Pieza del mes de noviembre de 2021: Manuales de Lecciones de Cosas

Escucha nuestro Pódcast sobre los Manuales de Lecciones de Cosas, realizado por estudiantes de Práctica del Museo Pedagógico Colombiano del programa en Pedagogía 2021-2 de la Universidad Pedagógica Nacional:

Como pieza del mes, hemos elegido los tres tomos de los manuales escolares conocidos como Lecciones de Cosas escritos por el dibujante, artista gráfico y diseñador editorial catalán Carles Barral i Nualart (1879–1936), que hacen parte de la colección de Libros de Escuela, Manuales y Cartillas que pertenecen al Fondo Documental Bibliográfico del Museo Pedagógico Colombiano, los cuales fueron escritos en 1921 y corresponden a la octava edición del texto.

Los tres volúmenes son de carácter instructivo y didáctico, y cuentan con dibujos e ilustraciones a blanco y negro, realizados por el mismo autor y otros tantos pertenecientes a la plantilla de ilustradores de la Editorial Seix y Barral Hermanos, en cuyos talleres litográficos se imprimieron, por ejemplo, carteles, cromos y todo tipo de material gráfico de artistas reconocidos españoles como Apeles Mestres, Ramón Casas, Francisco de Cidón, Joaquim Renart, Cayetano Cornet o Pere Montanyà, entre otros.

La Industria Editorial y Gráfica Seix y Barral Hermanos, fue fundada en Barcelona (España) en 1911, como una empresa de artes gráficas, publicidad y litografía de carteles; aunque sus primeras obras fueron sobre historia y literatura juvenil; también fueron proveedores de catálogos de juguetes para niños, mapas, ejercicios, figuras geométricas, etc. para los estudiantes de la época, a quienes también se dirigió la publicación de libros de texto y numerosas colecciones y obras, de carácter pedagógico del ámbito español.

Talleres Litográficos e Imprenta Barral Herms. (1905). [Imagen]. Fuente: http://www.historiadeldisseny.org/wp-content/uploads/Pau-Medrano-Carles-Barral-Nualart-cartelista-impresor-y-dise–ador-editorial.pdf

 

 

 

 

 

 

 

 

Los Manuales escolares sirvieron como objeto de la enseñanza del siglo XVII, constituyéndose como la exposición de una disciplina escolar de manera ordenada y secuencial, estos estaban dirigidos exclusivamente a los maestros, pues una de sus funciones se fundaba en regular las prácticas de enseñanza y los saberes que circulaban por la escuela, pero también cumplían la tarea de:

simplificar las escrituras y los lenguajes que existían […]. Este modo de simplificación era concebido como un arte, dado su carácter de reducción de la proliferación de signos y significaciones. El manual debía decir en forma simple lo que era complejo y que los tratados o estudios eruditos no hacían, pues eran dirigidos a un público especializado” (Quiceno, 2001, p. 53).

Johann Heinrich Pestalozzi (Retrato). Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Johann_Heinrich_Pestalozzi

Con el inicio de la Escuela Nueva a finales del siglo XIX y su consolidación a inicios del siglo XX, que buscaba superar el modelo Lancasteriano propuesto desde la ‘Escuela Tradicional’ ligada a la Iglesia Católica, en el que la memorización de los contenidos era la estrategia central para la transmisión de los conocimientos o información, nació la implementación de nuevos métodos para la enseñanza, e incluso se modificaron ciertas dinámicas escolares tradicionales, como la centralidad de la educación basada en el profesor.

En este contexto asociado a una propuesta para un nuevo planteamiento de Escuela, tuvo gran influencia la experiencia y aportes del pedagogo suizo Enrique Pestalozzi (1746–1827), pues según su biografía, de acuerdo con una vivencia propia como educador, la enseñanza ocurría de manera oral debido a la falta de textos, valiéndose así de diversos materiales que pudieran despertar la curiosidad del niño.

Entonces, mientras él se encontraba explicando a sus alumnos sobre una escalera portátil, las láminas de apoyo de las que hacía uso no se encontraban disponibles, al darse cuenta, un niño le señaló una escalera que se encontraba en el patio junto a la puerta, y de la cual podía hacer uso para continuar con su labor de enseñanza; a partir de dicha experiencia, Pestalozzi tuvo la idea de que este proceso escolar podía transcurrir de otra manera, a través de la intuición del niño.

Tomando en cuenta la experiencia de la escalera, en adelante Pestalozzi enseñó solo por medio de objetos verdaderos, así, los muebles y los demás elementos de la clase, los animales, las plantas, el cuerpo humano, todo cuanto tenía a su alcance, fue el material de que se valió en los ejercicios de intuición, conformando de este modo la base del “método intuitivo” que tanta fama le diera. Trabajando desde entonces lo que se conoce como la pedagogía “intuitiva” u “objetiva”, en la que define la intuición como:

fundamento absoluto de todo conocimiento, o, con otras palabras, que todo conocimiento parte de la intuición y a ella tiene que poder ser remitido” (Pestalozzi citado en Klaus Runge, 2008, p.44).

De esta manera, la intuición sería el fundamento general de todo conocimiento, desde donde puede distinguirse un aspecto externo, y uno interno. Lo externo como todo aquello que puede recibirse del exterior con la ayuda de los sentidos; y lo interno, como los juicios que se crean a partir de esas impresiones que se han recibido de afuera. La infancia nació allí como un concepto que puede pensarse entonces a partir de la subjetividad.

En Colombia la apropiación de la pedagogía Pestalozziana se desarrolló por primera vez entre los años de 1845 y 1930, como una manera de dejar atrás el método Lancasteriano. Con el apoyo del presidente Mariano Ospina Rodríguez (fundador del Partido Conservador), fue don José María Triana escritor de manuales para métodos de enseñanza primaria del país –como, por ejemplo, el Manual de enseñanza mutua para las escuelas de primeras letras de 1845–, reconocido como uno de los primeros pedagogos colombianos y fundador del Instituto Normal, quien la introdujo en nuestro país, como un recurso para mejorar la enseñanza en las clases de gramática y aritmética.

