzas; y los siete sacramentos de la Iglesia. Además, de los temas referidos, se instruía en otras cuestiones contempladas en la práctica de la Doctrina Cristina, entre ellas: el acto de contrición para el arrepentimiento; las obras espirituales y corporales de la misericordia; y el aprendizaje para rezar los misterios del Santo Rosario.

Generalmente los catecismos se relacionan en mayor medida, con los manuales escolares utilizados por la Iglesia para la enseñanza de la religión católica y la ley divina. El método concebido para enseñar y aprender mediante la recitación y repetición, y para grabar en la memoria los contenidos: “repetición de viva voz”, estructuraba los textos por medio de preguntas y respuestas, facilitando el conocimiento de las lecciones entre maestros, alumnos, lectores y fieles católicos.

En esa época, la Iglesia Católica ostentaba un rol influyente con relación a los lineamientos del acontecer educativo. Por tanto, manuales escolares como el Catecismo Astete y otros de su naturaleza que circulaban por el sistema educativo colombiano entre el siglo XIX y XX, fueron uno de los modelos de mayor aplicación dentro del ámbito escolar, estableciéndose cómo un dispositivo de control con varios fines: la instrucción moral y religiosa de la población, la definición de normas para la formación de un modelo de ciudadano católico dentro del acontecer político del país, y la aceptación de las doctrinas esenciales para el establecimiento de una pedagogía que propendía hacer de Colombia un Estado Católico.

Otro factor determinante fue la Constitución Política de 1886, que por su carácter ‘centralista, hispánica y confesional’, organizó el sistema de instrucción pública con base en los dogmas y la moral católica, decretando como obligatorias la enseñanza de la religión y las prácticas piadosas, en universidades, colegios y escuelas. De esta manera, las políticas educativas aplicadas por el programa de la ‘Regeneración’ de Rafael Núñez, restauraron el control ideológico de la Iglesia en la enseñanza pública, devolvieron a la educación religiosa la función de eje de la formación, y entregó sectores del sistema educativo a las congregaciones religiosas.

En ese contexto, los manuales fueron una herramienta que concentró conocimientos y fundamentos que hacían parte esencial del proceso educativo. Así, la formación escolar se enfocó en la concreción de un ciudadano católico, en la consolidación de la República y el fomento del patriotismo, por medio de catecismos religiosos y políticos, manuales de urbanidad, higiene y buenas costumbres, y en textos escolares para la enseñanza de la historia y la geografía.

Sin embargo, diversas críticas al uso escolar de la obra del Padre Astete señalan que, la educación de ese momento asumió un rol adoctrinador, asumiendo al colombiano en formación como una ‘tabula rasa’ sobre quién se escribía sin tomar en cuenta su criterio o su capacidad de discernimiento. A dicho modelo se le intentaron oponer otras posturas políticas, que buscaban transformar el sistema educativo e instaurar uno orientado en la formación laica, libre y no confesional, subrayando la separación entre la Iglesia Católica y la educación nacional.

Para consultar el Catecismo de la Doctrina Cristiana, otros manuales escolares y catecismos para la enseñanza de la religión y la doctrina cristiana; diferentes objetos e implementos escolares de la historia, memoria escolar, y la práctica educativa y pedagógica; la colección de juegos y juguetes; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano. Convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Palabras clave: Catecismo de la Doctrina Cristiana; Catecismos religiosos; Educación de la fe; Gaspar Astete; Iglesia Católica; Enseñanza de la religión; Formación de ciudadanos; Pedagogía; Educación; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Autoría: Erika Liliana Guerra Forero – Estudiante de la Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Resines, L. (1981). Lectura crítica de los catecismos de Astete y Ripalda, primera parte. Estudio agustiniano, vol. 16. https://www.agustinosvalladolid.es/estudio/investigacion/estudioagustiniano/estudiofondos/estudio1981/estudio_1981_1_02.pdf

Astete, G. (1787). Catecismo de la Doctrina Christiana. Imprenta de don Manuel Santos Matute. https://bibliotecadigital.jcyl.es/es/consulta/registro.do?id=7375

laorejaroja.com. (2019) De Astete a Uribe: el adoctrinamiento sí importa. https://www.laorejaroja.com/de-astete-a-uribe-el-adoctrinamiento-si-importa/

Mesa-Cordero, C. A. (2018). Protagonismo de la Iglesia católica a través de textos y manuales escolares en Colombia. Pensamiento y Acción, (24), 7–24. https://revistas.uptc.edu.co/index.php/pensamiento_accion/article/view/8616

Pieza del mes de julio de 2024: La enseñanza de la lectura y el método «fónico–sensorial–objetivo–sintético–deductivo»: El Silabario Hispano Americano.

El idioma castellano es el más fácil del mundo para aprender a leerlo 
y escribirlo como lengua materna.
Adrián Dufflocq

Como pieza del mes, el Museo Pedagógico Colombiano eligió el Silabario Hispano Americano, texto que hace parte de la colección de Manuales Escolares que pertenecen a los Fondos Documentales que el Museo conserva y tiene a disposición para consulta. Publicado en 1945, es un libro de enseñanza y alfabetización creado por el profesor chileno Adrián Dufflocq Galdames (1905–1984). Apasionado por la lengua castellana y su estructura gramatical, elaboró varias cartillas para enseñar a leer y escribir a su hijo, que posteriormente darían origen a la pieza que reseñamos.

Cuenta con más de 90 ediciones en todos los países de habla hispana, y su difusión fue tan amplia, ya que, fue una importante herramienta para reforzar los métodos de aprendizaje de la lectura y la escritura; por su aplicación en los primeros años de escolaridad; y también, como un material efectivo para superar el analfabetismo en la población adulta.

Los primeros silabarios eran cartillas con listados de sílabas y letras, para enseñar a leer usadas en las escuelas y otras instituciones regentadas por comunidades religiosas, que tenían el privilegio para la creación de estos textos, que, además, de incluir contenidos religiosos, eran concebidos para el adoctrinamiento cristiano. El método de enseñanza de estas primeras cartillas se fundamentó en el aprendizaje memorístico de sílabas que conformaban oraciones para la doctrina católica. Por ejemplo, la Nueva cartilla de primeras letras impresa en México entre mediados del siglo XVI y finales del siglo XVIII, se considera uno de los primeros silabarios de nuestro continente, que relacionaba los ejercicios silábicos con imágenes religiosas.

Era común también que estas cartillas incluyeran algunos ejercicios silábicos que a la vez eran fórmulas de adoctrinamiento religioso; como la oración de protección “Porlase–ñaldelasantacruz…”, […] a manera de enlace entre la presentación de las sílabas y los contenidos religiosos. (González, 2011)

Ahora bien, con las reformas borbónicas, los contenidos de los nuevos silabarios adoptaron las ideas del racionalismo y la Ilustración, que buscaban ampliar y presentar los contenidos en forma enciclopédica, incluyendo listados más completos y de casi todas las sílabas en uso. Posteriormente, con los procesos de laicidad en la educación, los contenidos fueron reemplazados para respaldar y legitimar valores en relación con la idea de patria, la identidad nacional y el civismo.

Por otra parte, con el nacimiento y masificación de la educación pública en América, los ‘silabarios modernos’ publicados entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, comprendieron nuevos métodos de enseñanza de la lectura que reaccionaban al aprendizaje memorístico del alfabeto. Así, fue expresa la necesidad de crear un sistema basado en la práctica de la lectura de palabras, puesto que, la enseñanza a partir de letras y sílabas sueltas nada decían al entendimiento del educando.

Para finales del siglo XIX, los progresos en las técnicas y los sistemas de impresión revolucionarían la publicación de manuales escolares y otros textos de uso escolar. De esta forma, los silabarios, contenían numerosas ilustraciones como apoyo visual para el mejoramiento del aprendizaje de sílabas y palabras, y del método de lectura y escritura. La incorporación de imágenes hizo más ameno, interesante y fácil su uso, y, la apropiación de los contenidos; asimismo, cada palabra se asociaba no solo a la forma en que se escribía y pronunciaba, sino también al concepto representado en cada imagen que las acompañaba.

En el contexto chileno, se considera al ‘silabario’ como uno de los movimientos educativos precursores del proceso independentista, junto con ello, el Congreso Nacional Chileno promulgó la Ley General de Instrucción Primaria de 1860, donde el ‘silabario’ se instaló como la herramienta insustituible para vencer el analfabetismo.

