Estimados/as visitantes y lectores, compartimos el número 13 de Historia y Memoria de la Educación, revista de la Sociedad Española de Historia de la Educación (SEDHE), con una serie de artículos e investigaciones sobre Arquitectura y Espacio Escolar.
En el siguiente enlace pueden consultar la tabla de contenidos y cada uno de los artículos: Arquitectura y Espacio Escolar
Compartimos el último boletín del presente año con todas las presentaciones realizadas en los encuentros virtuales organizados por el Programa Huellas de la Escuela.
Convocatoria pública abierta del monográfico «Los museos en la innovación y la formación histórico-educativa del profesorado» (Núm. 39, enero-junio de 2022)
Se abre a convocatoria pública para la presentación de artículos el monográfico previsto para el primer semestre de 2022 de la revista Educació i Història. Revista d’història de l’educació que edita la Societat d’Història de l’Educació, filial del Institut d’Estudis Catalans, que tratará sobre «Los museos en la innovación y la formación histórico-educativa del profesorado».
Aquellas personas interesadas en enviar algún artículo original e inédito para que se inicie el proceso de evaluación por pares académicos deben hacerlo antes del 1 de marzo de 2021 a la dirección de la revista, especificando que se envía para ser valorado para dicho número monográfico, a la dirección de correo electrónico: bernat.sureda@uib.es
Monográfico: «Los museos en la innovación y la formación histórico-educativa del profesorado»
Presentación: La renovación historiográfica que comenzó en la última década del siglo pasado ha supuesto, en lo que respecta a los estudios histórico-educativos, un desplazamiento de la atención exclusiva de los investigadores sobre fuentes documentales de carácter administrativo y/o político, o sobre discursos teóricos de la pedagogía contemporánea, hacia otra tipología de fuentes mucho más directas y palpables. Para la historia de la educación y, en particular, para la historia de la escuela, las fuentes materiales –objetos, muebles, libros, cuadernos, material didáctico, juegos y juguetes, etc.– cobran especial importancia al constituir un patrimonio cultural relacionado con la vida cotidiana educativa que se desarrolla y especifica en una pluralidad de contextos socio-económicos-políticos-territoriales en constante diálogo con el marco institucional y nacional.
Muchos de esos materiales han promovido la creación o reorganización de museos de historia destinados a ser lugares diseñados para recopilar fuentes, testigos de la verdad, capaces de contar una historia educativa entendida como un equivalente colectivo de una memoria común. Si el museo de la educación y/o la escuela actúa como catalizador de un discurso sobre la conciencia de identidad de una comunidad, de una nación, el museo debe convertirse en el «protagonista» de una innovación educativa y pedagógica del mundo de la enseñanza en su conjunto.
El monográfico pretende recopilar una serie de artículos cuyo «leitmotiv» (motivo) sea el museo como instrumento de innovación pedagógica y formación histórico-educativa del mundo de la enseñanza, de cada orden y grado, abierto a testimonios y experiencias de la práctica escolar actual. En todo momento, bajo la concepción de que este tipo de entidades museísticas pueden colaborar de forma notable en la formación de maestros, promoviendo el conocimiento histórico. Tras el abandono del plan de aprendizaje pasivo y mnemónico, los museos son capaces de moverse dentro del horizonte de las estructuras narrativas de significado y pueden ayudar a activar procesos autónomos de comprensión del pasado, fundando la historia y la conciencia cívica de una comunidad.
Plazo de presentación de originales: 1 de marzo de 2021.
El Museo Pedagógico de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla (España), comparte su nueva exposición temporal: «Nosotras hacemos Ciencia«. Una exposición que corresponde a una investigación biográfica de mujeres científicas. Los contenidos y paneles de esta muestra expositiva se pueden conocer a través de la infografía adjunta.
Este proyecto de innovación de carácter divulgativo se podrá explorar entre el 3 y el 15 de noviembre de 2020.