Sin embargo, los conservadores no fueron los únicos en poner en marcha la “Pedagogía Objetiva”, pues treinta años después en 1872, bajo el gobierno liberal del Olimpo radical esta perspectiva empezó a difundirse por las normales de las capitales todo el país, de la mano de la Primera Misión Alemana que trajo consigo a los “12 maestros protestantes”, asumiéndose como un sistema pedagógico que debía implementarse en el marco del Primer Proyecto Nacional de Educación laica, gratuita, obligatoria y pública.

Esta vez, ya no se trataba de un procedimiento auxiliar: fue asumida en su integridad, como un método universal, teórico y práctico, como el sistema pedagógico “más moderno para la reforma de la mente de la niñez colombiana”, frente a la pedagogía llamada tradicional: memorista, verbalista y punitiva, asociada por demás a la Iglesia Católica y a los regímenes conservadores y al sistema de enseñanza mutua utilizado durante los dos primeros tercios del siglo XIX” (Saldarriaga, 2001, p. 46).

Al igual que otras apuestas pedagógicas que buscaban formar un ideal de hombre y ciudadano, la perspectiva propuesta por Pestalozzi implementada en Colombia pretendía participar en la configuración de un nuevo “Hombre moderno; práctico, observador del mundo, positivo y, en lo posible, laico” (Saldarriaga, 2001, p. 46), y por esto mismo, de la estructuración de una nueva sociedad, ya que en esta visión no se trataba de la formación del hombre y sus acciones para un bien individual, sino de que sus acciones y que el resultado de estas tuvieran repercusión colectiva y social. Aun cuando se logró implementar en el país, por desacuerdos con la Iglesia Católica, y el partido de oposición se le puso fin a este proyecto, no obstante, el método de enseñanza se siguió impartiendo durante los dos gobiernos siguientes en los períodos de la Regeneración y la República Conservadora entre 1886 y 1930.

Como resultado de este proceso, se dio la inserción y uso masivo de diferentes manuales y cartillas escolares escritos durante todo el siglo XIX, como materiales de apoyo a la enseñanza, entre los cuales se encontraban los Manuales de las “Lecciones de Cosas” que buscaban aproximar a los estudiantes a las palabras a través de los objetos, y que fueron importados a finales del siglo XIX a precios económicos por la Librería Americana de Bogotá de quien era dueño Miguel Antonio Caro. Además, es de gran relevancia resaltar que la mayoría de los manuales usados para seguir el método de Pestalozzi fueron escritos por pedagogos protestantes pestalozzianos.

Basados en el método Pestalozzi, las ‘Lecciones de Cosas’ fueron manuales que les permitieron a los profesores organizar las cosas para poder dirigir la percepción del niño, de lo singular a lo general y de lo visible a lo abstracto. Aquí el estudiante era un sujeto activo que se involucraba en la enseñanza tanto en su pensamiento, como en las experiencias físicas y sensoriales.

En este sentido, los textos de Lecciones de Cosas inspirados en la apropiación y metodología de Pestalozzi volcaron la mirada hacia la infancia, significando una verdadera evolución de las técnicas de enseñanza en la Escuela “Moderna”. Desde allí la Pedagogía ‘Pestalozziana’ estaría basada en un principio esencial a partir del cual, la enseñanza debería suceder de la cosa a la palabra, y de la palabra a la idea, es decir aproximar a los alumnos a las palabras mediante los objetos. Además, el texto recurrió a la imagen y los dibujos, surgiendo el reino de la imagen en la Pedagogía, por lo tanto, nuestra pieza del mes, entro al sistema escolar gracias a la lectura extensiva y con el objetivo de valorar las experiencias y cultivar la curiosidad por lo nuevo.

Sobre las características físicas de los tomos, su tamaño es de 14,5 x 18,5 cm, su extensión varía entre las 150 y 200 páginas y fueron impresos a blanco y negro. Y aunque cada editorial publicaba un solo libro, al respecto, Seix & Barral Hnos. publicó una colección, en la que los formatos gráficos y editoriales de los tres ejemplares eran los mismos, pero que fueron aumentando en especificidad y actualidad de lecciones sobre todo en aquello que tenía que ver con aspectos científicos o técnicos. De esta manera, los manuales fueron aptos para la enseñanza de la Zoología, la Botánica, las Ciencias Naturales, entre otras. Temáticas que se representaron de forma gráfica, con numerosas ilustraciones realistas muy específicas, y descripciones escritas bien detalladas que permitieron acercar al niño al objeto de conocimiento, al entorno real que muestran las lecturas y lógicamente despertar su curiosidad natural por aprender.

Lecciones de Cosas I, El papel, p. 201–206 (1921). [Imagen]. Fuente: http://www.idep.edu.co/wp_centrovirtual/wp-content/uploads/2015/12/LeccionesDeCosasI.pdf

 

 

 

 

 

 

 

 






Para este propósito, los manuales de Lecciones de Cosas no contenían temas al azar, sino que trabajaban lecciones articuladas y organizadas mediante una secuencia lógica que le permita a los estudiantes acercarse al conocimiento de las cosas, pero que además abría la posibilidad de conocer aspectos de la vida del hombre social para irse formando como tal. Así, los temas más comunes que incluyeron estos manuales eran:

1. Cosas de la naturaleza, sobre todo las que se pueden considerar de mucha utilidad o imprescindibles para la vida del hombre como: agua, árbol, vino, arcilla, conejo, raíces, caballo.