Precursor al Silabario Hispano Americano, se destaca uno de los más efectivos de finales del siglo XIX, publicado en 1884 por la Imprenta F. Brockhaus en Leipzig (Alemania): el Nuevo método (fonéticoanalítico–sintético) para la enseñanza simultánea de la lectura y escritura compuesto para las escuelas de la República de Chile, conocido como Silabario Matte. Creado por Claudio Matte Pérez (1858–1956) uno de los primeros educadores chilenos en insertar dibujos a sus libros, que, aprovechó las asociaciones visuales que se podían establecer entre las imágenes, la representación escrita de sonidos o palabras, y, su significado. Su éxito lo llevó a ser oficializado por el Gobierno de Chile para la enseñanza, y luego se popularizó en otros países de América Latina.

El profesor Adrián Dufflocq Galdames con el Silabario Hispano Americano en sus manos. (1962). [Fotografía]. Fuente: https://urbanoramica.wordpress.com/2011/09/26/el-silabario-hispano-americano-del-profesor-dufflocq-y-los-buenos-dias-de-la-educacion-chilena/

Con base en la propuesta del Silabario Matte, el profesor Adrián Dufflocq se basó para publicar su trabajo, que buscaba lograr la simultaneidad de la escritura y la lectura, asociando imágenes con textos; además, incorporó el detallado trabajo del artista Mario Silva Ossa (1913-1950), dibujante e ilustrador gráfico de decenas de cuentos y novelas de autores chilenos y europeos, quién plasmó su aporte en el texto escolar de 1945, cuyas imágenes en plumilla, aguada y acuarela se inspiraron en la estética de las ilustraciones de los cuentos clásicos.

Silabario Hispanoamericano. (1961). [Portada]. Fuente: Fondo Documental Museo Pedagógico Colombiano.
Dedicatoria del Silabario Hispanoamericano a los niños. (1961). [Imagen]. Fuente: Fondo Documental Museo Pedagógico Colombiano.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


El título, fue reflejo de la inspiración latinoamericanista e hispánica con que se concibió la obra, introduciendo en los contenidos información sobre otros países de la comunidad española y americana. Igualmente, por el deseo de integración expresado en el Silabario Hispanoamericano, tenía reproducciones de las banderas de todos los países hispanos. Por otra parte, en la contraportada, el autor dedicó su trabajo: “A los niños de habla española, con mi fervoroso deseo de hacerles llano y fácil el camino en este primer paso del conocimiento de nuestra hermosa lengua.

De acuerdo con el prólogo, el autor utilizo experiencias de la psicología infantil para elaborar el libro con el propósito de aportar a la labor del profesor de primaria y que, a la vez, sirviera a los adultos analfabetos para encontrar: “la ruta más corta en la senda luminosa del saber”. Adicionalmente, la simplicidad del texto permitió que lo utilizaran familias que se encontraban alejadas de los centros educativos, ya que, mientras los padres supieran leer y escribir, podían ser maestros de sus hijos solo siguiendo las instrucciones formuladas.

Apartado de Instrucciones del Silabario Hispanoamericano. (1961). [Imagen]. Fuente: Fondo Documental Museo Pedagógico Colombiano.

El prólogo, también comentaba sobre el método fónico–sensorial–objetivo–sintético–deductivo, el cual según Dufflocq rompió con los métodos anteriores:

Contiene una veintena de innovaciones en las normas de enseñanza, que la orientan, decididamente, hacia dos principios básicos pedagógicos: “de lo conocido a lo nuevo” y “de lo simple a lo compuesto”. Todo ello apoyado en plan sensorial que caracteriza al sistema. […] Con este nuevo método, el alumno tiene la satisfacción de traducir por sí solo lo que hay escrito en este libro, bastando únicamente que lo guíen al comienzo de cada lección. Quien lea las instrucciones indicadas más adelante y observe el mecanismo que mueve y enlaza las lecciones entre sí, advertirá que en este Silabario no hay necesidad de leerle al alumno palabra alguna a través de todo el libro, y, por lo tanto, no podrá aprender de memoria sus lecciones. (Dufflocq, 1953)

Bajo el método deductivo del Silabario Hispano Americano, el maestro en muchos casos pasaba a desempeñar un papel de observador, debido a que, con una breve instrucción, los estudiantes podían continuar las lecciones de forma autodidacta. Así, aprendían sonidos completos (cimiento del lenguaje fonético), para establecer relaciones entre los sonidos del habla y su representación escrita.

Apartado de Instrucciones del Silabario Hispanoamericano (nótese la ilustración del maestro y su alumno). (1961). [Imagen]. Fuente: Fondo Documental Museo Pedagógico Colombiano.

El método aplicó la separación de las palabras en sílabas, y agregó el uso de las consonantes p, l, y m para iniciar el aprendizaje. Asimismo, como ya se referenció las imágenes hicieron más fácil la asimilación y asociación de las palabras con objetos, formas, sujetos, etc. Una vez se avanzaba en las lecciones, el texto tenía varios cuentos cortos para el aprendizaje de la lectura, siendo el elemento para finalizar el proceso de alfabetización del educando.

Actualmente el Silabario sigue vigente, y se considera un instrumento práctico para las escuelas y procesos de alfabetización. En este sentido, según el autor, el aprendizaje en los niños sería significativo si las primeras herramientas para dicho fin captaban su interés y estimulaban su curiosidad.

Si el niño comprendía la utilidad del primer libro que llegaba a sus manos, podría tener un proceso de formación fructífero para desarrollar sus capacidades; para acercarse, explorar y descubrir el mundo que comenzaba a conocer; y por supuesto, el propósito de la obra: aprender a leer.

Para el profesor Adrián Dufflocq, la obra era una herramienta escolar capaz de infundir ánimo y convicción en el niño. Ella podría ser un fundamento potente para determinar su proceder en la vida, en la que, es decisiva la primera instrucción escolar recibida. De este modo, se evidencia la importancia del Silabario Hispano Americano a partir de tres contextos: espacial, temporal y referencial.

En el espacial, el libro se popularizó en todos los países de habla hispana (incluyendo España donde, fue aprobado y aplicado como sistema de aprendizaje). Desde el contexto temporal, se ha destinado para la enseñanza en primaria desde su publicación en 1945 hasta hoy, siendo una importante obra elogiada por maestros y pedagogos; igualmente fue comercializado por diferentes editoriales y conocidas librerías, incluso circulando versiones en el mercado pirata. Y, para el referencial, el Silabario procuró mejoras a versiones de otros textos similares publicados durante el siglo XIX, como, por ejemplo, el ya referenciado Silabario Matte de 1884 escrito por el educador Claudio Matte; y también, el silabario de 1849 creado por el profesor argentino Domingo Faustino Sarmiento (1811–1888), conocido como Método de lectura gradual.

Como se mencionó anteriormente, España certificaba oficialmente el 14 de diciembre de 1951, a través de la Escuela Preparatoria del Instituto “Ramiro de Maeztu” de Madrid al profesor Dufflocq por enseñar a leer y escribir a 20 niños de 5 y 6 años, en 45 días utilizando el Silabario. Con ese propósito, el Instituto aplicó un examen que comprobó la eficacia de la obra del profesor chileno, prueba que contó con la supervisión del Inspector General de Enseñanza Primaria de España y otras autoridades docentes españolas.

Además del testimonio anterior sobre sus resultados, se presentaban otras opiniones positivas de maestros y directores de distintas escuelas superiores e institutos, sobre la utilidad del Silabario como herramienta de uso escolar.

El resultado obtenido en esta escuela fué espléndido, pues como a los cinco meses sabían leer y escribir correctamente, siendo que el curso de niñas está formado por alumnas cuya inteligencia está un poco bajo de lo normal. Nora Alvarado, Escuela Superior de Nigas NQ 52, Valparaíso”. (Dufflocq, 1953)

Como material para los procesos de alfabetización en adultos, resultó muy eficiente, ya que, con una breve instrucción, el adulto analfabeto comprendía el método y posteriormente, continuaba por su cuenta con las lecciones, logrando el aprendizaje en cuatro o cinco semanas.

De 100 alumnos campesinos […], 96 fueron promovidos a Segunda Preparatoria leyendo correctamente. Miguel Jaramillo Benítez. Director, Chincolco”. (Dufflocq, 1953)

El “Silabario Hispanoamericano”, método de alfabetización. (s.f.). [Imagen]. Fuente: https://www.bibliotecanacionaldigital.gob.cl/colecciones/BND/00/RC/RC0109600.pdf

En conclusión, destacamos la obra del profesor Adrián Dufflocq, por ser una importante herramienta pedagógica para la instrucción escolar en la primera infancia y los procesos de alfabetización de adultos en el territorio hispano. Su legado, es una pieza fundamental para construir, historiografiar y narrar los procesos educativos; y en efecto, para la colección bibliográfica del Museo Pedagógico Colombiano, como un documento histórico fundamental con relación a los procesos de enseñanzaaprendizaje en los ramos de la lectura y la escritura de diferentes generaciones hispanohablantes de la segunda mitad del siglo XX.

