Pieza del mes de marzo de 2024: La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada: cuna de las ciencias en Colombia.

Como pieza del mes, el Museo Pedagógico Colombiano eligió el tomo introductorio de la colección Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada publicada en 1954, mediante un convenio cultural auspiciado por los gobiernos de Colombia y España, en colaboración con los Institutos de Cultura Hispánica de Madrid y de Bogotá. La colección en mención fue un proyecto cultural que nació en 1952 y se renovó en 1982, con el objetivo de publicar la monumental investigación florística e iconográfica dirigida por el sacerdote, botánico, geógrafo, matemático, médico y docente español José Celestino Bruno Mutis y Bosio (1732–1808) que arribó al Virreinato en 1760, e introdujo las teorías del naturalista sueco Carlos Linneo, reconocidas como el primer lenguaje universal para describir y clasificar la naturaleza.

José Celestino Mutis. (ca. 180). [Óleo de Pablo Antonio García del Campo]. Colección Museo Nacional de Colombia. Reg. 546. Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

La edición completa de la obra científica más importante del siglo XVIII desarrollada en el territorio nacional consta de 51 volúmenes, organizados por familias botánicas, y aproximadamente contiene 2.666 láminas de plantas cuya reproducción es fidedigna por los detalles, colorido y extraordinaria belleza. En ese sentido, la Expedición Botánica fue un importante proyecto del periodo colonial americano que documentó el inventario de especies naturales del Virreinato de Nueva Granada; y aportó la búsqueda, recolección y clasificación de aproximadamente 20.000 especies vegetales y 7.000 animales del territorio que actualmente corresponde con nuestro país. Además, en tal empresa científica, se construyó y fundó el Observatorio Astronómico Nacional en 1803 –el más antiguo de América–, y se estableció un selecto grupo de jóvenes científicos criollos, junto con dibujantes y artistas neogranadinos que realizaron un registro biológico, botánico y gráfico de las riquezas naturales del Reino de la Nueva Granada para darlos a conocer con fines de aprovechamiento y beneficio para la sociedad.

Como podemos notar los objetivos perseguidos por la Expedición fueron ambiciosos, no solo elaboró un importante estudio de historia natural de la Nueva Granada, sino también, intentó elaborar la carta geográfica del territorio del Virreinato incluyendo su flora y sus recursos naturales. Tal proyecto de interés científico promovido por el Sabio Mutis, oficialmente emprendió su fructífera marcha el 30 de abril de 1783, y se formalizó como una empresa cultural auspiciada por la Corona española mediante Cédula Real suscrita el 1º de noviembre del mismo año.

De acuerdo con Rivas Goday autor del prólogo de nuestra pieza del mes:

“No fué la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada la mera exploración florística de un territorio, ni menos la recopilación de características sistemáticas de plantas encontradas al azar por exploradores poco o nada vinculados al país que recorren y que luego rinden sus frutos publicitarios en tierras extrañas. Desde que Carlos III la sancionó a través de su Ministro General de Indias, Don José Gálvez, Marqués de la Sonora, aprobando las medidas que tomó el Arzobispo Virrey de Nueva Granada Don Antonio Caballero y Góngora, en 1783, y desde antes, cuando Mutis, en 1760, pisó primera vez en suelo americano, hasta que, por la muerte del sabio, por las convulsiones de la emancipación y por otros varios imponderables de la Historia, se extinguió, fué la Expedición un verdadero Instituto en el sentido moderno, que tomó bajo su responsabilidad el estudio indefinido de los recursos naturales de un área vastísima, la promoción de su aprovechamiento y la educación de una juventud destinada a perpetuar tales intereses. Sobrepasó también la visión integral sobre la naturaleza, predominante, más que ahora, en el siglo XVIII y significó una tendencia que, aun presentada en nuestros días, sería tenida como moderna, porque consistió en la adaptación de los hombres al medio intertropical, promesa de la humanidad” (Goday, 1954).

Espeletia sp. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

El material recopilado durante la labor desarrollada por los exponentes de la Expedición no fue sólo numeroso y valioso en información, sino magnífico como obra iconográfica y artística. Así pues, un año después de iniciada la institución científica, –reconocida como la cuna y referente obligado de las ciencias en Colombia– Mutis en compañía de los pintores neogranadinos Pablo Antonio García, Salvador Rizo y Francisco Javier Matis, coordinaron un proceso de reflexión, experimentación y creación colectiva para la organización del trabajo, los criterios científicos, técnicos y estéticos para la representación, el color y la composición de las láminas producidas. A partir de este proceso, Mutis señaló una nueva técnica denominada ‘invención de los colores’.