2. Cosas útiles e indispensables para la vida: Vestidos, trabajo, higiene, esponjas, zapatos…

3. Materias primas: el carbón, el petróleo, piedras, metales…

4. Factores y elementos del progreso y desarrollo del hombre: tren, barco, motor de explosión, telegrama…” (Sánchez, 2014, p.12).

Para finalizar, exponemos la intención descrita por el autor en el prólogo de cada uno de los tomos:

Las LECCIONES DE COSAS responden a la necesidad de procurar a los maestros padres y en general a todos los que tienen a su cargo la educación de los niños, una amena, variada e instructiva serie de temas para dialogar con sus hijos o alumnos, mezclando lo útil con lo agradable, despertando en los espíritus juveniles un vivo interés y ejercitándoles en los rudimentos de las ciencias, las artes y las industrias” (Nualart, 1921, p.5).

Para concluir, en la parte final del mismo prólogo, el autor también pretendía:

Inculcar al niño la afición al estudio de los principales conocimientos humanos, sería un magnífico triunfo. Y nuestras LECCIONES DE COSAS sólo aspiran a ayudar al maestro en esta admirable empresa de iniciación espiritual” (Nualart, 1921, p.6).

Así, resaltamos el legado histórico de este conjunto de Manuales Escolares, por su impacto en la evolución e historia de los modelos pedagógicos y las reformas educativas que se implantaron en el país dentro del naciente “sistema escolar colombiano” de finales del siglo XIX y la puesta en marcha y consolidación de la Escuela Nueva durante el siglo XX en Colombia, ya que la introducción de las ideas pedagógicas del modelo Pestalozziano coadyuvaron a transformación de las mentes de los estudiantes, y a la modernización de las Escuelas y la Educación del país, en lo referido a las metodologías y prácticas que enmarcaron el proceso de enseñanza y aprendizaje, ya que acercó los conocimientos del mundo, la vida y la comprensión del contexto a la infancia a través del desarrollo de la intuición por medio de sus experiencias, y especialmente, desde los objetos del mundo real hacia las palabras y las ideas que aprenderían.

Para conocer y consultar los Manuales de Lecciones de Cosas, otros textos, manuales de alfabetización y demás archivos pertenecientes al fondo documental; y también los objetos e implementos escolares de la historia y la práctica pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m.  en las nuevas instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Palabras clave: Lecciones de Cosas; Enrique Pestalozzi; Seix y Barral Hermanos; Manuales Escolares; Educación; Lectura; Enseñanza; Ilustraciones Gráficas; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Nualart, C. B. (1921). Lecciones de cosas, libro tercero. I. G. Seix y Barral Hermanos., S. A. – Editores. Barcelona. Recuperado de: http://www.idep.edu.co/wp_centrovirtual/wp-content/uploads/2015/12/LeccionesDeCosasIII.pdf

Quiceno, H. (2001). «El Manual Escolar: Pedagogía y Formas Narrativas». En: Revista Educación y Pedagogía. Medellín: Facultad de Educación. Vol. XIII, No. 29-30, (enero-septiembre), pp. 53–67. Recuperado de: https://www.academia.edu/11799932/EL_MANUAL_ESCOLAR_PEDAGOGÍA_Y

Medrano, P., (2016). Historiadeldisseny.org. Carles Barral i Nualart (1880-1936): Cartelista, Impresor y Diseñador Editorial. Fecha de consulta: Noviembre 10 de 2021. Desde: http://www.historiadeldisseny.org/wp-content/uploads/Pau-Medrano-Carles-Barral-Nualart-cartelista-impresor-y-dise–ador-editorial.pdf

Saldarriaga Vélez, O. (2001). La apropiación de la pedagogía pestalozziana en Colombia (1845–1930). En: Memoria Y Sociedad, 5(9), 45–59. Fecha de consulta: Noviembre 11 de 2021. Recuperado de: https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/memoysociedad/article/view/7728

centromanes.org (2021). Los Manuales de Lecciones de Cosas – CENTRO MANES. Fecha de consulta: Noviembre 12 de 2021. Desde: http://www.centromanes.org/?page_id=756

Klaus, A. (2008). Las dimensiones de la intuición y del arte de la intuición en Johann Heinrich Pestalozzi: acercamientos antropológico-pedagógicos. Pedagogía y Saberes. 28, p 43–53.

Offir, N. (2015). Las pedagogías de la lectura en Colombia: Una revisión de estudios que se enfocan en el texto escolar durante la primera mitad del siglo XX. Lenguaje, p. 85 –110.

Sánchez, J. (2014). Lecciones de cosas. Cuadernos del Museo Pedagógico y de la Infancia de Castilla – La ancha. 8, p. 1–28. Recuperado de: https://es.slideshare.net/curricularmaster/lecciones-de-cosas

Villar, R. (1995). El programa Escuela Nueva en Colombia. Educación y Pedagogía. 14 y 15, p. 357–382.

 

Pieza del mes de junio de 2021: Tanque de guerra GAMA

Como pieza del mes, hemos seleccionado el Tanque de guerra de la colección de juegos y juguetes del Museo Pedagógico Colombiano. Este objeto de manufactura industrial, hecho en hojalata litografiada, y característico, por un lado, de la serie de diferentes juguetes de corte bélico y, por otro, (igual que muchos otros juguetes) como impulsor del juego en los niños, que propone representaciones de la realidad social y cultural, esto por su repercusión directa en la construcción histórica del concepto de ‘infancia’. Ahora bien, fue fabricado a mediados de la década de 1950 por la compañía alemana ‘GAMA’ con sede en la ciudad de Fürth, región del estado de Baviera, cerca de Nuremberg, la cual se dedicaba a la fabricación de juguetes, generalmente automóviles, tractores, camiones, excavadoras, entre otros vehículos automotores de la vida cotidiana, del trabajo agrícola, del combate o la milicia.