Sinopnis: Este libro está organizado en cuatro partes: Instituciones escolares y escuelas de inmigrantes, Grupos escolares y educación primaria, Escuelas aisladas y prácticas docentes, y Escuelas normales y formación del profesorado. El esfuerzo por componer la historia de las instituciones de educación primaria en Rio Grande do Sul se debe al trabajo dedicado y comprometido de un grupo de treinta autores en veinte capítulos, que presentan el resultado de este proyecto y sus desarrollos.
El ámbito del museo escolar es la escuela y su comunidad, particularidades que lo diferencian de otro tipo de museos; responde al complemento de los contenidos curriculares; su accionar involucra docentes, estudiantes y comunidad, pues está vinculado estrechamente con el patrimonio tangible e intangible de la comunidad y genera experiencias creativas de aprendizaje. Su colección se estructura con los objetos aportados por la comunidad educativa, la sede es un espacio de la escuela donde, docentes y alumnos diseñan exposiciones, llevan su registro y a partir de ellas, desarrollan actividades diversas que complementan los contenidos curriculares desarrollados.
Esto favorece el rescate de los valores tradicionales, el conocimiento de la historia local y el vínculo de los aprendizajes con la vida cotidiana. Lanz C. (1996), señala: “a través de la indagación, exploración, investigación de la realidad social y natural de un entorno comunitario los escolares se convierten en investigadores para producir holísticamente conocimientos científicos desde sus propias perspectivas”.
La propuesta de un Museo Escolar puede resultar muy innovadora, sin embargo, no ha tenido un desarrollo muy amplio y son muy pocas las experiencias exitosas debido a entre otras cosas, a que el mismo concepto de Museo en general y de museo escolar en particular son desconocidos. La programación desarrollada en los departamentos de educación de los museos no llega a todas las escuelas de su entorno y en muchas ocasiones se convierten casi exclusivamente, en el desarrollo de una visita guiada que sigue un guion repetitivo, el cual en ocasiones puede resultar aburrido para los estudiantes.
Por otra parte, no existe suficiente y accesible material bibliográfico acerca de los museos nacionales y regionales y mucho menos de material pedagógicamente atractivo sobre las exposiciones en desarrollo.
Estas experiencias en mucho podrían orientar el trabajo de docentes en la escuela, aunado al hecho que muy poco personal de los centros educativos conoce las funciones de un museo y menos sobre los procesos para la implementación de un museo escolar. A pesar de que un alto porcentaje de la población tiene acceso a Internet los Museos Nacionales son prácticamente desconocidos en las regiones de provincia y mucho más sus programas y colecciones.
No obstante, el museo se presenta como una novedosa herramienta de educación no formal que permite fortalecer las experiencias de la escuela formal; pues permite concretar vivencias del estudiante que favorece la integración del conocimiento teórico y experiencial con testimonios tangibles e intangibles de la cultura nacional y local.
Es por ello que los museos cuentan con el área de educación que formula y planifica muestras expositivas y desarrolla estrategias diferenciadas dirigidas al público escolar y extraescolar. en la actualidad el avance de las tecnologías de comunicación ha permitido que los museos desarrollen una infraestructura con dispositivos audiovisuales interactivos que atraen la atención de público de todas las edades y a nivel pedagógico, experiencias que van a permitir a los estudiantes fijar en su memoria por más tiempo objetos, personajes y hechos de su historia y de su cultura. Igualmente, en un Museo Escolar con los recursos propios de la escuela se pueden realizar muchas actividades que van a favorecer el aprendizaje significativo de sus estudiantes.
La escuela posee múltiples espacios para el encuentro de saberes y para la difusión de relatos, y es el Museo Escolar uno de estos tantos espacios donde bien pueden empezar a encontrarse esos elementos que nos permitan convivir con nuestra cultura, con nuestros principios, nuestros valores sin por ello desconectarnos con las tecnologías de información. Por el contrario, incorporar estas para que sean un recurso que nos permita difundir esos elementos que nos identifican dentro de un espacio pluricultural.
El Museo Escolar es entonces una iniciativa que debe partir desde la necesidad de desarrollar un diálogo en torno a los elementos culturales que se hallan en la comunidad y donde la escuela, no debe estar divorciada a estas realidades, sino que por el contrario debe afianzar dichos valores a través de todas las estrategias posibles.