De esta manera, aquella empresa ilustrada, promovió la fundación de la primera escuela estatal de arte. En ella numerosos artistas aprendieron y trabajaron en una verdadera academia; experiencia que abrió múltiples posibilidades para el campo, puesto que, la aplicación de nuevas técnicas y el detallado trabajo de retratar la flora, llevó al posterior desarrollo de la miniatura moderna, el dibujo directo de la naturaleza, y de la técnica del paisaje. Por tal motivo, la artista colombiana Beatriz González resaltaba:

La creación de una Expedición Botánica con una Oficina de Pintores anexa introduce una innovación fundamental. Se trata de un cuerpo de pintores vinculados orgánicamente a una empresa científica, que laboran, viven, comen, departen y comparten en su sede, que se desplazan con ella, que se hallan en relación permanente con sus naturalistas y colectores («herbolarios»), que, en fin, integran una familia unida por los lazos del amor a la ciencia y al arte. La formación académica de los pintores quiteños, que comenzaron a llegar en 1787, los predisponía para asimilar todas estas influencias. Su llegada vino a favorecer y a fijar definitivamente muchas de las tendencias mencionadas. La Oficina de Pintores generó sus propios mecanismos de reproducción gracias a la creación en Mariquita, en 1787, de la Escuela de Dibujo, que florecería en Santafé a partir de 1791. Acogió este plantel hasta 32 alumnos simultáneamente y produjo algunos de los mejores pintores que conoció la obra de Mutis (Lino José de Acero, Camilo Quesada, etc.). La creación en la capital a principios del siglo XIX de la Escuela Gratuita de Dibujo permitió que se vincularan a la Expedición vástagos del patriciado criollo, deseoso de procurar a sus hijos una formación en bellas artes” (González, 2017).

Malvastrum. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Tal fue la esplendidez que la obra ilustrada evidenciaba en cada una de las láminas y dibujos de las especies descubiertas, que cuando el científico, geógrafo, astrónomo, humanista, naturalista y explorador alemán Alexander von Humboldt (1769–1859) tuvo conocimiento de los esfuerzos realizados por Mutis, recorrió el territorio del Nuevo Reino y fue en búsqueda de tan magna empresa científica. Una vez allí, comparó sus colecciones con las ya recopiladas en la Nueva Granada, y al encontrar todo un equipo organizado, elogió generosamente la voluntad, empeño, mérito y carácter científico del trabajo; destacando su admiración por la calidad de la obra pictórica: “…jamás se ha hecho colección alguna de dibujos más lujosa, y aún podría decirse que ni en más grande escala”.

Podemos considerar entonces qué, alrededor de la Expedición se instituyó un movimiento artístico y gráfico de orden botánico, qué, a través de atractivas y coloridas ilustraciones historió con detalle y precisión la naturaleza, siendo entonces un referente fundamental para los famosos herbarios desarrollados durante el siglo XX como materiales de apoyo en la enseñanza de las ciencias naturales y la biología para las secciones de secundaria de distintos colegios.

Humboldt y Bonpland, deseosos de conocer a los miembros de la Expedición y sus trabajos, estuvieron en Bogotá en 1801. Colocados todos estos sabios a igual altura en talento y amor a la ciencia, bien pronto la amistad enlazó sus corazones en nombre del común amor. Mutis les abrió las puertas de la Expedición y les mostró sus herbarios, sus colecciones zoológicas y mineralógicas, sus instrumentos, manuscritos y dibujos. Según dichos sabios, jamás se ha hecho colección alguna de dibujos más lujosa, y aún podría decirse que ni en más grande escalar; ni jamás se ha consagrado, en parte alguna de Europa, a un solo ramo de historia natural, una biblioteca tan bella y tan rica como la biblioteca botánica de esta Expedición. […](Vezga, 1880).

Abate Antonio José de Cavanilles. (1801). [Óleo de Salvador Rizo]. Colección Museo Nacional de Colombia. Reg. 549. Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Precisamente, el taller pictórico de la Expedición Botánica, contó con más de 60 miembros, entre oficiales, alumnos y aprendices. Por tanto, herencia de ella se establecen vínculos directos entre la historia de la formación y educación en bellas artes, y la labor de los expedicionarios, desde finales de siglo XVIII.

De conformidad con las memorias de Florentino Vezga (1833–1890), la Sociedad de Naturalistas Neogranadinos (1859–1861), alentada por el espíritu y legado de la Expedición, continuó la labor iniciada en el siglo XVIII por Mutis y sus colegas; conocida como la primera sociedad de carácter científico que se creó en la República, recogió y estudió la flora y fauna de la geografía de Colombia en su tiempo, y surgió como consecuencia del ambiente de investigación y el florecimiento cultural, que implantó la Comisión Corográfica (1850-1859). Célebre empresa científica que, durante el siglo XIX, documentó sistemáticamente la cartografía, los rasgos físicos del paisaje y el componente humano del país. Mediante ella se conocieron las diferencias, semejanzas y posibilidades de un territorio desconocido hasta ese momento; gracias a este ‘proyecto nacional’, fue posible dejar de imaginar una nación para realmente caracterizar el paisaje y construir conocimiento respecto al territorio, sus habitantes, su fisionomía, costumbres e indumentaria.

En correspondencia con la Expedición, la Comisión también tuvo efectos estéticos y significado para la historia del arte colombiano, ya que, a través de láminas y acuarelas se retrataron las regiones y las gentes de la República de la Nueva Granada. La técnica pictórica conjugó la mirada del viajero y la habilidad del pintor, siendo un autorretrato colectivo y perpetuo de los colombianos que con su esfuerzo construyeron la nación; en su conjunto las acuarelas conforman una parte fundamental de la memoria del territorio nacional de mediados de siglo XIX.

