Pieza del mes de marzo de 2020: Duplicadora al alcohol ‘Banda’ Block & Anderson

Como pieza del mes, hemos seleccionado la máquina duplicadora de ‘espíritu’ «Banda» que pertenece a la colección de otros de artefactos del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto empleado para la reproducción de documentos fabricado en la segundad mitad del S. XX, por la compañía inglesa Block & Anderson.

Block & Anderson LTD., es el nombre de una compañía británica fundada en 1922 que tenía sedes y plantas de fabricación en las ciudades de Londres y Darlington, siendo empresa privada de 1931 a 1948 cuando pasó a ser una empresa pública. De acuerdo al catálogo como expositor de la Feria de Industrias Británicas, organizada entre el 5 y el 16 de mayo de 1947 por el Departamento de Promoción de Exportaciones de la Junta de Comercio, Block & Anderson era una empresa dedicada a la fabricación y distribución de máquinas de control de producción «Simplex«, máquinas portátiles de sumar, restar y enumerar «Victor«, máquinas de sellado de sobres «Velopost«, máquinas de apertura de sobres «Lightning«, máquinas de colocación de sellos «Bandafix«, y como nuestra pieza del mes máquinas duplicadoras de fluido «Banda«, como también de otro tipo de máquinas, equipos y suministros para oficina.

Copete, H. (2020). Inscripción «Banda» de la máquina duplicadora. [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.

Para 1961, Block & Anderson LTD., contaba con 965 empleados y además de fabricar y distribuir máquinas y equipos de oficina, tenían licencia de la Junta de Comercio Británica para la importación de máquinas de cálculo y suma, como las calculadoras rotativas eléctricas «Facit» fabricadas en Suecia y las estadounidenses «Marchant», entre otras.

La empresa se destacó por patentar dos diferentes procesos relacionados con los métodos de impresión, el primero en 1952, cuando patentó mejoras relacionadas con los métodos y medios para la preparación de copias maestras para la impresión hectográfica; y el segundo en 1962, cuando patentó mejoras relacionadas con las máquinas duplicadoras y las impresoras.

Finalmente en 1964, la producción fue asumida por el grupo británico Ozalid Co., que se dedicaba a la fabricación de papel sensibilizado en seco, paños opacos y de trazado, maquinaria de revelado y revelado fotográfico; equipos de oficina para copiar documentos y materiales, y también materiales y equipos pre-sensibilizados de litoplato[1] y microfilmación.

Copete, H. (2020). Placa Block & Anderson LTD. [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.

El método de impresión para los duplicadores de espíritu, fue inventado en 1923 por Wilhelm Ritzerfeld y se usó durante parte del resto del S. XX.; y como método de reproducción de documentos por transferencia de tinta, coexistió junto a la impresión mimeográfica[2]. Igualmente, se le conoce como “duplicadora de alcohol” o “copiadora al alcohol”, ya que los alcoholes fueron uno de los componentes principales de los solventes y soluciones que se utilizaban como “tintas”.

Existieron varias marcas de fabricantes de este instrumento reconocidas a nivel mundial. Por ejemplo, Ditto Corporation en los Estados Unidos y el mundo; o en el Reino Unido producido por Associated Automation Ltd.; Londres NW10; y por supuesto Block & Anderson y su marca «Banda», la cual se convirtió en el nombre genérico de este tipo de copiadoras y la técnica en sus respectivos mercados.

Para su funcionamiento, utilizaba «maestros de espíritu» u «hojas maestras» de dos capas –de allí su nombre Duplicadores ‘de Espíritu’–. En la primera hoja se puede escribir y dibujar, mientras que la segunda hoja está recubierta con una capa de cera que ha sido impregnada con algún colorante (o tinta). La presión de escribir en la primera hoja transfiere la cera coloreada de la segunda hoja al reverso recubierto de la primera, produciendo una imagen especular[3]. (Este proceso, produce el mismo resultado de una hoja de papel carbón colocada al revés).  Luego se separan las dos hojas y la primera se sujeta al tambor de la máquina, con la parte posterior hacia afuera, actuando como una placa de impresión.