A partir del diagnóstico que bien puede realizar el maestro en función de los elementos patrimoniales deberá establecer las oportunidades para rescatar dicho patrimonio, conservarlo, exhibirlo y desde el mismo generar diversas experiencias pedagógicas y culturales.
Entonces, ¿qué es un Museo Escolar?, un Museo Escolar es un espacio para el encuentro de la comunidad educativa con su patrimonio, con sus valores e identidad. Es un espacio donde el objeto recrea la historia para entablar diálogos con los estudiantes, los profesores y la comunidad en general.
También es una oportunidad para visibilizar la comunidad y la escuela a través de la conservación tomando en cuenta el tipo de colecciones y tipos de propuestas museográficas que se puedan desarrollar en el recinto educativo.
El ámbito del museo escolar es la escuela y su comunidad, particularidades estas que lo diferencian de otro tipo de museos; responde al complemento de los contenidos curriculares; su accionar involucra docentes, estudiantes y comunidad, pues está vinculado estrechamente con el patrimonio tangible e intangible de la comunidad y genera experiencias creativas de aprendizaje.
Su colección se estructura con los objetos aportados por la comunidad educativa, la sede es un espacio de la escuela donde, docentes y alumnos diseñan exposiciones, llevan su registro y a partir de ellas, desarrollan actividades diversas que complementan los contenidos curriculares desarrollados.
Esto favorece el rescate de los valores tradicionales, el conocimiento de la historia local y el vínculo de los aprendizajes con la vida cotidiana. Lanz C. (1996), señala: “a través de la indagación, exploración, investigación de la realidad social y natural de un entorno comunitario los escolares se convierten en investigadores para producir holísticamente conocimientos científicos desde sus propias perspectivas”.
La propuesta de un Museo Escolar puede resultar muy innovadora, sin embargo, no ha tenido un desarrollo muy amplio y son muy pocas las experiencias exitosas debido a entre otras cosas, a que el mismo concepto de Museo en general y de museo escolar en particular son desconocidos.
La programación desarrollada en los departamentos de educación de los museos no llega a todas las escuelas de su entorno y en muchas ocasiones se convierten casi exclusivamente, en el desarrollo de una visita guiada que sigue un guión repetitivo, el cual en ocasiones puede resultar aburrido para los estudiantes.
Por otra parte, no existe suficiente y accesible material bibliográfico acerca de los museos nacionales y regionales y mucho menos de material pedagógicamente atractivo sobre las exposiciones en desarrollo. Estas experiencias en mucho podrían orientar el trabajo de docentes en la escuela, aunado al hecho que muy poco personal de los centros educativos conoce las funciones de un museo y menos sobre los procesos para la implementación de un museo escolar.
A pesar de que un alto porcentaje de la población tiene acceso a Internet los Museos Nacionales son prácticamente desconocidos en las regiones de provincia y mucho más sus programas y colecciones.
No obstante, el museo se presenta como una novedosa herramienta de educación no formal que permite fortalecer las experiencias de la escuela formal; pues permite concretar vivencias del estudiante que favorece la integración del conocimiento teórico y experiencial con testimonios tangibles e intangibles de la cultura nacional y local. Es por ello que los museos cuentan con el área de educación que formula y planifica muestras expositivas y desarrolla estrategias diferenciadas dirigidas al público escolar y extraescolar.
En la actualidad, el avance de las tecnologías de comunicación ha permitido que los museos desarrollen una infraestructura con dispositivos audiovisuales interactivos que atraen la atención de público de todas las edades y a nivel pedagógico, experiencias que van a permitir a los estudiantes fijar en su memoria por más tiempo objetos, personajes y hechos de su historia y de su cultura. Igualmente, en un Museo Escolar con los recursos propios de la escuela se pueden realizar muchas actividades que van a favorecer el aprendizaje significativo de sus estudiantes.