El Silabario Hispano Americano ha sido para los maestros como un hallazgo bendito. Hilda G. De Poblete. Directora Escuela Montessori, Talca”. (Dufflocq, 1953)

Para conocer el Silabario Hispano Americano, otros manuales escolares en relación con la enseñanza de la lectura y la escritura; diferentes objetos e implementos escolares de la historia, memoria escolar, y la práctica educativa y pedagógica; la colección de juegos y juguetes; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano. Convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Palabras clave: Silabario Hispano Americano; Adrián Dufflocq; Silabarios; Enseñanza de la lectura; Enseñanza de la escritura; Manuales Escolares; Pedagogía; Educación; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Autoría: Cristian Camilo Idarraga Ballén – Estudiante de la Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Andricaín, S., (2015). Algunos clásicos de la ilustración para niños en Latinoamérica. América sin nombre, N° 20, 41–48. Fuente: https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/53486/1/America-Sin-Nombre_20_05.pdf

González, B., (2011). Historia de los silabarios en español. Letraria. Fuente: https://letralia.com/254/articulo05.htm

memoriachilena.gob.cl. (s.f) Silabario hispano americano (1945). Fuente: https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-97792.html

Zamora, D., (2019). Reescrituras del Silabario Hispano americano en la poesía chilena reciente. Literatura y Lingüística, N° 39, 33–53. Fuente: https://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-58112019000100033

bibliotecanacional.gob.cl. (2023). ¿Cómo aprendimos a leer? Los silabarios de nuestra historia. Fuente: https://www.bibliotecanacional.gob.cl/noticias/como-aprendimos-leer-los-silabarios-de-nuestra-historia

archivonacional.gob.cl. (s.f.). Ley General de Educación Primaria del 24 de noviembre de 1860. Fuente: https://www.archivonacional.gob.cl/ley-general-de-educacion-primaria-del-24-de-noviembre-de-1860-0

urbanoramica.wordpress.com. (2011). El «Silabario Hispano Americano» del Profesor Dufflocq y los buenos días de la Educación Chilena. Fuente: https://urbanoramica.wordpress.com/2011/09/26/el-silabario-hispano-americano-del-profesor-dufflocq-y-los-buenos-dias-de-la-educacion-chilena/

memoriachilena.gob.cl. (s.f). La enseñanza de las primeras letras: Los silabarios chilenos. Fuente: https://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-336761.html

Pieza del mes de mayo de 2024: Los juguetes en la historia de la infancia. El juego de construcciones ‘Mecano’ en el Museo Pedagógico Colombiano.

En su compromiso con la conservación, investigación y difusión de la memoria escolar y el estudio sobre la infancia, como también el estudio histórico sobre sus colecciones materiales, el Museo Pedagógico Colombiano eligió como pieza del mes el set de construcción metálica ‘Mecano‘ de la colección de juegos y juguetes del Museo Pedagógico Colombiano.

Museo Pedagógico Colombiano. (2018). Juego de construcciones Mecano »The Best». [Fotografía]. Fuente: Archivo fotográfico UPN.

Basado en la ingeniería mecánica el modelo fue ideado por el inventor, político y negociante Frank Hornby y está compuesto por diferentes piezas metálicas como: tiras, engranajes, poleas, ruedas, ejes, tornillos, tuercas, placas metálicas, entre otros, que encajan y se acoplan entre sí para crear objetos de construcciones cotidianas simples o de mayor complejidad. Mediante la manipulación de palancas y engranajes, fue concebido no solo como un juguete, sino como un mecanismo que cumplía una función educativa para la enseñanza de principios mecánicos básicos, que estimulaba el desarrollo de la creatividad, la lógica y las capacidades sensoriales y corporales.

Fue creado a finales del siglo XVIII en Inglaterra y su comercialización inició en 1901. Conocido como “Mechanics Made Easy” (mecánica simplificada o mecánica hecha fácil) fue patentado por su creador en 1907. Liverpool fue la ciudad en la que se estableció la primera fábrica, pero la alta producción, exigió la creación de una fábrica de mayor capacidad.

La popularización del invento conllevó al registró de la marca comercial Meccano Ltd., y a su expansión a otros países europeos como Alemania, Francia y España en las primeras dos décadas del siglo XX. En este sentido, en España se comercializó una imitación llamada ‘Metaling’ que incluía piezas similares, y aunque las portadas de los manuales de instrucciones eran distintos tenían las mismas ilustraciones de los modelos originales. Entre 1930 y 1931, la marca española acordó con Meccano Ltd. conceder la licencia para la producción y comercialización de Meccano en España.

Museo Pedagógico Colombiano. (2024). Portada de la cartilla Mecano «The Best». [Fotografía]. Fuente: Archivo Museo Pedagógico.

En Colombia ‘Mecano – The Best’ fue producido por la fábrica Franco–Colombiana C‘hristian Le Paliscot establecida en la ciudad de Bogotá, y el folleto informativo tenía la siguiente descripción: “El juego de construcciones metálicas “MECANO” ha sido concebido y realizado para desarrollar la mente constructiva y el genio inventivo del niño. Con las piezas de la caja “MECANO No. 1” se pueden hacer más de cien (100) construcciones diferentes, la mayor parte de ellas móviles con la ayuda de ruedas de transmisión y de los engranajes especiales.

Respecto a la fábrica Franco–Colombiana no se halló información, pero una de las fuentes consultadas[1], menciona que el modelo colombiano fue posterior al modelo –Mekanik– de procedencia alemana datado del año 1948, además el diseño y medidas de las piezas es similar.

[1] https://www.meccanoindex.co.uk/Other/Mecano-2/index.php?Systype=A&Country=0&Pdesc=Mecano[2]&id=1659127312

El juego consta de diferentes piezas metálicas y plásticas con la capacidad de ensamblarse entre sí para la creación de distintos modelos como por ejemplo columpios, carretillas, sistemas de piñones, automóviles, grúas, plataformas, entre otros.

Originalmente contiene un conjunto de piezas contenidas en pequeñas cajas (caja A, caja I, caja II) con 408 piezas, entre las que se encuentran: ejes de 5 centímetros, poleas de trasmisión, tornillos de diferente calibre, tuercas, trinquetes, piñones, llantas, ruedas, manivelas, entre otros. Los tamaños varían, hay algunas muy pequeñas, como también herramientas para el acople o ensamble de las piezas entre sí de fácil manipulación para los niños: destornilladores y llaves inglesas, muy similares al ‘Mekanik’ alemán.

Los colores de las piezas en el modelo original eran rojo, verde y amarillo, pero estos podían variar de acuerdo al fabricante. Para el caso colombiano, combinaba verde oscuro, rojo, mientras que, las piezas plásticas eran de color negro. Igualmente, es importante recalcar que los juguetes de construcción como Mecano, en su mayoría se destinaron principalmente para los niños varones.

Caja de madera MECCANO con piezas y piezas sueltas, Máquina de vapor. (s.f.) [fotografía]. Fuente: https://auctionet.com/es/767778-meccano-tralada-med-delar-samt-losa-delar-angmaskin/images

Mecano se produjo como un juguete armable y desarmable con el objetivo de terminar con la idea de un juguete estable y terminado. Por ese aspecto, la creación de este tipo modelo de juguetes, tenía una intención por estimular la curiosidad, el ingenio, la intriga, y la creatividad. En el ámbito educativo, nuestra pieza del mes, se podría situar en relación con la Escuela Activa, que encuentra en la ‘acción’ un postulado que favorece la actividad psicomotora de los niños en el proceso enseñanza-aprendizaje. En este método pedagógico a través de la exploración; el juego; los materiales didácticos; la adecuación de los espacios al tamaño de la niñez; la actividad sensorial y el movimiento; los niños se transformaron en el centro del proceso educativo, recordemos que adaptar de la escuela al mundo infantil tuvo un propósito pedagógico, que asentó una nueva mirada sobre la infancia.

Museo Pedagógico Colombiano. (2024). Formas de construcción del Mecano (Motocicleta y Automóvil cubierto). [Fotografía]. Fuente: Archivo Museo Pedagógico.