Retomando los logros de la vasta ‘obra expedicionaria’, además de su impacto científico, que a todas luces iluminó a la Nueva Granada hacia la razón y la ciencia de la Ilustración, la Expedición no solo se enfocó en la rama de la botánica. También, se orientó a otras ciencias: medicina, farmacéutica, astronomía, zoología, geografía, matemática, agricultura, ganadería, minería e industria; asimismo, se destacan sus aportes con relación al campo del arte; y, se considera su vínculo con las luchas de la Independencia.

En ese aspecto, se destaca el capital humano y cultural de los participantes de la Expedición Botánica. En consecuencia, sobresalen varios personajes fundamentales para la historia política nacional colombiana de finales del siglo XVIII y las primeras dos décadas del siglo XIX: Francisco José de Caldas (encargado de la división de astronomía y geografía), Francisco Antonio Zea (encargado de la subdirección), Jorge Tadeo Lozano (encargado de la división de zoología), Sinforoso Mutis (encargado de la división de botánica) y Pedro Fermín de Vargas (comisionado para la recolección de plantas y acopió de datos científicos), considerados por la historia oficial colombiana como próceres del movimiento independentista. Pugna que incluso retrasó y terminó por afectar el funcionamiento y las labores investigativas del proyecto científico.

Algunos de los criollos ilustrados mencionados terminarían de perfeccionar sus conocimientos en las ciencias en el interior de la Expedición, e igualmente, lideraron la revuelta del 20 de julio de 1810, y aunque, entre sus propósitos Mutis no proyectaba formar líderes políticos, ellos mismos forjaron aquellas aspiraciones bajo la sombra de su biblioteca y de los ideales de la ilustración. Incluso, en el Observatorio Astronómico Nacional –lugar de funcionamiento de la magna empresa científica–, se realizaron varias reuniones en las que se planeó la disputa que estallaría aquel 20 de julio, aprovechando la concentración de pobladores de todas las clases sociales, con motivo del día habitual de mercado en la Plaza Mayor de Santa Fe.

Barnadesia spinosa. Dibujo de Manuel José Xironza. Lámina de la Expedición Botánica (1783-1816). Fuente: https://www.revistacredencial.com/historia/temas/la-obra-grafica-de-la-expedicion-botanica-del-nuevo-reino-de-granada-1783-1816

Para finalizar, como datos estadísticos relevantes de los esfuerzos de la Expedición Botánica y el equipo dirigido por Mutis, según la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico de Madrid:

La documentación acopiada por José Celestino Mutis se compone de unos 20.000 pliegos de herbario y muestras de frutos y semillas […] y de más de 7.600 dibujos botánicos, apuntes científicos y archivos de historia natural que fueron enviados a España en 1816”, que son conservados en la Biblioteca y el Archivo del Jardín Botánico de la capital española.

Para conocer y consultar el ejemplar Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, otros documentos en relación con la historia de enseñanza de las ciencias naturales y la biología; textos, manuales escolares y de alfabetización y demás archivos pertenecientes a los fondos documentales; y también los objetos e implementos escolares de la historia, memoria y la práctica educativa y pedagógica que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

 

Palabras clave: Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada; José Celestino Mutis; Salvador Rizo; Arte; Pintura; Biología; Ciencias Naturales; Bellas Artes; Independencia de Colombia; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Vezga, F. (1880). La Expedición Botánica de Mutis. Recuperado de: https://www.cervantesvirtual.com/obra/la-expedicion-botanica-de-mutis-1165757/

González, B. (2017). Los Pintores de la Expedición Botánica. Credencial Historia No. 74. Recuperado de: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-74/los-pintores-de-la-expedicion-botanica

Diaz, S. (2017). La Real Expedición Botánica. Credencial Historia No. 240. Recuperado de: https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-240/la-real-expedicion-botanica

MUSEO NACIONAL. (2009). Mutis al natural, Ciencia y arte en el Nuevo Reino de Granada. Las imágenes botánicas: piezas de estudio. Recuperado de: https://www.museonacional.gov.co/sitio/mutis/iconografia.html

rjb.csic.es. (2015). La colección ‘Flora de la Real Expedición Botánica’ ya se puede consultar en la Biblioteca Digital del Real Jardín Botánico, CSIC. Recuperado de: https://rjb.csic.es/la-coleccion-flora-de-la-real-expedicion-botanica-ya-se-puede-consultar-en-la-biblioteca-digital-del-real-jardin-botanico-csic/

MEN. (2010). Ciencia y la Expedición Botánica en la Independencia. Colección Bicentenario. Recuperado de: https://redaprende.colombiaaprende.edu.co/recursos/colecciones/HSDM4BFPF7E/FLJOJ3WXN21/33136

Cárdenas, B. (2010). Expedición Botánica e ilustración científica. EXPEDITĬO, (3). Recuperado de: https://revistas.utadeo.edu.co/index.php/EXP/article/view/707

Pieza del mes de Marzo de 2023: Caja de cráneos dentados de pequeños mamíferos

Este mes el Museo hará reconocimiento a la enseñanza de la disciplina científica de la biología, que, en el contexto del aula escolar, retomó algunos pasos del Método Científico de investigación. Para este caso tendremos como referente la Caja de cráneos dentados de pequeños mamíferos, que pertenece a la colección de implementos escolares de la enseñanza de la biología y las ciencias naturales del Museo Pedagógico Colombiano.