Precisemos que nuestra pieza del mes hace parte de la categoría –de últimos– juguetes industriales (fabricados), los cuales encuentran su raíz a partir de La Revolución Industrial, proceso histórico comprendido entre el siglo XVIII y finales del siglo XIX, en el que Europa, vivió una notable transformación económica, social y tecnológica que incidió directamente en la elaboración de juguetes que comenzaron a producirse de manera industrial empleando materiales nuevos como la hojalata –recordemos que en ese material fue fabricado el Tanque–, material que además se utilizó masivamente hasta el siglo XX.

Anuncio del fundador Georg Adam Mangold de la empresa GAMA en 1881. Recuperado de: https://www.fuerthwiki.de/wiki/index.php/Datei:Werbung_Mangold_GAMA.jpg [Acceso 28 mayo 2021].

Según Edward Force –famoso coleccionista estadounidense de coches de juguete y autor de diferentes catálogos completos sobre marcas, historias y colecciones de juguetes–, juguetes GAMA (GAMA Toys) debe su nombre a la combinación de letras del nombre de su fundador Georg Adam MAngold, entonces, el acrónimo GAMA dio nombre a la empresa que inició la producción de juguetes mecánicos de hojalata en 1882 –antes de la Primera Guerra Mundial–.

Desde entonces y hasta la Segunda Guerra Mundial y luego hasta finales de la década de 1950, la producción de GAMA fue fabricada en hojalata litografiada, es decir, láminas metálicas grabadas o impresas con dibujos, textos, fotografías, etc.; y más adelante también juguetes de plástico.

Sobre su trayectoria, GAMA al igual que otras compañías alemanas de la época, fue una empresa de tradición familiar, en la que oficios, conocimientos y prácticas empresariales para la producción de los juguetes, pasaron entre varias generaciones de los Mangold, lo que se reflejó en el éxito y proyección de la marca, y su impacto en la historia de la producción de juguetes a nivel mundial. Al respecto en 1920, Hans Mangold, uno de los hijos de Georg Adam dirigió la empresa, la cual en 1927 pasó a ser de su propiedad.

Instalaciones de juguetes GAMA en la calle Nürnberger. (ca. 1980). [Fotografía] Recuperado de: https://www.fuerthwiki.de/wiki/images/5/56/Gama_1980.jpg [Acceso 28 mayo 2021].

A principios de 1940, en medio de la Segunda Guerra Mundial, los tanques de juguete eran populares, sin embargo, la destrucción y el caos de la guerra interrumpió la producción tanto de GAMA, como de otros fabricantes alemanes como Märklin y Schuco; no obstante, concluido el conflicto en 1945, a finales de esta década, se reanudó la producción bajo el auspicio de las fuerzas aliadas lideradas por Estados Unidos, país que controlaba (política, social y económicamente) este sector de Alemania –conocido como Alemania Occidental o República Federal de Alemania desde 1949–.


Con este panorama, GAMA nuevamente fabricaba camiones y tanques de hojalata o de acero prensado de varios tamaños que incluían mecanismos de movimiento a fricción con llantas de tracción tipo oruga en goma, los cuales a menudo llevaban el sello «Made in US Zone Germany«, características que, por ejemplo, conserva el Tanque de la colección del Museo, es más las inscripciones que tiene nuestra pieza del mes (inspiradas en los “héroes” que triunfaron en la Segunda Guerra Mundial) como son las estrellas blancas, símbolo representativo de las fuerzas armadas de EE. UU. (“U.S. Army”), indican un cambio de la impronta ‘socio político ideológica’, por lo tanto, el final de la Guerra, también significó para la industria del juguete un cambio sustancial en la forma de contar y reafirmar la historia, ahora desde la visión del vencedor.

Jiménez, S. (2017). Vista frontal del Tanque de guerra “GAMA” donde se observan los detalles de las estrellas representativo del “U.S. Army”. [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.

Entre los logros más importantes de Hans Mangold, destacamos –ya en el periodo de posguerra– junto a Carl Ehmann (juguetes Märklin), Arno Drottboom (director de la Asociación de distribuidores y comercio de juguetes alemanes VEDES) y Ernst Theodor Horn (director General del Grupo de Trabajo de la Industria del Juguete), la fundación de la primer ‘Feria del Juguete de Alemania Occidental’ en Nuremberg, que se celebró del 12 al 18 de marzo de 1950 y contó con la presencia de 351 expositores y 4.321 vendedores especializados, siendo Mangold el primer presidente de la Asociación Alemana de la Industria del Juguete; además bajo su dirección, GAMA exportaba alrededor del setenta por ciento (70%) de su producción al exterior.

Con la Segunda Guerra Mundial terminada, GAMA fue una de las primeras empresas alemanas en recuperar los permisos para reiniciar su producción, incluso fue ampliamente conocida por la distribución y fabricación de juguetes para otros fabricantes, por ejemplo, modelos de automóviles para la empresa Schuco –uno de sus mayores competidores–.

Desde mediados de la década de 1950, la compañía comenzó la fabricación de autos de plástico y estaño, muchos de los cuales tenían mecanismos de cuerda, engranajes y mecanismos de relojería, juguetes denominados “autómatas”, con movimiento propio o «juguetes que se mueven”. Luego a principios de 1960, la empresa progresivamente redujo la producción de juguetes en hojalata, pasando a la inyección de plástico, cambio que aumentó la capacidad de reproducir detalles realistas, pero que redujo notablemente la durabilidad; en la misma época introdujeron la técnica de fundido a presión (die-cast[1]), mediante este nuevo método, la producción de juguetes GAMA (ahora diseñados como modelos coleccionables en miniatura), se enfocó en la fabricación de modelos realistas a escala de diferentes automóviles.