Al respecto, Mecano coadyuva al desarrollo de habilidades como: el pensamiento lógico, la creatividad y, la destreza motora. Tengamos en cuenta que, en el desarrollo del pensamiento lógico, la construcción de distintos modelos supone analizar, seguir instrucciones, idear pasos y enfrentarse a desafíos. Para el uso de este modelo, la creatividad es fundamental ya que, da la posibilidad para idear y construir autónomamente los modelos imaginados. Mientras que, las habilidades motrices se desarrollan mediante la manipulación de un conjunto de piezas metálicas y algunas herramientas fabricadas a escala, junto con ellas los niños aprenden a encajarlas para la construcción de formas de construcción, considerando que la cartilla incluida únicamente contiene ilustraciones. En particular, este juguete se usó en las aulas para aprender nociones sobre física, mecánica y matemáticas de manera didáctica.

Por otra parte, este modelo de juguete fue notable para la época en que fue producido, como menciona Cuervo (2017): “el juguete representa la mediación material en las relaciones de los niños con la sociedad” puesto que, en la primera mitad del siglo XX los procesos industriales en Colombia tomaron relevancia en el contexto del impulso de desarrollo económico en la etapa de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI). Etapa que buscaba romper con la dependencia industrial a través de las potencias económicas del polo europeo, y cuyo escenario coincidió con la etapa de crecimiento, desarrollo urbano y la construcción de una economía independiente en Latinoamérica.  La escuela y los niños no fueron ajenos a dicho proceso, “los juguetes representan la vida en miniatura y por esto, en ellos se pueden leer concepciones del mundo y de la forma como éstas van evolucionando con el tiempo” (Cuervo, 2017); de esta manera, se relaciona este tipo de juguete y su recreación en Colombia a partir del contexto económico e industrial referenciado y sustentado en la siguiente descripción:

«[…] se construyeron posturas que veían en el juego y el juguete la posibilidad de educar e inculcar valores positivos, para formar ciudadanos productivos, trabajadores y útiles; siempre dentro del marco de una concepción de infancia en la que se entendía como la etapa en la que los niños se debían formar para la naciente sociedad moderna e industrial.” (Cuervo, 2017, p. 29).

Para conocer el juego de construcciones metálicas “Mecano”, la colección de otros juegos y juguetes de diferentes materiales y periodos históricos, otros objetos e implementos escolares de la historia, memoria escolar, y la práctica educativa y pedagógica, y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Palabras Clave:

Juguetes; Mecano; Juguetes de construcciones metálicas; Producción Industrial; Juguetes armables; Cultura Material; Hombre; Infancia; Género; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Autoría: Cristian Camilo Idarraga Ballen – Estudiante de la Licenciatura en Educación Básica con énfasis en Ciencias Sociales.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Breve historia de Meccano en España. Fecha de consulta: 02 May. 2024. recuperado de: https://meccanoweb.es/historia.htm

Cuervo Calle, J. (2017). Historia del juguete en Medellín 1910 – 1940: El juguete como mediador en la transformación de los conceptos de infancia. (Maestría). Universidad EAFIT, Medellín, Colombia. Recuperado de: https://repository.eafit.edu.co/bitstream/handle/10784/11740/CuervoCalle_Juliana_2017.pdf?sequence=2&isAllowed=y

‘New system from Colombia: MECANO – “THE BEST”: 26. Abr. 2024. Recuperado de: https://www.meccanoindex.co.uk/Other/Mecano-2/index.php?Systype=A&Country=0&Pdesc=Mecano[2]&id=1659127312

Meccano, el famoso sistema de construcción de juguetes creado en 1898 en el que también existen colectivos para armar. Fecha de consulta: 02. May. 2024. Recuperado de: https://revistacolectibondi.com.ar/2020/08/06/meccano-el-famoso-sistema-de-construccion-de-juguetes-creado-en-1898-en-el-que-tambien-existen-colectivos-para-armar/

 

Pieza del mes de marzo de 2024: La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada: cuna de las ciencias en Colombia.

Como pieza del mes, el Museo Pedagógico Colombiano eligió el tomo introductorio de la colección Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada publicada en 1954, mediante un convenio cultural auspiciado por los gobiernos de Colombia y España, en colaboración con los Institutos de Cultura Hispánica de Madrid y de Bogotá. La colección en mención fue un proyecto cultural que nació en 1952 y se renovó en 1982, con el objetivo de publicar la monumental investigación florística e iconográfica dirigida por el sacerdote, botánico, geógrafo, matemático, médico y docente español José Celestino Bruno Mutis y Bosio (1732–1808) que arribó al Virreinato en 1760, e introdujo las teorías del naturalista sueco Carlos Linneo, reconocidas como el primer lenguaje universal para describir y clasificar la naturaleza.

José Celestino Mutis. (ca. 180). [Óleo de Pablo Antonio García del Campo]. Colección Museo Nacional de Colombia. Reg. 546. Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

La edición completa de la obra científica más importante del siglo XVIII desarrollada en el territorio nacional consta de 51 volúmenes, organizados por familias botánicas, y aproximadamente contiene 2.666 láminas de plantas cuya reproducción es fidedigna por los detalles, colorido y extraordinaria belleza. En ese sentido, la Expedición Botánica fue un importante proyecto del periodo colonial americano que documentó el inventario de especies naturales del Virreinato de Nueva Granada; y aportó la búsqueda, recolección y clasificación de aproximadamente 20.000 especies vegetales y 7.000 animales del territorio que actualmente corresponde con nuestro país. Además, en tal empresa científica, se construyó y fundó el Observatorio Astronómico Nacional en 1803 –el más antiguo de América–, y se estableció un selecto grupo de jóvenes científicos criollos, junto con dibujantes y artistas neogranadinos que realizaron un registro biológico, botánico y gráfico de las riquezas naturales del Reino de la Nueva Granada para darlos a conocer con fines de aprovechamiento y beneficio para la sociedad.

Como podemos notar los objetivos perseguidos por la Expedición fueron ambiciosos, no solo elaboró un importante estudio de historia natural de la Nueva Granada, sino también, intentó elaborar la carta geográfica del territorio del Virreinato incluyendo su flora y sus recursos naturales. Tal proyecto de interés científico promovido por el Sabio Mutis, oficialmente emprendió su fructífera marcha el 30 de abril de 1783, y se formalizó como una empresa cultural auspiciada por la Corona española mediante Cédula Real suscrita el 1º de noviembre del mismo año.

De acuerdo con Rivas Goday autor del prólogo de nuestra pieza del mes:

“No fué la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada la mera exploración florística de un territorio, ni menos la recopilación de características sistemáticas de plantas encontradas al azar por exploradores poco o nada vinculados al país que recorren y que luego rinden sus frutos publicitarios en tierras extrañas. Desde que Carlos III la sancionó a través de su Ministro General de Indias, Don José Gálvez, Marqués de la Sonora, aprobando las medidas que tomó el Arzobispo Virrey de Nueva Granada Don Antonio Caballero y Góngora, en 1783, y desde antes, cuando Mutis, en 1760, pisó primera vez en suelo americano, hasta que, por la muerte del sabio, por las convulsiones de la emancipación y por otros varios imponderables de la Historia, se extinguió, fué la Expedición un verdadero Instituto en el sentido moderno, que tomó bajo su responsabilidad el estudio indefinido de los recursos naturales de un área vastísima, la promoción de su aprovechamiento y la educación de una juventud destinada a perpetuar tales intereses. Sobrepasó también la visión integral sobre la naturaleza, predominante, más que ahora, en el siglo XVIII y significó una tendencia que, aun presentada en nuestros días, sería tenida como moderna, porque consistió en la adaptación de los hombres al medio intertropical, promesa de la humanidad” (Goday, 1954).

Espeletia sp. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

El material recopilado durante la labor desarrollada por los exponentes de la Expedición no fue sólo numeroso y valioso en información, sino magnífico como obra iconográfica y artística. Así pues, un año después de iniciada la institución científica, –reconocida como la cuna y referente obligado de las ciencias en Colombia– Mutis en compañía de los pintores neogranadinos Pablo Antonio García, Salvador Rizo y Francisco Javier Matis, coordinaron un proceso de reflexión, experimentación y creación colectiva para la organización del trabajo, los criterios científicos, técnicos y estéticos para la representación, el color y la composición de las láminas producidas. A partir de este proceso, Mutis señaló una nueva técnica denominada ‘invención de los colores’.