La Caja se compone por una estructura rectangular de madera protegida con un panel frontal de vidrio que permite observar al detalle los cráneos de 6 distintos animales, los cuales están divididos según el tipo de dentadura de cada mamífero e incluye las etiquetas de cada uno escritas en alemán. En esta encontramos: un mono, un conejo, una zarigüeya, un erizo, un zorro y un ciervo. Se reconoce mediante dichos ejemplares, su edad, los hábitos e incluso la manera en la que murieron, siendo las colecciones sistemáticas de este tipo de cajas un recurso suma importancia para la historia de la investigación científica, que contribuyen a la resolución de numerosos problemas de carácter taxonómico, biogeográfico, ecológico, anatómico, evolutivo y genético, determinados s en parte gracias al estudio de ejemplares como estos y otros de índole similar que están depositados en diferentes colecciones científicas de otros museos y laboratorios.

En este orden de ideas, el proceso de limpieza aplicado para la calavera[1] de un mamífero dependerá del tamaño, edad, condición del ejemplar y por supuesto, las distintas técnicas que se han desarrollado a lo largo del tiempo, siendo la Taxidermia[2] el primer paso del proceso. Así, los métodos de limpieza para la eliminación total de la carne de un animal muerto, comprenden: ebullición, maceración con bacterias, el uso de químicos y varios artrópodos.

Podemos reconocer como vínculo científico relacionado con nuestra pieza, las numerosas experiencias de disección de animales desarrolladas en la escuela en años anteriores, prácticas lógicamente impulsadas desde el Método Científico ya referido, y con las cuales se buscaba observar para entender la anatomía y el funcionamiento de los diferentes sistemas y órganos de los seres vivos. La palabra disección en latín «dissectio onis«, refiere a la separación organizada de partes y órganos en un animal o humano para su respectivo estudio.

Según un artículo científico:

Entre las ventajas del uso de disecciones animales se encuentran la amplia
disponibilidad de muestras, el escaso coste y la no necesidad de disponer de estructuras
arquitectónicas específicamente dedicadas al almacenamiento y conservación de las piezas. Además, las piezas frescas son más parecidas a la realidad que las sometidas a métodos de conservación.
” (Brígido et al, 2021, 257).

Y aunque, el artículo refiere a la formación en medicina, no difiere de los objetivos que la formación en ciencias tiene en cualquier grado o especialidad, el acercamiento a la anatomía por medios propios, posibles de ver y documentar.

Con relación al uso específico de estos materiales en la historia de la institución que sirvió como precedente de la Universidad Pedagógica Nacional, hallamos un referente para el Cuarto y Quinto Año de formación y Enseñanza Objetiva, en las instalaciones de la Escuela Anexa del Instituto Pedagógico Nacional (IPN) para Señoritas, que incluyó el desarrollo de prácticas en las asignaturas de Botánica y Zoología, con el objetivo de que las futuras maestras se formarán profesionalmente en la enseñanza de las ciencias naturales, enfocadas especialmente en el estudio de los reinos de la naturaleza animal y vegetal. Tal como se sustentaba en el pensum:

Se tratará […] en Zoología de los animales domésticos y en general de los animales más importantes del país, y de algunos representantes de animales extranjeros. El valor instructivo de la asignatura no debe buscarse tanto en una descripción minuciosa, sino en las observaciones de los fenómenos de la vida y en la conexión de dichos fenómenos con el organismo de las plantas, del animal, así como los seres inertes de la tierra” (Ministerio de Educación Nacional, 1932, p. 104).

Pese a no tener registro exacto sobre los cursos académicos que hicieron uso directo del material reseñado, dichos recursos de enseñanza fueron parte de las colecciones del antiguo Museo de Biología del IPN para Señoritas creado en la década de los años treinta a partir de diferentes procesos de dotación material de útiles y recursos para la enseñanza, con los que se llenaron el Museo y los laboratorios de Química y Física.

Así, la Caja de Cráneos, perteneció a la diversa cantidad de materiales didácticos acopiados para la enseñanza de las ciencias en el antiguo Instituto Pedagógico conocemos que nuestra pieza del mes, fue traída directamente desde Alemania en el marco de las actividades de la Segunda Misión Pedagógica Alemana contratada el 24 de septiembre de 1926, y liderada por Franzisca Radke, por la cual se dotó al Instituto de los recursos físicos, didácticos y humanos necesarios para cumplir con su objetivo. Además del acercamiento a estos materiales, los aportes de aquella Misión Alemana propiciaron la transformación de la educación colombiana y, en el escenario político en que se desarrolló –gobierno liberal de Enrique Olaya Herrera (1930)–, se prestó especial atención a la educación y al progreso de la misma.