Entre 1960 y 1970, –al igual que en otras marcas competidoras– los modelos a control remoto fueron comunes; y, además introdujeron dos líneas de productos, una llamada «GAMA Rallye» famosas pistas de coches de carrera a escala, con piezas encajables que emulaban los circuitos de pistas de automovilismo y con vehículos que tenían un gancho especial que los mantenía pegados a la pista, esta serie de juguetes incluiría famosos autos de competencia (de la época) como el Opel GT, Porsche C6, Porsche 910, Porsche Carrera RSR, Ferrari GTO, McLaren CanAm, Matra, entre otros reconocidos de Fórmula Uno; y otra de modelos miniatura (Mini Modelos), llamada “MiniMods”. Posteriormente, a mediados de 1990, Schuco –su principal competidor posguerra– compraría toda la producción de modelos de automóviles. Por último, a finales de la misma década la empresa Märklin se hizo cargo de toda la producción de GAMA.

Como podemos notar, de acuerdo a la cronología e historia de la empresa, esta tuvo un rol importante durante la Segunda Guerra Mundial, pero ¿Qué sucedió durante este periodo? bueno, con el estallido de la Guerra, la producción de juguetes de muchas empresas alemanas –las cuales no fueron forzadas por el régimen nazi (1933–1945), sino que actuaron por voluntad propia, en razón de que gran parte de estos empresarios también los apoyaban– sirvió para propagar la ideología nazi en los niños de Alemania y; por ejemplo, GAMA, incluso sirvió para los fines propios del conflicto bélico, ya que suministraba materiales para la compañía Bachmann, von Blumenthal & Co., Flugzeugbau (BBF) la cual fue proveedora de la industria de la aviación y fabricación de armas alemanas entre 1938 y 1945.

En este orden de ideas, existió una serie completa de juguetes politizados creados con el objetivo de propagar “educativamente” la ideología nazi desde las edades tempranas de los infantes alemanes, esto ocurrió porque los niños debían conocer el Estado, sus instituciones y al Partido Nazi; sin embargo, dichos juguetes que hacían alusión al “Tercer Reich” y al régimen, a pesar de ser comercializados bajo el rótulo de «diversión para la familia», eran de corte racista y ayudaban a propagar la ideología fascista, inclusive los crímenes en masa; el conjunto de juguetes producidos y vendidos durante esta época, eran solo una muestra de cuan profundamente arraigada estuvo la ideología antisemita en la sociedad alemana, y como esta perspectiva se proyectó desde la misma infancia.

Por eso, era común que los “niños del régimen” jugarán con muñecos y muñecas vestidos con uniformes del régimen o de la Juventud Hitleriana, o con juguetes como cartas con rostros de los principales políticos del Nazismo; soldados; tanques y representaciones de Hitler y su comitiva, llegando al punto que, al ocuparse la industria alemana con las necesidades armamentistas de la Segunda Guerra Mundial, la demanda de juguetes fue suplida por los mismos prisioneros de los campos de concentración, para este caso hasta los juguetes y juegos hicieron parte activa de la historia del fascismo y del Holocausto.

En nuestro caso, desde 1929, hay registro de los primeros juguetes de origen industrial importados a Colombia por la Librería y Papelería Búffalo (ubicada en Medellín), que hasta la década1940 comenzó a fabricar juguetes, dando origen a Industrias Búffalo, insignia de la producción juguetera nacional de mediados de la década de 1940, misma época en la que además, inició la producción masiva de juguetes en serie en materiales como la hojalata, el hierro fundido, el celuloide y el plástico; la dificultad de acceder a las importaciones por la dinámica de la Segunda Guerra Mundial, fue una de las principales razones del auge de esta industria local, entre las fábricas más representativas del país podemos mencionar: Kico de Barranquilla, fundada en 1928; Fábrica Nacional de Muñecas que nace en 1940; Plastiflex, fundada en 1941 y la fábrica Grulla, que producía juguetes de caucho.

Debemos tener en cuenta que, los juguetes han formado –forman y formarán– parte de la cotidianidad (y serán testigos de su cambio), y que implícita o explícitamente reflejan la(s) sociedad(es), la forma en la que pensamos, y por supuesto, las modificaciones y transformaciones de este pensamiento colectivo; en este sentido, los juguetes son una herramienta clave para la representación simbólica desde la infancia, representación que lleva a los niños a apropiar e interpretar de manera alegórica la historia y el significado de algunos momentos importantes de la humanidad.

Anexo a la misma relación entre juguetes, vida y escuela, destacamos un ejemplo curioso de como las representaciones figurativas sobre la niñez, la guerra y el juego, hicieron parte de ámbitos cotidianos y escolares; el cual, probablemente tiene relación con la infancia de muchos colombianos, y es la popular canción (de principios del siglo XVIII y origen francés) “Mambrú se fue a la guerra”:

Mambrú se fue a la guerra,
¡Qué dolor, qué dolor, qué pena!
Mambrú se fue a la guerra,
No sé cuándo vendrá…

Dicha melodía infantil, es muestra de la importancia de la cultura y momento histórico en el que podía estar inmerso el niño, de su (auto)representación con ciertos juguetes y su conexión entre los juegos infantiles y la guerra, relación que tiene origen en tiempos antiguos:

La mayoría de los juegos se basan en antiguas ceremonias sagradas en danzas y luchas rituales” (Agamben 2001, p.99).

Entre tanto el niño descubre sus propios mundos donde “todo es posible”, y en su experiencia disfruta de “ser héroe o villano” según la perspectiva histórica en que se observe la dinámica, así, los niños construyen sus propias historias fantásticas de batallas y guerras dando un sin número de roles y usos a sus juguetes.