De esta manera, aquella empresa ilustrada, promovió la fundación de la primera escuela estatal de arte. En ella numerosos artistas aprendieron y trabajaron en una verdadera academia; experiencia que abrió múltiples posibilidades para el campo, puesto que, la aplicación de nuevas técnicas y el detallado trabajo de retratar la flora, llevó al posterior desarrollo de la miniatura moderna, el dibujo directo de la naturaleza, y de la técnica del paisaje. Por tal motivo, la artista colombiana Beatriz González resaltaba:

La creación de una Expedición Botánica con una Oficina de Pintores anexa introduce una innovación fundamental. Se trata de un cuerpo de pintores vinculados orgánicamente a una empresa científica, que laboran, viven, comen, departen y comparten en su sede, que se desplazan con ella, que se hallan en relación permanente con sus naturalistas y colectores («herbolarios»), que, en fin, integran una familia unida por los lazos del amor a la ciencia y al arte. La formación académica de los pintores quiteños, que comenzaron a llegar en 1787, los predisponía para asimilar todas estas influencias. Su llegada vino a favorecer y a fijar definitivamente muchas de las tendencias mencionadas. La Oficina de Pintores generó sus propios mecanismos de reproducción gracias a la creación en Mariquita, en 1787, de la Escuela de Dibujo, que florecería en Santafé a partir de 1791. Acogió este plantel hasta 32 alumnos simultáneamente y produjo algunos de los mejores pintores que conoció la obra de Mutis (Lino José de Acero, Camilo Quesada, etc.). La creación en la capital a principios del siglo XIX de la Escuela Gratuita de Dibujo permitió que se vincularan a la Expedición vástagos del patriciado criollo, deseoso de procurar a sus hijos una formación en bellas artes” (González, 2017).

Malvastrum. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Tal fue la esplendidez que la obra ilustrada evidenciaba en cada una de las láminas y dibujos de las especies descubiertas, que cuando el científico, geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt (1769–1859) tuvo conocimiento de los esfuerzos realizados por Mutis, recorrió el territorio del Nuevo Reino y fue en búsqueda de tan magna empresa científica. Una vez allí, comparó sus colecciones con las ya recopiladas en la Nueva Granada, y al encontrar todo un equipo organizado, elogió generosamente la voluntad, empeño, mérito y carácter científico del trabajo; destacando su admiración por la calidad de la obra pictórica: “…jamás se ha hecho colección alguna de dibujos más lujosa, y aún podría decirse que ni en más grande escala”.

Podemos considerar entonces qué, alrededor de la Expedición se instituyó un movimiento artístico y gráfico de orden botánico, qué, a través de atractivas y coloridas ilustraciones historió con detalle y precisión la naturaleza, siendo entonces un referente fundamental para los famosos herbarios desarrollados durante el siglo XX como materiales de apoyo en la enseñanza de las ciencias naturales y la biología para las secciones de secundaria de distintos colegios.

Humboldt y Bonpland, deseosos de conocer a los miembros de la Expedición y sus trabajos, estuvieron en Bogotá en 1801. Colocados todos estos sabios a igual altura en talento y amor a la ciencia, bien pronto la amistad enlazó sus corazones en nombre del común amor. Mutis les abrió las puertas de la Expedición y les mostró sus herbarios, sus colecciones zoológicas y mineralógicas, sus instrumentos, manuscritos y dibujos. Según dichos sabios, jamás se ha hecho colección alguna de dibujos más lujosa, y aún podría decirse que ni en más grande escalar; ni jamás se ha consagrado, en parte alguna de Europa, a un solo ramo de historia natural, una biblioteca tan bella y tan rica como la biblioteca botánica de esta Expedición. […](Vezga, 1880).

Abate Antonio José de Cavanilles. (1801). [Óleo de Salvador Rizo]. Colección Museo Nacional de Colombia. Reg. 549. Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Precisamente, el taller pictórico de la Expedición Botánica, contó con más de 60 miembros, entre oficiales, alumnos y aprendices. Por tanto, herencia de ella se establecen vínculos directos entre la historia de la formación y educación en bellas artes, y la labor de los expedicionarios, desde finales de siglo XVIII.

De conformidad con las memorias de Florentino Vezga (1833–1890), la Sociedad de Naturalistas Neogranadinos (1859–1861), alentada por el espíritu y legado de la Expedición, continuó la labor iniciada en el siglo XVIII por Mutis y sus colegas; conocida como la primera sociedad de carácter científico que se creó en la República, recogió y estudió la flora y fauna de la geografía de Colombia en su tiempo, y surgió como consecuencia del ambiente de investigación y el florecimiento cultural, que implantó la Comisión Corográfica (1850-1859). Célebre empresa científica que, durante el siglo XIX, documentó sistemáticamente la cartografía, los rasgos físicos del paisaje y el componente humano del país. Mediante ella se conocieron las diferencias, semejanzas y posibilidades de un territorio desconocido hasta ese momento; gracias a este ‘proyecto nacional’, fue posible dejar de imaginar una nación para realmente caracterizar el paisaje y construir conocimiento respecto al territorio, sus habitantes, su fisionomía, costumbres e indumentaria.

En correspondencia con la Expedición, la Comisión también tuvo efectos estéticos y significado para la historia del arte colombiano, ya que, a través de láminas y acuarelas se retrataron las regiones y las gentes de la República de la Nueva Granada. La técnica pictórica conjugó la mirada del viajero y la habilidad del pintor, siendo un autorretrato colectivo y perpetuo de los colombianos que con su esfuerzo construyeron la nación; en su conjunto las acuarelas conforman una parte fundamental de la memoria del territorio nacional de mediados de siglo XIX.

Retomando los logros de la vasta ‘obra expedicionaria’, además de su impacto científico, que a todas luces iluminó a la Nueva Granada hacia la razón y la ciencia de la Ilustración, la Expedición no solo se enfocó en la rama de la botánica. También, se orientó a otras ciencias: medicina, farmacéutica, astronomía, zoología, geografía, matemática, agricultura, ganadería, minería e industria; asimismo, se destacan sus aportes con relación al campo del arte; y, se considera su vínculo con las luchas de la Independencia.

En ese aspecto, se destaca el capital humano y cultural de los participantes de la Expedición Botánica. En consecuencia, sobresalen varios personajes fundamentales para la historia política nacional colombiana de finales del siglo XVIII y las primeras dos décadas del siglo XIX: Francisco José de Caldas (encargado de la división de astronomía y geografía), Francisco Antonio Zea (encargado de la subdirección), Jorge Tadeo Lozano (encargado de la división de zoología), Sinforoso Mutis (encargado de la división de botánica) y Pedro Fermín de Vargas (comisionado para la recolección de plantas y acopió de datos científicos), considerados por la historia oficial colombiana como próceres del movimiento independentista. Pugna que incluso retrasó y terminó por afectar el funcionamiento y las labores investigativas del proyecto científico.

Algunos de los criollos ilustrados mencionados terminarían de perfeccionar sus conocimientos en las ciencias en el interior de la Expedición, e igualmente, lideraron la revuelta del 20 de julio de 1810, y aunque, entre sus propósitos Mutis no proyectaba formar líderes políticos, ellos mismos forjaron aquellas aspiraciones bajo la sombra de su biblioteca y de los ideales de la ilustración. Incluso, en el Observatorio Astronómico Nacional –lugar de funcionamiento de la magna empresa científica–, se realizaron varias reuniones en las que se planeó la disputa que estallaría aquel 20 de julio, aprovechando la concentración de pobladores de todas las clases sociales, con motivo del día habitual de mercado en la Plaza Mayor de Santa Fe.

Barnadesia spinosa. Dibujo de Manuel José Xironza. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Para finalizar, como datos estadísticos relevantes de los esfuerzos de la Expedición Botánica y el equipo dirigido por Mutis, según la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico de Madrid:

La documentación acopiada por José Celestino Mutis se compone de unos 20.000 pliegos de herbario y muestras de frutos y semillas […] y de más de 7.600 dibujos botánicos, apuntes científicos y archivos de historia natural que fueron enviados a España en 1816”, que son conservados en la Biblioteca y el Archivo del Jardín Botánico de la capital española.