Museo de Biología del Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas. (1932). [Fotografía]. Tomada de: Álbum Fotográfico del Instituto Pedagógico Nacional Para Señoritas, Escuelas Salesianas de Fotograbado, Tipografía y Encuadernación, 1932, Bogotá. Fuente: Museo Pedagógico Colombiano, Colección IPN.

Para ese entonces, la enseñanza de la biología, estuvo atravesada de acuerdo con los conceptos y prácticas desarrolladas por la Misión, teniendo implicaciones en las temáticas, en la forma de problematizar la ciencia, y asimismo el método para abordar las lecciones en esta disciplina. Así, la propia asignatura se encargó de conceptualizar la forma para ser enseñada, ya que, los métodos basados en descripciones teóricas minuciosas fueron opacados ante la necesidad de observación y experimentación como proceso fundamental para entender aquellos sucesos de la naturaleza y la vida, y nuestro vinculo como parte de aquel extraordinario entramado ecológico, y es justamente esa conexión con las ciencias naturales la que sustentó el uso de dichos materiales didácticos, configurando tanto su pensum, como su posterior importancia para las colecciones de museos, que preservan y reivindican la historia natural; y en el contexto escolar, la forma como algunas nociones de las disciplinas científicas, permearon algunos de los saberes impartidos, especialmente a nivel de secundaria y en las instituciones de formación de maestros.

Curiosamente, muchos materiales de esta índole fueron objeto de censura ante el rechazo de las distintas teorías de evolución en el transcurso del siglo XIX, generando oposición a la difusión de la biología, debido a que, los círculos científicos de las comunidades religiosas que  regentaban las instituciones educativas de la época, dirigieron su preocupación sobre la higiene y la raza de la población, motivo por el cual, la biología tuvo más auge a partir de los discursos médicos de las primeras décadas del S. XX, discursos que intervinieron directamente en la escuela con lemas divulgados por el Ministerio de Instrucción y Salubridad Pública, por ejemplo: “higienizar antes que educar[3].

Por los motivos descritos, además de la importancia educativa y de exhibición, colecciones de esta naturaleza, constituyen un patrimonio no renovable y una fuente inagotable de información, insustituible para el conocimiento detallado de la fauna. Es así, como la didáctica aplicada para la zoología mediante recursos como nuestra pieza del mes, tiene entre otros fines de estudio, exponer las condiciones que permiten reconocer y diferenciar esta clase de especies animales, que gracias a sus cráneos dentados pueden ser objeto de comparación entre las condiciones climáticas, migraciones periódicas, tipos de alimentación, entre otras particularidades propias de su categoría.

Para conocer la Caja de cráneos dentados de pequeños mamíferos, otros elementos de la colección de la enseñanza de las ciencias naturales; los objetos e implementos escolares de la historia, memoria escolar, y la práctica educativa y pedagógica; y los archivos pertenecientes a los fondos documentales y bibliográficos que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 5:00 p.m. en las nuevas instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

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Palabras Clave: Zoología; Biología; Cajas de Cráneos; Pequeños Mamíferos; Museo de Biología; Segunda Misión Pedagógica Alemana; Pedagogía; Enseñanza de las Ciencias Naturales; Historia de la Educación; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Autoría: Yeimy Jimena Bejarano Baquero – Estudiante del Programa en Pedagogía.
Revisión y corrección de estilo:  Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias:

Diaz, Mónica & Flores, David & Barquez, Rubén. (1988). Instrucciones para la preparación y conservación de mamíferos.

Didaktik der Biologie. (s. f.). Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg. https://www.biodidaktik.phil.fau.de/materialien-wp/zoologie-2/zoologie/

Colombiano, M. P. (2018, 3 septiembre). Pieza del mes de septiembre de 2018: Material de Enseñanza Espasa-Calpe: Serie Historia Natural Aplicada – Copyright MUSEO PEDAGÓGICO COLOMBIANO – All rights Reserved. http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/2018/09/03/pieza-del-mes-de-septiembre-material-de-ensenanza-espasa-calpe-serie-historia-natural-aplicada/

Colombiano, M. P. (2019, 18 noviembre). Museo de Biología IPN 1930 – Copyright MUSEO PEDAGÓGICO COLOMBIANO – All rights Reserved. http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/tag/museo-de-biologia-ipn-1930/

Ministerio de Educación Nacional. (1932). Pensum – Programa y Reglamento del Instituto Pedagógico para Señoritas. Escuela Tipográfica Salesiana – Bogotá.

Rodríguez, Y. Ortega, C. Valencia, P. Huerta, E. Montano, I. Brígido. (2021). Disección animal y digitalización, alternativa para la enseñanza de anatomía cuando la disección de cadáveres no es posible, Educación Médica. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1575181321000486

[1] Conjunto de los huesos de la cabeza mientras permanecen unidos, pero despojados de la carne y de la piel.

