En su compromiso con la conservación, investigación y difusión de la memoria escolar y la educación, como también el estudio histórico sobre sus colecciones materiales, el Museo Pedagógico Colombiano eligió como pieza del mes ‘El Tesoro de la Juventud’, enciclopedia que pertenece al Archivo de publicaciones bibliográficas que el Museo conserva y tiene a disposición para consulta de público general e investigadores.
Con ‘Enciclopedia’, nos referimos a aquella obra donde se reúnen conocimientos de distintos ámbitos del saber y las actividades humanas (RAE, 2024); quizás se trata de los libros más emblemáticos a lo largo de la historia pues contribuyeron a democratizar el saber y fomentar una visión positiva del progreso humano por medio de vastas páginas y numerosos ejemplares.

Los orígenes de las enciclopedias antiguas se remontan a la Grecia clásica, con las obras de Aristóteles, específicamente, sus tratados filosóficos, física, biología, lógica, estética, etc., pues fueron indicios de lo que sería la compilación y organización del conocimiento en distintas áreas. Tres siglos después, aun en la antigüedad, hallamos en el Imperio romano otro de los precursores de lo que es hoy la enciclopedia, se trata de Plinio el Viejo (siglo I d.C.) con su obra «Historia Natural» originalmente escrita en latín ‘Naturalis Historia‘.

Esta obra pretendía abarcar el conocimiento científico y cultural hasta ese momento y trataba «temas que incluyen astronomía, matemáticas, geografía, etnografía, antropología, fisiología humana, zoología, botánica, agricultura, horticultura, farmacología, minería, mineralogía, escultura, pintura y piedras preciosas.» (González, 2022, pág. 1). Naturalis Historia ha llegado a ser el mejor ejemplo de cómo debería ir organizada la enciclopedia (González, 2022) y se mantuvo como referencia durante siglos.
Un siglo después, exactamente en China, se creó «El Huainanzi» (siglo II a.C.), obra filosófica que hizo «una recopilación ecléctica de ensayos sobre mitología, historia, astronomía, filosofía, ciencia, metafísica, naturaleza y política.» (dbpedia.org, s.f.) Este documento ofrecía una visión profunda del pensamiento chino de la época.
Tiempo después, con la caída del Imperio romano, en el año 476 d. C., inició la Edad Media. Durante este periodo histórico, el obispo español San Isidoro de Sevilla (Biblioteca Nacional de España, s.f.), se hizo famoso por su obra «Etymologiae» o Etimología. San Isidoro decidió nombrar su obra así, ya que era:
«un método de enseñanza mediante el cual se explica el origen y el significado de cada palabra relacionada con el tema. San Isidoro basó en muchas fuentes diferentes su intento de resumir todo el conocimiento antiguo y guardarlo para la posteridad. La fama de la obra hizo que se la copie y se la disemine mucho y su popularidad duró incluso hasta el Renacimiento. Para los eruditos medievales, Etymologiae era un compendio inigualablede información.» (Etymologiae – Biblioteca Nacional de España, s.f., párr. 2).
Esta obra fue fundamental para preservar y transmitir el saber en una época dominada por la Iglesia y sus dogmas.
Siguiendo esta línea histórica, llegamos al periodo considerado como una etapa de transición entre la Edad Media y los comienzos de la Edad Moderna. Denominado como El Renacimiento abarcó desde el siglo XV hasta el XVII. Este movimiento cultural y artístico se caracterizó por un resurgimiento del interés en la cultura clásica grecorromana. El Renacimiento marcó un cambio significativo en el pensamiento, el arte y la ciencia, impulsando un renovado interés por las ideas clásicas y sentando las bases para el desarrollo del mundo moderno.

En este contexto en 1658 se publicó el famoso ‘Orbis Sensualium Pictus’ o ‘El Mundo en Imágenes’ de Juan Amós Comenio, que se considera la primera enciclopedia ilustrada dirigida específicamente a niños. Al respecto Runge et al. (2007) nos plantea que:
«El Orbis Pictus muestra el todo, su origen y principio, y la finalidad del hombre en él. Así pues, a la intención teológico-filosófico y didáctico-pedagógica del libro le subyace otro fin, a saber: el de buscar mejorar la humanidad, perfeccionar el mundo y volver a encontrar el camino que lleve de nuevo a Dios mediante una pansofía didactizada por medio de imágenes.» (pág. 78).
Se han señalado algunos registros en relación con las primeras enciclopedias a través de diferentes momentos históricos. No obstante, fue hasta el siglo XVII en el periodo denominado La Ilustración, donde las enciclopedias adquirieron una importancia fundamental en la organización del conocimiento humano. En esta época, la ciencia y la razón empezaron a ganar protagonismo como fuentes de conocimiento, no en vano, también se llamó el «Siglo de las Luces».

La obra más destacada de este periodo surgió en Francia y se denominó ‘Encyclopédie, ou dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers’ o L’Encyclopédie’, (Diccionario razonado de las ciencias, las artes y los oficios). La enciclopedia fue dirigida por Denis Diderot y Jean le Rond d’Alembert y reunió a más de 160 de los pensadores más brillantes de su tiempo, incluyendo figuras como Rousseau, Montesquieu y Voltaire, concebido entonces a partir de un esfuerzo colaborativo monumental.
El proyecto fue considerado el motor intelectual más influyente de su tiempo pues revolucionó la forma de pensar de las personas al desafiar las creencias establecidas y ofrecer una nueva perspectiva sobre la vida (Biblioteca Nacional de España, s.f.). Sin duda, la enciclopedia francesa de Diderot y d’Alembert, sistematizó el conocimiento de manera crítica y accesible, y se transformó en el modelo establecido para todas las enciclopedias modernas.
Durante los siglos XIX y XX, a medida que la ciencia avanzaba y el optimismo sobre el progreso humano fue en aumento, las enciclopedias se convirtieron en herramientas clave para la educación. Aunque como ya se referenció, el ‘Orbis Pictus’ se considera como la primera enciclopedia para niños. bien, desde una perspectiva moderna, la enciclopedia ‘El Tesoro de la Juventud’ se estima como una de las primeras colecciones de enciclopedias publicadas a inicios del siglo XX, dirigida a niños y, por tanto, se le valora como una herramienta muy interesante en términos educativos.