Para conocer y consultar el ejemplar Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, otros documentos en relación con la historia de enseñanza de las ciencias naturales y la biología; textos, manuales escolares y de alfabetización y demás archivos pertenecientes a los fondos documentales; y también los objetos e implementos escolares de la historia, memoria y la práctica educativa y pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

 

Palabras clave: Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada; José Celestino Mutis; Salvador Rizo; Arte; Pintura; Biología; Ciencias Naturales; Bellas Artes; Independencia de Colombia; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Vezga, F. (1880). La Expedición Botánica de Mutis. Recuperado de: https://www.cervantesvirtual.com/obra/la-expedicion-botanica-de-mutis-1165757/

González, B. (2017). Los Pintores de la Expedición Botánica. Credencial Historia No. 74. Recuperado de: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-74/los-pintores-de-la-expedicion-botanica

Diaz, S. (2017). La Real Expedición Botánica. Credencial Historia No. 240. Recuperado de: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-240/la-real-expedicion-botanica

MUSEO NACIONAL. (2009). Mutis al natural, Ciencia y arte en el Nuevo Reino de Granada. Las imágenes botánicas: piezas de estudio. Recuperado de: https://www.museonacional.gov.co/sitio/mutis/iconografia.html

rjb.csic.es. (2015). La colección ‘Flora de la Real Expedición Botánica’ ya se puede consultar en la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico, CSIC. Recuperado de: https://rjb.csic.es/la-coleccion-flora-de-la-real-expedicion-botanica-ya-se-puede-consultar-en-la-biblioteca-digital-del-real-jardin-botanico-csic/

MEN. (2010). Ciencia y la Expedición Botánica en la Independencia. Colección Bicentenario. Recuperado de: https://redaprende.colombiaaprende.edu.co/recursos/colecciones/HSDM4BFPF7E/FLJOJ3WXN21/33136

Cárdenas, B. (2010). Expedición Botánica e ilustración científica. EXPEDITĬO, (3). Recuperado de: https://revistas.utadeo.edu.co/index.php/EXP/article/view/707

Pieza del mes de febrero de 2024: Guías para el Maestro, aportes de la Tercera Misión Pedagógica Alemana en Colombia

Como pieza del mes, haremos reconocimiento a los aportes de la Tercera Misión Pedagógica Alemana en Colombia, a partir de las Guías para el Maestro diseñadas para los diferentes grados de la educación primaria, Misión desarrollada durante las décadas de 1960 y 1970, donde un grupo de expertos alemanes asesoró al Gobierno Nacional en la implementación de reformas educativas con el propósito de dar cumplimiento a los Decretos 1710 y 1955 de 1963 mediante los cuales se adoptaron disposiciones y estrategias para el mejoramiento del sistema educativo en el nivel de básica primaria; y se organizó la educación normalista. En ese sentido, el 1710 fijó cinco grados de escolaridad para todas las escuelas, modificando el plan de estudios vigente desde 1950; mientras que, por medio del 1955, se acentuó la profesionalización de la Escuela Normal a través del estudio de las ciencias y las técnicas pedagógicas y psicológicas.

En el periodo de tiempo referenciado, el profesor Walter Kaessmann (Asesor del Ministerio de Educación Nacional –MEN– y posteriormente director de la Misión), adelantó un diagnóstico del estado de la educación primaria cuyos resultados fueron el marco de referencia para las propuestas y acciones de la Misión, puesto que, los análisis reflejaban la baja asimilación de conocimientos por parte de los estudiantes, altos índices de deserción y repitencia escolar, escasez de recursos técnicos, y carencia de los materiales mínimos de enseñanza en las escuelas.

Parte de la raíz de los problemas se centraba en la falta de preparación académica del magisterio. En consecuencia, de este panorama en 1965 inició la intervención de los expertos de la República Federal de Alemania para el “desarrollo de la enseñanza primaria en la República de Colombia, mediante medidas de reforma en los sectores del perfeccionamiento del profesorado, de la organización práctica de la enseñanza y de los medios de enseñanza” (De Ferro, 1982). El convenio se ejecutó por medio de la elaboración de guías para el desarrollo de nuevos planes de estudio; la elaboración de material didáctico para apoyar al maestro en su práctica de enseñanza; y la capacitación permanente en el uso de las guías y los materiales didácticos elaborados.

Es decir, la Misión llevó a cabo una transformación sustancial de la educación primaria acompañando los diferentes procesos de capacitación de los maestros colombianos y de una fuerte inversión para el desarrollo de soportes didácticos que facilitaron la acción del docente en el aula, en este sentido, se proporcionó al maestro de instrumentos didácticos y se diseñaron lineamientos metodológicos para orientar y guiar su labor.

Con ese propósito, los asesores alemanes junto con el Ministerio de Educación Nacional, iniciaron en 1969 la publicación de las primeras “Guías para el Maestro de 1o. a 3er. grado”, una colección de tres volúmenes denominados: “Parcelación, Desarrollo y Anexo”, el primero daba una visión secuencial y sintética de los temas correspondientes a la enseñanza global y a la enseñanza sistemática por áreas, a tratar semanalmente; el segundo presentaba las actividades para desarrollar los temas de la enseñanza global, de acuerdo con la parcelación; mientras que, los anexos ampliaban los contenidos, presentaban las indicaciones metodológicas, e incluían indicaciones didácticas para todas las áreas de estudio. Para los cursos 4o. y 5o. grado cada guía desarrollaba un área o asignatura en particular. El objetivo de las Guías fue dotar al maestro “de un instrumento que le permitiera desarrollar el programa del curso indicándole la metodología para su enseñanza y sugiriéndole actividades prácticas complementarias, con el fin de alcanzar la deseada mejora cualitativa del proceso enseñanza-aprendizaje” (De Ferro, 1982).

De acuerdo con Martínez Boom: “Las Guías introducen el mecanismo de la planificación de la enseñanza como la solución más adecuada para obviar la deficiente preparación del magisterio, planeando la enseñanza, es decir, parcelando los contenidos de acuerdo con unos temas generales, definiendo objetivos generales y específicos, determinando el conjunto de actividades y recursos necesarios para el desarrollo de los temas y el logro de los objetivos y por último, evaluando permanentemente, no solo se buscaba garantizar la uniformidad de los contenidos en todas las escuela del país (propósito primordial del Decreto 1710 del 63), sino que, y como punto fundamental, se ponía en funcionamiento un modelo uniforme para el desarrollo de tales contenidos” (Martínez, A., Noguera, C., Castro, J., 1982).

Con este modelo, apostar por la planificación de la enseñanza tendría importantes repercusiones para la labor del maestro en nuestro país. De tal manera, las prácticas escolares no se podrían pensar por fuera de los métodos de la planificación, que se constituyó como eje articulador. A partir de ese momento la definición de los planes y programas de estudio para la práctica del maestro la realizarían expertos; así, se introdujo la parcelación que estableció procedimientos uniformes para tecnificar el quehacer del maestro y los procedimientos de enseñanza. A través de dicha tecnificación, las guías se convirtieron en el manual del maestro, en ellas encontraría los elementos necesarios para la práctica pedagógica, de esta forma, se enlazó el saber del maestro a la guía.

Para tener en cuenta, con el esquema temas-objetivos-contenidos-actividades-recursos-evaluación se parceló la enseñanza y de acuerdo con las guías, sus objetivos, “deben estar encaminados a obtener en el alumno cambios de conducta, desarrollo de habilidades y destrezas, y adquisición de conocimientos” (MEN-MPA, 1975); en este sentido, las actividades de aprendizaje realizadas por el maestro estaban orientadas al logro de los objetivos operacionales propuestos, quién para alcanzarlos, también se apoyaría en los recursos y materiales didácticos; finalmente, con la evaluación se comprobaría el logro de los objetivos, ya que, “ofrece una manera de apreciación sistemática del rendimiento de los alumnos, teniendo en cuenta el conocimiento, la habilidad y la comprensión, con el mínimo de subjetividad y el máximo de seguridad” (MEN-MPA, 1975). Por último, nociones de las prácticas administrativas y productivas (objetividad, confiabilidad, efectividad y eficacia) se aplicaron en los discursos educativos. De este modo, las guías de la Misión pedagógica alemana, transformaron la educación y la enseñanza en las escuelas primarias, apropiando y adecuando un conjunto de prácticas novedosas que se articularon a las ‘viejas prácticas’.

Al respecto, para comprender el aporte de aquellos textos desarrollados por el Grupo de Programación e Inspección Nacional de la Enseñanza Elemental con la Asesoría de la Misión Alemana, en la introducción de la “Guía para el Maestro, primer grado de Enseñanza Primaria – Parcelación” editada en 1975, se enunciaba que: “Esta guía tiene por objeto mejorar la calidad de la enseñanza, ofreciendo a los maestros un recurso didáctico que les ayude a desarrollar en forma más funcional el programa del primer grado de enseñanza” (MEN-MPA, 1975). Igualmente, en la Guía de segundo grado, se manifestaba que, “Un buen maestro es el que orienta toda su labor atenido a una “Guía de Trabajo” bien concebida y adaptada […] La GUÍA muestra el camino de todas las materias en forma correlacionada, adecuada al grado respectivo” (MEN-MPA, 1970).