[2] Técnica de disecar animales para facilitar su exposición.

[3] Bernal Jiménez, R. (1932). La réforme educative en Colombia. Roma: Imprenta Augustinienne.

Pieza del mes de agosto de 2021: ‘‘The Visible Man’’

Como pieza del mes, hemos seleccionado el modelo del cuerpo humano ‘The Visible Man’ de la colección de implementos escolares de la enseñanza de la biología y las ciencias naturales, específicamente en la rama de la anatomía humana del Museo Pedagógico Colombiano. Objeto de manufactura industrial, fabricado en plástico a finales de la década de 1950 por la compañía estadounidense ‘Renwal Toy Corporation’ que tenía sede en la villa de Mineola en Long Island, Estado de Nueva York, la cual se dedicaba principalmente a la producción de una amplia gama de juguetes de plástico, no obstante, este modelo a escala humana que exhibimos en el Museo Pedagógico hizo parte de una línea de ejemplares con fines educativos y científicos.

Fundada en 1939 por Irving Lawner, en un principio ‘Renwal Manufacturing Company Inc.’, comenzó sus labores distribuyendo una pequeña línea de artículos para el hogar, como por ejemplo cuchillos de vidrio (material que abandonaron rápidamente y que fue reemplazado por el plástico) al punto que, en la Feria Mundial celebrada en Nueva York en 1939, presentaron un novedoso cuchillo de cocina de plástico y otros utensilios para la cocina y el hogar a las multitudes interesadas, siendo aquello un éxito. Sin embargo, desde los primeros años de la década de 1940, concentraron sus labores a la fabricación de juguetes, los primeros de ellos fueron autos y aviones también en plástico, cambiando así su nombre a ‘Renwal Toy Corporation’; curiosamente el nombre de la empresa proviene del apellido de su fundador, pero escrito al revés (Lawner escrito al contrario es “Renwal”).

Logo de Renwal Mineola, N. Y. (1959). [Imagen]. Tomada de: https://saintstevensthingery.com/mybackpages/1959-renwal-visible-man-800498-barely-used-with-paperwork/

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, Renwal –al igual que otras compañías creadas en naciones directamente implicadas en este conflicto bélico–, redirigió su trabajo y puso sus instalaciones al servicio de los fines mismos de la guerra, fabricando la segunda arma más secreta de las Fuerzas Aliadas (después de la bomba atómica), dispositivo conocido como “espoleta de proximidad” o mecha de proximidad, mecanismo de encendido que utilizaba un radar para detectar cuándo el objetivo estaba lo suficientemente cerca como para ser dañado por la explosión, el cual se usó en bombas, proyectiles de artillería y minas, encendiendo la mecha en el momento exacto del ataque.

La experiencia de producción y los conocimientos adquiridos durante este periodo llevaron a la mejora de los métodos de producción. Cuando la guerra finalizó, Renwal comenzó a explorar el creciente campo de los plásticos, (que en cuanto a material para la fabricación de juguetes reemplazó a la hojalata), y entre 1945 y 1958 fabricó masivamente juguetes, como por ejemplo, modelos de pequeños aviones que volaron durante la Segunda Guerra Mundial, modelos de otros aviones, y desde principios de 1946 las famosas casas de muñecas –cuyas piezas tenían algunas partes móviles–, que incluyeron una amplia gama de mobiliario a escala (que se vendía por separado y venía en diferentes colores y con diseños estampados). Además, se crearon otros modelos a escala de diferentes tipos de espacios, como habitaciones, guarderías, escuelas, consultorios médicos, hospitales veterinarios, entre otras, que también incluían figuras humanas a escala, como la “típica” familia con un padre, una madre, un hermano, una hermana y un bebé; y varias figuras que representaban profesiones como médicos, veterinarios, enfermeros, mecánicos y policías.

Modelos como nuestra pieza del mes aparecieron en el catálogo de Renwal en 1959, y a inicios de la década de 1960, otros fabricados con moldura transparente igualmente fueron desarrollados, entre estos uno de los productos más exitosos de la compañía, el modelo visible del famoso motor V8 (uno de los motores estadounidenses más potentes del mundo automotriz), y otros enfocados en temáticas científicas. Junto con el Hombre Visible (“The Visible Man”), se lanzaron al mercado la Mujer Visible (“The Visible Woman”), el Motor de Avión Visible (“The Visible Airplane Engine”), el Caballo Visible (“The Visible Horse”), y el Submarino Nuclear de lanzamiento de misiles “Polaris” (“The Polaris-launching Nuclear Sub”. Finalmente, hasta 1976, Renwal, continuó produciendo otros productos, cuando concluyó la producción de juguetes y desapareció del mercado.