Como pieza del mes, hemos seleccionado los Resaques de madera de la colección de mobiliario didáctico Montessori del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto donado por la recordada profesora Nelly Mendoza Zárate en el año 2015, el cual fue utilizado entre 1970 y 1980 en la sección de básica primaria del Instituto Pedagógico Nacional. Herramienta que aún tiene vigencia, siendo muy representativo del trabajo realizado por la médica italiana con formación en biología y antropología María Tecla Artemisia Montessori (1870–1952) que, a partir de su trabajo de psicología experimental con niños, denominados en la época “anormales” y de los estudios médicos de esta población, fundamentó un método de enseñanza para todos los infantes, el cual se consolidó como método pedagógico.
A través de la experiencia educativa desarrollada en las ‘Casas dei Bambini’, María Montessori revolucionó los parámetros educativos existentes hasta esa época, situando a los Niños como los auténticos protagonistas de todo el proceso educativo. Los inicios del siglo XX marcaron para siempre a la sociedad, transformando de forma radical la educación infantil, y en esta ‘revolución’ tuvo mucha incidencia el trabajo de Montessori, porque creó una serie de materiales –aún vigentes en muchas escuelas– que favorecerían los procesos de autoaprendizaje; y también porque, les dio un vuelco total a las escuelas, sus actividades y su misión; poner la Escuela al alcance del Niño, significó que ésta se adaptara al mundo infantil. Desde ese momento la infancia se convirtió en el centro del sistema escolar.
Su método de enseñanza se fundamenta en tres principios:
“El ambiente adecuado, el maestro humilde y el material científico” (Montessori, 1950, p. 15).
En ese orden de conceptos, en la metodología ‘Montessoriana’, el Ambiente hace referencia a un espacio ‘pedagógicamente’ adecuado por el adulto para que el niño crezca y se descubra a sí mismo en medio de su mundo, por lo tanto, los maestros deben conocer y respetar las personalidades de cada niño y sus grados de desarrollo. Respecto al material didáctico, estos objetos, sensorialmente atractivos, pueden tener un poder de fascinación, reclamando la actividad del niño para que desarrolle habilidades mediante su manipulación; a partir de la experimentación con dichos objetos, resaltaba la experiencia de las ‘Casas dei Bambini’:
“Al mismo tiempo, hice fabricar un material científico exactamente igual al que yo usaba en una institución de niños con discapacidad mental, el cual por haber sido utilizado para ese objeto nadie pensó que pudiera llegar a ser un material escolar. No hay que imaginar que el “ambiente” de la primera Casa de los niños fuera amable y gracioso como el que presentan en la actualidad estos colegios” (Montessori, 1907, p.1).
El método de la pedagoga italiana, como también estudios posteriores y desarrollos de sus trabajos, describe una serie de diferentes materiales de enseñanza que corresponden a cinco principales áreas de aprendizaje:
Sensorial: trabaja percepciones sensoriales para el desarrollo de los sentidos del tacto, vista, oído, olfato, gusto y el sentido estereognóstico (definido como el sentido por el cual el niño descubre e identifica volúmenes y objetos por medio del tacto).
Matemáticas: busca desarrollar el reconocimiento de números y cantidades. En esta área los objetos tienen diferentes grados de dificultad a las que el niño accede progresivamente a medida que adquiere habilidades.
Lenguaje: desarrolla el lenguaje escrito y verbal mediante tres procesos principales: fonética de las letras, escritura y lectura.
Cultura: comprende las áreas de geografía, ciencia, arte, música, zoología, botánica, idiomas y educación cósmica (que además de impartir conocimiento, pretende guiar las experiencias que vivirán los niños, para que continúen con el proceso de autoconstrucción y llegue a formarse como seres humanos nuevos capaces de contribuir a la creación de un mundo mejor (contribuir a la sociedad). Busca darles, una visión del todo para que desde un enfoque holístico puedan descubrir el Universo como una gran red en la que todos los elementos están interconectados y donde todos los seres de la creación forman parte de este proceso).
Vida práctica: Se divide en cuatro unidades: cuidado de la persona, cuidado del ambiente (casa), desarrollo de las relaciones sociales y conocimiento, y el control del propio cuerpo.