En conclusión, con la propuesta metodológica de las Guías y la planificación de la enseñanza, los expertos alemanes buscaban consolidar un modelo para estructurar y transformar la práctica de enseñanza del maestro. Acción que instauró la primera forma de dirección y control sistemático para la enseñanza de los maestros colombianos; por otra parte, fue claro el enfoque didáctico que tuvo la Misión, que, además, le concedió al maestro cierto papel significativo en el proceso, pues los materiales en sí mismos no tenían ningún sentido y que, para mejorar la enseñanza era fundamental “la compresión que el maestro tuviera del material y su uso efectivo en el aula de clases” (De Ferro, 1982). Entonces, la reforma y mejora cualitativa de la enseñanza primaria no hubiera sido posible sin la habilidad del maestro para utilizar el material didáctico, y por supuesto, sin la compresión y apropiación de las guías reseñadas.

A propósito de los alcances de las Guías, se destacan algunos apartados sobre las proyeccionnes que se tenían con ellas:

El Ministerio de Educación no ha vacilado en continuar ofreciendo a los maestros, recios soldados del progreso, estas GUÍAS como la mejor ayuda en su ponderosa tarea de formar, educar o instruir a las jóvenes generaciones que son la patria misma en flor de humanidad esperanzada” (MEN-MPA, 1970).

Ahora más que nunca, el éxito de este manual depende de la constante labor del maestro encargado de aplicarlo. El Gobierno Nacional confía en el buen suceso de esta tarea como en un valioso medio para la redistribución de las fuentes del conocimiento y, por ende, de las oportunidades de progreso en los órdenes social y económico” (MEN-MPA, 1972).

Como datos estadísticos relevantes de los esfuerzos conjuntos del MEN y de la Misión, un apartado especial para destacar fue la producción de materiales didácticos producidos entre 1970-1978. Según análisis elaborados por sus miembros, “lo más urgente y aquello en que se podía realizar una labor más eficaz en beneficio de la educación primaria, era la producción de materiales que ayudaran al maestro y al alumno en el mejoramiento del acto de enseñanza-aprendizaje” (De Ferro, 1982). Así pues, además de la edición de más de 280.000 ejemplares de las guías, se publicaron más de cuatro millones de cartillas para el área de matemáticas, cerca de dos millones y medio de cartillas de lectura, más de 150.000 textos para música, cerca de 78.000 textos para manualidades, alrededor de 175.000 para educación física, y 10.000 sobre geografía. Se distribuyeron más de 15.000 ficheros e innumerable cantidad de sellos, juegos didácticos, aparatos de gimnasia, mapas, instrumentos musicales, discos, láminas de biología, frisos de historia, globos terráqueos, etc., como también más de dieciséis millones de cuadernos y más de veintiún millones de lápices.

Para conocer y consultar la colección de Guías para el Maestro, otros documentos en relación con las misiones pedagógicas alemanas; textos, manuales escolares y de alfabetización y demás archivos pertenecientes a los fondos documentales; y también los objetos e implementos escolares de la historia, memoria y la práctica educativa y pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

 

Palabras clave: Guías para el Maestro; Planificación de la Enseñanza; Parcelación; Ministerio de Educación Nacional; Educación Primaria; Enseñanza; Tercera Misión Pedagógica Alemana; Maestros; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Martínez, A., Noguera, C. y Castro, J. (1988). Reformas de la enseñanza en Colombia: 1960–1980. Del énfasis didáctico al énfasis curricular. Educación y Cultura, (15), 12–21.

Páez Vanegas, L. (2016). El libro de texto escolar y la tercera misión pedagógica alemana. Aportes a los procesos de enseñanza desde el diseño editorial en Colombia. Tesis presentada como requisito para optar al título de Magister en Educación, Universidad Nacional de Colombia.

Cárdenas, A. P. (2011). Las contradicciones de los sistemas de gestión de calidad: entre la estandarización y la innovación pedagógica. Capítulo 5: Componente pedagógico. Bogotá: Universidad Santo Tomás. 

Rojas de Ferro, M. C. (1982). Análisis de una Experiencia: La Misión Pedagógica Alemana. Investigación, Universidad Pedagógica Nacional, Centro de Investigaciones, Bogotá.

MEN-MPA. (1970). Guía para el maestro, segundo grado de enseñanza primaria, Parcelación, 1a. Edición, Bogotá.

MEN-MPA. (1972). Guía para el maestro, tercer grado de enseñanza primaria, Parcelación, 1a. Edición, Bogotá.

MEN-MPA. (1975). Guía para el maestro, primer grado de enseñanza primaria, Anexo, 5ta. Edición, Bogotá.

Ramírez, D. (1978). La Misión Pedagógica Alemana ante el Ministerio de Educación de Colombia. Bogotá.

Libro Interactivo Paulo Freire: Maestro de Maestros

Como homenaje a la vida y obra del pedagogo y filósofo brasilero Paulo Reglus Neves Freire y en conmemoración de su natalicio número 100, la Universidad Pedagógica Nacional presenta la serie radioteatral y el libro multimedia titulados Paulo Freire, maestro de maestros.

Una producción realizada por la Pedagógica Radio, la Licenciatura en Artes Escénicas y el Fondo Editorial de la Universidad, con la participación de maestros, estudiantes e invitados especiales que contribuyeron con sus voces y experiencia a dar vida a las historias que hicieron de Paulo Freire un maestro de maestros.

Para visualizar el contenido seguir el siguiente enlace: Paulo Freire: Maestro de Maestros

Pieza del mes de agosto de 2023: Plumas de escritura con plumillas intercambiables

Para esta ocasión el Museo Pedagógico Colombiano, de acuerdo con su compromiso histórico para la conservación, investigación y divulgación de la memoria y la cultura material educativa, como también el estudio sobre los saberes y prácticas escolares, eligió como pieza del mes la colección de plumas estilográficas, que remiten a la caracterización de la historia de la escritura y su importancia en la formación de sujetos.

Sobre la historia de la escritura es importante señalar que en el periodo colonial era restringida, en ese tiempo únicamente el escribano (formado a través de manuales sobre Caligrafía procedentes de España), desarrolló la labor para la redacción de documentos oficiales. Posteriormente, los hijos de familias adineradas comenzaron a instruirse, puesto que, «iban a la escuela y debían aprender a leer y escribir en latín, para poder entrar a las escuelas que formaban sacerdotes y abogados»[1]. En otros casos, las primeras formas de escuela regentadas por comunidades religiosas, permitieron a distintos grupos de niños de diferentes edades, acceder a la lectura y la escritura mediante textos de doctrina cristiana.

En el S. XVIII, la paulatina descentralización de la educación dominada por la Iglesia y una mayor presencia del Estado, propiciaron la aparición de la escuela pública y el maestro que la conducía. Así, la escritura empezó a constituirse como un saber escolar al alcance de un mayor número de personas, apareciendo entonces textos y métodos específicos. Luego, entrada la segunda mitad del S. XIX, con la expansión de la escuela pública y el acceso gradual a la escritura, se inició la difusión y dotación de materiales especializados para este ramo de instrucción como plumas, engobes, tinteros y porta tinteros; elementos básicos pero indispensables para los escolares de la época.

Como precedente a nuestra pieza del mes, en nuestro Museo salvaguardamos un ejemplar de Pluma de ganso, una de las reliquias principales en la historia de la escritura, que tuvo vigencia hasta mediados del S. XIX, dado que, las primeras plumas estilográficas de cartucho y plumilla (plumín) intercambiable se produjeron a partir de la segunda década del siglo XIX, durante ese momento simultáneamente se continuaron manejando las de aves, pero con la aceleración de patentes y la producción en masa de las estilográficas desde 1880, las fabricadas con pluma de aves –que se desgastaban muy rápido– entraron en desuso. Ahora bien, el tipo de pluma que reseñamos marcó una total evolución y transformación para el ejercicio de escribir, en aspectos como la comodidad, resistencia, precisión, calidad y posibilidades en cuanto a textura, grosor, tamaño y fluidez del trazo.

En este sentido la implementación de las plumas de punta metálica y las distintas plumillas, fabricadas en acero inoxidable u oro, propiciaron la popularización de este instrumento para la escritura; además el cuerpo de estas, se comenzó a manufacturar en ebonita (polímero descubierto en 1843, producto de la mezcla de caucho y azufre), asimismo los componentes internos como el plumín hueco y las válvulas también fueron ajustadas y mejoradas.