Modelos “The Visible Man” y “The Visible Woman” por Renwal. (1960). [Fotografía]. Tomada de: http://web.295.ca/jww6/tw/model/model.htm

 

 

 

 

 

 

 

Caja del modelo “The Visible Man” por Renwal. (1959). [Fotografía]. Tomada de: https://saintstevensthingery.com/mybackpages/1959-renwal-visible-man-800498-barely-used-with-paperwork/



En nuestro caso, “The Visible Man”, fue introducido en el mercado estadounidense como un modelo para la diversión y el aprendizaje en el campo de la biología y la anatomía humana interna, y se trataba de un modelo anatómico a escala 1:5 de un hombre, y en su caja se enunciaba:

EL HOMBRE VISIBLE
Kit de Montaje

LAS MARAVILLAS DEL CUERPO HUMANO REVELADAS!

DE LA PIEL AL ESQUELETO… Ensamble, quite, reemplace todos los órganos!”.

 

 


El juego completo contenía, en compartimentos separados todas las partes del cuerpo humano masculino que el modelo incluyera, un listado de estas, una cartilla de instrucciones con explicaciones sobre cada órgano del cuerpo humano y su funcionamiento, y también una cartilla ilustrada de introducción a la anatomía humana, escrita por autoridades médicas, convirtiéndose el modelo en un verdadero kit didáctico para ser armado e incluso personalizado con pintura (lo que en muchos casos significó todo un reto).

Cartilla de instrucciones sobre el funcionamiento de cada órgano del cuerpo humano y Cartilla ilustrada de introducción a la anatomía humana del modelo “The Visible Man” por Renwal. (1959). [Fotografía]. Tomada de: https://saintstevensthingery.com/mybackpages/1959-renwal-visible-man-800498-barely-used-with-paperwork/

El modelo fue creado por el socio y co-propietario de Renwal, Irving Rosenbloom, kit que logró la patente estadounidense 2,988,823, el 20 de junio de 1961 (la cual a pesar de la venta de la compañía aún está vigente). A partir de este primer modelo, fueron creados otros similares desarrollados posteriormente por otras empresas como Revell a finales de la década de 1970, y Skilcraft a inicios de la década de 1990.

La inspiración para la creación de este modelo anatómico con partes removibles, denominado el “Hombre Visible”, vino de la observación de los modelos de un esqueleto y una réplica de aproximadamente tres metros del cuerpo humano con órganos internos visibles, que se exhibían en el Salón de los Orígenes Humanos en las instalaciones del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, los cuales fueron contemplados en detalle por su inventor. Entonces, retomando dicha experiencia, llevó a la idea a Renwal, y allí el diseñador de la empresa Marcel Jovine la materializó, así se diseñaría, fabricaría y comercializaría una línea completa de kits educativos para pasatiempos enfocados en la ciencia.

Lógicamente el objetivo de las molduras de plástico transparente fue “dejar ver la magia del interior” y mostrar las maravillas que contenía cada modelo, en este caso el del cuerpo humano masculino, y su interior: el sistema óseo completo, el circulatorio, el digestivo, el respiratorio, y todos los órganos vitales del cuerpo, junto con un soporte para instalarlo y exhibirlo. De acuerdo con su creador, el propósito central para el diseño y uso de este modelo invisible era ilustrar y enseñar a los niños cómo funcionaba el cuerpo humano, en este sentido “The Visible Man”, fue una herramienta útil para comprender la estructura, las funciones del organismo, y la vida misma del ser humano.

La anatomía entendida como la ciencia que estudia las estructuras de los organismos y seres vivos, –en este caso específico orientada al ser humano y a la comprensión de la forma, ubicación, disposición y la compleja relación entre sí de todos los órganos que componen el cuerpo–, tuvo un origen paralelo a la anatomía artística (ya que entremezcla ciencia y arte), y abarcó varios periodos de la historia de la humanidad, con vestigios en la Prehistoria, pero al parecer con un mayor acercamiento desde la Antigua Grecia, donde a partir de las primeras disecciones en seres humanos se identificaron y describieron por primera vez algunos de los órganos que componían el cuerpo humano –prácticas de las que también se tiene registro en el Antiguo Egipto, la India, la Antigua Roma y en algunos pueblos indígenas de América–, en este periodo se destacó la figura del médico y filósofo griego Galeno de Pérgamo, quien elaboró un amplio tratado con más de 125 volúmenes, que trataban sobre el estudio anatómico-funcional de varios sistemas del cuerpo humano, estudios que se mantuvieron vigentes (y sin crítica) durante toda la Edad Media.

Ilustración del libro: “De Humani Corporis Fabrica” de Andreas Vesalius, que marcó el renacimiento del interés científico por la anatomía humana (2014). [Imagen]. Tomada de: https://es.wikipedia.org/wiki/Anatomía_humana


Posteriormente en la Edad Moderna, la herencia y “medicina galénica” comenzó a ser cuestionada tras una serie de descubrimientos realizados por Andreas Vesalius, médico del siglo XVI, considerado “El Padre de la Anatomía Moderna”, quién dedicó su vida a la disección de cadáveres para la obtención de conocimientos anatómicos, plasmando su legado en la extensa e influyente obra titulada: “De Humani Corporis Fabrica (Sobre la Estructura del Cuerpo Humano)”, escrita en 1543, y que incluyó más de 300 ilustraciones detalladas de índole anatómico y artístico de majestuosa calidad; hasta finalmente la Edad Contemporánea, cuando la aparición del microscopio, abrió un nuevo mundo para entender lo anatómico, desde una mirada detallada y descriptiva microscópicamente hablando.