El Tesoro de la Juventud es la adaptación hispanoamericana de ‘The Children’s Encyclopedia’, creada por el escritor y educador inglés Arthur Mee (1875–1943) y publicada originalmente en Inglaterra en el año 1908. Contenía ilustraciones, mapas, fotografías, cuadros, grabados y retratos. Inicialmente publicada en formato de folletos, luego paso a ser recopilada en volúmenes (Riesco, 2008). The Children’s Encyclopaedia se alineaba con el espíritu de La Ilustración, donde se promovía la idea de que el conocimiento debía ser para todos, y, asimismo, la educación, pues como herramienta era fundamental para el progreso humano. Fue tal el éxito de esta colección que se tradujo a varios idiomas, incluido el español. «La primera edición en castellano […] fue publicada en 1915 por la editorial Walter M. Jackson» (Riesco, 2008, pág. 207). Siendo en un inicio el editor responsable de la publicación y distribución en toda América Latina y España.
El Tesoro de la Juventud consta de 20 volúmenes que incluyen distintos temas, desde ciencia y tecnología pasando por historia, literatura, geografía hasta biografías de figuras célebres. El objetivo de la colección era despertar la curiosidad infantil y educar a través de un lenguaje escrito, accesible, sencillo y lleno de ilustraciones, grabados fotografías en blanco y negro, y algunas láminas a color. De acuerdo con Riesco (2008) los contenidos de El Tesoro de la Juventud:

«se dividieron bajo los siguientes apartados: «La Historia de la Tierra», «El Libro de las narraciones interesantes», «El Libro de América Latina», «Los países y sus costumbres», «Cosas que debemos saber», «El Libro de la poesía», «El Libro de nuestra vida», «Historia de los libros célebres», «Los dos grandes reinos de la naturaleza», «Juegos y pasatiempos», «El Libro de los «por qué»», «El Libro de los hechos heroicos», «Hombres y Mujeres célebres» y «El Libro de las lecciones recreativas».» (pág. 208)
Con los años la enciclopedia tuvo cambios en su contenido e incluso su nombre, por ello «hacia 1970 la Editorial Walter M. Jackson, Inc., cambió el nombre de la enciclopedia por el de El Nuevo Tesoro de la Juventud» (Riesco, 2008, pág. 207).
Es evidente el impacto de la obra, ya que, su distribución alcanzó un vasto territorio. Igualmente, la enciclopedia transmitía una visión optimista del progreso humano y el avance de la civilización. Mostrando a los niños, los avances científicos y los descubrimientos de la época, buscando inspirar admiración por la ciencia, la cultura, promoviendo también valores morales y virtudes como el esfuerzo, la constancia y el patriotismo (Riesco, 2008).

Para conocer y consultar la colección ‘El Tesoro de la Juventud’; otras ediciones enciclopédicas; textos, manuales escolares y de alfabetización, y demás archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos; y también los objetos e implementos escolares de la historia, memoria y la práctica educativa y pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.
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Palabras Clave: Enciclopedia; El Tesoro de la Juventud; Ciencia; Sistematización del Conocimiento; Libros Ilustrados; El Renacimiento; La Ilustración; Infancia; Museo Pedagógico Colombiano.
Autoría: Sergio Leonardo Linares Corzo – Estudiante del Programa en Pedagogía.
Revisión y corrección de estilo: Museo Pedagógico Colombiano.
Referencias:
Biblioteca de la Academia Nacional de Medicina. (s.f.). Plinio el Viejo y la Historia Natural. Recuperado de: http://www.biblioteca.anm.edu.ar/plinio.htm
Biblioteca Nacional de España. (s.f.). Enciclopedia francesa. Recuperado de: https://www.bne.es/es/Micrositios/Guias/ObrasReferencia/Enciclopedias/EvolHistorica/EncicloFrancesa/
Biblioteca Nacional de España. (s.f.). Etymologiae. Recuperado de:
https://www.bne.es/es/obras/etymologiae
dbpedia.org. (s.f.). Huainanzi. dbpedia.org. Recuperado de: https://es.dbpedia.org/page/Huainanzi
González González, P. (2022). Plinio, El Viejo. Historia natural (Anexo 2.17). Recuperado de https://repositorio.uam.es/bitstream/handle/10486/686605/gonzalez_gonzalez_piedad_Anexo%202.17%20Plinio%2C%20El%20Viejo%20Historia%20Natural.pdf?sequence=19&isAllowed=y
Riesco, Leonor. (2008). El maravilloso mundo de El tesoro de la juventud: Apuntes históricos de una enciclopedia para niños. Universum (Talca), 23(1), 198-225. https://dx.doi.org/10.4067/S0718-23762008000100010
Runge Peña, Andrés Klaus, Juan David Piñeres, & Alexander Hincapié García. (2007). Una mirada pedagógica a la relación entre imagen, imaginación y formación humana, tomando como ejemplo el Orbis Sensualium Pictus de Juan Amós Comenio. Revista Educación y Pedagogía, 19(47), 71-90.