Respecto al solvente o “tinta”, la cera transferida al reverso de la primera hoja la contiene y a medida que el papel que se va a imprimir se mueve a través del duplicador, la “tinta” se extiende por cada hoja. Cuando el papel impregnado entra en contacto con el reservo de la primera hoja, disuelve la cantidad suficiente de cera pigmentada para imprimir la imagen en el papel a medida que pasa por debajo del tambor de impresión. Un “maestro” podía producir 40 o 50 copias buenas; después, las copias se volvían más pálidas a medida que la cera coloreada se agotaba, ya que la impresión era de bajo contraste.

El color habitual de la cera y de los documentos duplicados, era púrpura (malva[4]), un pigmento barato y medianamente duradero, pero “las hojas maestras” se fabricaron en rojo, azul, negro, naranja, amarillo, marrón, o verde como en el caso del Duplicador Banda de nuestra colección, ya que tenían la capacidad de imprimir múltiples colores en una sola pasada, cuando se cambiaban las láminas enceradas. La siguiente imagen es un ejemplo del trabajo impreso de un duplicador realizado por una máquina marca Ditto, se trata del periódico escolar de 1978, de la escuela High Valley School, Clinton Cors. de Nueva York.

Danny T., 1978. The High Valley News Vol. 4, No. 4: Scholl Newspaper from 1978. Published usind Ditto Machine. [Imagen]. Recuperada de: https://en.wikipedia.org/wiki/File:Ditto_Newsletter_1978.jpg

El solvente duplicador consistía en una mezcla 50/50 de dos alcoholes (de uso industrial que funcionan como disolventes y solventes de tintas) el isopropanol y el metanol los cuales eran económicos y de fácil adquisición, se evaporaban rápidamente y no arrugaban el papel.

El mecanismo de acción de las duplicadoras de ‘espíritu’ era manual, ya que la mezcla de alcoholes descrita era inflamable; pero en 1938 Johan Bjorksten inventó un solvente no inflamable que permitió usarlas eléctricamente, sin preocuparse por la inflamabilidad de la mezcla utilizada. Con la adición del triclorofluorometano, la nueva mezcla tenía un olor agradable, toxicidad reducida y proporcionaba copias tan buenas como la anterior.

Actualmente la durabilidad de estas copias, representa un reto para los responsables de archivos y conservación de documentos históricos y piezas artísticas, ya que la exposición a los rayos UV desvanece lo impreso y por supuesto limita su uso. Además como el papel de reproducción que se utilizaba era de baja calidad, se degradaba y tomaba color amarillo. Finalmente, la duplicación a base de alcohol, se volvió obsoleta con la masificación de las fotocopiadoras y la informatización de los procesos.

Gracesguide.co.uk. (2020). Graces Guide / Block and Anderson. Productos Block & Anderson LTD – Serie «Banda». [Imagen]. Recuperada de: https://www.gracesguide.co.uk/File:Im1949BIF-Block.jpg
De acuerdo al siguiente volante de publicidad del año 1949, la compañía, presentaba, los últimos dispositivos:

BLOCK & ANDERSON LTD 
Presenta
Su última gama de ayudas comerciales mecanizadas.

Banda
El Duplicador de Espíritu ‘Banda’– para una reproducción económica multicolor en una sola operación sin el uso de tinta, plantillas o gelatina. Banda «Line Poster» para contabilización de libros de compras y análisis directo y el «B. & A. Simplex» para control de producción, análisis de ventas, pedidos de compras, pedidos y rutina de facturación.

 

En relación a la importancia de este objeto dentro de las aulas de clase, como elemento para la duplicación y reproducción de documentos, entendemos que se inspira en la labor trascendental que cumpliera la imprenta a nivel cultural y mundial –claro está que en otro contexto y a partir de otras mecanismos modernos– y que su particular uso en la escuela, favoreció los procesos colectivos para la circulación de información y especialmente de conocimientos.

Los Duplicadores de espíritu, fueron utilizados principalmente por iglesias, clubes, organizaciones pequeñas y principalmente por escuelas; además facilitó la impresión de fanzines, y a pesar de que la cantidad de copias que se podían hacer de un original (o de una copia maestra) era limitada, tuvo como ventaja un bajo costo y la economía para la elaboración de las reproducciones.

Quienes hayan conocido esta clase de dispositivos o hayan utilizado las copias que se lograban con éstos, recordaran el aroma ligeramente dulce de las páginas y la sensación fría de las nuevas copias recién salidas del duplicador, características de la vida escolar en la era en que los duplicadores de espíritus fueron vigentes.