Áreas que, aportan al desarrollo de diferentes habilidades como: la discriminación visual[1], motricidad, lectura, matemática y vida cotidiana (higiene y cuidad de sí mismos).
A diferencia de los ejemplares originales que fueron construidos en metal, la reproducción de Resaques Montessori, que exhibimos en el Museo están fabricados en madera; y, corresponden a los materiales del módulo de aprendizaje del lenguaje. Se trata entonces de unas plantillas con las que el niño se inicia en la preescritura y empieza a desarrollar el pensamiento lógico.
Nuestro ejemplar, se compone de una caja que tiene las siguientes dimensiones: 15 cm de alto, 45.5 cm de largo y 31 cm de ancho; la caja cuenta con cuatro compartimentos y cada uno de ellos, contiene seis marcos cuadrados donde encajan respectivamente los diferentes resaques de madera de color azul –que se pueden extraer fácilmente–, los cuales tienen las formas de las siguientes figuras geométricas: cuadrado, triángulo, círculo, rectángulo, óvalo, elipse, trapezoide, pentágono, triángulo curvilíneo, cuadrifolio (trébol de 4 hojas), entre otras.
Manipulando el pomo[2] de cada resaque, esta herramienta didáctica específicamente permite trabajar y practicar la posición de agarre de pinza de la mano que se realiza con los dedos pulgar–índice–corazón (esto para el aprendizaje de la forma correcta de sujetar los instrumentos para la escritura, es decir lápices, bolígrafos, entre otros) y fortalecer la musculatura (practicando la fluidez del movimiento de la mano y la presión correcta del lápiz sobre el papel), aspectos básicos para la escritura correcta. Además, la interacción con los resaques inicia al niño en el reconocimiento de las figuras geométricas y sus respectivos nombres.
Después de que el niño ha trabajado con esta herramienta, se busca que con la guía del maestro pueda nombrar las figuras geométricas que aparecen en las tarjetas de cartón que funcionan como complemento de los resaques.
Otras orientaciones para el uso de este material son que los niños pueden dibujar la forma tanto de la figura que se inserta como del marco de inserción sobre un papel y así, ayudar a mejorar la coordinación ojo–mano, y a estabilizar los trazos manteniendo la punta del lápiz en el borde de cada pieza.
Sobre el aspecto geométrico de esta herramienta, Montessori destacaba:
“Al levantar la pieza de hierro queda la figura dibujada en dos colores. De aquí nace por primera vez el concepto abstracto de la figura geométrica pues el niño ve que de dos placas tan distintas resulta un dibujo único, esto es, una línea que determina una figura.” (Montessori, 1950).
Resaltamos la importancia y vigencia (a pesar de tener más de un siglo de tradición y aplicación) del trabajo realizado por María Montessori como también de los diferentes materiales que se diseñaron y crearon a partir de sus postulados, no solo por revolucionar el enfoque de la Escuela, sino también por visibilizar y revalorar la importancia de la infancia y de su proceso de aprendizaje a nivel mundial. Así mismo recordamos que en 1933 con la construcción de la ‘casita Montessori’ –hoy “Casa de la Vida”–, y el año siguiente con la puesta en marcha del grado de Kindergarten (Jardín Infantil) su legado hizo parte activa de los fundamentos, prácticas, ambientes y espacios de la Universidad Pedagógica Nacional, otrora Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas.
Para conocer los Resaques de madera, la colección de materiales didácticos Montessori, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes a los fondos documentales que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional.
Palabras clave: Resaques de Madera; María Montessori; Material Didáctico; Lenguaje; Figuras Geométricas; Infancia; Maestros; Educación; Museo Pedagógico Colombiano.
[1]La discriminación visual es la habilidad visual que ayuda al niño a reconocer las semejanzas y las diferencias de formas, colores y posición de objetos, personas y materiales impresos, y a advertir las coincidencias entre ellos. Esta habilidad le permite prestar atención a los detalles y apreciar las diferencias leves existentes entre objetos e imágenes que son similares. Fuente: https://webdelmaestro.com/discriminacion-visual-concepto-y-actividades/