Ahora bien, la cultura material y la industria del juguete, aprovechó a nivel comercial y mercantil el papel socioeconómico que los niños han jugado en todas las sociedades, se les entiende como potenciales consumidores; y a pesar de que está visión está muy ligada al entretenimiento, sabemos que a partir del siglo XIX los fabricantes se concentraron en crear diferentes objetos para favorecer el aprendizaje de los niños, por consiguiente, los juguetes no pierden vigencia y son una manera de aprender jugando, de entender el mundo que les rodea, de desarrollar la imaginación, de tener conciencia de su cuerpo, de relacionarse y adquirir habilidades para prepararse para la vida adulta. Y en concordancia con uno de los principios reconocidos por la UNICEF en la Convención sobre los Derechos del Niño celebrada en 1989, los juguetes facilitan el Derecho a jugar.

Nos enfrentamos a una lectura socio-cultural y económica compleja del juego y el juguete (en sí mismo) en relación con la infancia, en el marco de su interacción en la vida normal o incluso (si esta sucede) en la vida escolar, por lo tanto, resaltamos su importancia y uso didáctico en el ámbito educativo, en virtud de que los juguetes –y la acción de jugar– son artefactos excepcionales recurrentemente utilizados en las aulas (desde hace ya varios siglos, estos han acompañado a los más pequeños durante toda la historia de la humanidad), puesto que el carácter motivador, educativo y globalizador de los contenidos intrínsecos en cada uno, ha contribuido a los procesos de definición de identidad(es) social(es) y colectiva(s) de los niños.

Para concluir, queremos referenciar dos posturas interesantes sobre los juguetes, en la primera, el filósofo alemán Walter Benjamin en la década de 1930, los entendía como una producción activa de la cultura; mientras que, en la segunda, el poeta francés Charles Baudelaire en 1914, los entendía como representaciones o copias materiales de múltiples formas de vida de acuerdo con tiempos y contextos específicos, en su criterio los juguetes eran una reproducción de la vida real en miniatura; y entenderlos integralmente, implicaba comprender ¿Cómo son? y explorar sus características tanto físicas como de relaciones y usos; de manera que este es el camino para identificar y entender a partir de estos, diversos aspectos de una cultura, conductas de un grupo social determinado o una época concreta. Para Baudelaire, “los juguetes son generadores de costumbres y definidores de gustos”.

¿Y, ustedes con cuales juguetes jugaron?, ¿Cómo estos definieron su identidad?, y ¿En el aula de clases, de cuáles juguetes se apoyan para ayudar a mejorar la capacidades y habilidades perceptivas, imaginativas, creativas, motoras; y también contar la historia a los niños?

Para conocer el Tanque de guerra, la colección de otros juegos y juguetes, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes a los fondos documentales que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las nuevas instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Palabras clave: Juguetes; Juego; Tanque de guerra; GAMA; Segunda Guerra Mundial; Ideología; Nazismo; Infancia; Escuela; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

Gama Toys (2021, 4 abril). Wikipedia. Fecha de consulta: 28 May. 2021. Recuperado de: https://es.xcv.wiki/wiki/Gama_Toys

Georg Adam Mangold (2020, 6 mayo). FürthWiki. Fecha de consulta: 28 May. 2021. Recuperado de: https://www.fuerthwiki.de/wiki/index.php/Georg_Adam_Mangold

Hans Mangold (2018, 8 octubre). FürthWiki. Fecha de consulta: 28 May. 2021. Recuperado de: https://www.fuerthwiki.de/wiki/index.php/Hans_Mangold

GAMA (2021, 4 abril). FürthWiki.  Fecha de consulta: 28 May. 2021. Recuperado de: https://www.fuerthwiki.de/wiki/index.php/GAMA

fabtintoys.com. (2010). Gama toys: model cars & trucks Made in U.S. Zone Germany. Fecha de consulta: 01 Jun. 2021. Recuperado de: https://www.fabtintoys.com/gama/

bbc.com. (2019). Los juguetes que se usaron para propagar la ideología nazi entre los niños de Alemania – BBC News Mundo. Fecha de consulta: 01 Jun. 2021. Recuperado de:  https://www.bbc.com/mundo/noticias-48076622

lavanguardia.com. (2017). Jugar para descubrir el mundo. Fecha de consulta: 01 Jun. 2021. Recuperado de:  https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20171124/433060886059/historia-juguete-infancia-imaginacion.html

Agamben, G. (2001). El país de los juguetes. Reflexiones sobre la historia y el juego. pág. 97. Fecha de consulta: 31 May. 2021. Recuperado de: http://www.bibliopsi.org/docs/carreras/electivas/ECFG/Problemas-antropologicos-en-psicologia/Infancia%20e%20historia%20El%20pais%20de%20los%20juguetes%20(Agamben).pdf

Romero, M. (2010). ¡Eso no se toca!: infancia y cultura material en arqueología (Don’t touch that!: childhood and material culture in archaeology). Complutum, Vol. 21 (2): 9-13. Fecha de consulta: 28 May. 2021. Recuperado de:  https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3336320

Cuervo Calle, J. (2017). Historia del juguete en Medellín 1910 – 1940: El juguete como mediador en la transformación de los conceptos de infancia. (Maestría). Universidad EAFIT, Medellín, Colombia. Recuperado de: https://repository.eafit.edu.co/bitstream/handle/10784/11740/CuervoCalle_Juliana_2017.pdf?sequence=2&isAllowed=y

Aristizábal, D. (2015). Juguetes e infancias. La consolidación de una sensibilidad moderna sobre los niños en Colombia (1840 – 1950). Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia: Facultad de ciencias sociales.