Nuevamente esta clase de artefacto y su inclusión en el contexto de nuestro Museo, nos permite reflexionar sobre su valor como fuente histórica y a la vez interpretarlo para dialogar sobre diferentes sucesos, para nuestro caso, la evolución de los mecanismos de impresión desde lo tecnológico, o también cómo su uso en las escuelas permitió modernizar las técnicas de reproducción de documentos e imágenes, y lógicamente apoyar y facilitar los procesos de aprendizaje de los alumnos.

Para conocer la máquina Duplicadora de fluido, otros objetos relacionados con la escuela, la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

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Palabras clave: Duplicadora al alcohol; Impresión; Enseñanza; Documentos; Implementos Escolares; Escuela; Museo Pedagógico Colombiano.

 

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Referencias

Spirit Duplicator. (2020, 9 febrero).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 10 Mar. 2020. Desde: https://en.wikipedia.org/wiki/Spirit_duplicator https://en.wikipedia.org/wiki/Talk%3ASpirit_duplicator#Banda

Duplicadora al alcohol. (2019, 9 agosto).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 10 Mar. 2020. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Duplicadora_al_alcohol

Gracesguide.co.uk. (2020). Block And Anderson – Graces Guide. Fecha de consulta: 11 Mar. 2020. Desde: https://www.gracesguide.co.uk/Block_and_Anderson#cite_note-8

Collection.sciencemuseumgroup.org.uk. (2020). Block And Anderson Limited | Science Museum Group Collection. Fecha de consulta: 12 Mar. 2020. Desde: https://collection.sciencemuseumgroup.org.uk/people/cp34014/block-and-anderson-limited

Ingeniumcanada.org. (2020). Duplicator Block & Anderson Ltd. | Modelo Banda 15. Fecha de consulta: 14 Mar. 2020. Desde: https://ingeniumcanada.org/ingenium/collection-research/collection-item.php?id=1995.1528.001

 

[1] La placa de litio es una lámina delgada de aluminio (endurecido de grano fino) anodizado que se utiliza en la industria de la impresión. La placa de impresión preparada fotográficamente (imagen grabada en el aluminio) se trata químicamente para que la imagen acepte tinta. Se utiliza para la impresión a largo plazo donde se necesita consistencia de imagen. Fuente: https://www.rcgroups.com/forums/showthread.php?680223-What-is-litho-plate

[2] El mimeógrafo es un instrumento utilizado para hacer copias de papel escrito en grandes cantidades (se solía utilizar en colegios). Utiliza en la reproducción un tipo de papel llamado esténcil. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Mime%C3%B3grafo

[3] Una imagen especular es la generada mediante la reflexión de la luz en una superficie especular (por ejemplo la superficie pulida que tiene un espejo), donde los rayos incidentes se reflejan con un ángulo igual al de incidencia (ambos tomados con respecto a la perpendicular al plano en ese punto). Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Imagen_especular

[4] Malva son denominaciones que definen colores claros pertenecientes a la gama del violeta y el magenta; y es similar al lila. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Malva_(color)

Pieza del mes de octubre de 2019: Cuaderno Escolar

Como pieza del mes de octubre hemos seleccionado el cuaderno escolar que pertenece a la colección de implementos escolares de la enseñanza de la escritura del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto de manufactura industrial, fabricado de papel en Bogotá en la década de 1940, por la tienda de útiles para escuela y colegios “Herrera Hermanos” y que se usa para tomar notas, y almacenar y organizar información de diferente índole.

Recordemos la escritura como un proceso fundamental en la formación de ciudadanos activos para la sociedad, y que por varios siglos su ejercicio fue restringido, como en el periodo colonial americano cuando únicamente el escribano desarrollaba esta labor; más adelante también otros grupos sociales accederían a este saber cómo por ejemplo los de familias adineradas.

Al descentralizarse lentamente el dominio religioso sobre la educación, existir una mayor presencia del Estado en el S. XVIII y con el surgimiento de la escuela pública, la escritura comienza a constituirse como un saber al alcance de un mayor número de personas. Con la expansión de la escuela y el acceso colectivo a la escritura se empiezan a crear materiales y elementos básicos para materializar el proceso de escritura de los escolares de la época, esto desde la segunda mitad del S. XIX con las pizarras en piedra y los pizarrines (para escribir en esta), y hasta la segunda década del S. XX, cuando hace su aparición el cuaderno escolar, como formato para la escritura.