 

 

 

 

 

 


La historia de la enseñanza de las ciencias biológicas en Colombia (transversal a ámbitos sociales, políticos y económicos), nos cuenta que, a finales del siglo XIX, las iniciativas para difundirlas no recibían acogida en los círculos científicos de las comunidades religiosas, las cuales administraban la mayoría de las instituciones educativas de la época, y debido al rechazo de la Teoría de la Evolución, se empezaron a generar polémicas en torno al concepto de vida. Además, en nuestro país –creyente de las doctrinas católicas–, todo lo concerniente a la educación había que consultárselo a la Iglesia, institución que se negaba a aceptar los razonamientos científicos, por lo tanto, la enseñanza impartida en este campo se desarrolló a partir de preceptos religiosos, por ese motivo, adaptar al naciente Sistema Educativo Colombiano las teorías sobre la vida, el origen del universo, la evolución del hombre, entre otras, fue complejo.

Por este panorama, la Biología tuvo más auge en los discursos médicos de las primeras décadas del siglo XX con debates en torno a la raza y la preocupación por la higiene de la población, sin embargo, en este siglo, la enseñanza de la historia natural empezó a incluir algunas nociones de Biología en secundaria y en las instituciones de formación de maestros, como por ejemplo, el Instituto Pedagógico Nacional para Señoritas (IPN), donde la enseñanza de las ciencias naturales se concentró en tres secciones: Química orgánica e inorgánica, Física teórica y experimental, y Biología dividida en cursos de Zoología, Botánica y Anatomía.

De esta manera, en relación con la historia de la enseñanza de la biología en el contexto colombiano, es importante precisar que, en lo referido al estudio de la anatomía humana, este tipo de modelos fueron de mayor utilidad para la enseñanza de la medicina y la formación de las destrezas que debían adquirir los profesionales de la salud, cuyo estudio implica una comprensión detallada y global del cuerpo humano; pero desde una perspectiva escolar y teniendo en cuenta que la relevancia de la biología como ciencia, se establece con base en la formación que nos da para conocer aspectos y fenómenos relacionados con la vida y la naturaleza, destacamos la historia de este tipo de objetos, en función de que permitía acercarnos al entendimiento del funcionamiento de nuestro organismo, y por supuesto, revelar la complejidad que significa la conexión de cada sistema corporal para el desarrollo de la vida humana, y asombrarnos –conscientemente– ante ella, modelos como “El Hombre Visible” y otros de sus especie, nos ayudaron a conocer nuestro cuerpo y entender lo que somos como seres humanos.

Para conocer el modelo humano a escala ‘The Visible Man’, otros objetos de la historia y la práctica pedagógica, y los archivos pertenecientes a los fondos documentales que salvaguardamos y exhibimos en el Museo Pedagógico Colombiano, convocamos a la comunidad de la Universidad Pedagógica Nacional, estudiantes, egresados, investigadores, docentes, administrativos y miembros externos de la comunidad académica, colectivos pedagógicos y a todas las personas interesadas en conocernos, apoyarnos y difundir nuestras labores, a visitarnos de lunes a viernes entre 8:00 a.m. y 4:00 p.m. en las nuevas instalaciones del Museo ubicadas en Bogotá en la calle 72 N.º 11 – 86 (Edificio ‘E’) en el Centro Cultural ‘Paulo Freire’ de la Universidad Pedagógica Nacional.

Igualmente los invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales https://www.facebook.com/museopedagogicocolombiano/ y a explorar nuestra página web http://museopedagogico.pedagogica.edu.co/ para visualizar y compartir nuestros contenidos.

 

Palabras clave: The Visible Man; Renwal, Anatomía Humana; Biología; Plástico; Juguetes; Pedagogía; Enseñanza; Historia de la Educación; Medicina; Museo Pedagógico Colombiano.

 

Referencias

Catálogo general del Museo Pedagógico Colombiano. (2017). Sin publicar

Hopkins, M., (2014). Renwal Doll House Furniture (February Program). Fecha de consulta: 2 Ago. 2021. Desde: http://bhamdollclub.blogspot.com/2014/02/renwal-doll-house-furniture-february.html  

Collectorsquests.com. (2020). From Secret Weapons to Dollhouse Furniture: Early Renwal History | Collectors Quests. Fecha de consulta: 2 Ago. 2021. Desde: https://collectorsquests.com/from-secret-weapons-to-dollhouse-furniture-early-renwal-history/

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Suárez-Escudero, J., Posada-Jurado, M., Bedoya-Muñoz, L., Urbina-Sánchez, A., Ferreira Morales, J. and Bohórquez-Gutiérrez, C. (2020). Enseñar y aprender anatomía. Modelos pedagógicos, historia, presente y tendencias. Acta Médica Colombiana, 45(4). Fecha de consulta: 9 Ago. 2021. Desde: http://www.actamedicacolombiana.com/ojs/index.php/actamed/article/view/1898

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