 

[1] Die-cast (juguete fundido a presión), es un juguete producido mediante el método de fundición a presión de poner plomo fundido, aleación de zinc o plástico en un molde para producir una forma particular y exacta. Esta clase de juguetes están hechos de metal, con plástico, caucho, vidrio u otras piezas metálicas mecanizadas. Fuente: https://en.wikipedia.org/wiki/Die-cast_toy

Pieza del mes de mayo de 2021: Material Multibase Montessori

Como pieza del mes, hemos seleccionado la caja de perlas doradas del material Multibase de la colección de material didáctico Montessori del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto donado por la recordada profesora Nelly Mendoza Zárate en el año 2015, el cual fue utilizado entre 1970 y 1980 en la sección de básica primaria del Instituto Pedagógico Nacional. Herramienta que aún tiene vigencia, siendo representativa del trabajo realizado por la médica italiana con formación en biología y antropología María Tecla Artemisia Montessori (1870–1952) que, a partir de sus trabajos de psicología experimental con niños denominados en la época como “anormales” y de los estudios médicos de esta población –catalogada en ese entonces como “retrasada” o “deficiente”–, fundamentó un método de enseñanza para todos los infantes, el cual se consolidó como método pedagógico de vanguardia.

A través de la experiencia educativa desarrollada en las ‘Casas dei Bambini’, Montessori revolucionó los parámetros educativos existentes hasta esa época, situando a los niños como los auténticos protagonistas del proceso educativo. Los inicios del siglo XX marcaron a la sociedad, transformando para siempre (y de forma radical) la educación infantil –y la idea misma de infancia– y en esta ‘revolución’ tuvo mucha influencia el trabajo de Montessori, porque creó una serie de materiales –aún utilizados en muchos jardines y colegios– que favorecerían los procesos de autoaprendizaje, y también porqué, le dio un vuelco total a las escuelas, sus actividades y su misión; poner la Escuela al alcance del niño significó que esta se adaptó al mundo infantil; desde ese momento la infancia se convirtió en el centro del sistema escolar.

Sobre su método de enseñanza, este se fundamentó en tres principios:

El ambiente adecuado, el maestro humilde y el material científico” (Montessori, 1950, p. 15).

En ese orden de conceptos, el Ambiente hace referencia a un espacio ‘pedagógicamente’ adecuado por el adulto para que el niño crezca y se descubra a sí mismo en medio de su contexto, por lo tanto, los maestros deben conocer y respetar las personalidades de cada niño y sus grados de desarrollo; y respecto al material –didáctico–, este, debe ser sensorialmente atractivo y puede tener un poder de atracción, requiriendo la actividad del niño para que desarrolle habilidades mediante su manipulación.

A partir de la experimentación con este material, Montessori resaltaba la experiencia de las ‘Casas dei Bambini’ o ‘Casas para niños’–inicialmente inauguradas en 1907 en barrios obreros de Italia para evitar el abandono de los niños en las calles; hogares que no se basaban en ningún tipo de planteamiento teórico, sino en la propia ‘vivencia’ educativa–:

Al mismo tiempo, hice fabricar un material científico exactamente igual al que yo usaba en una institución de niños con discapacidad mental, el cual por haber sido utilizado para ese objeto nadie pensó que pudiera llegar a ser un material escolar. No hay que imaginar que el “ambiente” de la primera Casa de los niños fuera amable y gracioso como el que presentan en la actualidad estos colegios” (Montessori, 1907, p.1).

Su método, al igual que estudios y desarrollos posteriores del mismo, hace referencia a un conjunto de materiales de enseñanza que corresponden a cinco principales áreas de aprendizaje:

  • Sensorial: trabaja percepciones sensoriales para el desarrollo de los sentidos (tacto, vista, oído, olfato y gusto), y del sentido estereognóstico (sentido por el cual se descubren e identifican volúmenes y objetos por medio del tacto).
  • Matemáticas: busca desarrollar el reconocimiento de números y cantidades; en esta los objetos tienen diferentes grados de dificultad a las que el niño accede progresivamente a medida que adquiere habilidades.
  • Lenguaje: desarrolla el lenguaje escrito y verbal mediante tres procesos principales: fonética de las letras, escritura y lectura.
  • Cultura: comprende las áreas de geografía, ciencia, arte, música, zoología, botánica, idiomas y educación cósmica (que pretende guiar las experiencias que vivirán los niños, para que continúen con el proceso de autoconstrucción y llegue a formarse como seres humanos capaces de contribuir a la creación de un mundo mejor –contribuir a la sociedad–; así mismo busca darles, una visión del todo para descubrir el Universo como una gran red en la que todos los elementos están interconectados y donde todos los seres de la creación formamos parte del proceso).
  • Vida práctica: Se divide en cuatro unidades: cuidado de la persona, cuidado del ambiente (casa), desarrollo de las relaciones sociales y conocimiento, y el control del propio cuerpo.

Áreas que, aportan al desarrollo temprano de diferentes habilidades como: discriminación visual[1], motricidad, lectura, escritura, matemática y vida cotidiana (higiene y cuidado de sí mismos).

En específico este ejemplar de material Multibase que exhibimos en el Museo se compone de series de perlas doradas unidas por una pieza de alambre metálico, las cuales conforman diferentes varitas cada una compuesta por diez (10) perlas que representan el concepto matemático de la decena; y, corresponden al módulo de introducción a la aritmética y aprendizaje de las matemáticas. Se trata entonces de materiales utilizados para trabajar el sistema decimal, y asimismo el valor posicional de cada cifra.

Jiménez, S. (2017). Conjunto de materiales Multibase de la colección de material didáctico Montessori del MPC – Perla de unidad, varita de perlas de decena, cuadrado de centena y cubo de millar. [Fotografía]. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano.