Considerando que hace más de 5000 años el hombre invento la escritura, los primeros vestigios y huellas de las escrituras dejadas por los primeros individuos y grupos humanos aún los encontramos en soportes como madera y piedra; luego en el año 3000 a.C. se escribiría sobre papiro y otros medios elaborados a partir de materiales vegetales, esto en el Antiguo Egipto. En el periodo grecorromano, junto al papiro, el pergamino elaborado a partir de pieles animales gozaría de gran popularidad hasta la Edad Media.

La tradición histórica considera que el primer proceso de fabricación del papel fue desarrollado en la China, en el S. II a. C., técnica que se expandió por parte de Asia alrededor del 750, y que también llegaría al mundo árabe, siendo ellos quienes lo introducen en España en el S. XI, estableciéndose en el año 1056 la primera fábrica de papel europea. A partir de este momento se difundió el proceso al Mediterráneo europeo, desde donde se propaga por todo el continente.

A partir del S. XV, la aparición de la imprenta generó un aumento del uso del papel, pero fue hasta 1840 que se fabrican diferentes materiales que sustituirían al papel, como el resultante de la pulpa del proceso mecánico de trituración de madera, y en 1850 con el primer proceso químico. Desde entonces el papel se ha convertido en uno de los productos emblemáticos de la cultura humana, elaborándose no solo de trapos viejos o algodón sino también de gran variedad de fibras vegetales.

El cuaderno en el formato que conocemos hoy, fue inventado en 1902 en Australia por J.A. Birchall propietario de la librería, antigua editorial y luego empresa de suministros educativos y papelería Birchalls Ltd., con sede en la isla de Tasmania, que funcionó desde 1844 y hasta el año 2017. Denominado por su inventor como Silver City Writing Tablet (la tableta de escritura de Silver City).

A pesar de no tener una gran aceptación al momento de su invención, fue él mismo quien fabricó el primer bloc de notas o libreta comercial, cuando se le ocurrió unir –de forma ordinaria– varios folios o papeles junto a una cartulina, en lugar de dejarlo como hojas sueltas, para conformar lo que hoy llamamos cuaderno.

Pese a que América Latina los primeros cuadernos aparecieron durante la segunda mitad del siglo XIX, es hasta el periodo comprendido entre 1920 y 1930, cuando comienza la producción de los primeros para las aulas escolares de nuestro país. Periodo que coincidió con el auge de la industria manufacturera en Colombia conformada en sus inicios por empresas cementeras, de producción de textiles y por fábricas productoras de tabaco y de bebidas alcohólicas. Las dos últimas en su momento fueron las industrias que apoyaron económicamente las labores de escuela. Por este motivo –y como dato curioso– éstas industrias tenían derecho a imprimir sobre las portadas de esta serie de primeros cuadernos, publicidad que inducía al consumo de cigarrillos y alcohol, característica que daría mucho de qué hablar si sucediera actualmente, sin embargo recordemos que hoy día una parte de los impuestos pagados por la industria de licores, entre otras se invierten en la educación del país.

Debido a los altos costos de la producción del papel para la fabricación de los cuadernos escolares, los primeros cuadernos utilizados como el que exhibimos en nuestro Museo solo tenían 10 hojas (20 páginas) para tomar apuntes ya que a inicios del S. XX en Colombia, el papel era un recurso muy escaso y de alto valor económico, situación que –a pesar de los problemas de salud e higiene– prolongo el uso de la pizarra de piedra en las escuelas rurales hasta mediados del S. XX.

Además tener un número tan reducido de hojas respecto a los cuadernos que usamos actualmente que tienen desde 50 y hasta 250 hojas, en los cuadernos de la época identificamos la existencia de limitaciones didácticas por el poco espacio para anotar y así mismo el concepto de la “economía de la escritura”, en el que el estudiante de la época debía determinar cuál información registraba y cual no, según sus intereses escolares, procesos de estudio y las formas en que cada uno organizaba la información, esto con el objetivo de facilitar y consolidar los procesos de aprendizaje de ideas y conceptos.