Para 1827, se conoció la primera patente de una pluma con depósito intercambiable de tinta, otorgada al pedagogo, matemático, ingeniero y filólogo rumano Petrache Poenaru (1799–1875) que, por otra parte, realizó contribuciones a la educación rumana. La patente #3208, del 25 de mayo de 1827, titulada «Endless Porter Count» (pluma portátil que no se acaba, que se alimenta ella misma con tinta) fue conferida en París. Sin embargo, la invención del rumano no tuvo producción continua, y por tanto, la creación oficial de esta clase de plumas se le atribuyó al agente de seguros y empresario estadounidense Lewis Edson Waterman (1837–1901) quién a partir de una mala experiencia con una pluma defectuosa, decidió fabricar un nuevo modelo que corrigiera el goteo y las fugas al escribir.

De tal interés, Waterman mejoró los modelos inicialmente creados por el rumano, especialmente el sistema de llenado a través de una ranura lateral, que ahora funcionaba por acción capilar, mediante el cual, la tinta fluía hacia la plumilla de forma continua y segura para el escribiente –más adelante, famosas empresas como Conklin, Sheaffer y Parker, desarrollaron otros mecanismos de alimentación de la tinta, para corregir inconvenientes con el flujo y los derrames–. Así, en 1883 Lewis fundó en Nueva York la empresa Waterman Pen Company (segundo fabricante mundial de plumas estilográficas, vigente en la actualidad y comercializadora también de bolígrafos, portaminas y cartuchos de repuesto), luego en 1884, patentó su nueva pluma estilográfica y desde ese momento comenzó a hacerse popular. En general alrededor de 1920, para el mundo occidental aquel modelo de pluma era el principal dispositivo para escribir, y fue así hasta la comercialización masiva del bolígrafo después de la Segunda Guerra Mundial; a pesar de ello, actualmente las plumas estilográficas, representan un símbolo de elegancia y decoro.

Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, el propósito de los fabricantes existentes, consistió en desarrollar una mejor versión de este tipo de plumas, posicionarla como el producto principal para la comunicación escrita y hacer el artefacto más accesible (en los primeros años tenían un costo de fabricación alto), debido a que solamente los miembros de familias prestantes y las personas vinculadas a la iglesia podían hacer uso de este clase de herramientas y acceder a ese nivel de instrucción. Como ya se precisó, la conformación de la República después de 1819, introdujo un interés estatal que tuvo el objetivo de masificar la escuela (mediada por la iglesia) apostándole a la creación de escuelas de primeras letras y la consolidación de un ‘sistema educativo’ para la formación de los estudiantes en los rudimentos de la aritmética, la lectura y la escritura, y así, hacer de ellos ciudadanos útiles ante la sociedad; que adicionalmente fueran educados con base en principios morales y religiosos, derivados del acercamiento a las lecturas bíblicas, a fin de replicar las enseñanzas en las generaciones más jóvenes.

Entonces, el aparato civilizador de los habitantes en nuestro actual territorio, se materializó de acuerdo con la fundación de las primeras escuelas a partir de 1822, en consecuencia, hubo un especial cuidado, respecto a la metodología de enseñanza con la que se debía impartir la fundamentación escolar de la época, a fin de cuentas, su objetivo principal era la formación ciudadanos que legitimarían la estructura social, política y económica de la naciente República.

De tal manera, el uso de esta clase de plumas, poco a poco se dirigió a las escuelas establecidas en ese momento, sin distinción de la metodología pedagógica (Lancasteriana o Pestalozziana) a la que estuviera en función; asimismo su empleo se extendió en espacios como los monasterios, con el ánimo de promover la escritura en los jóvenes y las personas del común. Junto con la pizarra de piedra –otro vestigio material de la historia de la escritura en la escuela, también exhibida en el Museo–, la pluma como soporte de la memoria testimonial e instrumento para la enseñanza y práctica de la caligrafía, hizo parte de los primeros elementos de uso masivo dentro de la experiencia escolar. Sin embargo, la filigrana y el detalle en la caligrafía, el nivel de escritura y la correcta ortografía, se consideraron aspectos del reflejo estético del ciudadano culto, bajo tal premisa, se definieron formas de separación social, marcando diferencias entre los segmentos de población culta y los considerados pobres, por tener apenas una escritura básica.

El conjunto de plumas estilográficas con plumilla intercambiable hace parte de la colección de implementos y saberes escolares del Museo Pedagógico Colombiano, y sus características principales son las siguientes: los portaplumas fabricados en madera o en plástico, tienen forma anatómica para facilitar el agarre correcto, cada uno cuenta con una longitud de 17,5 cm, y en el extremo de mayor sección se encuentra una pequeña corona metálica interna para el montaje de las plumillas metálicas. Mientras que, estas últimas miden 3 cm de largo, se insertan en la corona mediante un sistema de inserción de tubo con doblez curvo, tienen un pequeño orificio de respiración que permite la fluidez de la tinta; y una hendidura estrecha por donde esta última pasa a la punta, dándole una longitud aproximada de 20 cm.

Con relación al tiempo de fabricación y uso, establecemos que fue posterior a 1940, esto de acuerdo con algunos detalles identificados sobre el cuerpo de los portaplumas y de las plumillas. Al respecto, en los primeros se observa la inscripción ‘KICO’ (Kalusin Importing Company S. A.), empresa fundada en Barranquilla hacia finales de 1920, dedicada a la fabricación de productos en plástico, reconocida, además, como una de las primeras industrias que comercializó juguetes plásticos en Colombia. Recordemos que:

«En el país, comienza la producción de juguetes en serie y de forma más masiva en materiales como la hojalata, el hierro fundido, el celuloide y plástico a mediados de la década de 1940. Una de las principales razones del auge de esta producción local, era la imposibilidad de acceder fácilmente a las importaciones a causa de la Segunda Guerra Mundial». (Cuervo, 2017).

Mientras que, en las plumillas, se reconoce la contramarca: «GOBIERNO DE COLOMBIA – MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL». Referente a la historia del Ministerio, en primera instancia este despacho de gobierno se instituyó en 1886 bajo el nombre de Ministerio de Instrucción Pública; posteriormente en 1923 cambió su nombre a Ministerio de Instrucción y Salubridad Públicas y, desde 1928 se le identifica como Ministerio de Educación Nacional. Es decir, las plumillas de nuestra colección fueron fabricadas expresamente por encargo del Ministerio de Educación de nuestro país, y probablemente se distribuyeron en las escuelas públicas auspiciadas por el Ministerio.

Copete, H. (2023). Plumillas metálicas intercambiables, obsérvese el detalle sobre el cuerpo de inserción de las plumillas con la inscripción: «GOBIERNO DE COLOMBIA MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL». [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.


Para conocer, la colección de Plumas estilográficas y plumillas, otros implementos de la escritura; diferentes objetos de la cultura material de la educación y la pedagogía; la colección de juegos y juguetes de distintos periodos históricos; otros objetos e implementos escolares de la historia, la memoria escolar, y la práctica pedagógica; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Palabras clave: Escritura; Caligrafía; Pluma Estilográfica; Plumilla; Implementos Escolares; Saber Escolar; Formación de Ciudadanos; Instrucción Pública; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

[1] Lozano, J; Gutiérrez, R; & Romero, F. (2010). Caligrafía expresiva, arte y diseño. Universidad Tecnológica de Pereira.

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

Huineman, M. (2017). Pluma Hispana. Blogspot.com. Fecha de consulta:  agosto 8, 2023. Desde: https://plumahispana.blogspot.com/2017/04/

Supermileto.blogspot.com. (2019). La historia de la pluma de escritura. Fecha de consulta: agosto 8, 2023. Desde: http://supermileto.blogspot.com/2016/12/la-historia-de-la-pluma-de-escritura.html

Cuervo Calle, J. (2017). Historia del juguete en Medellín 1910–1940. El juguete como mediador en la transformación de los conceptos de infancia (Doctoral dissertation, Universidad EAFIT). Recuperado de: https://repository.eafit.edu.co/bitstream/handle/10784/11740/CuervoCalle_Juliana_2017.pdf?sequence=2

Historiaescritura.com. (s. f.) Historia de la Pluma Estilográfica. Fecha de consulta:  agosto 4, 2023. Desde: https://historiaescritura.com/instrumentos/pluma-estilografica

iguanasell.es. (2022). La pluma estilográfica de principio a fin. Fecha de consulta:  agosto 4, 2023. Desde: https://www.iguanasell.es/blogs/news/invencion-pluma