 

 

 

 

 

 

 

 


En este marco, el conjunto de ‘Materiales multibase’, denominado también como de ‘Base diez’ en el nivel inicial se utiliza para introducir al niño en el aprendizaje del sistema de numeración decimal (unidades, decenas, centenas, millares); –y en niveles más avanzados se puede utilizar para realizar las cuatro operaciones básicas de la aritmética (suma, resta, multiplicación y división)–. Bajo este concepto (y a través del uso de diferentes figuras geométricas) se desarrollaron estos materiales, los cuales en orden ascendente representan: la unidad (perlas sueltas en forma de esfera), las decenas (grupo de diez perlas unidas en forma de ‘barra rectangular’), la centena (100) representada por cuadrados, y por último las unidades de millar (1000) representadas por los cubos de madera; una característica importante de estos cuadrados y cubos, es que en sus lados están impresos círculos que representan las unidades a que se haga referencia –impresiones que además tienen relieve, por lo tanto, dichos círculos son palpables al tacto (recordemos que el método Montessori en sus inicios, se enfocó en niños con deficiencias físicas, sobre todo discapacidades visuales y auditivas, como también discapacidades mentales)–.

Guiado por el maestro, a medida que el niño explora este material comienza a entender y dominar el valor posicional de las cifras[2], para posteriormente como ya se indicó, desarrollar operaciones aritméticas.

Valor posicional: En el número 783, el 3 representa tres unidades; el 8 representa ocho grupos de diez unidades, u ocho decenas; y el 7 representa siete grupos de diez decenas, es decir, siete centenas. Fuente: https://edu.gcfglobal.org/es/los-numeros/valor-posicional/1/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para concluir, cada uno de estos materiales ‘Multibase’ pueden ser utilizados de manera independiente, por ejemplo, con los cubos de millar podemos trabajar el concepto geométrico de volumen. En este sentido, en específico las perlas resultan atrayentes para acercarse a las matemáticas ya que permiten ‘dar una imagen concreta a algo abstracto como los números’; con este tipo de material y a través de sus sentidos el niño puede tocar, sentir y ver la magnitud de los números perfectamente.

Resaltamos la importancia, permanencias y vigencias (a pesar de tener más de un siglo de tradición y aplicación) de todo el trabajo pedagógico y didáctico realizado por María Montessori, y de igual modo el impacto de los diferentes materiales que se diseñaron y crearon a partir de sus experiencias, ideas y razonamientos, no solo por revolucionar el enfoque y praxis de la Escuela en general, sino también por visibilizar y revalorar la importancia de la infancia y de su proceso de aprendizaje a nivel mundial.

Asimismo recordamos que en 1933 con la construcción de la ‘Casita Montessori’ –hoy “Casa de la Vida”–, y el año siguiente con la puesta en marcha del grado de preescolar ‘Kindergarten’ (Jardín Infantil) su legado se principió y materializó en nuestro(s) contexto(s) escolar(es) de formación docente, introduciendo el modelo de la reconocida ‘Escuela Activa’ del siglo XX en las metodologías de enseñanza de la época y haciendo parte activa de los fundamentos teóricos y prácticos, como también de los ambientes y espacios anexos de experimentación del antiguo Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas, hoy conocido como Universidad Pedagógica Nacional.

Para conocer la caja de Material multibase o Base diez, la colección de otros materiales didácticos Montessori –únicos objetos originales de la colección del Museo que podemos manipular–, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes a los fondos documentales que exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las nuevas instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras clave: Material Multibase; María Montessori; Material Didáctico; Matemáticas; Sistema Decimal; Infancia; Maestros; Educación; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Montessori, M. (1950). El método de la pedagogía científica aplicado a la educación de la infancia. Barcelona: Biblioteca Nueva.

Montessori, M. (1907). Palabras inauguración Casas dei Bambini. España: Blog Montessori para todos. Recuperado de: https://montessoriparatodos.es

Bonicos: Material Montessori (2020). Educación Cósmica. Fecha de consulta: Fecha de consulta: 29 Abr. 2021. Recuperado de: https://bonicos.es/educacion-cosmica/

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

Asociación Montessori Española (2020). Biografía de María Montessori. Fecha de consulta: Fecha de consulta: 28 Abr. 2021. Recuperado de: http://asociacionmontessori.net/biografia/

pequefelicidad.com (2017). Matemáticas Montessori: Los primeros materiales. Fecha de consulta: 29 Abr. 2021. Recuperado de: http://www.pequefelicidad.com/2017/03/matematicas-montessori-los-primeros.html

reseteomatematico.com (2016). Base 10 o Cubos multibase. Fecha de consulta: 30 Abr. 2021. Recuperado de: https://reseteomatematico.com/base-10-cubos-multibase/

aprendiendoconmontessori.com (2019). El banco Montessori ¿Qué es? ¿Para qué se utiliza?. Fecha de consulta: 30 Abr. 2021. Recuperado de: https://www.aprendiendoconmontessori.com/2019/02/el-banco-montessori-que-es-para-que-se-utiliza/

Guía Montessori (2020). 6 de enero de 2017, se cumplen 110 años de la apertura de la primera «Casa dei Bambini». Fecha de consulta: 28 Abr. 2021. Recuperado de: http://guiamontessori.es/6-de-enero-de-2017-se-cumplen-110-anos-de-la-apertura-de-la-primera-casa-dei-bambini

 

[1] La discriminación visual es la habilidad visual que ayuda al niño a reconocer las semejanzas y las diferencias de formas, colores y posición de objetos, personas y materiales impresos, y a advertir las coincidencias entre ellos. Esta habilidad le permite prestar atención a los detalles y apreciar las diferencias leves existentes entre objetos e imágenes que son similares. Fuente: https://webdelmaestro.com/discriminacion-visual-concepto-y-actividades/

[2] El valor posicional es el valor que toma un dígito de acuerdo con la posición que ocupa dentro del número (unidades, decenas, centenas…). Es por ello, que el cambio de posición de un dígito dentro de un número altera el valor total del mismo. Fuente: https://www.smartick.es/blog/matematicas/recursos-didacticos/valor-posicional-numeros/#:~:text=El%20valor%20posicional%20es%20el,el%20valor%20total%20del%20mismo.