Pese a que la inserción del cuaderno en parte fue apoyada y reforzada como una de las reformas de algunos representantes de la Escuela Nueva para optimizar el funcionamiento de la escuela y transformar la experiencia educativa, la condición ya descrita del espacio limitado llevaron al maestro y al estudiante a realizar sus labores en el marco de una tipología de escuela más moderna pero con la coexistencia de algunas prácticas de la denominada Escuela Tradicional, ya que la relectura y reflexión sobre lo escrito, se basó únicamente sobre los pocos apuntes realizados en estos primeros cuadernos y la transmisión de conocimientos nuevamente, se dio a través del uso efectivo de la memoria y la escritura a partir de lo que se hubiese transcrito.

Sumado al proceso de higienización de la escuela por motivos de salubridad y a las innovaciones metodológicas propias de unos modelos pedagógicos que evolucionaban en esa época, cuando la producción del papel fue masiva en diferentes partes del mundo, su fabricación fue mucho más económica, por lo que su uso se masificó aceleradamente y en poco tiempo el cuaderno único escolar en el contexto latinoamericano pasó a un ser un material indispensable como soporte de la memoria y el aprendizaje, y como herramienta para la circulación y transcripción de información y saberes a través la escritura en las escuelas de todo el mundo. Finalmente, sobre el papel es otra cosa, guarda todo lo que se le confía, y como dice el viejo refrán: «la palabra vuela y lo escrito queda«[1].

Hoy en día como Museo entendemos la importancia de los cuadernos escolares antiguos como una fuente histórica interesante para comprender los procesos personales y autónomos de cada estudiante para la adquisición de conocimientos y su relación con la historia de la infancia, la historia de la educación y el desarrollo de la caligrafía y la cultura escrita, y así mismo como un elemento cultural y documental para la reflexión académica, la labor pedagógica y el contexto educativo.

Para conocer el cuaderno escolar, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes al fondo documental que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 127 Nº 11–20, en el Instituto Pedagógico Nacional. 

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Palabras clave: Cuadernos Escolares; Escritura; Implementos Escolares; Pedagogía; Enseñanza; Papel; Museo Pedagógico Colombiano.

 

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Referencias

Calameo.com. (2019). Historia del cuaderno escolar. Fecha de consulta: 11 Oct. 2019. Desde: https://es.calameo.com/read/000918535332814c797bd

Papel. (2019, 7 octubre).  Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 15 Oct. 2019. Desde: https://es.wikipedia.org/wiki/Papel

G2 Innovation Australia. (2019). The Silver City Writing Tablet & Other Innovations From Tasmania. Fecha de consulta: 15 Oct. 2019. Desde: https://www.g2innovation.com.au/blog/2018/3/21/the-silver-city-writing-tablet-other-innovations-from-tasmania

Ainos blog. (2019). Historia del Cuaderno: Curiosa y breve historia del inventor del cuaderno. Fecha de consulta: 10 Oct. 2019. Desde: https://www.ainospublicidad.es/blog/historia-del-cuaderno/

Cole, V. (2019). La historia del cuaderno – Viva el Cole. Fecha de consulta: 15 Oct. 2019. Desde https://www.vivaelcole.com/blog/la-historia-del-cuaderno/

Llin, M., & Segal, E. (1). La historia del cuaderno. Magazín Aula Urbana: Una ciudad para tocar, oler y sentir, (26), 18-19. Fecha de consulta: 11 Oct. 2019. Desde: https://revistas.idep.edu.co/index.php/mau/article/view/1149

Rodríguez Tarquino, J. (2017). Voces históricas del Instituto Pedagógico Nacional. Revistas.pedagogica.edu.co. Volumen 5 Nº 43 / julio – diciembre de 2017. Fecha de consulta: Septiembre 9, 2019. Desde: https://revistas.pedagogica.edu.co/index.php/NYN/article/download/8529/6472/  

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

[1] Verba volant, scrīpta mānent, es una cita latina tomada de un discurso de Cayo Tito al senado romano, y significa «las palabras vuelan, lo escrito queda». Se resalta con ella la fugacidad de las palabras, que se las lleva el viento, frente a la permanencia de las cosas escritas. En español se dice: lo escrito, escrito está y a las palabras se las lleva el viento. Fuente:  https://es.wikipedia.org/wiki/Verba_volant_scripta_manent